martes, 31 de mayo de 2011

BETTER OFF TED

Como la mayoría de la gente que me conoce sabe, aprovecho los tiempos en transporte público cuando vuelvo a casa de trabajar para ver series, normalmente de capítulos cortos (unos veinte minutos) y de carácter humorístico. Y hace algunas semanas, Oneyros y Neikos me hablaron de la serie de la que voy a hablar hoy, y en cuyos capítulos finales de la segunda temporada estoy inmerso.



            Y la serie no es otra que la absolutamente genial e hilarante Better Off Ted. Esta serie, que actualmente cuenta con dos temporadas de trece capítulos de veinte minutos, habla del día a día de una empresa de creación tecnológica con el eufónico nombre de “Veridian Dynamics”, y lo hace a través del protagonista que da nombre a la serie, uno de los mandos intermedios de la empresa,  Ted Crisp, interpretado de forma magistral por Jay Harrington. Atractivo, perfeccionista y con un sutil sentido del humor, Ted se convierte en nuestro guía en los entresijos de la empresa, actuando como narrador, con continuas rupturas de la Cuarta Pared, dirigiéndose directamente a los espectadores para aclarar, explicar o simplemente dar su opinión sobre lo que ocurre en Veridian.



            La réplica al bondadoso y humano Ted la da de forma perfecta una genial Portia DeRossi, que encarna a Verónica, la supervisora de Ted, una mujer inteligente (y lo sabe), sexy (y lo sabe), fría (y lo disfruta) y tremendamente corporativa, convertida prácticamente en la voz de la Empresa, y digna de frases del calibre de “Tú y yo somos diferentes… y cuando digo diferente, quiero decir mejor”.


            Y además de Ted y Verónica, el protagonismo recae en Linda, una trabajadora idealista y “revolucionaria”; Rose, la hija de Ted; y dos de los científicos de la plantilla de Veridian,  Len y Phil. Juntos, estos personajes realizan una genial parodia crítica sobre las grandes empresas y las corporaciones, a través de un humor  al mismo tiempo delirante y sofisticado que tiene su mejor ejemplo en  los absolutamente grandiosos vídeos de publicidad sobre Veridian que salpican la serie y que son, simplemente gloriosos. Una lástima que la audiencia no acompañase, y finalmente, se cancelase en la segunda temporada, pero es cierto que en ningún momento de la serie el ritmo o la calidad decaen.





            En fin, una serie muy recomendable para todo aquel que simplemente quiera pasar un buen rato, ya que ese objetivo, se consigue. De sobra.

lunes, 30 de mayo de 2011

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO 1: JUEGO DE TRONOS

            Hay determinados momentos en la vida en que una palabra o una acción de alguien, te abre una determinada puerta y de pronto, tu vida cambia. Vale, a lo mejor esto es un poco radical así expresado, sobre todo referido al tema de la literatura, que tampoco es que nadie vaya a lanzarse a las calles esgrimiendo un escudo y una espada por leer determinado libro… errr… bueno, a lo mejor sí lo hace, pero no es el caso. Pero es que es lo que ha pasado en este caso. Hace unas semanas, poco antes de que Darthni se marchara a Munich, estuvimos tomando algo con mi amigo Santi y el colega Oneyros por Madrid, y de alguna forma, terminamos en casa de Darthni, jugando a un juego de zombis. En el transcurso de la tarde, él y yo tuvimos un acalorado debate sobre la importancia en la literatura de fantasía de El Señor de los Anillos, ya que él comparaba la calidad de esta, la obra magna de la literatura fantástica, con el best-seller de espadas actual, Canción de Fuego y Hielo, la obra de la que voy a hablar hoy. El caso es que, ya que fuimos a su casa, Darthni me prestó su tomo de Canción de Hielo y Fuego 1: Juego de Tronos para que pudiera leerlo en su ausencia. Bueno, el hecho de que el libro de Darthni está ya convenientemente guardado para poder devolvérselo prístino y cristalino como cuando me lo dejó, tengo ya mi propio ejemplar, y me hayan regalado el segundo tomo para mi cumpleaños puede servir de indicador de mi opinión sobre la obra, al menos su primera parte que es lo que he leído (ya he empezado la segunda).


            Y lo primero que tengo que hacer, como nobleza obliga, es darle las gracias a Darthni. Estimado Thanos_Malkav… Muchas gracias. Miles de gracias. Chiquicientos millones de gracias. Me lo estoy pasando con Juego de Tronos como no me lo había pasado en mucho tiempo con nada de lo que he leído. La sensación de adicción, los continuos giros argumentales, la identificación con cada uno de los personajes, reales y bien trazados… Impresionante, tío. Y con la suficiente calidad como para formar parte de una terna que podría situarse en lo más alto de el ranking de la literatura de fantasía, con (por supuesto) El Señor de los Anillos y la impresionante El Tapiz de Fionavar, de Guy Gavriel Kay.  Empecemos.

            En Juego de Tronos se nos presenta un mundo de fantasía que no es muy diferente a las docenas y docenas de mundos pseudo-medievales que hemos visto en los centenares de historias que se han contado en este tipo de literatura desde que Tolkien puso El Señor de los Anillos en la historia de la literatura. Y sin embargo, hay algo diferente desde el principio, algo ominoso en la historia que se narra, en la descripción de los personajes, de los propios lugares en los que se va conformando la obra, algo que sirve de anuncio para decir “Chicos, lo que se os viene encima es MUY GRANDE”. Se trata de un mundo en el que las estaciones pueden durar años, y tras un largo verano que parecía interminable, finalmente hay señales de que el Invierno se acerca. Y hay un viejo dicho de los Siete Reinos que dice que tras un largo verano, viene un invierno más largo aún. Los Siete Reinos, una isla/continente que tiene bastante que ver con Inglaterra en los tiempos finales de la Edad Media, se encuentran bajo el gobierno del Rey Robert Baratheon, al que muchos llaman “el Usurpador”, ya que se convirtió en rey tras destituir a la antigua dinastía, los Targaryen, cuyo último representante, Aerys II, el Rey Loco, había cometido grandes tropelías contra los Siete Reinos. Uno de los consejeros de Robert, la llamada “Mano del Rey” (su principal factotum, la persona que realmente gobierna el Reino) ha muerto en extrañas circunstancias, y Robert acude a su aliado y amigo, lord Eddard (Ned) Stark, señor de Invernalia, en el norte de los Siete Reinos, la más grande las provincias que conforman el dominio de Robert, pero también la más peligrosa, pues al norte de Invernalia se encuentra el Muro (una alusión al Muro de Adriano, que separaba las tierras inglesas dominadas por los romanos de las pertenecientes a los salvajes pictos, la actual Escocia), la gigantesca muralla de hielo protegida por la Guardia Negra que protege los Siete Reinos de las cosas que hay al norte… y que despiertan en Invierno.

