De
las colecciones que han ido saliendo con las Nuevas 52 de DC, había una que me daba especial pereza. Se trata de
Batgirl, cuyo primer tomo toca
comentar hoy. Y es que la base desde la que partía la serie me parecía la menos
interesante de todas. Supongo que se debe a no hace años suficientes que estoy
metido en esto de los cómics como para tener cierta referencia afectiva hacia
el personaje de Bárbara Gordon como Batgirl. Por supuesto que he leído La Broma Asesina, obra que me parece
fascinante; pero para mí, Bárbara Gordon es Oráculo. Con su silla de ruedas, su
imagen virtual, dirigiendo a las Aves de Presa, colaborando con la Liga de la
Justicia, derribando Internet para evitar el contagio de la Antivida… En fin,
que esa era la Bárbara Gordon que a mí me gustaba.
Y
precisamente, la Batgirl del nuDC
parte de unos preceptos absolutamente contrarios a esto. Lo único que sabía de
la colección era que Bárbara Gordon volvía a ser Batgirl, probablemente nunca
había sido Oráculo y volvía a caminar. Ups. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? No lo
veía, la verdad. Pero ya sabéis, la curiosidad mató al gato, y el otro día en
una tarde friki, me llevé el tomito de ECC que tenía Oneyros para echarle un
ojo. Y me he llevado una sorpresa de lo más interesante. De no tener ningún
interés en la serie, creo que ha sido de las más entretenidas que he leído. Y es que Gail Simone se lo curra, la verdad.
Evidentemente
todo lo que se había leído sobre la serie era cierto. Bárbara vuelve a ser
Batgirl, no se sabe todavía si Casandra Caine y Stephanie Brown han tenido esa
identidad, y todo apunta a que Bárbara nunca ha sido Oráculo. Y desde un año
antes de la serie, anda. Pero lo interesante es que no sabemos como, y Gail
Simone consigue que este sea uno de los trasfondos más interesantes de la
serie, y que parece que va a tener mucha miga. Mucha. Para esta primera trama,
Gail Simone ha creado un personaje nuevo, un villano muy interesante, Espejo,
con una obsesión de lo más particular: deshacer los milagros. Dicho así, parece
un poco raro, pero leído la verdad es que queda bastante bien. Espejo sirve de
excusa para que Simone nos presente a la nueva (o vieja) Batgirl, con su
entorno, y hace incluso un cameo para Nightwing, para aclarar también cual es
la relación de Bárbara con el resto de la Batfamilia. Además, en positivo, en
este primer tomo se cierra por completo el primer arco, al contrario que en el
resto de los tomos que ECC ha publicado con las Nuevas 52, donde en la mayor
parte de los casos nos hemos quedado un poco con la miel en los labios.
El
tomo de Batgirl lo redondea el dibujo de un genial Ardian Syaf, que ya había demostrado
sus habilidades en El Día Más Brillante,
y que realmente, consigue en estos primeros cuatro números de Batgirl un
trabajo realmente admirable, con una Batgirl espectacular que se mueve por los
tejados de Gotham como pez en el agua.
En
fin, muy recomendable.
Me da una pereza tremenda también, esperaré a que haya por lo menos un arco completo terminado y luego ya veremos.
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