domingo, 18 de diciembre de 2016

CALAVERAS Y GRILLETES: SAQUEADORES DEL MAR FEBRIL (II)

Después de su encuentro con la naga en las aguas del río junto al que se habían construido los Embozos del Destartalado, los aventureros permanecieron alerta, por si alguna otra amenaza llegaba desde la selva. Mientras Kio, Echidna, Evania y Sarah deambulaban por los Embozos, Vanderlay se convertía en el centro de atención en la taberna, narrando sus historias de lo ocurrido durante su viaje con Harrigan y el Promesa de Hombre, y Balon atendía a Osolechuza Esquilavenados, tratando de acercarse a él. Sin embargo, nada les preparó para lo que ocurrió al día siguiente, cuando un enjambre de avispas gigantes brotó de la jungla, atacando los Embozos. Varios trabajadores fueron heridos por los gigantescos insectos, y los aventureros trataron de contener algunas de ellas mientras los trabajadores buscaban refugio. Echidna consiguió encaramarse a una de ellas, mientras Balon, Evania y Trufa, Kio y Sarah se enfrentaban con ellas, y Vanderlay les apoyaba con sus canciones y efectos. Sufrieron varias heridas, especialmente Balon, pero finalmente consiguieron acabar con ellas y retirarse a un lugar seguro mientras las avispas se dispersaban. 

El Viento Fiel, primer barco asaltado por los aventureros.


Pero sin tregua, las campanas de los Embozos tocaron a alarma, y todos se dieron cuenta de que un galeón chelio, el Estrícido, había entrado en el estuario, y varios hombres habían desembarcado. Se prepararon para combatir de nuevo, pero se dieron cuenta de que los hombres formaban a la defensiva, y de que no eran soldados de Chelliax. Finalmente, se acercaron a ellos, descubriendo que se trataba de un confuso grupo de piratas al mando del capitán Merrill Palo Firme, que había llegado para embozar el galeón, y que estaba tan sorprendido como ellos al no haber visto la bandera que avisaba de que no debía acercarse pues ya había un barco. Merrill reconoció el Promesa de Hombre, y felicitó a los aventureros por haber golpeado así a Barnabas Harrigan, ofreciéndose a ser el padrino de su nuevo barco. Merrill se retiró de la bahía, volviendo a alta mar, mientras, después de que Balon preparara varias pociones de restablecimiento para él y sus compañeros, afectados por el veneno de las avispas, los aventureros se dirigieron hacia la torre de vigilancia. La alcanzaron sin dificultades después de que Evania tranquilizara a un pequeño grupo de jabalíes, y allí descubrieron al vigía, el anciano Lyle, muerto por la picadura de una avispa en el cuello, y encontraron a su mascota, un loro llamado Matarratas, que se encariñó de Vanderlay. Volvieron al poblado, donde asistieron a la ceremonia por la muerte de Lyle, y prosiguieron sus labores de reclutamiento y narración de sus aventuras, mientras Balon se encontraba con la hostilidad de Osolechuza y descubría con sobresalto que Azotes había muerto en la sentina por los picotazos de una avispa gigante a la que tuvo que enfrentarse el alquimista, antes de huir a la cubierta del barco, donde se encontró con que el cráneo enjoyado que habían encontrado en el Pelícano, estaba en el camarote del capitán. Inquieto, Balon lo devolvió a su lugar, lo que hizo que finalmente, decidieran marchar hacia Dahak a averiguar todo lo posible sobre ese objeto en cuanto el barco estuviera preparado.

Y sería al día siguiente cuando por fin se celebraría la inauguración del barco, bautizado como "Maldición de Besmara", al habitual brindis de "que la suerte acompañe a aquellos que rompan la Roca de las Mareas", recordando Vanderlay que la Roca de las Mareas era una pequeña fortaleza al sur de Motaku, dominada por la familia Smythee y que según las tradiciones, daba suerte a aquellos capitanes que la tomaban. Con el Maldición de Besmara preparado para partir, los aventureros embarcaron y pusieron rumbo al norte, hacia Dahak.