            Con este planteamiento, y una trama política que recuerda poderosamente a la Guerra de las Dos Rosas que vivió Inglaterra como consecuencia de la Guerra de los Cien Años, y que enfrentó a dos poderosas familias por el trono británico, los York y los Lancaster, George R.R Martin nos introduce en la política de los Siete Reinos, con el obvio enfrentamiento entre los Stark y los Lannister, la familia más rica de los Siete Reinos y que tiene poderosos lazos con el propio rey, ya que Robert Baratheon está casado con Cersei Lannister, que es la madre de sus tres hijos, y por lo tanto, de los herederos al trono de los Siete Reinos. Y Martin lo hace de tal forma que pronto nos vemos en medio de los conflictos que se ciernen en el horizonte, dando tal realismo a sus descripciones, tal profundidad a sus personajes, que no tardamos en identificarnos con ellos… no con uno, sino con la gran mayoría de ellos, ya que casi en cualquiera podemos ver algo que cualquiera de nosotros tenemos dentro. La sobriedad de los Stark, el orgullo de los Lannister, el coraje de los Tully, la indolencia de los Baratheon, la locura y el candor de los herederos de los Targaryen, los príncipes exiliados… Y todo eso nos llega a través de una formula narrativa absolutamente magistral, en la que Martin decide no instalarse como narrador omnisciente, sino situarse cerca de un grupo determinado de personajes, y sin llegar a utilizar la primera persona narrativa, sí que los convierte en protagonistas absolutos de sus determinados capítulos, de modo que vemos lo que ocurre a través de sus ojos. Así, conoceremos a nuestros anfitriones de honor: Bran Stark, el joven hijo del señor de Invernalia; Catelyn Tully, la esposa de Eddard; el propio Eddard Stark, señor del Norte; Arya y Sansa Stark, las hijas de Eddard y Catelyn; Jon Nieve, el bastardo de Eddard; el magistral Tyrion Lannister, perteneciente al linaje de los señores de Roca Casterly, enano y lisiado; y Daenerys Targaryen, la última y más joven de los miembros de la Casa Targaryen, exiliada junto a su hermano Viserys, el Rey Mendigo, a las Ciudades Libres y, más allá de estas, a las llanuras de los dothrakis, que recuerdan poderosamente a los Mongoles.


            Con todas estas piezas sobre el tablero y avanzando de forma firme pero vertiginosa, la trama nos va envolviendo, atrapando y creciendo exponencialmente, y antes de darnos cuenta, nos encontramos metidos en medio de algo tan grande que asusta, algo épico y tenebroso, mientras, como dice el lema de la familia Stark, “el Invierno se acerca”. No puedo decir mucho más, ya que mucha gente no habrá leído el libro, y otros estarán viendo directamente la serie de televisión (que espero que esté a la altura, ya he visto por ejemplo una imagen del Nido de las Águilas de los Arryn… y no me ha convencido, yo lo había imaginado de otra manera), y desde luego, es un trama en la que cualquier spoiler debería ser castigado con amputación de pulgares como poco. Es más, para que os hagáis una idea, el domingo pasado estaba leyendo en Atocha esperando el tren para ir a jugar a rol a Alcobendas… y me puse de espaldas sin darme cuenta al andén por el que venían los trenes… me temo que dejé pasar alguno, y me di cuenta de que había uno detrás de mi de milagro; y esta misma mañana, a punto he estado de perder el autobús para ir al trabajo porque estaba leyendo a la sombra de un árbol mientras venía el bus, y cuando he conseguido alzar los ojos… ya estaba la gente entrando…

            Bueno, un poco de spoiler sí tengo que hacer, así que, los que no hayáis leído la novela, no sigáis leyendo y considerad que el post ha acabado ahí arriba. Hay una moraleja que he aprendido en este libro, y que se puede resumir en una frase: si alguien te dice “no te fíes de mi”… ¡leches, no lo hagas!

sábado, 28 de mayo de 2011

CHAMPIONS LEAGUE ´11

En el día de hoy, no puedo ponerme en plan cultureta en el blog, hoy no toca. Hoy hay que hablar de esperanzas, y de triunfos. Y de títulos. Y es que esta noche, el Barça se juega la Champions League contra el Manchester en Wembley. Así que, hoy el Iconocronos se viste de azul y grana para decir muy alto…

¡¡¡ARRIBA EL BARÇA!!!
 ¡¡¡WEMBLEY NOS ESPERA!!!


viernes, 27 de mayo de 2011

ENIGMA: A POSTERIORI


            A Posteriori fue el sexto disco de Enigma, el primero en el que Michel Cretú no contaría con la voz ni la colaboración de Sandra Cretú, ya que se había divorciado de ella, lo que llevó también a la ruptura artística entre ambos. Continuando con el estilo rupturista que ya había traído en Voyageur, Cretú presenta en A Posteriori un trabajo místico, sobrio y marcado por cierto aire fatalista, premonitorio. Sólo hay que dar un paso, las estrellas nos esperan.

Eppur si muove.

            Abrimos el disco con ya familiar cuerno de Enigma, el sonido que ya, con su propio eco, parece abrir las puertas del tiempo y el espacio para guiarnos en un viaje intenso, lleno de llamadas de otros tiempos… de otros mundos. Eppur si muove, la frase atribuida a Galileo, “Y sin embargo, se mueve”. A nuestra mente viene la imagen de una brújula extraña, de un astrolabio enigmático… incluso de un aletiómetro, el extraño instrumento de la niña Lyra Belacqua en las novelas de La Materia Oscura, con las que este disco parece tener cierto extraño paralelismo. El sonido de Enigma se desvanece en la oscuridad, se pierde dejando parte a cantos en latín que apelan a aquel Sadeness del primer disco de Enigma un entorno familiar, que pronto deja paso a un segundo tema…

Feel me Heaven.

            Es el tema más rápido y electrónico del disco, y llega justo tras la introducción de Eppur si Muove. El Sol es del centro del Universo… y sin embargo se mueve, y nosotros nos movemos hacia el Cielo, lleno de voces distorsionadas, mágicas, que nos dicen “Siénteme” una y otra vez, de nuevo esa mezcla entre ritmo y sensualidad a la que Enigma ya nos tiene acostumbrados.

Dreaming of Andrómeda.

            Traspasamos las puertas del Cielo y nos encontramos con un sueño, el Sueño de Andrómeda, vemos las estrellas, el Universo moviéndose a nuestro alrededor, mientras la voz de una soprano, angelical, de una belleza inhumana y extraterrena nos guía a través del movimiento de las esferas celestiales, más allá de las fronteras conocidas. Andrómeda nos espera, cálida y distante. La música es onírica, irreal, caminamos entre galaxias, con las estrellas a nuestros pies. Pero… ¿seguro que esto es el Cielo?

Dancing with Mephisto.

            Porque hay una nueva voz que nos llama. Que nos atrae, que nos invita a seguirla. Una voz que viene de la más absoluta Oscuridad. La música se vuelve tétrica, insinuante, las luces, las estrellas desaparecen, la sombra llega. Y es la voz de Louisa Stanley, uno de los nuevos fichajes de Enigma quien nos llama, mezclando el inglés y el francés. Sígueme, ven y siente, el Infinito, la Eternidad. Sígueme, tú y yo, ya lo hemos vivido. Follow me, come and feel, Infinity, Eternity. Follow me, toi et moi, déjà vu. Y es imposible resistirse. La voz que nos llama nos envuelve, las sombras toman la textura del terciopelo. Es Mefisto quien nos llama, el Señor de las Sombras. Nos tiende la mano, ¿aceptas el reto?

Northern Lights.

            ¿Qué hemos elegido? ¿Tomamos la mano de Mefisto en su vals? Quizá no tiene importancia, llegan la luz. Las Luces del Norte, como la primera novela de La Materia Oscura, que aquí se tradujo como “La Brújula Dorada”. Las luces entran en la oscuridad, la rompen, es el reflejo de la Aurora Boreal, y si miramos atentamente entre sus luces, podremos ver mundos… otros mundos… El sonido es magnético, cósmico. Recordamos las viejas maquetas del Universo, círculos que giran dentro de círculos, y el sonido de las Esferas. Bailamos envueltos en luces cálidas, acariciantes.

