jueves, 29 de noviembre de 2012

nuDC: RED LANTERN


                Normalmente, todo el mundo asocia el color verde a la Esperanza. Sin embargo, seguro que para los aquí presentes, el verde tiene otro significado, y es que desde hace ya varias décadas, los lectores de cómics sabemos que el verde es el color asociado a la Fuerza de Voluntad. Y la Fuerza de Voluntad, el elemento que define al cuerpo de policía intergaláctico dirigido por los Guardianes: los Green Lantern.





                Desde la aparición de Green Lantern 1, hemos acompañado a los diversos terrestres que han portado el anillo de los Lanterns: Hal Jordan, John Stewart, Guy Gardner, Kyle Rayner… y también hemos conocido a muchos extraterrestes: Abin Sur, Thaal Sinestro, Arisia, Kilowog… Todos ellos miembros de esta élite cósmica. Pero tuvo que llegar Geoff Johns a la franquicia de los Green Lantern para revolucionar los conceptos básicos de esta. En Green Lantern: Rebirth, con lápices de Ethan van Sciver, además de traer de vuelta a Hal Jordan explicó la debilidad de los Anillos Verdes ante el color Amarillo, el color del Miedo en el Espectro Emocional, la fuerza contraria a la Fuerza de Voluntad, representada por una criatura que años atrás había llegado a dominar a Hal Jordan: Parallax (bueno, realmente, Parallax era el nombre que tomó Jordan tras convertirse en villano, pero aquí Johns llevó a cabo un efecto Fénix Oscura, es decir, el héroes estaba poseído, no era responsable de sus actos). Rebirth supuso un auténtico renacer para Green Lantern, nueva serie en manos del propio Johns y de Iván Reis, y el desplazamiento de esta serie hasta colocarse como auténtico centro del Universo DC. Así, como ya hemos visto en otros posts, a Green Lantern se sumarían otras series, como Green Lantern Corps o Green Lantern: Emerald Warriors.  Y con el tiempo, llegamos a ver que Rebirth sólo era el inicio de un camino que Johns se había marcado, algo cuyo segundo hito seria La Guerra de los Sinestro Corps. En esta saga, veíamos a Sinestro organizar su propio cuerpo, a imagen y semejanza de los Green Lantern, pero con el miedo como base y el amarillo como emblema. La Guerra de los Sinestro Corps es probablemente una de las sagas más divertidas y sorprendentes de la historia de DC, pero en sí, sirvió además de apertura para una nueva historia, la llamada Guerra de la Luz, donde veríamos el resto de los colores que componían el Espectro Emocional, y que irían siendo presentado en los siguientes números de las colecciones “verdes”.



                Y durante el desarrollo de un evento ajeno a Johns, Crisis Final, este aprovecharía para presentar, en un número especial, el más salvaje de los cuerpos que representaban las fuerzas del Espectro Emocional: los Red Lantern, elegidos de la Rabia. Con unos diseños de lo más violentos y llamativos, encontrábamos un cuerpo de criaturas vestidas de rojo que vomitaban ácido, cuyos corazones habían sido sustituidos por la rabia y por cuyas venas corría algo parecido al napalm. Allí estaba Bleez, una especie de ángel de alas descarnadas, o Dex-Starr, un adorable gatito… que vomitaba fuego y rabia. Y dirigiéndolos a todos, el mismísimo Atrocitus, personaje creado por Geoff Johns e Ethan van Sciver a partir de una historia de Alan Moore para Tales of the Green Lantern Corps Annual 2. En esa historia, Abin Sur, predecesor de Hal Hordan, llegaba a Ysmault, el planeta en el que las llamadas Cinco Inversiones habían establecido en Imperio de las Lágrimas. Estas Cinco Inversiones eran ni más ni menos que los supervivientes de la masacre realizada por los Manhunter en el Sector 666, y esta sería la historia en la que Johns basaría prácticamente todo su trabajo en Green Lantern, desde Rebirth  a La Noche Más Oscura, con todo lo que ha habido en medio de ambas sagas. En las historias de Johns, veríamos que Atrocitus, que había sido una de las Cinco Inversiones, se erigía como líder de los Red Lantern Corps, creando la Batería Roja con la sangre de las otras Inversiones y manifestando una gran rabia, causada por la destrucción de todo el Sector 666 y las manipulaciones de los Guardianes.



                Y todo esto son los antecedentes al tomo que vamos a comentar hoy, el número uno de ECC de la serie regular de los Red Lantern, con guiones de Peter Milligan y dibujos de Ed Benes. Realmente, si había algún cuerpo llamado a protagonizar su propia serie al margen de los Green Lantern, desde luego, era este, el liderado por Atrocitus. Y si bien era el más atractivo, también a priori era uno de los más complicados, debido a que los Red Lantern son criaturas en las que la Rabia ha consumido toda razón, y salvo en Atrocitus, apenas hay pensamientos coherentes. Milligan se ha quitado ese problema de en medio de un plumazo, dotando a varios de los Red Lantern (a través del argumento de este primer tomo) de una mayor inteligencia, lo que permite diálogos más fluidos, además de recurrir a los monólogos de Atrocitus con el cadáver de Krona, el Guardián que ordenó la destrucción del Sector 666 y al que Hal Jordan mató al final de La Guerra de los Green Lantern. Tras la muerte de este, Atrocitus (y todo el cuerpo de Red Lanterns) vive una especie de crisis existencial, con Krona muerto, su rabia deja de tener sentido… pero necesita un nuevo foco de rabia. Necesita cambiar de objetivo. Y además, su liderazgo de los Red Lantern, ya no es indiscutido. Bleez se erige como rival natural de Atrocitus, este personaje ya había demostrado su carisma representando a los Red Lantern en otras colecciones y eventos; y además, Milligan empieza ya a profundizar en el resto de los miembros de este cuerpo rojo, y a crear nuevos miembros… y como no podía ser de otra forma, presentar un Red Lantern humano (ey, la Tierra es el centro de 52 universos, creo, que no sé como ha quedado la cosa con el Reboot, ¿cómo no va a haber un humano llevado por la Rabia? De hecho… ahora mismo estoy seguro de que lloverían anillos rojos a millares).
                Y si bien es cierto que la serie queda bastante vistosa (y el dibujo de Benes ayuda bastante), el guión de Milligan cae dentro de lo estándar, muy lejos de lo que probablemente pudiera dar el hombre que escribió Shade… y que me vais a perdonar, pero salvo cosas muy puntuales, parece estar viviendo aún de las rentas de aquello (al que esté pensando Gaiman… ¡no es lo mismo! ¿Por qué? ¡Porque no es lo mismo!).
                Eso sí, si os gusta Green Lantern, como a mi… ¡imprescindible!

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