Bueno,
pues hala, ya he terminado la trilogía de la Fundación. Con Segunda Fundación, concluye esta trilogía
que ha marcado un hito en la historia, ya no de la Ciencia-Ficción, sino de la
Literatura. Y bueno, siendo sinceros, como casi todas las Grandes Obras
Maestras, una vez fuera de su marco, parece que no son tan buenas (menos El Señor de los Anillos, que es la
ostia, ahora y siempre). Con esto quiero decir que Fundación me parece un gran trabajo, efectivamente, una gran
historia de Ciencia Ficción, pero con algunas carencias notorias.
Centrándonos
en Segunda Fundación, como ya había
ocurrido con Fundación e Imperio,
Asimov nos cuenta dos historias prácticamente independientes. En la primera, continuación
directa de Fundacion e Imperio, vemos
el enfrentamiento entre el Mulo, el mutante telépata que había puesto en jaque
el propio Plan Seldon; mientras que la segunda, expone una guerra galáctica que
surge a causas del conflicto entre la Primera Fundación y la Segunda Fundación,
la fundación secreta de Hari Seldon situada “en el otro extremo de la galaxia”.
Asimov sigue manteniendo la construcción de la trama a través de conversaciones
entre personajes, y en este volumen añade un nuevo ingrediente a los ya
utilizados: el misterio de la ubicación de la Segunda Fundación. Lo que ocurre
es que no creo que sea un misterio demasiado bien gestionado, el capítulo sobre
“yo sé donde está la Segunda Fundación” parece la versión absurda de los
momentos salón de las novelas de Agatha Christie.
El
mayor defecto achacable a Segunda
Fundación, como a los anteriores libros es la absoluta falta de acción en
el desarrollo de los acontecimientos. La batalla más importante en la historia
de la Galaxia se resuelve en media página aproximadamente. Es obvio que Asimov
no considera esta parte de la narración como algo importante, el peso recae
sobre el trasfondo filosófico de la historia, de nuevo la diferencia entre
libre albedrío y manipulación. Pero somos hijos de la Guerra de las Galaxias, y parece que sin una buena ración de naves
estallando, el espacio está vacío.
Aunque
no ha pasado a mi lista de libros preferidos (Simmons sigue siendo mi autor de
ci-fi favorito, y no parece que le vayan a desbancar pronto), me alegro de
haber leído este clásico de la Ciencia Ficción, del que probablemente hayan
bebido muchos autores que han venido después.
Pues aun te quedan un montón de libros sobre Fundación y Robots...
ResponderEliminarMe parece que lo que queda de año está destinado a novela histórica y fantasia épica... Y a escribir, jefe. A escribir.
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