Invisible Love.

            Enigma acude a la guitarra clásica para introducir su nuevo tema, y lo hace de forma suave, como si entre las luces boreales apareciera la silueta de nuestro amor invisible. Cretú aparece por primera vez en A Posteriori, “Oh, rescátame” dice, susurrante, aunque cada vez más cerca. Llega a través de las estrellas, de la noche, de las luces del norte, venciendo incluso a la oscuridad de Mefisto. Nos busca, nos llama, nos acaricia. La brújula vuelve a girar, pero sabemos que no estamos solos. Hay un amor invisible que no podemos percibir, pero que está ahí… siempre.

Message from Io.

            Ío es el más cercano a Júpiter de los satélites descubiertos por Galileo. De nuevo volvemos al cosmos, volvemos a las estrellas, y volvemos a ver cómo gira el astrolabio renacentista. Eppur si muove… Ío, satélite volcánico donde los haya, imagen de la devastación, de la árido… la Tierra Baldía, muerta… y sin embargo, aún hay vida; porque la vida permanece, incluso en las estrellas.

Hello and Welcome.

            Andru Donalds llega a A Posteriori en este tema, aunque lo hace sólo de forma tangencial, casi como una visita efímera, como una de esas voces que llegan de más allá de las estrellas, ya que el protagonismo completo de la canción recae en las guitarras eléctricas que no dejan de sonar, dándonos la bienvenida a un nuevo mundo, un mundo cósmico, una ciudadela entre las estrellas.

20000 miles over the sea.

            Las guitarras eléctricas se convierten en voces de monjes, en un nuevo homenaje a los sonidos que convirtieron a Enigma en lo que es hoy, los sonidos de MCMXC. Volamos a 20.000 millas sobre el mar, 30.000 kilómetros de altura, un vuelo fascinante, mientras volamos hacia un nuevo punto clave en nuestro viaje. La Luna nos espera.

Sitting on the Moon.

            Y el viaje llega aquí, alunizamos, y lo hacemos con una de las mejores baladas de Enigma, en la voz de su creador e ideólogo, Michel Cretú. Una canción cargada de amor, de nostalgia. De añoranza. Vine buscándote, ¿dónde estás? Recordamos al amante de luz de Invisible Love, y nuestra canción vuela alto, mientras nos preguntamos dónde está. “¿Dónde estás? Yo estoy sentado en la Luna… te echo de menos”. La imagen es solitaria, al tiempo que algo desesperanzadora. A nuestro alrededor sólo hay polvo, quizá el de Mare Serenitatis, el de alguno de los gigantescos cráteres lunares.
            Pero aún hay esperanza.
            Aún puedes llegar.
            Yo seguiré esperando, en la Luna.

The Alchemist.

            Observamos desde la Luna, mientras esperamos, y vemos la Torre. Allí está él, el Alquimista, el Demiurgo, el Hacedor. Los sonidos que nos envuelven vuelven a traernos la música de las Esferas, la de los mundos dentro de mundos. La voz alienígena de Dream of Andrómeda reaparece en el que es el más “Enigma” de todos los temas de este disco. Pero el astrolabio, la brújula, el aletiómetro… no han dejado de girar…

Goodbye, Milky Way.

            Llega el momento de la despedida, y lo hace de la mano de Michel Cretú. Y esta vez no nos despedimos sólo del mundo, o de un tiempo. Es de una parte de la existencia. De una parte del Universo. Adiós, Vía Láctea, nos dice Cretú, la misión ha finalizado, os echaré de menos, hijos del Sol. Las últimas palabras las dice Lisa Stanley, que nos anuncia que en 5 billones de años, Andrómeda y la Vía Láctea colisionarán. Será el comienzo de un nuevo mundo… un mundo completamente NUEVO.

jueves, 26 de mayo de 2011

CARLITOS

Bueno, el sábado, aprovechando la jornada de reflexión (no, no os preocupéis, no voy a lanzarme a una disertación política ahora... no tendría mucho sentido con este encabezamiento), y para celebrar mi cumpleaños en petit comité, estuve con un grupito de amigos en La Chocita del Loro de Hermosilla, un bar donde hacen monólogos de humor. Y el monologuista del día era Carlitos. Igual alguno le ha visto ya, ha estado con Buenafuente, en Paramount, y en algún otro lado, pero yo era la primera vez que lo veía...

Y señores, que gozada. Salimos del local con agujetas en la mandíbula de tanto reírnos. Así que no podía dejar de recomendar a todos mis "seguidores" (mwah ha ha ha) a este genio del humor, sarcástico, ácido y descarado como no había visto a ninguno. Os dejo el enlace a su página web, para que le echéis un ojo, y si alguna vez actúa cerca de vosotros, no lo dudéis: id a verle.

Absolutamente genial.


miércoles, 25 de mayo de 2011

LADY GAGA: JUDAS

Y en los Miércoles Musicales del Iconocronos, damos la bienvenida a ese fenómeno mediático y cultural que es Stephanie Joanne Angelina Germanotta, más conocida en el universo todo como Lady Gaga. Decir que es una artista polémica es poco, y en su nuevo single, Judas, que podéis ver aquí, en el que parece decidida a continuar la controversia que ya desató con la Iglesia Católica tras el último single de su disco anterior, la archiconocida Alejandro. Judas, que formará parte de su nuevo disco, Born this Way, continúa con la iconografía cristiana que ya había tenido Alejandro, y en este caso, incluso el propio título y la letra de la canción hablan de temas de marcado carácter religioso.

Y como todos los vídeos de Lady Gaga, es una pequeña joya de la fotografía, una pequeña obra de arte en estética, música e intención. ¡¡Que lo disfrutéis!!

martes, 24 de mayo de 2011

LA TRAVESÍA DEL VIAJERO DEL ALBA

            Aprovechando un rato libre en la tarde del sábado, me puse al día en cine, y vi una de las películas que llevaba ya algún tiempo esperando a ver; la tercera parte de Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba. Y por supuesto, hay que dejar constancia de ello…



            Las Crónicas de Narnia son la versión cinematográfica de la heptalogía del mismo nombre escrita entre 1949 y 1954 por el irlandés C.S Lewis, obra de referencia de la literatura británica, aunque prácticamente desconocida en España hasta que se realizó la primera adaptación de la primera de sus novelas al cine; El León, la Bruja y el Armario, que se vería seguido de su continuación, El Príncipe Caspian pocos años después.

            En La Travesía del Viajero del Alba lleva al cine el tercero de los libros de Lewis, esta vez de manos de 20th, ya que Disney no obtuvo los beneficios esperados de la segunda parte y abandonó el proyecto. El director fue Michael Apted, y entre los protagonistas, destacaban (y repetían) varios de los protagonistas de las anteriores películas, como Skandar Keynes como Edmund Pevensey, Georgie Henley como Lucy Pevensey, Ben Barnes encarnando de nuevo a Caspian, y Tilda Swinton en su papel de la Reina de las Nieves.  Esta vez, los dos mayores de los Pevensey, Edward y Susan no aparecen más que de forma tangencial pues, como ya les avisó Aslan el León al final de El Príncipe Caspian habían crecido demasiado como para volver a viajar a Narnia.

