lunes, 18 de mayo de 2015

MAGO: LA GUERRA DE HORIZONTE (III)

Después de regresar del Colectivo Gris, donde habían liberado a los prisioneros de la Tecnocracia, incluyendo a Cindy Reynolds, la prisionera 16, Agotados por lo ocurrido, los personajes se retiraron a descansar, pero Detector tenía una sorpresa esperándole en su habitación. Jenny Smith estaba allí para hablar con él. El Eterita intentó comunicarse mentalmente con Eyes, pero le fue imposible, y tuvo que hacer frente en solitario a aquella conversación. Jenny Smith trató de convencer a Detector de que se uniera a ella y a sus "hermanas" al servicio del Maestro de la Armonía, en su visión de unir a las Tradiciones y la Tecnocracia para destruir a los Nefandos y los Merodeadores y llevar a los humanos a la Ascensión. Detector se mostró reticente, y Jenny le advirtió de que el tiempo de las decisiones se acababa, y pronto, si no estaban junto al Maestro, estarían frente a él. Finalmente, Jenny Smith desapareció, y Detector convocó a sus compañeros, para contarles la visita, y compartir también con ellos sus sueños, ya que según pensaba, el gigante con el que soñaba y el Maestro de la Ascensión podrían estar relacionados con Heylel Teomin, el Gran Traidor. 

A la mañana siguiente, una nueva sorpresa les esperaba. En el salón del Campamento Casey, Myrddin y Sci-Fi se encontraron con Kallikos, que les planteó viajar con él a Horizonte, pues quería presentar ante el Consejo de las Nueve Tradiciones lo ocurrido en el Colectivo Gris. Tras su desconfianza inicial, los personajes finalmente decidieron acompañar a Kallikos, y fueron llevados por el Extático a Kansas, donde, en una granja, se encontraba el Portal de Lachesis, que conducía a Concordia. Pero antes de salir, Myrddin escuchó una conversación entre Kallikos y Rhiannon, Al parecer, la primus de la Cábala de las Manos de la Esperanza había reconocido a Kallikos, y dudaba de que fuera bien recibido en Horizonte. Las dudas de Myrddin fueron pronto compartidas por el resto, cuando a su llegada el mágico Reino de Horizonte, fueron recibidos por Marianna de Balador, del Culto del Éxtasis. Marianna abrazó y besó a Kallikos cuando este apareció, pero expresó las mismas dudas de Rhiannon sobre su presencia en Horizonte. Con dudas sobre lo que se les venia encima, pudieron disfrutar de unas horas de libertad en la ciudadela de las Tradiciones. Mientras Myrddin deambulaba por las callejas, comprando una espada que llevaría con él; Eyes visitó la Torre de la Vida; y Sci-Fi haría lo propio con las Torres de la Correspondencia y el Tiempo. En ellas, el Adepto podría asistir a una discusión entre los Adeptos Virtuales sobre la presencia de estos en las Tradiciones, y el malestar que estaba causando la subordinación de los Adeptos a los Herméticos; y en los neblinosos pasillos de la Torre del Tiempo, pudo tener visiones sobre su futuro: criaturas acechando en las sombras de las calles de una gran ciudad, una cúpula bajo la que un hombre se sentaba en un trono de piedra negra llevando una máscara de oro... 

Mientras esto ocurría, Detector y Balam visitaron la Biblioteca de Horizonte, buscando información sobre Heylel Teomin y sobre la posible presencia de Bailarina Escarlata años atrás en Horizonte. Balam descubrió que efectivamente, su esposa había estado allí en 1952, pero también, después de un encuentro con el bibliotecario Nicodemus Mullhaus, que él mismo había estado allí poco después, buscando datos sobre portales a Malfeas, y descubriendo la presencia de uno de ellos en el que entonces se llamaba Circo de Cara. Detector se encontró con que la mayoría de la alusiones a Heylel, aludían directamente a un libro escrito por Akrites Salónikas sobre la historia de la Primera Cábala, La Senda Frágil, pero descubrió también que Heylel era la unión perfecta de dos magos Solificati, Mía de Nápoles y Giulio de Médici, y por lo tanto era posible que Heylel tuviera dos Avatares. 

