Tras los acontecimientos de Lazos de Sangre, la muerte de Illyana, el
retorno de Magneto y los primeros brotes del Virus del Legado, la que podía ser
la más mortal amenaza contra los mutantes desde sus primeros días, los mutantes
de la Patrulla-X, Factor-X y X-Force se encontraban probablemente en una de las
situaciones más tensas de su historia, pues esta vez es cierto que se
enfrentaban a un enemigo al que era imposible golpear, un enemigo que les
atacaba en sus puntos más débiles… y del que Illyana y los mutados genoshanos
sólo habían sido las primeras víctimas.
El grupo que más
cambios tuvo, tanto a nivel argumental como a nivel de artistas a su frente fue
sin duda Factor-X. A nivel creativo, los numerosos cruces de las colecciones
mutantes hicieron que Peter David dejara la colección en manos de Scott
Lobdell, que ya se encargaba de los guiones de Patrulla-X. No a mucho tardar,
iría dejando espacio a J.M DeMatteis como dialoguista y luego como guionista
completo, quizá confiando Marvel en que el que hubiera sido guionista de JLI supiera mantener el tono jocoso de
las aventuras de David, pero no fue posible. El mundo parecía haberse vuelto de
pronto más oscuro, y Factor-X también. Tras descubrir que habían sido
traicionados por Val Cooper en el asunto de Cabo Hayden (recordemos que Val
había sido “poseída” por los Acólitos, pero que conocía realmente los planes
del Proyecto Despertar, el plan del gobierno de control de los mutantes), las
relaciones entre esta y el grupo se esfumaron, y de hecho, Forja se convirtió
en el nuevo enlace de Factor-X con el gobierno. Mercurio saldría del grupo
(nadie explicó nunca por qué), y Forja comenzaría a contar cada vez más con los
servicios del mercenario Random, tras un intento fallido de este de acabar con Polaris,
intento auspiciado por alguien dentro del propio gobierno de Estados Unidos.
Lejos de los tiempos de humor del humor de Peter David, Factor-X se hundió en
el mundo de las conspiraciones gubernamentales, mientras los guionistas
parecían tensar los hilos de lo planteado anteriormente, como en el caso de
Rahne, decidida a liberarse de su lazo empático con Kaos, pero incapaz de
hacerlo, lo que la lleva a escaparse se Isla Muir y volver a Washington con el
resto de su equipo. Además, comenzaríamos a ver pistas y más pistas de que
Madrox se había contagiado en Genosha del Virus del Legado, tramas que
coincidirían en la saga de Refugio, una enigmática villana de origen hindú que
busca adelantar el Mahapralaya, el fin del mundo, para acelerar la venida de la
era dorada que seguirá a este. Aunque filosóficamente, Refugio consigue
atraerse a varios miembros de Factor, como Polaris y una de las copias de
Madrox, sus acciones continúan siendo las de una terrorista, aunque consigue liberar
a Rahne de los procesos genoshanos, lo que lleva a que Madrox confíe en ella
para curarle del Virus del Legado. Refugio no lo consigue y Jamie Madrox muere.
Finalmente, Factor-X, con la ayuda de Val Cooper, infiltrada en la élite de
Refugio, consiguen detener los planes de esta para provocar el fin del mundo,
pero el precio es la vida de Madrox y el abandono del grupo por parte de Kaos.
El equipo tendrá que volver a hacer frente a enviados de su propio gobierno
(esta vez Avalancha y Comando Escarlata, de la vieja Fuerza de la Libertad) que
tratan de matar a Polaris, y que finalmente, descubriremos que son enviados ni
más ni menos que por Malicia, la merodeadora psíquica, que ha poseído a una influyente
senadora, pero que busca recuperar a su más poderosa víctima, Polaris. En su
encuentro final, Malicia poseerá a Kaos, y será la intervención del propio
Mister Siniestro la que acabe con la merodeadora psíquica, al menos de momento
Factor-X sufrió
enormemente la pérdida del genial Peter David, pero con la marcha de Joe
Quesada tras los pocos números en los que estuvo allí, también se vio bastante
perjudicada en el apartado gráfico, con dibujantes que obviamente no estaban a
la altura de lo que la colección se había merecido en otro tiempo. Jan Duursema
o Chris Wozniak ilustraron estas páginas, las de una colección que descendió en
pocos números de la élite a la mediocridad.
Mientras tanto, en
X-Force, y con Cable de nuevo al frente del grupo tras Atracciones Fatales, Fabian Nicieza nos trae un nuevo Frente de
Liberación Mutante, liderado por el siniestro Fuego Reinante, un hombre con
tendencias más terroristas y menos anárquicas que las de Dyscordia, que se
presentaría ante el mundo secuestrando a Henry Peter Gyrich y trasladándolo a
la isla de las Bermudas que había sido base de Magneto tanto tiempo atrás.
