martes, 1 de mayo de 2012

HELLRAISER


                ¿Os podéis creer que un friki como yo no haya visto nunca uno de esos iconos del cine de terror que es Hellraiser? Pues chicos, así es. No la he visto. Y sin embargo, me encanta Clive Barker, su libro Sortilegio es una de mis lecturas favoritas, y el mundo que creó en Razas de Noche (tanto en la película como en el libro, Cabal), me parece absolutamente fascinante. Y hace unos días, el genial Natán tuvo el detallazo de regalarme un ejemplar de la novela Hellraiser, publicada en inglés originalmente como Hellbound of Heart, pero que ha terminado finalmente conociéndose con el mismo nombre que la película.


                Hellraiser es una novela cortita, apenas ciento ochenta páginas (y con un tipo de letra grande) en su edición en español, obra de la Factoría de Ideas. Es decir, con la letra un poco más apretadita, se quedaría en un relato corto un poco largo, uno más de los que han formado sus antologías de relatos, los Libros de Sangre. Y en esas pocas páginas que forman la historia de Hellraiser, podemos ver a un Clive Barker en estado puro. Hellraiser es una historia de terror y fantasía a partes iguales, y al igual que otros escritores que pudieran tener un estilo parecido (Neil Gaiman, por ejemplo), parte de ese terror procede precisamente de la fantasía y viceversa. La existencia de mundos ajenos a este, a criaturas que son completamente inhumanas, son la base de este terror que maneja Barker con auténtica maestría, y que nos recuerda que, como se dice, “el auténtico terror es una rosa que canta”.

                La historia de Hellraiser es, realmente, bastante sencilla, y se mueve alrededor de cuatro personajes: el matrimonio formado por Rory y Julia, Frank, el hermano del primero, y Kirsty, una joven amiga. Estos cuatro personajes se mueven alrededor de la existencia de unos seres, los cenobitas, o la Hermandad de la Hendidura, criaturas extradimensionales que son convocadas por una “caja mágica” (un concepto también recurrente en la fantasía moderna) y que según se dice, son capaces de provocar un placer incomparable. Pero el placer y el dolor a veces están muy cerca, de modo que no todo es lo que parece y los cenobitas son más terribles que sensuales. Con estos conceptos, Barker escribe esta novela, de una forma quizá algo apresurada, y sin duda demasiado breve, ya que creo que es un argumento que, sin llegar a la extensión que ha tenido por ejemplo Sortilegio, podría haber dado bastante más de sí.

                Una lectura ligera, recomendable, y por la que doy gracias de nuevo a Natán. ¡¡A leer todos el Foolipity!!

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