Finalmente, los personajes acudieron ante el Concilio, donde seis de los nueve miembros acudieron, presididos por el Hermético Getulio de San Christovao. Y allí también, los personajes vieron el mítico Décimo Asiento, el sillón de piedra negra que Sci-Fi había percibido en sus visiones. San Christovao se mostró bastante desdeñoso, pero todos se sorprendieron cuando Kallikos hizo acto de presencia, identificándose finalmente como el propio Akrites Salónikas, miembro de la Primera Cábala. El miedo de Ákrites era que, en su búsqueda del Guerrero de la Ascensión, la Tecnocracia hubiera resucitado una vieja amenaza, pero cuando el Vidente iba a identificar dicha amenaza, hizo su aparición Jenny Smith, que hablaba en nombre del Maestro de la Armonía, Conectando místicamente con su maestro, Jenny se convirtió en el foco de Heylel para dirigirse al Consejo, acusándoles de manipular a los Magos y a toda la humanidad, y de haber descuidado su labor de guiar a los humanos en el camino de la Ascensión. Heylel pretendía unir a las Tradiciones y a la Tecnocracia, y afirmaba que su traición a las Tradiciones en el pasado, había venido de su deseo de forjar a las Tradiciones para lo que se les venía encima, el ascenso de la Tecnocracia. Afirmaba haber previsto su propio Gilgul, y haber preparado su regreso antes de que los Herméticos pudieran someterle a su más temido ritual. Heylel exigía que los miembros del Consejo desaparecieran y dejaran el liderazgo de las Tradiciones en sus manos. San Christovao le hizo frente, a su manera, y la oscuridad sumió la sala. Cuando volvió la luz, Jenny había desaparecido, y el hermético estaba muerto, convertido en una estatua de oro. Mientras el caos se extendía por Horizonte, Akrites y los personajes pudieron organizar un viaje a Doissetep, donde ellos deberían comunicar al Primus de la Orden de Hermes, Porthos Fitz-Empress la muerte de San Christovao y el regreso de Heylel, que según las profecías de Akrites, volvería convertido en Moloch para destruir el mundo. 

Los jugadores siguieron un portal abierto por Akrites para llegar a Doissetep, la fortaleza hermética en el Reino Fragmentario de Fuerzas. Allí, bajo una inmensa tormenta, encontraron la vieja torre de Doissetep, donde fueron llevados ante el consejo, presidido por el Primus Porthos Fitz-Empress. Las noticias de la muerte de San Christovao no entristecieron a Porthos, que mostró desprecio hacia el desaparecido Getulio y sus seguidores, que mostraron su contrariedad ante lo ocurrido y ante la actitud del propio Porthos. Este se llevó a los personajes a sus habitaciones, donde habló de su propia experiencia con Heylel, ya que él había sido quien había dirigido el ritual del Gilgul para el Rebis. Según Porthos, aunque no se podía negar la traición de Heylel, su maldad había sido aumentada por Akrites debido a los enfrentamientos personales de ambos porque los dos habían amado a la misma mujer: Eloine, la representante de los Verbena en la Primera Cábala. Y así, descubrieron que Eloine había tenido dos hijos de Heylel, dos gemelos, que habían desaparecido después de la traición de Heylel y de la lucha que había destruido a la Primera Cábala. 

Pero las tensiones provocadas por la muerte de San Christovao se trasladaron a Doissetep, y los enfrentamientos entre los seguidores del fallecido, y los del actual Primus, estallaron de forma violenta, y pronto los aposentos de Porthos fueron atacados por sus detractores, guiados por Caeron Mustai. Llevando con ellos el ejemplar de La Senda Frágil, trataron de regresar al portal por el que habían entrado, aunque se encontraron con que la batalla de los herméticos había arruinado el frágil equilibrio que permitía la existencia de Doissetep, destruyendo el edificio, que se derrumbaba a su paso. Detector quedó separado del grupo, mientras Sci-Fi creaba un portal que les llevara a la salida de Doissetep hacia Horizonte. Con el castillo deshaciéndose a su alrededor, y sufriendo heridas por los golpes y los escombros que caían, finalmente consiguieron evitar caer al mantener Myrddin en el aire un fragmento de piedra en el que se apoyaron para conseguir llegar al portal. Finalmente, y tras varios problemas para recuperar a Detector y para que Eyes no cayera hacia el fondo del castillo (lo evitó finalmente creándose unas alas). Finalmente, consiguieron alcanzar la salida, y evitando los gigantescos rayos que cubrían el cielo del Reino Fragmentario, escapando casi in extremis de la destrucción de la gran capilla de la Orden de Hermes...