            En esta película, los dos Pevensey menores continúan en Inglaterra durante la II Guerra Mundial, viviendo con sus tíos y su odioso primo, Eustace Scrubb, y se verán atraídos de nuevo a Narnia a través de un cuadro que representa el mar con un barco al fondo, llevando con ellos a su primo Eustace. El barco resulta ser El Viajero del Alba, dirigido por Caspian, que trata de encontrar a los Siete Lores Solitarios, siete antiguos aliados de su padre que abandonaron Narnia en dirección a las Islas Orientales. Sin embargo, en su camino, se encuentran con una red de esclavistas que parece servir a una maligna fuerza mágica que procede del gran océano, al Este de donde se encuentran, en el mar ignoto que se encuentra entre las Islas Orientales y el legendario reino de Aslan. Por supuesto, la trama se complica, dando lugar a una película de aventuras de lo más entretenido, en la línea de las dos cintas anteriores, llenas de escenas de acción y con argumentos lo suficientemente bien desarrollados como para hacer de cada una de ellas una película de lo más recomendable.

            Pero además, al igual que las películas anteriores, y como ocurre en las propias novelas, hay mucho más en Narnia de lo que se puede ver a simple vista. La película respeta la iconografía cristiana que C.S Lewis había ido introduciendo en El León, la Bruja y el Armario y en El Príncipe Caspian, iconografía y trasfondo que convierten las novelas de Narnia en una clásica lucha entre el Bien y el Mal, la Virtud y la Tentación, siendo cada vez más clara la identificación de Aslan, el León y protector de Narnia con Cristo.

            Pero esto… es material para un post diferente…

lunes, 23 de mayo de 2011

THOR DE WALTER SIMONSON

            Hace ya algunos meses que el amigo Oneyros empezó a dejarme los tomos de Best of Marvel del Thor de Walter Simonson. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que esta semana tenía algún huequecillo por aquí, quería aprovechar para dar una pequeña reseña de la legendaria etapa de este guionista y dibujante, y animaros a que os paséis por Welcome to the Suck, su blog, donde está haciendo un exhaustivo análisis de esta obra tomo por tomo.


            Panini Cómics ha recogido la obra de Simonson en varios tomos que agrupan los diferentes arcos argumentales que el guionista llevó a cabo en la colección del Dios del Trueno, un proyecto de renovación absoluta y completa, a nivel narrativo y gráfico. Comenzando por La Balada de Bill Rayos Beta, se continúa con dos tomos de La Saga de Surtir, los dos de La Lucha por Asgard, uno en el que se incluye la miniserie Balder el Bravo y concluyendo en los dos tomos de La Maldición de Hela; Simonson realiza en estos arcos un análisis completo de la mitología nórdica, de la que extrae al que será el gran villano de la etapa, el gigantesco rey de Muspellheim, señor de los Gigantes de Fuego, Surtr, destinado a poner final al mundo en el Ragnarok, y que sólo podría ser detenido, según la historia clásica, por una espada que estaba en posesión de Freyj, el dios de la Primavera, y que este había entregado a los gigantes para contraer matrimonio con su amada, Gerhdt, lo que había condenado el mundo a la extinción. Pero claro, el universo mítico nórdico no es del todo el Universo Marvel…

            Antes de comentar en sí el contenido de la obra, me gustaría hacer un apunte sobre el trabajo gráfico que hace Walter Simonson en la obra, y que, desde mi punto de vista, y sabiendo que hay gente a la que le encanta, veo algo deficiente. Simonson es un dibujante de trazos rápidos, de diseños probablemente revolucionarios en su momento, sí, pero que a nivel de lápiz, no está a la altura de la épica que sí sabe transmitir con sus guiones. Sé que es un imposible, pero sólo imaginarme estos mismos guiones dibujados por un Oliver Coipel o un Marko Djurdjevic me da escalofríos de placer. Y no es una expresión simbólica, es un hecho.


            Entrando ya en materia, Simonson construye una larga historia-río en la que va enlazando una serie de situaciones, incluyendo a nuevos personajes tanto aliados como enemigos, dibujando un inmenso mapa de lo que es la situación y el devenir de Asgard y las aventuras del Dios del Trueno que evolucionan como una perfecta máquina de relojería hasta llevarnos al punto culminante de la historia. A través de La Balada de Bill Rayos Beta y el primer tomo de La Saga de Surtur se nos introduce en la historia, apareciendo un nuevo aliado para el héroe, el extraterrestre Bill Rayos Beta, capaz, para sorpresa de todos, de alzar Mjolnir, lo que le convierte en digno del poder de Thor; y también lo hacen nuevos enemigos para el Dios del Trueno, como el rey de los Elfos Oscuros, Malekith, que, en posesión del Cofre de los Antiguos Inviernos es capaz de traer una nueva era glacial a la Tierra; o Angrim, uno de sus seguidores, a quien el Todopoderoso (la época de Simonson en Thor se corresponde con las Secret Wars II y aquellos comics en los que el Todopoderoso deambulaba por la Tierra) convertirá en uno de los más característicos enemigos de Thor, Kurse. El punto álgido de la historia llega con el segundo tomo de La Saga de Surtur y los dos que componen La Lucha por Asgard, donde Simonson adquiere un tinte épico digno de los mejores autores de literatura de este tipo, sin nada que envidiar a Tolkien, Louise Cooper, o a las propias Eddas o Mabinogi en los que todas estas historias se basaron. La lucha en Hel, las manipulaciones de Loki (digno aquí de formar parte de la familia Lannister, como poco…), el heroísmo de un viejo villano venido a menos, la imposible transformación de Thor en rana, los devaneos de Amora, el amor de Balder y Karnilla… Todo ello son sólo pinceladas de una historia que engrandece a los personajes que participan en ella y a la vez es más grande que la suma de todos ellos, mientras dioses y monstruos se disputan el trono de Asgard, y por lo tanto, el de los Aesir. Finalmente, tras este punto álgido, la historia comienza a descender, y tiene su broche en La Maldición de Hela, quizá el arco más flojito de la saga, pero que actúa como un excelente broche a una etapa que es globalmente magnifica. Mención aparte merece el trabajo de Sal Buscema en estos tomos, donde desarrolla, por ejemplo, todo un combate entre Thor y Jormungander, la Serpiente Mundial, a base de splash pages.


            En fin, toda una lectura, un must read para cualquier aficionado al mundo del cómic, y más en estos momentos en los que el Dios del Trueno está de plena actualidad gracias a la película llevada a la pantalla grande por Kenneth Brannagh. Y si os interesa, como he dicho antes, no dejéis de pasaros por Welcome to the Suck, donde Oneyros analiza cada uno de estos tomos, desgranándolos con gran interés.

sábado, 21 de mayo de 2011

CATHERINE HOWARD

Hoy quiero volver a los fines de semana “de cultura”, y lo haré a través de la biografía de una de esas mujeres que forman parte de la historia del mundo, la desdichada reina Catalina Howard, quinta esposa del rey Enrique VIII.

