jueves, 5 de enero de 2012

BATMAN DE GRANT MORRISON (VI): BATMAN RENACIDO, LA VENGANZA DE CAPUCHA ROJA.

                Hace ya un año (mwah ha ha ha) que no hablamos en el Iconocronos de Batman y su andadura desde que cayera en manos de Grant Morrison, y ha llegado la hora de retomar el hilo desde donde lo dejamos, en ese interludio que suponía La Batalla por la Capucha y el enfrentamiento entre Dick Grayson y Jason Todd precisamente por el Mano del Murciélago. Con el número 35 de Batman de Planeta, llegaron a nosotros los números 1 y 2 de la nueva colección de la franquicia del Murciélago, la que se encumbraba por encima de las otras como colección principal, Batman y Robin.


                En el primer arco, nos encontramos ya a Dick Grayson convertido en el nuevo Batman, con Damian Wayne como Robin (ya que Tim Drake ha decidido seguir las pistas de que Bruce Wayne no ha muerto, para lo que se ha convertido en Red Robin), y con la Batcueva convertida en algo del pasado, con Batman, Robin y Alfred desplazados a un lugar llamado “el Batbunker”, en la propia Torre Wayne. Batman ya no es Bruce Wayne, y Dick Grayson sabe que es un nuevo Batman. Un Batman diferente, y piensa actuar como tal desde el principio. Así iniciamos el primer arco, Batman: Renacido; y abre con una persecución, Batman y Robin en un nuevo Batmóvil persiguiendo a unos maleantes con un tipo con cara de sapo como conductor y jefe, que lleva una maleta llena de fichas de dominó que debe entregar a un tal Doctor Pyg. Y si hacemos memoria, nos daremos cuenta de que no es la primera vez que oímos hablar de este personaje de extraño nombre. Claro, efectivamente: fue en el Batman 666, comentado ya en este blog, en el que el Batman Damian Wayne se enfrentaba al Doctor Pyg y sus Muñecotrónicas. Aquello fue solo un comentario, en Batman: Renacido  conoceremos a este peculiar villano en toda su decadencia. Mientras hombres de Pyg atacan la comisaría donde Gordon ha encerrado al Sapo (enfrentándose a Batman y a Robin en el proceso), el propio Pyg, un hombre vestido con una máscara de cerdo, y sus muñecotrónicas (personas que están bajo su control debido a unas máscaras de muñeca pelirroja) atacan a Niko, un traficante de armas con el que había negociado anteriormente, convirtiéndole en una de sus muñecotrónicas e iniciando el mismo proceso con la hija de Niko, Sasha, en un proceso demente que Pyg considera acaba con la fealdad de aquellos a los que trata, llevándoles a una extraordinaria perfección. Batman y Robin se enfrentan a los hombres de circo que tratan de salvar al Sapo, sólo para encontrarse con que este ha muerto y tiene unas fichas de dominó en la mano. De vuelta al Batbúnker, Dick tiene un fuerte enfrentamiento con Damian, debido a la fuerte violencia que ha utilizado este, lo que lleva a Damian a continuar investigando por su cuenta, y dirigiéndose a un viejo circo abandonado, donde es atacado por las Muñecotrónicas y el Doctor Pyg, aunque vemos que el proceso de conversión de Sasha no ha finalizado.


                Pyg hace estallar una serie de bombas en Gotham, pero tras interrogar a uno de los hombres del Doctor, Batman averigua que las bombas son sólo para enmascarar el verdadero plan de Pyg, liberar un virus que convertirá a todos los habitantes de la ciudad en adictos de una sustancia que controlará el propio Pyg. Mientras Batman procura evitar que se liberen estos gérmenes, Robin tiene que hacer frente en solitario al propio Pyg, que demuestra ser un maníaco enloquecido pero que hace alusión a algo que más adelante será muy importante: “La caja…la caja, el foso de la desesperación… en su interior, nunca terminaba…”. Atentos, que la caja a la que se refiere Pyg volverá a ser muy importante más adelante.  Robin consigue liberarse de Pyg, y se enfrenta a este y a las Muñecotrónicas, liberando a Sasha (que tiene la máscara pero que no se ha convertido mentalmente en una esclava de Pyg) y enfrentándose al Doctor en la montaña rusa. Finalmente, y con la ayuda de Batman, Robin detiene a Pyg, al que encierran. El dúo queda consolidado, y se disponen a enfrentarse a Le Bossu, uno de los criminales del Guante Negro, mientras que Sasha acude al hospital donde están tratando a su padre, herido en la lucha entre Robin y Pyg.  Y es que Sasha ha decidido acabar con las Muñecotrónicas, aunque mientras mata a su propio padre, es encontrada por la policía… y por alguien que se hace llamar Capucha Roja, el azote de los criminales de Gotham, que le propone a Sasha convertirse en su socia.