PD: En el sueño, el Gigante hablaba. 

Sois Unidad, pero nosotros dividimos vuestra corona para ocultaros de las Nueve. El Oráculo nos indicó el camino. En vosotros, niños, el Sagrado Ángel Guardián de mi trabajo resistirá y escuchará sus himnos. Pero hemos partido vuestra corona, así que no seréis Moloch. Si sois dignos, hallaréis a vuestro hermano. Vuestra voluntad es la salamandra, el fuego esencial, y os hemos dado una forja que calentar".

Agita sus manos, y la nueva voz que brota, es de mujer. 

La unión no es vuestra por derecho. La forma del mundo fue una ruptura. Tras el Jardín, la espada llameante Napea cortó a Adán Qadmon en los fragmentos del Gilgul. El Metatron sopló sobre Babel y fracturó sus lenguas para mantener a los usurpadores lejos del trono del Altísimo. Nosotros, hombres y mujeres, fuimos creados para tener apartados carne, mente y espíritu. Incluso si todos los fragmentos del Uno se reunieran, se nos negaría el Jardín y el Reino. No somos Dios, marido. Estamos sujetos al Juicio. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

ENYA: EVENING FALLS

Para este miércoles os traigo una música que es de lo más mágico que yo he escuchado, en una de las voces más mágicas de la historia de la música, la de la cantante Enya, abanderada durante muchos años de la llamada Música New Age.

Estoy seguro de que la disfrutaréis.


martes, 12 de mayo de 2015

LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS

En estas últimas semanas, siguiendo con mis lecturas históricas de este año, le he dedicado el tiempo de leer a La Guerra de los Cien Años, el estudio del historiador frances Edouard Perroy sobre el conflicto que, durante más de ciento dieciséis años, Francia e Inglaterra se enfrentaron una contra otra, arrastrando tras de sí a buena parte de sus aliados en una lucha en la que se insertaron otros eventos históricos, como la aparición de la Peste Negra de 1348 o el llamado Cisma de Occidente, con Papas enfrentados en Roma y Aviñón. 




La obra de Perroy, escrita durante la Segunda Guerra Mundial, y editada en España por Akal, no tiene a día de hoy rival en su profundidad del estudio de la Guerra de los Cien Años. Se trata de una lectura intensa, con momentos de gran densidad debido a la multidimensionalidad que el escritor quiere darle al conflicto, que afronta tanto desde lo evenemencial a lo social, pasando por las cuestiones económicas y locales. El historiador francés nos habla, con bastante objetividad por otro lado, del conflicto dinástico y feudal que enfrentaría más que a dos naciones a dos dinastías, los Valois franceses y los Plantagenet ingleses, con dos motivos principales de fondo.

El primero, el feudal, sería el enquistamiento de la relación entre los reyes de Francia y los de Inglaterra. Como señores de la Guyena (lo que quedaba del antiguo dominio de Aquitania que la famosa duquesa Leonor de Aquitania había unido a Inglaterra tras su matrimonio con Enrique II), el rey de Inglaterra estaba obligado a prestar vasallaje al rey de Francia por sus dominios continentales. Por otro lado, el advenimiento de los Valois al trono de Francia después de la extinción de los Capetos con la muerte de los tres hijos de Felipe IV Augusto, vino precedido por una serie de reclamaciones sobre el trono de Francia por parte de los Plantagenet, ya que a través de su madre, Isabel de Francia, Enrique III podía ser heredero de la corona francesa. 

