Hace literalmente un
momento que acabo de terminar de ver la tercera temporada de Prison Break, y me
he acordado de que no había hecho reseña de la segunda, así que hoy os dejo el
post sobre las dos temporadas.
No sé si dejé claro en
el post anterior lo absolutamente impresionante que me había parecido la
primera temporada de Prison Break, pero por si acaso, lo vuelvo a decir aquí,
así como precedente. Y lo cierto es que al igual que me habían dicho que la
primera temporada de Prison Break era la leche, también me habían avisado de
que iba en declive.
En la segunda
temporada, continuamos con la huida de los ocho presos que escaparon en la
primera de la cárcel de Fox River, en Chicago. Michael Scofield, Lincoln
Barrows, Theodore Bagwell, Fernando Sucre y compañía se dispersaban ahora por
los Estados Unidos intentando escapar del país y hacerse con el botín que
durante años había guardado Westmoreland y cuya ubicación había compartido con
Scofield, aunque algunos más lo habían oído. Con toda la policía del país
puesta patas arriba por la huida de los ocho de Fox River, y la Compañía
tratando de evitar que Lincoln y Scofield hicieran públicas sus manipulaciones
con el gobierno de Estados Unidos, el FBI entra en escena, con el agente Alex
Mahone al frente, un agente capaz de hacer frente a la inteligencia de Scofield
y con muchos menos escrúpulos.
Si la primera
temporada de Prison Break fue una genialidad, lo cierto es que, sin estar a la
misma altura, la segunda mantiene un ritmo trepidante que me ha tenido bastante
enganchado. Evidentemente, tiene sus puntos negativos, el principal a nivel
argumental, y es que creo que abusa demasiado de las coincidencias (la escena
de Bellick, Sucre y T-Bag coincidiendo por azar en el aeropuerto internacional
de Méjico es delirante). Y quizá fuerza un poco la historia para exprimirla y
conducirla a la tercera temporada… la que me habían avisado era la peor de la
serie. Temporada con nombre propio, por cierto: Sona.
Y es que la tercera
temporada retomaba el argumento de la primera: una fuga de una cárcel. Solo que
Sona es muy diferente de Fox River, una cárcel panameña dominada por los
propios presos y de la que nadie había
escapado jamás, pero de la que Scofield debía sacar a un nuevo personaje, James
Whistler. Y si no lo conseguía, matarían a LJ y a Sarah, prisioneros de la
compañía. La casualidad (y los guionistas) hicieron que Scofield no fuera el
único interno en Sona: Mahone, T-Bag y Bellick se convertirían en sus
compañeros de prisión, y en elementos a tener en cuenta en la carrera contra
reloj de Scofield por sacar de Sona a Whistler antes de que mataran a Sarah y
LJ. Y contrarreloj también contra la huelga de guionistas que tanto daño hizo a
muchas series americanas coetáneas de Prison Break (que le pregunten a Héroes,
cuya sentencia de muerte firmaron).
Quizá sea porque me
imaginaba que la tercera parte iba a ser tan mala que aborrecería la serie y me
haya sorprendido gratamente, pero a falta de ver la cuarta temporada, debo
decir que incluyo Prison Break a nivel global en el Olimpo de las series, con
Galáctica y poco más.
¡Que poco me queda
para terminar!
A mi la segunda temporada me pareció no mala, pero sí objetivamente peor que la primera (que no es tan negativo como suena, porque la primera es que es muy, muy buena). El principal fallo ya lo señalas tú, abusa demasiado de las casualidades. Según cuánto te moleste eso, la temporada te gustará más o menos.
ResponderEliminarLa tercera sí que me pareció directamente mala. Pero mala de principio a fin. La premisa no tiene sentido, Sona es absurda y las cosas pasan porque sí. A mi me hizo gracia la temporada porque la vi del tirón, empecé a reírme en el episodio 3x01 y no paré hasta que terminó. No le vi ni pies ni cabeza.
La cuarta creo que ya lo dije en su momento, pero me pareció todavía peor. No de reírte de "cómo pueden esperar que me trague esto", sino de cabrearme en plan "¿¿pero se piensan que soy idiota para tragarme esto??" Las dos películas que cierran el asunto ni las vi.
Así que PB, para mi, de olimpo de series, nada. La primera temporada sí, el resto no. Pero son opiniones, claro.