Hoy toca hablar de
series en el Iconocronos, de la única serie a decir verdad que, a día de hoy,
lleva el miedo a la pequeña pantalla (al menos que yo conozca). Y es que ya ha
acabado la segunda temporada de American Horror
Story, esta vez con el identificador Asylum,
para que nos demos cuenta de que no es simplemente una segunda parte o
continuación de la historia que ya habíamos visto en la primera temporada. American Horror Story: Asylum es una
historia completamente nueva que no desmerece lo más mínimo a una primera que
ya era genial.
Esta vez, los
creadores Ryan Murphy y Brad Farchulk, nos traen una historia ambientada a
finales de los años 60, en un manicomio perteneciente a la Iglesia Católica,
Briarcliff, dirigido por una monja de carácter duro, la Hermana Jude. American Horror Story: Asylum se aleja
de la historia de la temporada original, aquella más clásica en el cine de
terror en la que una familia se traslada a una casa encantada, y esta vez, nos
habla de un manicomio repleto de horrores de todo tipo, mezclando en la
historia posesiones demoniacas y extraterrestres. Y sin embargo, el auténtico
horror de American Horror Story: Asylum no
recae en estas presencias sobrenaturales, y es que los guionistas de la seria
han sabido construir una trama donde lo terrible, lo grotesco y lo inquietante
es casi siempre lo humano. Sí, hay monstruos en Briarcliff, hay un aspecto
sobrenatural en la historia, como he comentado antes, incluso los
extraterrestres hacen de las suyas. Pero el trasfondo de asesinatos, de locura,
de perversiones, de experimentos, es puramente humano.
Llegamos a Briarcliff
de la mano de dos personajes que se convertirán en los “casi” protagonistas de
la historia. Por un lado, tenemos a Kit Walker (Evan Peters), un joven cuya
esposa Alma ha desaparecido y se le acusa de ser un terrible asesino de
mujeres, llamado Cara Sangrienta. Por otro lado, tenemos a Lana Winters (Sarah
Paulson), periodista lesbiana obsesionada con dar un salto al a fama, y que
cree que una entrevista con Cara Sangrienta puede ser su trampolín… sin contar
con que la Hermana Jude, directora del centro, puede ser bastante rencorosa,
por lo que Lana termina ingresada de manera forzosa en Briarcliff para
someterse a terapia por su homosexualidad. Y así, a través de Lana y Kit
accedemos a los internos y trabajadores de Briarcliff, que irán componiendo una
historia de horror y suspense que engancha desde los primeros tres minutos de serie.
Así conocemos al Doctor Oliver Thredson (Zachary Quinto), psiquiatra; al
Arzobispo Timothy Howard (Joseph Fiennes), responsable de Briarcliff; la
Hermana Mary Eunice (Lily Rabe), segunda al mando de la institución; o los
internos Grace (acusada de asesinato), Pepper (una enferma de microcefalia) o
Shelley la Ninfómana.
Para dar voz y rostro
a estos personajes, American Horror
Story: Asylum ha contado con auténtico reparto de lujo, con algunos de los
actores que encarnaron ya papeles en la primera temporada en nuevos personajes.
Zachary Quinto, con un papel secundario en la primera temporada, salta aquí al
papel protagonista encarnando a Oliver Thredson, un psiquiatra de avanzados
métodos, se reafirma como uno de los actores más inquietantes del panorama
televisivo; a Evan Peters, el injustamente encerrado Kit Walker, le toca hacer
de bueno tras su papel de fantasma asesino en la temporada anterior; Dylan
McDermott aparece en varios episodios con un personaje cuyo nombre es spoiler y
no voy a decir, pero que le aleja bastante de su papel de psicólogo en la
anterior temporada. Y por encima de todos, está Jessica Lange, una Hermana Jude
en estado de gracia. A ellos se unen incorporaciones del calibre de Joseph
Fiennes, Chloë Sevigny o la alemana Franka Potente, que tiene uno de los
papeles más llamativos de la serie, el de Anna Frank. Sí. Esa Anna Frank.
American Horror Story: Asylum es una historia perfectamente
construida y narrada, magistral en argumento y desarrollo. ¿Qué no da
explicaciones a todo lo que ocurre? Pues sí. No las da… ni falta que hace. ¡¡NO
SÉ QUE HACÉIS QUE NO LA ESTÁIS VIENDO AHORA MISMO!!
Pues el otro día un amigo con el que suelo coincidir bastante en gustos me habló pestes sobre esta serie, pero luego Txema y tú hablaís tan bien de ella que ya me hacéis dudar... por qué me hacéis esto?! que yo soy un tio muy inseguro!
ResponderEliminarHaznos caso a Txema y a mi, Natán. ¡A verla!
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