Como últimamente estamos
aficionándonos bastante a los juegos de mesa (sí, no hay ámbito friki que no se
toque en estas páginas) he decidido incluir una nueva sección que inauguramos
hoy sobre este fascinante mundo: el de los Juegos de Mesa. Aunque realmente no
es una inauguración, si no una continuación, ya que en Los Viernes de Marco ya tuvimos una entrada sobre uno de los
grandes clásicos dentro de los juegos de mesa, el fabuloso Misterio. Así que, como no a todo a lo que se juega en torno a un
tablero es un parchís, ¡empezamos nuestro viaje!
Y
partimos con un juego que me llegó a casa estos reyes de mano de Marco, que fue
quien me lo regaló: El Hobbit. No es
un tema nuevo en este blog, donde ya ha habido reseña tanto del libro como de
la película, pero por si alguien ha escapado hace poco de otra dimensión, os
recuerdo que El Hobbit fue la novela
de J.R.R Tolkien que precedió a El Señor
de los Anillos, en la que se narra el periplo de Bilbo Bolsón junto a doce
enanos y Gandalf para recuperar el tesoro de la Montaña Solitaria de manos del
dragón Smaug. En el camino, Bilbo se encontraría con el anillo que todos
conocemos, y sobre el que no es necesario hablar mucho más. El Hobbit fue escrito para un público
más infantil que El Señor de los Anillos,
y guarda dentro de sus páginas varias horas de diversión segura; y aprovechando
el éxito que tuvo la adaptación a la gran pantalla de la gran epopeya de
Tolkien, no hace mucho que llegó a los cines la primera parte de la trilogía
que será El Hobbit.
Como ocurre
muchas veces, y puesto que todo es versionable, aparecieron varias adaptaciones
al tablero de esta historia, más cercanas al libro o a la película, pero
aprovechando el tirón de ambas. La versión que nos ocupa hoy es la de la firma
brasileña Devir, que cuenta en su haber con títulos del peso de Catán, y que ha hecho esta aventura. En
ella, entre 2 y 5 personas pueden jugar y convertirse en los compañeros de
Bilbo y el resto de los enanos y realizar el viaje entre La Comarca y la
Montaña Solitaria. El camino se divide en secciones que se diferencian entre
“camino” y “eventos”. Las primeras aportan mejoras o modificaciones a las
“hojas de personaje”, donde aparecen los valores de estos; y las segundas, son
grupos de sucesos ambientados en algún momento del libro o la película (el
ataque de los trasgos, Moria o el propio enfrentamiento con el dragón) en los
que conseguimos las recompensas (joyas) y hay que poner a prueba los recursos
obtenidos durante el camino. El juego se mueve en dos niveles: competitivo y de
colaboración, pues aunque incluso todo el grupo está representado por una sola
figura (la de Bilbo), las recompensas en joyas son individuales, y es lo que
determina quién gana el juego. Cada vez que se falla un reto, el dragón avanza
una casilla hacia El Lago, y si llega a la ciudad del Lago, hemos perdido
todos. Aquí no hay dados de movimiento (sí de combate), y cada turno, el
jugador mueve una casilla, repartiéndose las recompensas según las pujas de los
jugadores con sus cartas.
El
juego es verdaderamente entretenido y dinámico, no dura mucho (en torno a una
hora) y es fácil aprender a jugar. Sólo una pega. Acabamos el juego… y no
fuimos capaces de saber qué pasa cuando te encuentras con el dragón. ¡¡Seguimos
buscando!!
Para mi que el Dragón se les ha colado en la caja y no vale para nada.... xP
ResponderEliminarMe hago fan de esta sección! Ando bastante pez en esto de los juegos y siempres se agradecen recomendaciones
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