jueves, 3 de septiembre de 2015

DRAKON

Si hay un tipo de juego de mesa que en este blog nos gusta especialmente, son los juegos de mesa de Dungeons. Descent, Dungeon!, Dungeon Twister, Dungeon Raiders, Dungeon Quest... son sólo algunos de los títulos de juegos de mesa relacionados con la afición a explorar mazmorras y derrotar a monstruos, y eso sólo contando con los que están traducidos al castellano y han aparecido en nuestro país.



Drakon es una nueva incorporación de Edge a este catálogo de juegos que incluyen dragones y mazmorras, y lo hace partiendo de un concepto de lo más clásico: el dragón Drakon tiene a varios prisioneros en su mazmorra, y les lanza a un juego: aquel que consiga diez monedas de oro de su guarida podrá escapar. Los demás, le servirán de cena. Así, entre dos y seis jugadores se convierten en los prisioneros de Drakon, convirtiéndose en los personajes clásicos de este tipo de juegos (Guerrero, Druida, Hechicera...), cada uno de ellos con una habilidad especial y el objetivo de reunir las diez monedas antes que el resto. 

Así, realmente, el adversario en el juego no es el dragón, sino el resto de los jugadores. Drakon no es un juego de colaboración, sino más bien de hacer la puñeta a tus rivales mientras tratas de reunir las monedas para salir. El tablero se va desarrollando a partir de losetas que forman la mano de los jugadores, que pueden bajarlas a la mesa o moverse a las que ya están disponibles. Hay losetas normales, pero la mayoría de ellas dan capacidades especiales a los moradores del Dungeon: conseguir monedas o robarlas a sus compañeros, destruir monedas, manejar a Drakon, destruir o mover salas... Todo dirigido a hacer la partida más interesante, y a que trates de conseguir pasar por las mejores salas, mientras evitas que el resto de los jugadores se hagan con las monedas. 

El juego no trae demasiadas cosas: losetas, seis cartas de personaje, seis figuras de personaje y una de Drakon, las monedas y unas ayudas de juego imprescindibles, ya que en las losetas las acciones vienen explicadas con dibujos, así que hace falta algo que los traduzca mientras te acostumbras a la iconografía del juego. La verdad es que tras un par de partidas de prueba, el juego se hace muy divertido, aunque requiere cierta familiaridad para poder plantear tu estrategia, y calibrar las del resto de jugadores. 

Una buena apuesta para un rato divertido.

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