Aunque Dan Slott se
está llevando todos los palos del mundo debido a lo que sea que ocurre en el
número 700 de Amazing Spider-Man,
cómic que no he leído y por el cual vivo bajo una constante amenaza de spoiler,
lo cierto es que por lo que yo llevo leído (y voy a ritmo español), me parece
uno de los mejores guionistas que han pasado por la colección arácnida desde el
controvertido Un Nuevo Día. Y otra
prueba de ello ha sido la saga que nos ha contado en estos últimos meses, Hasta el Fin del Mundo.
En Hasta el Fin del Mundo, Slott cierra una
trama que había empezado mucho tiempo atrás, un par de años, diría yo grosso
modo, cuando se nos indicó que Otto Octavius, más conocido por todos como el
Doctor Octopus, estaba muriéndose. Desde entonces, hemos visto como poco a
poco, Octopus iba creando un plan complejo. Le hemos visto tratar de dominar
Nueva York con sus Octobots, le hemos visto reunir a sus viejos compañeros de
los Seis Siniestros, le hemos visto atacar una lanzadera espacial de Horizon
Labs pilotada por John Jameson…
Y finalmente, en Hasta el Fin del Mundo, vemos el
resultado de los planes de Octopus. Con la ayuda de Mysterio, el Camaleón,
Rino, Electro y el Hombre de Arena, Octopus plantea a la Tierra su regalo de
despedida (con un inquietante aviso). El calentamiento global aniquilará el
planeta, pero él puede solucionarlo. Para ello, Octopus pude la colaboración de
las naciones de la Tierra, y consigue incluso derrotar a los Vengadores y
conseguir que declaren a Spiderman poco menos que enemigo de la humanidad. Y es
que Spiderman es de los pocos que no tragan con la película que ha contado
Octopus. Y Slott maneja con bastante fluidez la duda entre si es Spiderman o es
Octopus quien está en lo correcto. ¿Realmente planea dejar Octopus un último
regalo a la humanidad y Spiderman está paranoico, o es al contrario?
Evidentemente, no os
voy a contar aquí cual es la verdad, pero lo cierto es que la trama engancha
bastante, con escenas completamente geniales, como el momento en el que el
Camaleón se hace pasar por Al Gore y Spiderman le pega un puñetazo (hasta ese
momento, se supone que es el verdadero Al Gore). Además, para Hasta el Fin del Mundo, Slott ha contado
con los lápices de un genial Stefano Caselli, que parece que cada vez dibuja
mejor, y un Humberto Ramos que, para
mí, ha encontrado en Spiderman su colección perfecta… Espero que le dejen aquí
mucho tiempo, que aquí me gusta y en las demás, creo que destruye todo lo que
toca…
Lo único que conozco de Slott es que quiere a Gordi... Y de Ramos lo que se es que aún están buscando el balón del penalty contra el Bayern.
ResponderEliminarPD: Y también se lo que pasa en ese número tan cacareado... o te portas bien o... :P
Uy, el Amazing 700! Así que aún queda alguien a quien hacer sufrir con la amenaza de spoiler? Correré la voz, MUAHAHAHA!
ResponderEliminar¡¡¡Amenazas!!! ¡¡¡Ah, que ataque tan gratuito!!! ¡¡Me lo voy a leer para que no me podáis spoilear nada!
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ResponderEliminar¿Lees Spider-Man? No tardarás en dejar de hacerlo...