jueves, 26 de septiembre de 2013

DAREDEVIL: CALOR

Si hay un personaje emblema del resurgimiento de Marvel de sus propias cenizas,  ese es sin duda Daredevil. El Hombre Sin Miedo fue el emblema del sello Marvel Knights, y el único de los personajes que fueron remozados por Joe Quesada y Jimmy Palmiotti que ha continuado con colección propia de forma ininterrumpida hasta el día de hoy. Con el fin de las etapas de Bendis y Brubaker y el crossover Tierra de Sombras, Daredevil tuvo que vivir un reboot propio, y en Marvel Now, ese renacimiento vino de mano de Mark Waid, uno de los mejores guionistas con los que el mundo del cómic ha contado en los últimos años, que ha brillado especialmente en DC y al que se han encomendado dos pilares de Marvel como son Daredevil y Hulk.



                En las librerías se encuentra ya el tercer tomo de este Daredevil: El Hombre Sin Miedo de Mark Waid, con el título de Calor, un pedazo de tomo que incluye ni más ni menos que 216 páginas de aventuras de Matt Murdock, continuando las tramas del número anterior, con Daredevil en posesión del Disco Omega (un sistema informático que contiene todos los datos relevantes de una sociedad criminal llamada Megacrimen), y Foggy desconfiando de la cordura de su más viejo amigo, con el hándicap añadido de que, efectivamente, Matt sufre lo que parecen ser distracciones o alucinaciones que le ponen en peligro, al tiempo que, como probablemente el ligón oficial del Universo Marvel, comienza una nueva historia de amor con la fiscal del distrito. Pero el Disco Omega atrae la atención de varias agencias que quieren hacerse con el puesto de Megacrimen, y también de uno de los ministros del Doctor Muerte, por lo que Daredevil se encuentra prisionero en Latveria, donde el ministro de economía de este país decide hacerle pagar las pérdidas causadas a su país por la intervención del Hombre Sin Miedo con Megacrimen, ya que la agencia iba a comenzar a blanquear dinero a través del dominio de Muerte. Con sus facultades disminuidas, Matt debe escapar de los hombres del Ministro Beltane; sólo para encontrarse en el segundo arco del tomo, con que es víctima de la persecución de un nuevo villano, el Coyote, la versión “actualizada” de un viejo villano de tercera categoría… que es lo mejor de todo el tomo, ya que la verdad es que da bastante miedito.



                La aventura del Coyote es bastante interesante (quizá un poco confusa al final), pero la de Latveria tiene momentos en los que roza un poco el absurdo, y me hace pensar que realmente, Waid no está cumpliendo como se esperaba con sus tramas en Marvel. Tanto aquí como en Hulk le he visto bastante flojito, y quizá los dibujantes que le acompañan no estén reforzando las tramas de Waid. En este caso, se trata de un Chris Samnee con un dibujo bastante feote y de un Mike Allred más sucio y menos llamativo que de costumbre.




                La verdad, esperaba un poquito más, tanto del guionista como del personaje.

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