Aunque
cuando hace tiempo vi anunciada una película que se titulaba Oblivion, por
contagio pensé en otra cosa, cuando vi el tráiler de la peli y tal, me pareció
que tenía una pinta al menos aceptable. Así que cuando el otro día decidimos
pasar la tarde en el cine y no teníamos ninguna peli que nos llamara demasiado
(o más bien con más ganas de ver), Marco y yo entramos a ver Oblivion.
Y
fue una buena decisión. Aunque no tuviera nada que ver con el juego del mismo
nombre.
Oblivion,
dirigida por Joseph Koninski sobre un cómic homónimo (del que no conocía la
existencia) escrito por este mismo director, presenta una historia de ciencia
ficción protagonizada por Tom Cruise (a quien el papel le viene como anillo al
dedo), Olga Kurylenko (que como es ucraniana, hace de rusa), Morgan Freeman, Andrea
Riseborough y Jamie Lannister…digo, Nikolaj Koster-Waldau, en un futuro
hipotético en el que tras una guerra con los alienígenas bautizados como
“scavengers”, la Tierra quedó inhabitable, lo que obligó a la humanidad a
abandonarla. Para ello, se construyó una inmensa estación espacial, el Tet, que servía como puente entre la
Tierra y las colonias fundadas en Titán, la luna de Júpiter que se ha
convertido en nuevo hogar de la humanidad.
Tom
Cruise interpreta a Jack Harper (con ese nombre, sólo podía ser el bueno de una
peli de este tipo), un técnico de drones destinado a una zona de la Tierra que
se correspondería más o menos con parte de la Costa Este de EE.UU (aparecen
restos del Empire State, la Estatua de la Libertad…), junto a su pareja y
superior, Victoria (Andrea Riseborough). La misión de ambos es mantener en
funcionamiento los drones que se ocupan de la defensa de las plataformas
acuíferas que están llevándose el agua de la Tierra a Titán y que los scavengers parecen decididos a destruir.
Jack y Victoria están en su última misión antes de poder dirigirse a Titán tras
su “borrado de memoria obligatorio”, frase con la que empieza la peli y que de
inmediato da el mal rollo que pretende buscar, además de justificar el título
de la película (Olvido).
Sin
embargo, Jack no es un técnico al uso. Recoge libros de zonas destruidas,
cultiva flores, y tiene un pequeño refugio de lo más natural, con sus vinilos y
todo, en algún paraje perdido del Este de Estados Unidos. Y además, hay un dron
(el 166) que le coge tirria desde el mismo momento en el que lo arregla
(increíble que una bola que vuela pueda parecer que tiene mala leche… pero lo
parece… y la tiene). Todos los días, Victoria conecta con el Tet a través de sus sistemas de
comunicaciones… y parece que cada día los scavengers
se muestran más atrevidos, destruyendo incluso una de las plataformas, lo
que obliga a Jack a investigar más a fondo, por lo que termina siendo testigo
del “aterrizaje forzoso” de un viejo transbordador espacial que ha estado
prácticamente 60 años (desde antes de la guerra) en órbita, y en el que la
única superviviente es Julia Rusakova (obviamente, Olga Kurylenko), una antigua
astronauta a la que Jack ha visto en varios sueños.
Con
estas piezas sobre la mesa se desarrolla Oblivion,
película donde muchas cosas no son lo que parecen y muchas otras sí (que los
buenos no lo son tanto es obvio desde su primera aparición), y en la que Tom
Cruise va descubriendo la verdad sobre lo ocurrido en la guerra y sus
consecuencias, sobre los scavengers y
el Tet. La película es entretenida y
tiene cierto toque de filosofía de ciencia ficción que hace que no parezca
totalmente intrascendente. Además, aunque se mueve en el género ci-fi, Oblivion
no es una de esas producciones que dependen por completo de sus efectos
especiales, que realmente no llevan el peso de la película (donde lo más caro
debió ser contratar a Tom Cruise, en palabras de Marco).
En
fin, a pesar de que me pareció encontrar un par de errores que me dejaron un
poco descolocado pero que igual son sólo cosa mía, Oblivion es una película entretenida y con la que pasar algo más
que un simple buen rato.
Me pareció una gran película. Con un aspecto visual impecable, una historia que no desentona (al contrario, con los tiempos que corren es hasta una rareza) y un papel a la medida (1,68) de Tom Cruise. Yo también destacaría la genial BSO que acompaña al film con algunos momentos sublimes y que le da unos cuantos puntos a favor. Por mi parte, recomendada.
ResponderEliminar1.68... o menos, ¿no?
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias!!