Perroy nos cuenta todos los episodios de la Guerra de los Cien Años, desde su arranque hasta su epílogo, con la Guerra de las Dos Rosas en Inglaterra, con todos los nombres que han pasado a la historia: Azincourt, Troyes, Juana de Arco, los Lancaster, Bertrand Duguesclin, el Príncipe Negro, Enrique III, Enrique IV, Carlos VI,Carlos VII, los conflictos entre los Armagnac y los Borgoñones... Cada una de las fases de la Guerra de los Cien Años es cuidadosamente analizada por Perroy en este libro, de lectura obligada para cualquier persona interesada en la Guerra de los Cien Años; entre otras cosas porque tampoco hay nada con lo que comparar... 


lunes, 11 de mayo de 2015

MAGO: LA GUERRA DEL HORIZONTE II

Mientras sus compañeros se enfrentaban a los asaltantes de la Cábala de las Manos de la Esperanza, en CalTech, Sci-Fi se enfrentaba a un reto diferente. El equipo de astrofísica del que formaba parte Kaede había detectado una anomalía gravitacional, y Sci-Fi era el mejor en su campo para analizar esta cuestión. Los estudios de Sci-Fi le llevaron a una conclusión sorprendente: había algo en el espacio, cerca del Sistema Solar, que estaba causando una perturbación gravitacional lo suficientemente potente como para ser detectada por los instrumentos que manejaban en la Tierra, pero que sin embargo, no aparecía en ningún tipo de imagen captada por los más potentes observatorio de la Tierra. Sci-Fi estableció una relación entre la perturbación gravitacional y la Estrella Roja que habían visto aparecer en la Umbra de Bangla Desh, después de la destrucción del Rey de la Montaña. Después de preparar una serie de alarmas y seguimientos sobre sus lecturas gravitacionales, Sci-Fi recibió una llamada de Balam, para contarle todo lo que había pasado en la Cábala de las Manos de la Esperanza. Tras escuchar la narración del Cuentasueños, Sci-Fi se trasladó a través de Correspondencia a Las Manos de la Esperanza, uniéndose a sus compañeros en la preparación del asalto al Colectivo Gris. 

Alvin Reynolds, que estaba coordinando dicho asalto, había conseguido la colaboración de los Cuentasueños del Reino Umbral de Vali Shallar, de modo que tras prepararse para algo que parecía una cacería, los miembros de Las Manos de la Esperanza y los de Chinese Red cruzaron un portal que llevaba a Vali Shallar, donde pudieron ser testigos de la imponente presencia de ese reino selvático, que parecía anclado en el Cretácico. Árboles gigantescos, grandes helechos, pterodáctilos y guerreros mayas les esperaban en Vali Shallar, donde fueron recibidos por el gran líder Cuentasueños, Ihuanocuatlo. Sorprendidos por las criaturas que moraban en aquel Reino de Horizonte, finalmente los personajes supieron que su objetivo allí era capturar un tigre de dientes de sable que llevar al Colectivo Gris como arma. Decididos a participar en la cacería, Sci-Fi, Myrddin, Balam, Detector y Eyes se unieron a la partida de caza junto a los miembros de las Manos de la Esperanza. Se adentraron en la jungla, dividiéndose en grupos para rastrear al tigre. Fue Myrddin quien encontró el rastro del tigre de dientes de sable, y siguiéndolo junto a Alvin Reynolds y Detector, consiguieron acorralar a la criatura y atraparla con una red preparada para ello, Mientras, Balam, Eyes y Detector se internaron en otra zona de la selva. Siguiendo un susurro, Balam se adentró en la jungla, dejando atrás a sus compañeros, que pronto perdieron la pista del Cuentasueños, incapaces de alcanzarle debido a que el propio bosque parecía impedírselo. Balam encontró un lago con una cascada, donde dio con una especie de espíritu acuático que le devolvió parte de sus recuerdos perdidos. Se vio a sí mismo convertido en un joven soldado durante la Segunda Guerra Mundial, conociendo a Ellen O´Hare, la que sería su mujer; y recordaría los experimentos realizados en el Colectivo Gris con él y otros magos en la creación de un Clon Base, y donde una mujer, idéntica a Jenny Smith, parecía haber sido la cumplable de que sus recuerdos se perdieran y que al parecer servia a alguien llamado El Señor del Acero, otro Maeljin Incarna, enemigo de La Emperatriz del Deseo. Sci-Fi y Eyes consiguieron encontrar finalmente a Balam antes de que se ahogara en el lago, volviendo a Vali Shallar con nuevos recuerdos y nuevas preguntas.Durante la celebración de la noche, Sci-Fi y Balam pudieron hablar con Ihuanocuatlo, preguntándole sobre la Estrella Roja que había aparecido perfectamente visible en el cielo umbral en cuanto desaparecieron los dos soles del cielo de Vali Shallar. Ihuanocuatlo les contó que había antiguas profecías entre los Despertados que hablaban de la aparición de la Estrella Roja como heraldo del fin del mundo, relacionándola con la Profecía del Fénix, y las visiones que el maestro del tiempo Akrites Salónikas había tenido sobre el final de la Guerra de la Ascensión, la batalla entre la Tecnocracia y las Tradiciones, y el posible regreso de Heylel Teomin convertido en Moloch, el destructor del mundo. Ihuanocuatlo remitió a sus interlocutores a Doissetep, donde aún se custodiaban los textos de La Senda Frágil, el libro de Akrites Salónikas sobre la Primera Cábala y sus profecías. Mientras el resto de sus compañeros dormían, Detector se reunió con Sci-Fi para contarle cómo habían evolucionado sus sueños, temeroso de que, como le habían dicho en el Circo de Medianoche, sus sueños estuvieran relacionados con el fin del mundo. 

