52

52, Vol. 4 by Geoff Johns
My rating: 5 of 5 stars

52 ha sido uno de los proyectos más revolucionarios de la historia del cómic contemporáneo, y además, una lectura muy entretenida y que merece muchísimo la pena. Después de Crisis Infinitas, DC se planteó un efecto "Un Año Después" para todas sus series, lo que permitió cambiar muchas situaciones , alineaciones, etc. Y para explicar qué había pasado en ese año, y además presentarnos la nueva situación del Universo DC, surgió 52. Fue una colección semanal, con un equipo de guionistas que reunía a lo mejor de DC (Geoff Johns, Greg Rucka, Grant Morrison y Judd Winnick), acompañados por los bocetos de Keith Giffen y toda una panoplia de nombres de dibujantes que tuvieron que currar para poder sacar un número completo a la semana.

52 arranca exáctamente después del final de Crisis Infinita, y lleva a primera plana a un montón de secundarios de DC en un año sin Batman, Superman ni Wonder Woman, así que nos encontramos una serie coral con diferentes historias y protagonistas: el Hombre Elástico que investiga la posible resurrección de Sue Dibny y se ve implicado en un culto basado en la figura del fallecido Superboy en el que se encuentra con Wonder Girl; Black Adam, que decide extender su familia incluyendo a Isis y Osiris y que decide cambiar el equilibrio político de poderes mundial; Renée Montoya, que se lanza a un viaje iniciático acompañado de Question; Steel, que investiga el proyecto de poderes para todos que lidera Luthor en Metrópolis; Will Magnus y sus Metal Men, implicados en un proyecto de científicos locos; Starfire, Animal Man y Adam Strange que tienen que participar en la lucha contra la abominable Dama Estigia; Alan Scott implicado en el resurgir de un nuevo Checkmate; y sobre todo, Booster Gold, que tiene que convertirse en un héroe que nunca se había imaginado ser.

52 fue un esfuerzo titánico, lleno de misterios (la pizarra de Rip Hunter ha quedado marcada en la historia), de momentos épicos, de personajes interesantes (increible la nueva Batwoman que Greg Rucka incorporó al Universo DC en esta colección y que luego tendría su propia serie), y de todo lo que tiene que tener un cómic, aunque también se convirtió en un formato que luego se reutilizaría con resultados mucho menos espectaculares en Cuenta Atrás a Crisis Final o Trinidad. Pero en sí, 52, es un cómic de matrícula de honor.

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