Al igual que tuvimos que ir
diciendo “adiós” a las colecciones del Universo DC tradicional, va tocando
decir “hola” a las que van llegando del nuDC. Ya he leído Batman (por supuesto)
y Superman, pero bueno, ya sabéis que no soy demasiado amigo de hacer posts
sobre grapas a no ser que sea sobre arcos completos, así que esperaré un poco
antes de hablar sobre ellas. De modo que para inaugurar los comentarios sobre
el Nuevo Universo DC, abrimos el fuego con el tomo sobre Catwoman. Miau.
Antes
de nada, debo decir que, como he hecho con el mundo Marvel desde hace mucho,
cuando comenzaron a llegar las noticias sobre el reboot que se estaba haciendo en DC, me desvinculé de cualquier
medio de información. No he leído nada sobre las nuevas cincuenta y dos, ni
opiniones de gente, ni he mirado los números USA, ni nada de nada. De modo que
la publicación de estas nuevas colecciones por EC me pilla virgen mental.
Vamos, que la primera lista seria de publicación del nuDC que he visto ha sido
en el último número de Flashpoint, cuando finalmente se habló de como EC iba a
publicar el material de DC. Ahora, con las colecciones por aquí, y visto que
hay cosas que no van a salir de momento (Mister Terrific, Titanes…), supongo
que echaré un vistazo a los números USA. ¿Y por qué este tochazo introductorio?
Porque
contra todo pronóstico, lo que he leído hasta ahora de nuDC (poco, sí), la
verdad es que me ha encantado. El Batman
de Snyder me ha parecido una genialidad, el Superman
de Morrison sorprendente y con muchas posibilidades, la JLA de Johns muy entretenida… y esta Catwoman, del tándem Judd Winnick y
Guillem March, completamente espectacular. A nivel de argumentos, y a nivel de
dibujo. Espectacular.
Con
todo el jaleo del reboot sí que es
cierto que me es un poco difícil encuadrar cronológicamente lo que ocurre en
las diferentes colecciones (no sé si este Batman es más joven, más mayor o el
mismo que aparece en Batman, por
ejemplo), nos encontramos a una nueva Catwoman, una Selina Kyle que no ha
pasado por las manos de Ted Grant, que no ha sido la defensora del East End de
Gotham, que nunca se ha convertido en heroína ni ha sabido que Bruce Wayne era
Batman, ni ha sido madre. Es una Catwoman más cercana a sus orígenes, una
especie de vuelta a los orígenes, un personaje simpático (aunque esconde
sombras que tendremos que descubrir), la ladrona que disfruta haciendo lo que
hace, y que nos hace disfrutar a nosotros. La Robin Hood de Gotham, que roba a
los ricos… para quedárselo ella, pero que lo hace divertido. Y Judd Winnick
juega perfectamente con todos estos aspectos de Selina: la gamberra, la
ladrona, la juguetona, la mujer sexy, la persona desgarrada… Hay sitio para
todo en las páginas de este tomo.
Y
la verdad es que todo esto sale más que beneficiado con los lápices de Guillem
March, que es, repito, espectacular. El detallismo de su dibujo, la sensualidad
de cada una de sus líneas… es todo magistral.
Catwoman ha sido polémica, criticada por
algunos sectores del cómic nacional y americano, y lo ha sido por la innovadora
idea (sarcasmo on) de traer el sexo a los comics de superhéroes. Winnick ha
hecho en Catwoman lo que hace
siempre, que es lo que le sale del bolo, y nos ha traído una escena de sexo más
o menos explícito con Batman que ha encendido las iras de los sectores más
conservadores (como ya había hecho antes la aparición de la pareja formada por
Wiccan y Hulkling, y en muchas otras ocasiones), que por desgracia, sin mirar
nada más de la historia, se quedan con que lo más llamativo de todo esto es que
los superhéroes “tienen sexo”, por decirlo en bonito… (y porque creo que la
descripción de la escena deja claro que exactamente, lo que viene siendo amor…
hay poco). No se han dado cuenta de la genialidad de la forma de narrar la
historia que tiene Winnick, no se han dado cuenta del gran trabajo de Guillem
March, sólo de que los protas (ups) ¡se tocan!
En
fin… Chicos, un tomito genial, divertido, con unos dibujos sublimes… No creo
que se pueda pedir mucho más, ¿no?
para mi una buena sorpresa
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