Pero en el camino, Echidna avistó un barco, y el capitán Shen dio la orden de poner el barco a toda vela, persiguiendo al otro navío. La persecución duró cuatro días, hasta que finalmente lo alcanzaron, reconociéndolo como el Viento Fiel, un barco mercante al que consiguieron asaltar con Sandara al timón. Mientras Evania convocaba criaturas y Balon manejaba las balistas, y después de recibir el golpe directo de un ataque de la catapulta del Viento Fiel, el resto de los piratas se preparo para el abordaje. El capitán Shen, Sarah, Vanderlay y Echidna consiguieron trabar sus arpeos con el Viento Fiel, abordando el barco, aunque Sarah cayó al agua. Cuando el Capitán, Vanderlay y Echidna se prepararon para luchar, se encontraron con la capitana del navío dispuesta a rendirse. Los piratas tomaron para ellos todo el cargamento de manufacturas, y expoliaron el Viento Fiel, llevándose la catapulta y el espolón, y dando a los marineros la opción de unirse a ellos, aunque no tomaron rehenes, y dejaron libre el Viento Fiel y a su tripulación después de obtener su botín y continuar su camino...

martes, 6 de diciembre de 2016

CALAVERAS Y GRILLETES: SAQUEADORES DEL MAR FEBRIL (I)

A bordo del Promesa de Hombre y decididos a convertirse en Capitanes Libres, los aventureros continuaron su camino hacia la Costa Serpentina, dejando atrás los arrecifes de la Cala de la Resaca, y manteniendo a Azotes prisionero en la sentina. En su búsqueda de los Embozos del Destartalado, se encontraron con un barco a la deriva, y decidieron averiguar qué pasaba. Con Sandara Quinn al timón, pusieron rumbo al navío, descubriendo que era un barco llamado "El Pelícano", que Balon creyó recordar como un barco "casi legal" que solía atracar de vez en cuando en Puerto Peligro, dirigido por el capitán Georgeus Hawkwood. El navío estaba abandonado, y pudieron abordarlo fácilmente. Mientras Vanderlay vigilaba, Balon y Evania exploraban el castillo de popa y Kio y Sarah bajaban a las cubiertas inferiores, encontrándose con que el barco estaba desierto, y aquí y allá había restos de algo que parecía ácido, e incluso algún resto humano. Mientras tanto, Balon y Evania encontraron los camarotes del capitán y los oficiales. En el camarote del capitán encontraron una joya grotesca, un cráneo de pez con dos aguamarinas de gran tamaño engarzadas en los ojos, y que desprendía magia, aunque Evania no podía identificarla, y en el de los oficiales, encontraron el diario de a bordo, para sorpresa de ambos, escritos por un tal Echidna Amiano, como el compañero al que habían perdido en las garras de los lacedones de la Cala de la Resaca. Leyendo el documento, Balon y Evania descubrieron que Echidna y su padre formaban parte de la tripulación del Pelícano, y que junto al capitán Hawkwood habían conseguido negociar con unos sirénidos en Colmillo de Dahak, donde habían obtenido aquel grotesco cráneo de pez. Como si una maldición hubiera caído sobre el barco a partir de ese momento, sus tripulantes habían comenzado a desaparecer, y otros a enfermar y morir, hasta que finalmente y cerca de la Costa Serpentina, el padre de los Amiano había puesto a su hijo enfermo en una balsa para alejarle del barco, mientras hablaba de lo que parecía ser una relación familiar entre los Amiano y algo llamado el Árbol del Dolor. Algo pasaba en el barco, y serían Sarah y Kio quienes se encontrarían cara a cara con ello al ser atacados en la sentina por dos cienos de cristal que les siguieron a cubierta, salpicándolo todo de ácido. Tras descubrir que eran inmunes a las bombas de fuego de Balon, se enfrentaron a ellos con armas físicas, aunque Sarah recibió algunas heridas por salpicaduras de ácido. los demás salieron indemnes, utilizando armas a distancia, y atacando incluso Vanderlay desde el Promesa de Hombre. Con los cienos muertos, terminaron de explorar el Pelícano, y pese a la oposición de Evania y las dudas de Sarah, Kio y Balon decidieron llevarse con ellos el extraño cráneo. Sandara lo examinó, sin encontrar en él nada particular, así que decidieron mantenerlo custodiado mientras se dirigían a los Embozos, pendientes de quizá encontrar también la solución al misterio de Echidna.

