La segunda parte de la trilogía más juvenil de Joe Abercrombie llega al Iconocronos, precedidas de numerosos aplausos, que el libro los merece.
Si en Medio Rey habíamos visto las aventuras del joven Yarvi, el menor de los hijos de los reyes de Gettlandia para cumplir su juramento de venganza y recuperar el trono que le corresponde por derecho de sangre, en Medio Mundo, nos encontramos con Yarvi habiendo cumplido su auténtica vocación: convertido en clérigo del nuevo rey de Gettlandia, su tío Uthil Convertido en enlace entre la historia del primer libro y este segundo, Yarvi parece haberse echado a espaldas una misión poco menos que imposible: defender la independencia de Gettlandia y los reinos del Mar Quebrado de las ansias evangelizadoras del Alto Rey y su clériga, la Abuela Wexen, defensora a ultranza de la idea de la Diosa Única.
Pero aunque Yarvi es, como hemos dicho, el puente que une ambos libros, no es el protagonista de esta novela. Hilde "Espina" Bathu es una joven que aspira a ser guerrera de Gettlandia, pero un accidente durante un entrenamiento la convierte en una asesina, y para conmutar su condena a muerte, entra al servicio de Yarvi. Brand es un joven guerrero cuya única ambición es seguir la voluntad de su madre y "vivir en la luz", haciendo el bien dentro de lo posible. A causa de Espina, Brand se indispone con sus compañeros y su maestro, y de esa manera, termina también enrolado en la causa del Padre Yarvi, que, puesto que tiene medio mundo en contra, decide buscar aliados precisamente en el otro medio mundo.
La historia de este libro es la de Espina y Brand, la transformación de ambos en héroes, además de un vistazo a una parte del mundo que no habíamos visto en la primera parte, abandonamos junto a Yarvi y su tripulación el Mar Quebrado para llegar a unas costas nuevas, las del Mar Resplandeciente, donde se encuentra el Pueblo de los Caballos, la ciudad-estado de Karlyv, o el objetivo de su viaje: la Primera Ciudad, un reflejo de Constantinopla en este mundo de ficción, regido por una Emperatriz, aliada del Alto Rey y Casa Skeken, pero a quien Yarvi quiere atraer a su facción. Y mientras tanto, en el Mar Quebrado, las espadas se alzan, y los designios de la Abuela Wexen pueden hacer que ni Espina, ni Brand ni Yarvi tengan un hogar al que regresar.
En Medio Mundo, Abercrombie mantiene el ritmo y el estilo que había mostrado en Medio Rey, esa narrativa ágil, rápida y concisa, y al mismo tiempo cargada de filosofía y profundidad, aunque sí que es cierto que en esta novela la parte "young" de la "fantasy", me da la sensación de que está muy presente, y es que salvando las distancias, la relación entre Espina y Brand es muy "teenager" en la mayoría de la novela,
Ya estoy con Skara y Jenner el Azul, así que ya os contaré qué tal con Media Guerra...
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