            Catalina (Catherine) Howard nació en Inglaterra entre los años 1520 y 1525, no está aún muy claro, dentro de una de las familias más importantes del momento. Su padre, lord Edmund Howard, era el hermano menor del poderoso Thomas Howard, duque de Norfolk; y su tía, Elizabeth Howard, estaba casada con Thomas Boleyn, al que nosotros conocemos como Tomás Bolena, padre de las famosas Hermanas Bolena. Su madre, era Joyce Culpepper, la segunda esposa de Edmund. Sin embargo, al igual que en  muchas otra grandes familias del momento, mientras los primogénitos heredaban títulos y  posesiones, los demás hermanos tenían que buscarse la vida, y Edmund fue especialmente bueno en buscar deudas, hasta que su sobrina Ana Bolena le consiguió un puesto al servicio del Rey Enrique VIII en Calais. Catherine quedó al cuidado de su abuela materna, Agnes Tilney, que regentaba una casa de huéspedes de dudosa moralidad en la que crecería la joven Catherine.
            Los rumores de aquella época decían que Catherine ya había perdido en aquella época su “virtud”, enredándose en amores con un músico, Henry Mannox, y posteriormente con un secretario real, Sir Francis Dereham. Finalmente, quizá a través de la influencia del duque de Norfolk (no pudo ser gracias a su prima, Ana, ya que para entonces ya había sido decapitada y Tomás Bolena había caído en desgracia tras la muerte de su hija y su hijo por alta traición), Catherine consiguió un lugar como dama de  compañía  de la nueva reina, la alemana Ana de Cleves, por lo que abandonó la casa de huéspedes de su abuela y se marchó a Whitehall, aunque las cosas no saldrían como era de esperar. Catherine tenía entre quince y diecinueve años, poco más que una adolescente, y Enrique rechazó a la protestante Ana de Cleves desde el mismo momento en que la vio.  Sin embargo, ya casi cincuentón, el Rey se sintió inmediatamente atraído  por la joven Catherine, a la que convirtió en su amante mientras se completaba el divorcio con la alemana.
            El 28 de Julio de 1540, Enrique  VIII y Catherine Howard contraían matrimonio en Surrey, convirtiéndose así la joven criada en una casa de huéspedes en la quinta Reina Consorte de Inglaterra. Y desde el primer momento, fue una reina controvertida. Su pasado con Mannox y Dereham era casi de dominio público, y aunque fue el desagrado que el Rey sintió por su matrimonio con Ana de Cleves lo que provocó la caída  en desgracia de Thomas Cromwell, muchos acusaron de ello a Catherine, lo que le hizo ganarse un buen número de enemigos en la corte… pero también algunos amigos.
            Y entre ellos estaba Thomas Culpepper, uno de los caballeros favoritos del rey, de quien Catherine quedó prendada; y Lady Jane Rochford, la viuda de su primo, Enrique Bolena, que había permanecido en la corte al servicio de Jane Seymour y Ana de Cleves, se encargaba de favorecer los encuentros entre los amantes. El rey permanecía felizmente ignorante de todo esto, pero el pasado de Catherine parecía volver para atormentarla. De forma torpe quizá, Catherine consiguió puestos en la corte para algunos de sus antiguos amantes, y toda su historia acabaría llegando a los oídos del Rey.
            Como había ocurrido con su prima Ana Bolena, Catherine fue acusada de Alta Traición, al igual que Thomas Culpepper, Francis Dereham y Jane Rochford, y todos ellos fueron encerrados en la Torre de Londres, de donde saldrían para ser ejecutados. Catherine sería decapitada el día 10 de Febrero de 1542, y dicen que la noche anterior dedicó horas a practicar como poner la cabeza sobre el cadalso. Murió muy joven, y fue enterrada curiosamente junto a su prima, con la que había compartido destino, en la Capilla de San Pedro-ad-Vincula. Su cadáver apenas se había enfriado cuando Enrique VIII estaba ya buscando una nueva esposa.
            Esto es lo que realmente sabemos de Catherine Howard, lo que no es realmente mucho. La Quinta Reina ha sido objeto de diversos estudios y versiones, desde la jovenzuela descarriada de Los Tudor a la niña mojigata que se refleja en la obra de Maddox Henry Maddox, “La Quinta Reina”. En algún punto entre ambas se encontraba la reina niña de Inglaterra, condenada por lujuria según unos, por amor según otros… y por las malas lenguas según algunos más. La verdad, hoy, descansa en una tumba.
            Para terminar, os dejo aquí un video que encontré en Youtube, un montaje con imágenes de Catherine Howard y con la fabulosa “Catherine Howard´s Fate” de Blackmore´s Night como fondo musical. Y la letra, por supuesto.  





Oh, to my dearest ruler and lord
Merciful husband
Nobelest of king...
Your heart of gold has long since tarnished
In my champer
What will the morning bring?
What it my heart that doth betray me
Cause I loved more than one man?
Is it true your wear a wounded spirit?
Pray let me mend it and make our love anew...

Allow me to be your humple servant
Once again, as before...
Are you like the others, so quick to judge
And for this the queen must fall
What is my heart that doth betray me
Cause I loved more than one man?
Truth within the writings of a letter
Signed and sealed poor Catherine Howards fate...
Truth within the writings of a letter
Signed and sealed poor Catherine Howards fate...

viernes, 20 de mayo de 2011

ENIGMA: VOYAGEUR

            Continuamos el análisis de los discos de Enigma, y llegamos a su quinto trabajo, el polémico Voyageur. Y es que en este trabajo, Michel Cretú vuelve a sorprendernos. Si creíamos que ya Enigma había explorado todo lo que tenía que explorar, que iba a definirse, que ya había trazado sus límites, en Voyageur demuestran que estábamos completamente equivocados. Enigma vuelve a sorprendernos, vuelve a romper todo lo que creíamos conocer sobre ellos.

From East to West.

            El disco comienza con este tema, con un piano lánguido que trae unas notas distantes, lejanas, que sirven de entradilla al tema clásico con el que arrancan los discos de Enigma. Pero es sólo un espejismo, y Enigma nos demuestra que no vamos a encontrar lo que creíamos en Voyageur. Sonidos eléctricos y rítmicos hacen una aparición repentina, rompiendo el propio sonido de Enigma, cercanos al tecno más experimental, cada vez con más fuerza, mientras viajamos desde el Este al Oeste…

Voyageur.

            Y los sonidos eléctricos de From East to West dan paso al tema que da título al álbum, Voyageur. Esta vez no hay cantos gregorianos, no hay sonidos tribales, sólo música electrónica y el sonido de la voz distorsionada de Michel Cretú en el fondo, mientras Sandra Cretú actúa de nuevo como vocalista principal, con sus ya clásicos susurros, llena de sensualidad mientras nos llama. “Ven, ven a casa, viajero”, nos dice en francés, y seguimos su llamada…

Incognito.

            Para encontrarnos con el single más extraño y controvertido que Enigma incluye en este disco. Un mechero, un pitillo encendido, una calada… sirven de introducción a la canción que quizá sea la más “Enigma” de todo el disco, con sonidos oscuros, e incluso con parte de Sadeness, un eco del primer disco de Enigma, Sade dit moi… Andru Donalds vuelve a colaborar con Cretú, en un tema cargado de un erotismo extraño y oscuro, y al mismo tiempo, con un marcado ritmo pop que hace que se mueva en un terreno de difícil equilibrio. Si Voyageur es el disco que más críticas ha recibido de Enigma, desde luego, Incognitor es el tema en que se concentran la mayor parte de estas fobias.

Page of Cups.

            Esta canción, que abre con sonidos de la naturaleza que nos resultan familiares y hasta cierto punto pueden recordarnos al primer disco de Enigma, pero pronto se funden con nuevos sonidos electrónicos, innovadores dentro de lo que este grupo nos ha planteado en sus trabajos anteriores. Sandra vuelve a hacer aparición, estelar como siempre, cobrando todo el protagonismo de la canción a pesar de permanecer en un segundo plano frente a las notas eléctricas que nos guían, durante siete minutos, en un viaje con una fuerte carga sensual de mano de un peculiar Paje de Copas. La naturaleza ocupa de nuevo un lugar prioritario al final de la canción, con los sonidos de insectos que sirven de preludio al quinto tema.

Boum-Boum.

