Aprovechando la última
tarde de estas vacaciones de Agosto, y tras un día de Zoo (a lo mejor otro día
os pongo algunas fotos), hemos decidido acabar la tarde acudiendo al cine para
ver un estreno de terror, Expediente
Warren: The Conjuring. Sí, la que anuncian en televisión con las palmadas.
James Wan, el director de Saw e Insidious nos trae una nueva peli de
terror de casas encantadas, y para ello ha contado con Patrick Wilson
(convertido al parecer en actor fetiche del director, al que ha acompañado en
las dos entregas de Insidious y que
cuenta en su haber también con títulos como Prometheus
o El Equipo A), Vera Farmiga (procedente
de la serie de televisión Motel Bates)
y Lily Taylor, a la que todos conocemos por otra casa encantada, la de The Haunting.
Si Expediente Warren parecía ser una más de
la serie de películas de casas encantadas y posesiones infernales, Wan ha
decidido continuar la política iniciada en Insidious
de dar un giro de tuerca más a lo que nos cuenta, y para ello, recurre a una
historia real, la de los Warren, Dan y Lorraine, una pareja de demonólogos que
luchan contra la presencia demoníaca en nuestro mundo, y que tienen que hacer
frente a unos terribles sucesos que acontecen a la familia Perron. Hasta aquí,
nada del otro mundo, ¿no? Y lo cierto es que si nos ponemos a analizar el guion
probablemente no encontremos grandes innovaciones. Es una peli más de casas
encantadas.
¡¡Pero es tremendamente
genial!! ¡¡GENIAL!! La película aprovecha cada momento, cada minuto de metraje
para crear el entorno perfecto en el que generar una historia que maneja el
ritmo de la narración como hacía mucho que no veía en el cine de terror, con el
nivel apropiado de momentos de descanso y de puntos álgidos y de terror, unos
efectos especiales ajustados a las necesidades de la peli (no es mucho, la
verdad, juega más con efectos de terror psicológico y de inquietud que con litros
de sangre y vísceras), y unos actores que están simplemente geniales en los
papeles que ocupan. Que no son de Oscar, evidentemente, pero que tampoco es lo
que importa.
Porque Expediente Warren es una peli de MIEDO.
De esas en las que la gente en el cine se tapa la cara, salta, se agarra al de
al lado y se prepara para los sustos, generando un ambiente en la sala propicio
para que estos lleguen. Y uno va al cine a ver estas pelis para asustarse,
aunque sea un poquito.
En serio, chicos, no
os la perdáis.
Una delicia para los amantes del género...
ResponderEliminarY aunque no viene a cuento, le da al puto Hombre de Acero por todos lados. Ea. xD