jueves, 18 de abril de 2013

EL PISTOLERO: LA BATALLA DE TULL


Volvemos al camino, volvemos junto a Roland Deschain, el último pistolero, el último de la sangre de Arthur Eld, el último hombre de Gilead.
                Decimos gracias, Sai.



                Con la llegada de La Batalla de Tull a las librerías, damos el siguiente paso como compañeros de camino de Roland en su búsqueda de la Torre Oscura, una nueva serie limitada (aquí recogida en tomo tamaño libro de bolsillo) que viene a sumarse a las que ya hace tiempo nos vienen trayendo en viñetas las historias de los Pistoleros en el mundo que Stephen King creara hace ya muchos años con su saga La Torre Oscura. Y en un ejercicio de continuidad loable a día de hoy en el mundo del cómic, vemos que el equipo creativo sigue siendo prácticamente el mismo ka-tet  que inició la saga: Robin Furth como asesora de argumentos, Peter David en los guiones, y Richard Isanove como colorista y elemento igualador de los diferentes dibujantes que han pasado por la saga, desde que arrancara de manos del genial Jae Lee hasta este último tomo, dibujado por Michael Lark.



                Pero La Batalla de Tull tiene algo especial, algo que no tiene el resto de los tomos de esta historia, salvo quizá el primero, y es que finalmente, el viaje que hemos llevado a cabo junto a Roland, nos lleva directamente a lo escrito por Stephen King. Si la primera serie limitada (El Origen del Pistolero), nos contaba los acontecimientos de la juventud de Roland que este relataba en la cuarta novela de la saga de King (Mago y Cristal), ahora finalmente el camino de Furth y David nos ha llevado al inicio, a la primera novela de La Torre Oscura. La Batalla de Tull enlaza directamente con los acontecimientos que abren El Pistolero, el primer tomo escrito por King sobre la Torre Oscura. Evidentemente, Peter David es un gran guionista que ha sabido hacer suyas las historias de Roland y el mundo en el que este se mueve, de modo que la historia es fiel pero no calcada, con nuevos puntos de vista y nuevas formas de narrar la llegada de Roland al perdido pueblo de Tull, siguiendo a Martin Broadcloack, aquel que se hace llamar también Walter O´Dim, o simplemente, el Hombre de Negro, en oposición a Roland, el Último Pistolero, el Último Servidor del Blanco en un mundo que se ha movido.



                No puedo ser demasiado objetivo con este cómic, ya que la historia del Pistolero en todos sus formatos me fascina desde hace años (espero con ansia la serie que parece ser que se está preparando para televisión), pero sinceramente, si alguien no ha seguido la historia de Roland en los cómics, este es el momento perfecto para hacerlo. Para los seguidores de la obra de Stephen King, porque poder ver la novela llevada al cómic de la mano de un artista del talento de Michael Lark (muy lejos de la genialidad de Jae Lee, pero aún así eficaz y más que interesante), es motivo suficiente para acercarse a este tomo. Los que no lo hayan sido, porque podrán sentir lo que sentimos muchos cuando abrimos la novela y leímos aquellas primeras frases  en las que nos uníamos a la persecución de Roland. Y para los que llegaron a la saga a través de El Origen del Pistolero, porque es el siguiente paso de la trama, una trama que si habéis llegado hasta aquí, sin duda os tiene más que enganchados.

                 

3 comentarios:

  1. Pues creo que este te lo pediré yo XD

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  2. Un excelente comic, tristemente nunca publicado en mi país México, pero con los pocos numeros que pude conseguir en ingles lo adore.

    Saludos de Un comiquiero y un fan de los libros de Stephen King.

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  3. Mira que han pasado ya algunos años y apenas veo tu post. Super

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