            Uno de los temas más pop de Enigma, y quizá el más comercial de toda su carrera. Ruth-Anne Boyle, la cantante de Olive, que ya participó en el disco anterior, vuelve a llevar la voz cantante a la hora de describirnos las sensaciones del amor, como se acelera el corazón. La réplica viene de la voz de Andru Donalds, que carga la canción de energía y nuevos sonidos eléctricos. Enigma consigue aquí un tema fácil de escuchar, rítmico, que podría haber llenado horas de radio, y que, acertadamente, fue uno de los singles de este disco… y lo hace sin abandonar en ningún momento el espíritu de Enigma, que percibimos en los leit motiv susurrados, la distorsión en la voz de Donalds y la propia fuerza que transmite el tema, antes de desvanecerse para dar paso a su sucesor.

Total Eclipse of the Moon               

            Un tema breve, una balada sencilla que viene de la voz de Michel Cretú, y que apenas dura dos minutos. Enigma nos trae sonidos clásicos, casi de música de cámara, en los que la voz de Cretú aparece casi de forma mágica. Cretú canta una despedida bajo un Eclipse Total de Luna, pero es una despedida breve, no es un adiós, es un hasta la vista. Un tema que hubiera sido perfecto para cerrar el disco, pero que sirve de interludio entre dos de los grandes hits que podemos encontrar en el disco.

Look of Today.

            La música electrónica vuelve a golpearnos con una aparición repentina en un tema casi discotequero, en el que Cretú, rompiendo con todo lo que nos había traído hasta ahora, alejándose de temas místicos o poéticos, hace una feroz crítica al consumismo, a las modas, a lo más comercial de la sociedad que nos envuelve. Sandra vuelve acompañar a su marido, aunque de forma breve, ya que lo hace con sólo una frase, eso sí, curiosamente en castellano, “No pienso reír”, la primera concesión que el grupo asentado en Ibiza hace a nuestro idioma.

In the Shadow, in the Light.

            Andru Donalds aporta de nuevo su peculiar voz a esta balada, una declaración de amor incondicional, “siempre estaré a tu lado, en la Sombra, en la Luz”. No tiene nada rompedor, no trae nada nuevo, una balada sencilla, pero fácil de escuchar, que se acerca a lo experimental hacia el final de la canción, con una serie de marcadas distorsiones que abren paso al siguiente tema.

Weightless.

            De nuevo, Michel Cretú actúa como puente, un tema breve, ligero, como su nombre indica, y que no es más que un puente hacia el siguiente tema.

The Piano.

            Sonidos aéreos, etéreos, abren este tema, en el que las notas del instrumento que le dan nombre van apareciendo casi por azar al principio hasta cobrar protagonismo en una melodía que pronto se ve reforzada por los leit motiv electrónicos que han marcado hasta este momento Voyageur, que se desplazan hasta el chill-out, hacia las playas de Ibiza al amanecer…

Following the Sun.

            Y así llega el Sol, que se convierte en el guía último de nuestro viaje. Ruth-Anne aparece de nuevo en esta canción, con cortes rítmicos de percusión remota, distante y la voz de Cretú recordando los sonidos tribales que ya nos trajo en temas anteriores, consiguiendo un tema redondo para cerrar el álbum. Cada vez con más energía, cada vez con más fuerza, hasta que las voces y la percusión desaparecen y la música se aleja, se aleja de nosotros de nuevo…

Hasta el siguiente disco.

jueves, 19 de mayo de 2011

LA SAGA DE GERALT DE RIVIA: LA SANGRE DE LOS ELFOS

Bueno, pues en estos días pasados me ha dado tiempo a terminarme el tercero de los libros de la Saga de Geralt de Rivia, La Sangre de los Elfos. Y como no, finalizado el “período de recuperación” posterior al viaje a Londres, había que hacer la reseña del tercero de los libros de la saga escrita por el polaco Andrzej Sapkowski.

            En La Sangre de los Elfos, tras el sorprendente final de La Espada del Destino, encontramos las consecuencias de la guerra iniciada por el Imperio de Nilfgaard y su ataque a Cintra, el reino en el que había nacido Ciri, la Sorpresa de Geralt. Tras el ataque de Nilfgaard, los reinos que lindan con el Imperio, separados de este tan sólo por el Río Yaruga tras la batalla de Sodden, comienzan a reponerse de la guerra, pero las calles comienzan a llenarse de videntes que profetizan una gran catástrofe, y las palabras de una profetisa élfica ya desaparecida se repiten una y otra vez: “Primero vendrá la Luz Blanca, y luego el Frío Blanco”. Todo apunta hacia el fin del mundo tal y como se conoce, y para muchos, un personaje determinante en todo lo que tiene que venir es, precisamente, Ciri, la protegida del Brujo Geralt de Rivia, protagonista de la saga. Y mientras, según unos influenciados por Nilfgaard, y según otros, como consecuencia de siglos de tensión, elfos, enanos y otras razas no humanas comienzan a revelarse contra los hombres.

            Con este trasfondo, Sapkowski continúa desarrollando, sin prisa pero sin pausa, lo que ya anuncia será una serie de carácter épico, llena de grandes momentos pero que en cada página te deja con la sensación de que lo mejor aún está por llegar, y aún quedan muchas sorpresas y giros argumentales importantes. Curiosamente, en La Sangre de los Elfos, el escritor prácticamente prescinde de su protagonista, del Brujo de cabellos blancos, Geralt de Rivia, centrando la atención en la pequeña Cirilla de Cintra y su entorno, lo que permite a Sapkowski desarrollar algunos personajes que ya nos presentó y traer a primera línea algunos nuevos, mientras nos narra como avanza la educación de la pequeña Ciri. Conocemos Kaer Morhen, la guarida de los Brujos, y a algunos de los compañeros de Geralt, acompañamos a Jaskier y a Yennefer de Vandenberg, ya viejos conocidos; conocemos al que todo apunta se convertirá en uno de los principales rivales de Geralt, el hechicero Rience; y sobre todo, Sapkowski introduce un nuevo personaje de lo más interesante, la hechicera Triss Merigold, la Decimocuarta de la Batalla de Sodden.

            Continuación natural y fluida de los dos libros anteriores, La Sangre de los Elfos amplía lo que conocíamos del mundo de Geralt de Rivia, y supone todo un cambio, un salto de lo que parecía un mundo reducido a diferentes caminos tras los que Geralt encontraba un monstruo u otro, y entra en un campo tan agradecido en este género literario como es la alta política y el carácter apocalíptico; diluye la atención prestada en volúmenes anteriores a las criaturas monstruosas para acercarse a temas como la xenofobia, el miedo y el odio entre razas, de una forma completamente natural y perfectamente llevada.

            Una digna continuación de los anteriores libros, y sobre todo, espero, un digno preludio de todo lo que está por venir.

miércoles, 18 de mayo de 2011

UNDROP: TRAIN

Volvemos a los Miércoles Musicales del Iconocronos, y lo hacemos con una canción que, nueva, nueva, lo que se dice nueva, pues no es. Se me metió en la cabeza cuando cogimos el Expreso de Gatwick a Victoria Station, y no conseguí quitármela en todo el fin de semana, y ahí sigue aún en parte, cuando Linkin Park, que últimamente me suena continuamente en la cabeza, les dejan un hueco. En fin, aquí os dejo el vídeo de esta canción, Train, del grupo Undrop.

