lunes, 22 de agosto de 2011

LOS OTROS ÁNGELES (II)

                Siguiendo a Fátima al-L´ama, los personajes se dirigieron a un viejo palacio mameluco en el que, al parecer, el anciano Montano tenía su refugio temporal. El primogénito de Lasombra les recibió en una zona modestamente amueblada, y ataviado con sus ropas habituales africanas. Junto a él, había una mujer, envuelta en ropas de seda azul y con dos cimitarras sujetas a la cintura. Tras una breve conversación inane, finalmente Pier Francesco le preguntó al Matusalén el motivo de su llamada, y Montano admitió estar al corriente de la búsqueda de los personajes del Corazón de Khay´tall. Montano sabía que otras dos facciones estaban siguiendo el Corazón: la Corte del Sueño de El Cairo y una facción de los Baali, conocida como los “Ángelis Ater” o “Ángeles Negros”.  Los personajes preguntaron por estos “Ángeles Negros”, y la mujer avanzó mientras se quitaba el velo. Para su sorpresa, descubrieron que se trataba de Sherazina Basarab, la chiquilla de Pier Francesco. Ella les contó que, mucho tiempo atrás, antes de las guerras de Cartago, un grupo de Lasombra trató de derrotar a los Baali en uno de sus centros de poder. Los Lasombra fallaron, y fueron corrompidos por lo Baali, convirtiéndose en esos Ángelis Ater que, según las informaciones de Sherazina, eran la facción de los seguidores de Baal que perseguían el Corazón de Khay´tall. Montano estaba dispuesto a revelarles la situación del Corazón de Khay´tall a cambio de su promesa de que lo destruirían. Los personajes aceptaron, y Montano les dijo que el Corazón estaba, efectivamente, en El Cairo, custodiado por un Visir Assamita que lo había guardado desde que siglos atrás lo recuperara del carruaje del Creador de Maravillas tras ser este destruido por los Inquisidores.
                La información de Montano les llevó la noche siguiente a Banu Yashkur, la khitta Cairota dominada por los Assamitas, donde bajo una mezquita derruida, tenía su refugio el custodio del Corazón de Khay´tall. Consiguieron acceder al refugio, situado bajo una entrada secreta en el mirhab, pero era demasiado tarde. Sólo encontraron ceniza, y Nehrab utilizó Auspex para ver que los Setitas habían estado allí y se habían llevado el Corazón. Los personajes se apresuraron a seguirles, pero tuvieron que dividirse, pues así lo habían hecho los Setitas. Pier Francesco y Luna siguieron uno de los pasadizos, mientras que Anthos y Nehrab seguían el otro. Luna y Nehrab cayeron en sendas trampas por el dominio de la Corte del Sueño de los Setitas, quedando Nehrab en letargo y llegando Anthos al lugar donde dormía el Señor Durmiente/La Doncella de las Plagas; el Matusalén durmiente bajo El Cairo. Kahina, líder de la Corte del Sueño, le prometió parte de la sangre de Matusalén a cambio del Corazón de Khay´Tall, que pensaban utilizar para despertar al durmiente. Sin embargo, Kahina le contó a Anthos que los Baali se habían infiltrado en los túneles y que les habían robado el Corazón… como se darían cuenta pronto Pier Francesco y Luna, que tras encontrar los cadáveres de los Setitas, tuvieron que hacer frente a un engendro de piel e insectos creado por los Baali, y al que pudieron destruir tras recibir algunas heridas.
                Furiosos y pensando haber sido víctimas de una emboscada (y tras liberar  Nehrab), regresaron al refugio de Montano, que se mostró serio y preocupado, enviándoles a hablar con una Malkavian que tenía su refugio en las Ciudades de los Muertos, en las afueras de El Cairo, y que era especialista en “encontrar cosas”. La Malkavian, que se hacía llamar Puerta, apenas aparentaba dieciséis años, y tenía aspecto nórdico, jugando continuamente con hilos con los que hacía curiosas formas (una espada, un hacha de doble filo, un laberinto), al tiempo que musitaba algo sobre el Laberinto. Mientras Puerta movía los hilos, la bruma comenzó a surgir del Nilo, y pronto los personajes se encontraban en el interior de una peculiar sala, con una estatua de Caín en el centro. Unos monjes vestidos de blanco hicieron su aparición, argumentándoles que “Antes de ser cegados por la luz, tenían que caminar por la oscuridad”. Los personajes aceptaron, y les cosieron ojos y orejas, guiándoles por el interior de un laberinto… hasta que, tras cortarles los hilos, vieron que estaban en la misma sala. Las puertas se abrieron y Anatole, ataviado con esas blancas vestiduras, les dio la bienvenida a la Biblioteca del Saber de Malkav, la Biblioteca del Saber Perdido, Khemenes Gnosis, a la que algunos llamaban Orzagos, el antiguo refugio de Anthos. Sin embargo, Anatole dejó claro  que el Malkavian no había sido aceptado de nuevo en la Biblioteca, sino que sólo estaba allí como invitado, y que no podría volver hasta haber redimido todos sus pecados.
                Los personajes descubrieron que no estaban ya en El Cairo, ni en ningún sitio que conocieran, y el amanecer se acercaba, así que a la noche siguiente, Anatole les llevó a una sala donde se encontraban los libros que pensaba que podrían ayudarles: las crónicas de la Guerra contra los Baali. En ellas, los personajes encontraron que habían existido dos lugares de poder para los Baali en el Mediterráneo, relativamente cerca de Egipto: el Altar de Moloch, en Cartago, supuestamente destruido durante la Guerra Brujah-Ventrue que había supuesto la final del “paraíso utópico” de los Brujah; y otro, el Laberinto de Creta, donde yacía el Matusalén Namtaru, y que había sido destruido cuando los Setitas hicieron explotar la Isla de Thera, provocando un maremoto que acabó con la civilización minoica, y acabando también con el dominio de los Baali sobre la zona. Pensando en los signos transmitidos por Puerta (“especialista en encontrar cosas”, según Montano), y sabiendo Pier Francesco que el Hacha de Doble Filo era conocida en griego como “labrys”, palabra de la que venía Laberinto, decidieron dirigirse hacia Creta.
                Cuando tomaron su decisión, Anatole les llevó de vuelta a Puerta, que cantaba una canción sobre Ariadna (la mujer que había ayudado a Teseo a salir el Laberinto tras acabar con el Minotauro), Puerta les devolvió a El Cairo, donde los personajes de inmediato comenzaron a preparar el viaje a Creta…

2 comentarios:

  1. Ya sabemos como volver a Orzagos, ¿no es así Mogg?
    Nuestro plan maestro ya está en marcha...

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  2. "Orzagos te está vedada, pequeño Anthos, hasta que expíes la sangre en tus manos y la oscuridad en tu corazón"

    Anatole.

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