THE WICKED + THE DIVINE 6: FASE IMPERIAL (II)

 

The Wicked + The Divine, Vol. 6: Imperial Phase, Part II by Kieron Gillen
My rating: 5 of 5 stars

Pues... creo que no puedo extenderme mucho ya con las reseñas de The Wicked+ The Divine sin hacer demasiado spoiler, así que... Avisado queda. Para los que no hayáis leído esta colección, simplemente diré que a estas alturas, Gillen y McKelvie aún se guardan muchas sorpresas y giros, así que la serie no ha bajado ni un ápice y a mi me sigue reventando la cabeza página tras página tras página. Para los que ya lo hayáis leído... u os den igual los spoilers, allá vamos.

En el tomo anterior de TW+TD, habíamos visto como se establecía el nuevo status quo del Panteón después de la muerte de Ananké, pero también habíamos visto los efectos que las mentiras que iban corroyéndolos a todos iban a explotar, con el ataque de locura de Sekhmet que iba a causar una auténtica masacre. Y en este tomo, nos vamos a encontrar con las consecuencias de este acontecimiento, ya que los miembros del Panteón van a empezar a ser observados con otras lentes por muchos de los mortales, en el momento en el que están preparando el gran concierto que consiga poner en marcha la misteriosa máquina de Ananké , como parte del plan de Woden, las Nornas y Dionisos. Y mientras ellos tratan de prepararlo todo, Dionisos además va a moverse, preocupado por el posible maltrato de Morrigan a Baphomet, mientras Amaterasu, Perséfone y Baal intentan encontrar a Sekhmet antes de que quizá realice otra masacre.

Pero claro, esto es The Wicked + The Divine y las cosas no pueden ser así de sencillas. Porque por fin vamos a descubrir quién es Woden y qué quiere... y tenemos una sorpresa sobre Ananké, que igual está menos muerta de lo que pensábamos... o no y es otra cosa totalmente distinta, esto aún no lotengo claro, que no se ha resuelto en el siguiente tomo que aún estoy leyendo. Y es que bueno, aunque aquí vaya a hacer algún spoiler... tampoco voy a destripar el tomo, la verdad. Así que nada, nos encontramos con que hay un par de muertos nuevos... y quizá algunos de los que pensábamos que los estaban ya no lo están... o no lo han estado nunca... Y me ha dado mucha rabia, que se han cargado a otro de mis dioses preferidos.

Así que nada, aquí tenemos otro cómic de Gillen en el que nos demuestra que es capaz de abordar los temas más sorprendentes con estos personajes, y en este tomo se luce especialmente con algunas conversaciones, además desde perspectivas poco habituales, como la conversación de Dionisos y Baphomet sobre codependencia y maltrato, o la que mantienen las Nornas y Dionisos sobre la asexualidad y el arromanticismo, y que son dos pequeñas joyitas... junto al dibujo de McKelvie, que sigue siendo la leche,





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