¡Espero que os guste!


martes, 17 de mayo de 2011

VIAJE A LONDRES

Terminado ya el período de “descanso” que me di al volver de Londres, como ya veríais ayer, ya que se publicó en el blog la crónica habitual de las partidas de rol de los domingos, recuperamos la normalidad en el Iconocronos, y tras la crónica rolera, creo que lo mejor es, precisamente, hablar del viaje a Londres de la semana pasada.


            Fue un viaje cortito, tres días, salíamos el sábado por la mañana y volvíamos el lunes por la tarde, pero eso sí, nos cundió. Bueno, nos fuimos tres amigos, Rober, Santi y yo, empezando muy madrugadores el sábado por la mañana. El vuelo salía de la T1 de Barajas a las 7:30, y la verdad es que todo fue muy bien, sin retrasos en el aeropuerto ni contratiempos durante el vuelo (con lo que a mi me gustan unas buenas turbulencias… je, je ,je). Llegamos a Gatwick quince minutos antes de lo previsto, y nada, enseguida cogimos la lanzadera hasta Victoria Station, y tras dejar allí las maletas, nos lanzamos directamente a recorrer la ciudad en su sentido más turístico. Bajamos por la Catedral de Westminster hasta la Abadía del mismo nombre, paseamos por el Parlamento bajo el Big Ben, vimos Whitehall (la antigua residencia de los reyes de Inglaterra, en tiempos de mi admirado Enrique VIII), y comenzamos a pasear por la orilla del Támesis, hacia Millenium Eye y el County Hall, donde siguiendo una tradición particular creada en mi anterior viaje a Londres con Rober, aplacamos un poco el hambre a base de unos perritos calientes estupendos que hacen en una tiendecita al lado del centro comercial de County Hall. Volvimos a cruzar el Támesis, y nos dirigimos hacia la City, hacia Fleet Street, donde se encuentran algunas de las entidades financieras más antiguas de Europa, y por lo tanto, del mundo, como el Lloyd´s Bank. Comimos en un típico Pub, el Jorge... bueno, "The George", mientras veíamos un partido de fútbol ("Soccer", por supuesto). Fish and Chips, un Pub... fue un momento típicamente inglés, el equivalente a irse a Australia y cazar koalas con un boomerang subido en un canguro. Lo más típico, vaya. Hasta nos hicimos hinchas del equipo de fútbol al que animaban los de la mesa de al lado, el QPR o Queen Park Rangers, un equipo galés que, por lo que vimos, ha subido ahora a Premier League... ¡y al que apoyaremos siempre! ¡QPR! ¡QPR! ¡QPR!


Je, je ,je. En fin, después de comer y tras dar una vuelta por la iglesia de Saint Paul, centro de la iglesia anglicana, volvimos hacia el Támesis, para subir hacia el Puente de Londres y echar una ojeada al exterior de la Torre de Londres y sus beefeaters. No entramos, y debo reconocer que algún día me gustaría hacerlo, pero es que el precio de la entrada es realmente alto, veintitantas libras... Aunque algún día entraré y me encontraré de frente con el fantasma de Ana Bolena. Bueno, tampoco hace falta que esto ocurra literalmente, pero seguro que me entendéis. Después, cambiamos el espíritu turístico, y tras bajar hacia Trafalgar Square y St.James, recorrimos Park Lane Avenue para ver los concesionarios de los coches de lujo londinenses (es lo que tiene viajar con Santi, que acabas viendo coches), antes de dirigirnos hacia Victoria Station, recoger nuestras maletas y coger un autobús para ir finalmente al hotel, el Gower Hotel, en Sussex Gardens, un hotel pequeñito, muy mono, cerca de la zona de Paddington y Kensington. Y la verdad es que tardamos poco, más o menos lo que fue dejar las maletas en la habitación y salir corriendo hacia Knightbridge, donde está Harrod´s. Pero no creáis que íbamos a ver los grandes almacenes más importantes del mundo, no. Buscábamos Cheval Place. (Nos perdimos, claro, pero terminamos encontrándolo). ¿Y qué hay en Cheval Place? Un concesionario de Tesla. ¿Y que es Tesla? Pues una marca de coches eléctricos que ha conseguido que estos sean competitivos en cuanto a velocidad y autonomía respecto a los coches de gasolina de toda la vida. Y además, muy llamativos estéticamente. No puedo decir mucho más, que para mi, un Lamborghini Murciélago no dejará nunca de ser "un coche amarillo", pero en fin, cumplimos el objetivo. Desde allí, fuimos a Picadilly Circus ya para dar una vuelta, recorrer el SoHo y Chinatown, y cuando llegó la hora de cenar, tratamos de encontrar un Nando´s en el que Rober y yo habíamos estado hace dos años... pero se nos perdió. Vamos, que lo movieron de sitio... o que nos cegaron, porque pasamos por la puerta prácticamente y no lo vimos. Así que terminamos yendo a Victoria Station de nuevo, para cenar en el Nando´s que había allí. ¿Que qué es Nando´s? Pues una franquicia que se puede encontrar en Londres y Belfast, y cuyo plato estrella es el pollo asado con salsa Peri-Peri, una salsa portuguesa que se puede parecer al Mojo Picón aunque algo más picante (o bastante más picante, o mucho más picante, depende de la salsa que elijas) y que tiene probablemente la mejor relación calidad-cantidad-precio de todo Londres. Después de cenar, volvimos al hotel y a dormir prontito, que las siete de la mañana estaban muy cerca.


Nos levantamos progresivamente entre las siete y las ocho, para bajar a desayunar (English Breakfast, con su bacon y sus salchichas... la dieta a tomar por saco...) y luego, dar una vuelta por Kensington Gardens y bajar hacia Buckingham Palace para poder ver el cambio de guardia, que la otra vez que estuve, se suspendió por la lluvia. Este año ha sido diferente el tiempo, hasta el punto de que cuando el martes volví al curro, me dijeron que había cogido hasta color. Y debió ser en este momento, estuvimos casi dos horas en las puertas de Buckingham Palace, por aquello de coger sitio, y finalmente, pudimos ver el cambio de guardia completo. Sorpresón, eso sí, cuando de pronto la Guardia Real comenzó a tocar Bad, de Michael Jackson o I can´t stop loving you. Se nos quedó a todos cara de bobos. Bueno, tras ver el cambio de guardia, paseo por el Mall y autobús hasta Camden, para disfrutar del mercado más alternativo-underground del mundo. Allí echamos la tarde, comimos pizza y crepes, hicimos algunas compras, y finalmente, volvimos al hotel para dejar las cosas y dedicamos el resto del día a pasear hasta Marble Arch, Oxford Street y Tottenham Road, buscando alguna librería... pero fue imposible. Se ve que en aquella zona de Londres no se lee mucho. Eso sí... tres tiendas de Swarosky, como cuatro de Zara, Benetton, etc. Tomamos una sidra en otro pub, encontramos Comicrama (una tienda pequeñita... y además estaba cerrada), y desde Oxford Street sí conseguimos encontrar el Nando´s del SoHo, así que nada... ¡a cenar y a la cama pronto, que al día siguiente volvíamos a madrugar!


