Este
mes ha traído el final de dos de las grandes historias que Marvel estaba
desarrollando durante los últimos tiempos. Miedo
Encarnado, de la que hablamos hoy es una de ellas, y La Cruzada de los Niños, de la que hablaremos la semana que viene. De momento
hoy, nos centramos en la lucha contra la Serpiente y el propio miedo.
Miedo Encarnado, la gran saga de este
año que ha ocupado una colección de ocho números y una veintena de crossovers,
creció de la imaginación de Matt Fraction para un proyecto mucho más pequeño de
lo que ha sido realmente, un crossover entre Thor y Capitán América. El
proyecto creció, y de pronto Fraction se encontró dirigiendo un macroevento en
la línea de Invasión Secreta y Civil War, envolviendo prácticamente a
todo el Universo Marvel. Y quizá la historia hubiera sido mejor si hubiera
quedado cerrada a las colecciones que Fraction pretendía en principio, pues
aunque se ha abierto y se ha hecho mucho más grande en continente, no ha ocurrido
lo mismo con el contenido. Y es que la lucha con la Serpiente, a pesar de
algunos momentos muy interesantes y de un trasfondo muy currado… no daba para
todo lo que se ha montado a su alrededor.
Fraction
hiló muy bien el arranque de la saga, la relación precisamente entre Thor y el
Capitán América, recurriendo a la histórica fascinación de los nazis por las
cuestiones sobrenaturales. ¿Y qué hay más sobrenatural y más germano que los
propios dioses asgardianos? Así descubrimos que la Hermandad Thule (una
sociedad mística real) había hecho un descubrimiento que podría haber supuesto
la victoria del III Reich de haberlo podido aprovechar. Cráneo Rojo no pudo…
pero su hija, Pecado, sí consigue despertar la fuerza que duerme tras el
descubrimiento hecho por los Thule, y que no es otro que La Serpiente, un
hipotético hermano de Odín, señor del Miedo. Y para infundir el miedo, ¿qué
mejor modo de hacerlo que con la destrucción indiscriminada? Eso es lo que
Fraction debe pensar y lo que Pecado (convertida en encarnación de la diosa
Skadi, realmente una diosa de la caza entre los vikingos) y la Serpiente llevan
a cabo, arrojando sobre la Tierra varios martillos que convierten a diferentes
personajes cuyo nexo en común es la fuerza bruta en “Los Dignos”, portadores de
espíritus de la destrucción que pulularán entre la serie principal y los
crossover. Y además de liberar a los Dignos, Pecado lanza un ataque con toda su
tecnología sobre Washington. Grupos neonazis promueven la violencia por todo el
mundo… y todos quedan atrapados en el Miedo, mientras los Asgardianos se
preparan para lanzar un ataque contra la Serpiente que probablemente acabe
también con Midgard en el proceso.
Esto
es, básicamente, el argumento de Miedo
Encarnado, y como veis, no hay mucho más que ostias detrás, cada vez más
grandes y más fuertes. Por supuesto, como no podía ser menos, hay dos bajas
importantes, una en el número tres y otra en el de este mes, de las que de
momento no voy a hablar por si alguien no se lo ha leído aún. La una me parece
un acto de cobardía en una trama que hasta ahora me había parecido de lo más
valiente, y la otra… en fin, aún no me la creo, a ver que pasa este mes con la
cole del personaje y que veo allí, que todavía no la he leído.
Sobre
el dibuje de Immonen, realmente no tengo nada que objetar, me parece un
dibujante apropiado, que ha cumplido sus plazos y con la espectacularidad adecuada,
aunque quizá haya flojeado precisamente en este último número. Pero sin duda, y
esto no es un problema de Fraction ni de Immonen, Miedo Encarnado es, en palabras de Bilbo Bolsón, “muy poca
mantequilla extendida sobre demasiado pan”.
Y
la historia, se queda corta.
Vamos con el recurso facil y tiremos del manual de guionista de medio pelo: para dar transcendecia al megaevento insustancial de turno matamos a algún personaje y así parece que han pasado cosas importantes. Sirve un personaje más o menos conocdio o, en su defecto, dos o tres personajillos olvidados.
ResponderEliminarEl día que aparezca un guionista y plantee un crossover en el que no muera nadie igual hasta me sorprende.
Y para terminar con mi pataleta:
Fraction = Caca
P.D: Ya puedo comentar blogs desde el trabajo de nuevo!! XD
Salvo en el odio a Fraction (que a mi no me disgusta), estoy más o menos de acuerdo, Natán, la historia ya he dicho que se me queda muy floja y muy básica.
ResponderEliminarMe alegro de volver a tenerte por aquí!!
Truño de los gordos como he posteado hoy en mi blog.
ResponderEliminarSaludos.