lunes, 16 de junio de 2014

VIKINGOS TEMPORADA 2

Ahora mismo, no creo que nadie pueda discutir que vivimos una época dorada de la televisión en lo que a series se refiere. Hay tanta disponibilidad y tantos canales que ponen una serie tras otra que lo que realmente se hace difícil es elegir qué ver y qué no ver. En su momento, una de las que elegí ver "por éxito de crítica y público", fue Vikingos, y hace poco, terminé de ver la segunda temporada.



Michael Hirst, creador de los Tudor, preparó esta serie sobre los vikingos "históricos" precisamente para el Canal de Historia (History Channel) de Estados Unidos, y en esta segunda temporada, se mantiene el reparto, con Travis Fimmel en el papel del personaje principal de la serie, Ragnar Lodbrok, acompañado de Katherine Winnick como Lagertha, Gustaf Skarsgard como Floki o George Blagden como el monje Athelstan. 

Si en la primera temporada asistíamos al conflicto de poder entre el Conde Haraldson (Gabriel Byrne) y Ragnar y a las primeras llegadas de los vikingos a las costas inglesas, en esta segunda temporada nos encontramos a un Ragnar ya convertido en conde, divorciado de Lagertha y casado con la princesa Aslaug, que le ha dado varios hijos. Los vikingos planean extender sus expediciones a las costas de los reinos británicos, y para ello, Ragnar llega a un acuerdo con el Rey Horik, junto al que además, debe hacer frente a las fuerzas de Jarl Borg, el conde de Gotland, con quien se ha aliado el propio hermano de Ragnar, Rollo.



Con este planteamiento comienza la historia de la segunda temporada, en la que Ragnar da un paso atrás para ceder protagonismo a otros personajes, que cobran importancia, como la antigua esposa de Ragnar, la escudera Lagertha o el hijo de ambos, Bjorn. Además de tener que afrontar sus propios problemas, los vikingos comienzan a enredarse en los manejos y conflictos entre los propios reyes de Britania y sus enfrentamientos, ya que en ese momento histórico, lo que hoy llamamos Inglaterra estaba formado por varios reinos con sus propios reyes, reinos como Essex, Sussex, Wessex, Kent o Mercia, que tardarían aún algunos siglos en reunirse bajo una sola corona.



En su segunda temporada, Vikingos continúa siendo una de las series más coherentes y sólidas que podemos ver en la amplia galería de posibilidades que da la elección. Quizá la única pega que se me ocurre es que a veces el ritmo de desarrollo es un poco lento, pero lo cierto es que incluso eso tiene su encanto. 

Una gran serie, y una gran segunda temporada. 

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