Amaneció el lunes, con calorcito, recogimos la habitación, hicimos las maletas, desayunamos, y a cruzar Kensington Gardens para ir a ver Royal Albert Hall y bajar hacia el Museo de Historia Natural, que este año decidimos que queríamos ver dinosaurios. Tuvimos que hacer cola un ratito, pero entramos enseguida después de vivir uno de esos momentos "Tierra trágame" tras hacer un comentario jocoso sobre una pareja que teníamos delante... y que debían ser aproximadamente de Cuenca... porque hablaban español perfectamente... y estuvimos viendo tiranosaurios y ballenas azules hasta que llegó la hora de marcharnos hacia la que para mi era la visita más importante del fin de semana: la Iglesia del Temple en Fleet Street. Aunque a día de hoy la Iglesia en sí no tiene mucho que ver con lo que fue en su día, Fleet Street fue el lugar donde estuvo la encomienda londinense de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón, o sea, los ya míticos Caballeros Templarios, orden que, cualquiera que me conoce, sabe que es una de mis pasiones. Durante mucho tiempo, tras la destrucción de la Orden en manos del Rey de Francia, Felipe IV el Hermoso y del Papa Clemente V, la iglesia del Temple estuvo vacía, pero finalmente, más de trescientos años más tarde, los Estuardo entregarían la antigua encomienda a dos congregaciones religiosas, Middle Temple e Inner Temple, que son quienes aún la gestionan a día de hoy. La mayor parte de la Iglesia ha tenido que ser reconstruida, ya que fue destruida durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Poco queda de los Templarios originales, salvo algunos sepulcros en la Rotonda, la zona original de la Iglesia. Pero para mí, era una visita muy importante. Supongo que la forma de tener un pequeño "Síndrome de Jerusalén" en miniatura, me pude imaginar a los Caballeros, pude ver la imagen de los dos caballeros sobre un solo caballo, el sello clásico de los Templarios. Para mi, un auténtico placer, y no puedo menos que agradecer a Rober y Santi que tuvieran la pacienciade acompañarme para poder verla.


Y nada, después de ver Temple Church, nos dirigimos a Victoria Station, donde comimos antes de coger de nuevo la lanzadera a Gatwick, y el vuelo que nos traería, de nuevo sin retrasos y de la forma más apacible, a nuestra Piel de Toro, donde mis amigos Dani y Raquel nos esperaban en el aeropuerto para devolvernos, agotados pero satisfechos, a nuestros cómodos y confortables hogares.

En fin, ese fue nuestro viaje, y aquí queda reflejado para la posteridad.

lunes, 16 de mayo de 2011

HACELDEMA, EL CAMPO DE LA SANGRE

            Estamos en 1493, y grandes cambios han sacudido repentinamente la sociedad de los Cainitas. La unión de los Brujah, Gangrel, Malkavian, Nosferatu, Toreador, Tremere y Ventrue dirigida por Hardestadt y conocida como “La Camarilla” había dado dos grandes golpes de efecto. El primero, aplastar prácticamente por completo la Revuelta Anarquista. El segundo, encontrar la fortaleza de los Assamitas ,el castillo escondido de Alamut, y ponerle cerco, lo que obligaba por primera vez en la historia a los Assamitas a negociar con otros Vástagos…
            En esta tesitura, Mihail Pahlevitch, Raquel bar-Seraph y Antoine Henri recibieron cartas de Lucita y Anatole, informándoles de la gran reunión de Cainitas que se iba a celebrar en la Abadía de la Sagrada Corona, en la lejana Inglaterra, en Southampton, entre Silchester y Thorns y en la que se decidiría el futuro de la estirpe de Caín. Además, Lucita les comunicaba en su carta los extraños desvaríos de Anatole, que les avisaba de que el Dragón se alzaba en las montañas del Este, y que debían guardarse del Campo de la Sangre. Mihail acudió junto a varios Tzimisce de la región, dirigidos por Symeon syn Draconov y Shaagra de Praga; Raquel lo haría formando parte de la delegación oficial de los Tremere; y Antoine encabezaría la delegación del Príncipe Vencel Rikard de Budapest.


Los tres se encontrarían en la Abadía de la Sagrada Corona, aunque en diferentes bandos. El Padre Samuel, Abad del Monasterio y Príncipe de Southampton les recibiría con cordialidad, y les pediría contención y frugalidad. En los siguientes días, en la Abadía tendrían lugar una serie de discursos y debates entre los representantes de los diferentes grupos asistentes, y finalmente, la idea era conseguir un pacto que permitiera a los Cainitas dar un nuevo paso adelante. Sin embargo, no tardarían en darse cuenta de que aquello era sobre todo un movimiento revanchista de la Camarilla contra los Anarquistas y los Assamitas, lo que ofendería especialmente a Mihail, que aún no se había decantado ni por Vástagos ni por Anarquistas.

En las noches sucesivas, asistirían a los discursos de Symeon syn Draconov a favor de la continuación de la Revuelta, o de Hardestadt, hablando de la dominación de la Camarilla sobre los Rebeldes. Vivirían en enfrentamiento entre los Tremere, dirigidos por la Justicar Dama Fanchon, y los Assamitas de Husayn al-Fatin, ya que la Usurpadora proponía "castrar" a los Assamitas con un ritual que les impidiera volver a beber sangre de Cainita. Aprovechando la confusión, la Brujah Anarquista Tyler trató de asesinar a Hardestadt, utilizando armas de fuego, y su huída fue interrumpida por Mihail, que la detuvo empalándola. Sin embargo, el ataque de Tyler sobre el Fundador había sido inútil, ya que Hardestadt se alzó sin apenas heridas y ejecutó a la Anarquista, provocando la ira de Mihail. Los Tremere conseguirían imponer su voluntad de realizar su maldición sobre los Assamitas, y los miembros del Círculo Interno, dirigidos por Etrius, comenzarían enseguida a trabajar en ello, aunque Raquel se vería apartada del círculo mágico al haber mostrado su desacuerdo en público con esta decisión.

Los propios personajes podrían participar, después de que el Malkavian Unmada expresase la necesidad de unión entre los clanes y el Justicar Rafael de Corazón esgrimiera la creación de la Mascarada. Raquel abogaría por la supresión de la Revuelta y la vuelta de los Rebeldes al seno de la Camarilla sin rencores; pero Antoine sería más radical, exigiendo vínculos de sangre para todos los levantiscos y la destrucción completa del clan Assamita. Mihail, por contra, atacaría el doble rasero de actuación de la Camarilla, y la prepotencia de Hardestadt y sus seguidores, poniéndose del lado de los Anarquistas.

El día siguiente, tras el discurso de la Matusalén Ravnos Durga Syn que defendía la no intervención en asuntos humanos, Mihail fue invitado por Symeon a un acto de rebeldía que tendría lugar la noche siguiente en Silchester, una Danza de Fuego, un golpe a la Camarilla ante sus propios ojos. Pero Mihail coincidiría en pensamiento con el Lasombra Gabriel Baruch: la locura sanguinolenta no era la solución al problema que les acuciaba. Y sin más, Mihail abandonaría el Concilio, la noche anterior a la lectura del Tratado de Thorns.

Este se leería la noche siguiente, estableciendo la victoria de la Camarilla sobre la Revuelta y los Assamitas, pero su firma se vería interrumpida por la llegada del arconte Federico di Padua, informando de que en Silchester, un grupo de Anarquistas Irredentos estaban llevando a cabo una masacre, rompiendo la Mascarada y destruyendo la ciudad, liderados por Symeon syn Draconov. Los arcontes, los Justicar y los propios personajes (Antoine y Raquel) se apresuraron a llegar Silchester, pero era ya demasiado tarde para hacer algo más que solucionar los problemas generador por los Anarquistas, y utilizar sus dotes de Dominación y Presencia para corregir la ruptura de la Mascarada; con Silchester convertida en el Campo de la Sangre...

La Revuelta Anarquista había acabado, sí... pero una guerra aún peor se iniciaba en el horizonte...