                Y el segundo arco de Batman y Robin será precisamente La Venganza de Capucha Roja. Batman y Robin se enfrentan a un nuevo villano, Gusano de Luz, al que obligan a huir. Mientras le siguen, Gusano de Luz se encuentra con Capucha Escarlata y su compañera, Sasha, que ha adoptado el nombre de Scarlett. Y ambos siguen una política muy concreta: “Dejad que el castigo se ajuste al crimen”. Capucha Escarlata mata a Gusano de Luz, y arrojan el botín de este por la ventana, junto con una tarjeta roja que acaba en manos de Batman y Robin, “La Venganza vuelve a reforzar su Roja Mano Derecha”. Mientras Capucha Roja extiende su guerra contra el crimen de la forma más radical por todo Gotham, Dick debe hacer frente aún a las manipulaciones del Doctor Hurt sobre la familia Wayne, lo que le lleva a dar una serie de fiestas benéficas, en una de las cuales conoce a un excéntrico escritor y detective inglés, Oberon Sexton, al que llaman “El Sepulturero”, por su extravagante y siniestro aspecto. Las acciones de Capucha Roja han provocado el malestar entre el gremio criminal de Gotham, dirigidos (o eso parece) por el Pingüino, pero la presencia de Capucha y sus ataques a las diferentes mafias ha hecho que un grupo extremista religioso, dirigido por un hombre que se hace llamar “el Penitente”, ha llamado a su más peligroso asesino para que solucione el problema de Capucha Roja: el Flamenco (sí, también salía en el 666 de Batman).

                Sin embargo, las medidas de seguridad de los mafiosos no han sido suficientes, y Capucha Roja y Scarlett irrumpen en su reunión, matando a muchos de ellos hasta que aparecen Batman y Robin, que también estaban vigilando a los criminales y que salvan la vida del Pingüino, identificando a Capucha Escarlata como Jason Todd (realmente, no podía ser de otra manera, ¿no?). Batman y Robin se enfrentan a lo que parece ser su reflejo oscuro, Capucha Roja y Scarlett, y estos últimos consiguen escaparse y hacer publicas las imágenes de Batman y Robin salvando a un conocido criminal, lo que provoca la controversia pública, el debate sobre si la forma correcta de actuar es la de Batman o la de Capucha, y todo bajo la premisa “¿Debe el castigo ajustarse al crimen?”. Mientras la policía de Gotham va encontrando pistas sobre la llegada del Flamenco, un asesino terrible, y encuentran el avión en el que ha venido, lleno de cadáveres de mujeres y con una superviviente a la que le han arrancado la cara. Todo indica que el Flamenco se comió los rostros de todas las fallecidas, así como la de la superviviente. Batman y Robin vuelven a encontrar a Capucha Roja y Scarlett, que están  en un hospital, inyectando lejía en las venas de un narco que trabajaba con drogas adulteradas, y tienen un nuevo enfrentamiento en el que Scarlett hiere de gravedad a Robin, y Dick y Damian son derrotados.


                El Flamenco llega a las calles de Gotham, siguiendo el rastro de Capucha Roja, que ha iniciado una cuenta atrás en Intenet,  con Dick y Damian desenmascarados ante una webcam que se conectará si recibe el numero de votos/visitas suficientes en el debate sobre quién es mejor, Batman o Capucha Roja. Por supuesto las llamadas se disparan… Y finalmente, el Flamenco encuentra a Capucha Roja y Scarlett, a los que asalta con especial dureza. Batman y Robin escapan de la trampa de Capucha Roja a tiempo de ayudarles a él y a Scarlett contra el Flamenco, que estaba a punto de matarles a los dos. Juntos, derrotan al Flamenco, al que Jason Todd mata (al menos, eso parece). Scarlett desaparece, pero Jason es detenido por la policía, aunque no antes de que le eche en cara a Dick el hecho de no haber intentado resucitar a Batman en una Fosa de Lázaro. Dick Grayson desciende al lugar donde guardan el cadáver que Superman recuperó de las fosas de Darkseid (la clave de acceso es, ni más ni menos que “Zur-en-Arrh”)…

                En los dos primeros arcos de Batman y Robin Morrison cuenta con los lápices de dos ilustradores muy diferentes. En Batman: Renacido, tenemos a uno de los colaboradores habituales de Morri, el controvertido Frank Quitely, experto narrador y dibujante feista donde los haya, que parece especialmente apropiado para la historia del Doctor Pyg y sus Muñecotrónicas, aunque… sigue sin gustarme. En el segundo arco, Quitely es reemplazado por Philip Tan, un dibujante también oscurantista, pero que sufre una extraña mutación a peor según avanza la saga, hasta el punto de que en algunos momentos del último número, hasta echo de menos a Quitely.  Aún así, con todo esto, Batman: Renacido y La Venganza de Capucha Roja son solo arcos de introducción. Lo más importante está aún por venir….

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