Tras su aventura en Vali Shallar, volvieron a Los Ángeles, donde en la Cábala de las Manos de la Esperanza habían continuado preparando el asalto al Colectivo Gris, y donde contaban ya con dos camiones camuflados con los logos de Químicas Everwell. Eyes tomó la forma de uno de los trabajadores de la empresa, obtenidas sus imágenes a través de satélites gubernamentales controlados por los Adeptos Virtuales, y condujo uno de los dos camiones que los Adeptos utilizaron para asaltar Químicas Everwell, y a través de su portal, el Colectivo Gris. Sin embargo, cuando llegaron, el Reino Umbral estaba siendo asaltado por un grupo de Nefandos. Haciendo frente a algunos sáuridos y HIT MARK, los personajes consiguieron llegar hasta las celdas donde eran confinados los magos de las Tradiciones, consiguiendo rescatar a tres de ellos (Cindy Reynolds, el número 16, incluida), antes de que hiciera su aparición AOSMO, un proyecto de los Progenitores del Colectivo Gris que parecía decidido a destruir todo lo que se encontrara en el camino de su informe cuerpo, parecido a una oscura masa plasmática. Sci-Fi consiguió crear un portal que les llevara hasta la entrada del Colectivo Gris, escapando a través de ella con los magos a los que habían liberado, y estando a punto de perder a Myrddin, que fue herido de gravedad por AOSMO, pero del que consiguió escapar a base de pura fuerza de voluntad. En la sala de acceso del Colectivo Gris, el Interventor Klair, director de los miembros de Iteración X del Reino de Horizonte, hacía frente a los Nefandos, y finalmente, optó por lanzar una Baliza de Umbra Profunda que comenzó a destruir el propio reino para evitar que su contenido cayera en manos de los esclavos de los Maeljin Incarna, pero Balam y Detector pudieron ver cómo una mujer, idéntica a Jenny Smith, guiaba a un grupo de Nefandos fuera del Colectivo Gris, llevándose con ellos el cuerpo del Clon Base. Eyes fue la última en abandonar el Colectivo Gris, y cuando todos estuvieron fuera, los Adeptos aliados de las Manos de la Esperanza hicieron su aparición para llevarles a todos a la seguridad del Campamento Casey. 

De regreso al lugar que se había convertido en su base, los personajes y los prisioneros liberados fueron tratados por los curanderos de los Verbena, descubriendo que nadie sabía demasiado bien que hacían en el Colectivo Gris ni cual era el objetivo del Clon Base, al que los Progenitores y los miembros de Iteración X denominaban "el Guerrero de la Ascensión". Agotados, los personajes se dirigieron a descansar... pero a Detector le esperaba la inesperada visita de Jenny Smith. 

PD.

Había conseguido cruzar las puertas de Malfeas, y el precio, había sido dejar atrás su vida. Había sacrificado mucho, incluso aquello que una vez había querido, pero... tras aquel camino, la esperaba mucho más. El poder, quizá la eternidad. Ante ella, las sombras se abrieron, y comenzó a vislumbrar el camino que debía seguir, aquel camino que trenzaba una espiral negra hacia el corazón de la oscuridad, el corazón del Wyrm. 

Ellen O´Hare dió el primer paso, y la Espiral se cerró a su alrededor.