Selissa, una joven naga acuática que iba a almorzar y se llevó un susto... 


Descubrieron los Embozos del Destartalado en la boca de un río, oculta por un estuario, y allí fueron atendidos por su propietario, Merluza el Destartalado, que tras negociar con Vanderlay, acordó realizar los cambios en el barco por un precio de 3000 piezas de oro, en un plazo de siete días. Aceptaron el precio, y entonces, Kio preguntó si habían encontrado a un joven en una balsa unos días antes. Sorprendido, Merluza asintió, llevándoles junto a él, un muchacho mayor que el Echidna al que ellos habían conocido, y que despertaría de su coma cuando ello llegaron a la habitación. Después de tranquilizare, descubrirían que tenía amnesia, no recordando nada desde que el Pelícano había abandonado Puerto Sangreverde, en las tierras empapadas. Sería Tripas de Pez quien resolvería la situación, contándoles que el muchacho al que ellos habían conocido como Echidna Amiano, era en realidad la hermana menor de este, Lucero Amiano. Sorprendidos por la revelación, decidieron darle un tiempo a Echidna para que asumiera todo lo ocurrido, mientras Vanderlay comenzaba a reclutar gente para la tripulación del barco, acudiendo a ver a Echidna para ofrecerle unirse a ellos en sus viajes. 

Al día siguiente, mientras el Promesa de Hombre era remozado, Balon se adentró en la selva en busca de componentes para sus pociones y venenos, mientras Vanderlay trataba de extender las historias del grupo, y Kio (al que pronto se uniría Echidna), continuaba su labor de reclutamiento. Sarah y Evania serían invitados por los trabajadores a una partida de bolos en los muelles, donde se encontrarían de pronto tratando de repeler el ataque de una joven naga acuática desplazada por la sequía, cuyo veneno pondría en serios aprietos a Trufa y Sarah, aunque conseguirían retenerla el tiempo suficiente como para que Vanderlay, Echidna y Kio llegaran, acabando el ninja con la naga que ya había sido herida por sus compañeros. Merluza no dudó en reducir el precio de la reforma en 500 piezas de oro, y los aventureros en deducir que su estancia en los Embozos también podía ser interesante... 

jueves, 1 de diciembre de 2016

LAS CORTES DE LA TORMENTA: LOS LUGARES

¡¡Hola!!

Hacemos un breve paréntesis en el espíritu rolero con el que se ha quedado este blog para hablar de una gran noticia: el regreso de las Cortes de la Tormenta. Para los que no lo sepáis, si queda alguien que no lo haya oído ya, Las Cortes de la Tormenta es la primera parte de una trilogía escrita por el autor de este blog, o sea, yo. La Crónica del Dios Muerto será una saga de fantasía histórica (no vamos a decir ni fantasía épica, ni fantasía oscura, si el término no existe, me lo invento). Hace algo más de dos años, encontré una editorial que publicó esta novela, pero mi tránsito con ella ha sido... bueno, vamos a decir poco positivo, y tomé la determinación de encargarme yo mismo de publicar la trilogía. Así que ahora está disponible una nueva edición de la novela, con portada nueva (que esta vez sí tiene que ver con el libro) y nueva maquetación (muy muy molona), y en la que han tenido mucho que ver Marco Pérez, el ilustrador Pedro García y el maquetador, Miguel Pedrajas. 

Nueva portada y nueva maquetación.

Y hoy, a través del Iconocronos, me apetecía compartir con vosotros algunas imágenes de lugares de nuestro mundo que han tenido algo que ver con el Mundo, el entorno en el que transcurre La Saga del Dios Muerto. Otro día os pongo las caras de los "actores" para la serie... :)

Mont Saint Michel, a medio camino entre Morduigh y Shalmael.

El Monte Athos, una inspiración para Término.


Peña de Francia, en Salamanca, otra imagen para Término.

El Castillo de Coca, en Segovia, uno de los castillos del Sur de Llyr.

La Sainte Chapelle parisina, ¿la Catedral? ¿Algún otro templo de los Diez?




Más imágenes, más noticias y más curiosidades, en los próximos días...