Además de con los viejos miembros del FLM (Tempo, Brazos, Salvaje y Segador),
Fuego Reinante contaba con dos aliadas más: una teleportadora que atendía por
Locus y una arquera enmascarada que atendía al nombre de Moonstar, y que a
todas luces, no podía ser otra que Dani Moonstar, regresada de Asgard para
ponerse al lado de los villanos en esta ocasión. X-Force y el FLM se
enfrentaron de nuevo, y aunque el equipo de Cable consiguió la victoria, lo
hizo a costa de dos bajas: Mancha Solar, desaparecido junto a Locus, y Feroz,
que mostró su lado más salvaje al pasarse al lado de Fuego Reinante y tratar de
matar a Gyrich. Aun con esto de por medio, Nicieza dedicaría varias páginas a
interiorizar en los personajes, especialmente en la relación entre Syrin (con
cada vez más problemas con el alcohol) y Sendero de Guerra. Dominó (la de
verdad) llegaría al grupo, conoceríamos parte del pasado de Estrella Rota en
una aventura que transcurriría en el Mundo Asesino de Arcade junto a Adam-X,
Syrin y Sendero de Guerra viajarían a Irlanda para hacer frente a un
enloquecido Black Tom Cassidy, que se estaba convirtiendo en planta (algo debió
pasar en alguna colección desde su última aparición en las páginas de esta
serie para que esto fuera así), y Rictor tendría que hacer frente a su propia
familia y los pecados de esta en el pasado. O sea, que habría sitio para todos.
X-Force se vería también implicada en un cruce con Nuevos Guerreros, Juego de Niños, donde Nicieza recuperaría a los
Arribistas y el Señor del Juego, y donde se sentarían las bases filosóficas del
que sería el siguiente gran cruce de las colecciones mutantes. ¿Quién iba a
hacerse cargo de la próxima generación de mutantes? El Señor del Juego lanzó a
los Arribistas a la caza de los antiguos miembros de los Infernales y los
Nuevos Mutantes, y por lo tanto, Bala de Cañón, Bumi, Moonstar, Rictor, Magma,
Émpata, Sendero de Guerra y Estrella de Fuego se convertirían en presas de
estos, y por lo tanto, Nuevos Guerreros y X-Force se unirían para hacer frente
a los Arribistas y liberar a sus amigos. Curiosamente, el resultado lo marcaría
Paige Guthrie, hermana pequeña de Bala de Cañón, que plantearía al Señor del
Juego la pregunta antes formulada. ¿Quién se haría cargo de la siguiente
generación? Antes de llegar a la respuesta de esta pregunta, X-Force tendría tiempo
de solucionar sus conflictos con los X-Ternos, y de asistir a un breve
renacimiento de Nimrod, el terrible centinela cazador de mutantes, al que Cable
y Dominó consiguen desactivar apenas mediante la lógica de las consecuencias de
su caza para los humanos que debe proteger, pero la aparición de Nimrod deja
claro algo que se había insinuado remotamente en Factor-X aunque había quedado
apagado por la aparición de Malicia. Algo estaba ocurriendo en el gobierno de
Estados Unidos, investigaciones con tecnología que no debía existir y que
tenían que ver con cazadores de mutantes. Pero esto ya llevaríamos meses
viéndolo con toda claridad en Patrulla-X, a la que ahora pasaremos.
Aunque a nivel
creativo Nicieza continuaría en X-Force, Greg Capullo finalizaría su andadura
en Atracciones Fatales. Con poco
estilo pero bastante eficiencia, Matt Broome realizaría algunos números, hasta
dejar su puesto al que se convertiría en nuevo dibujante fijo de la colección:
Tony Daniel (sí, el Tony Daniel que a día de hoy guioniza y dibuja una de las
colecciones del Murciélago), un dibujante práctico y particular, pero sin el
preciosismo que había caracterizado a Capullo.
Y llegamos por fin al
desarrollo de las colecciones raíz de todo esto. Patrulla-X y X-Men. Mientras la primera se ocupaba de planos
generales y amenazas a más alto nivel (con una dinámica casi de historias
completas por números), la segunda se centraba en la mansión y en algunos
personajes, con la misma política de historias autoconclusivas. Así, en X-Men
nos encontrábamos con la presencia de Dientes de Sable en la mansión a causa de
lo ocurrido en un X-Men Unlimited en
el que había perdido a su telépata, Birdie, y Xavier había decidido participar
en un extraño proceso de redención, que llevaría a los habitantes de la mansión
por la calle de la amargura. Así, como el monstruo en el interior del hogar,
Victor Creed (o sea, Dientes de Sable) tendría que vérselas con Júbilo, Jean
Grey o Mariposa Mental. Además, veríamos el acercamiento de Arcángel a esta
última, mientras ambos hacían frente al intento de Shinobi Shaw de restaurar el
Círculo Interno del Club Fuego Infernal. Aquí veríamos también la esperada boda
entre Cíclope y Jean Grey, donde One de
U2 se convirtió en la pieza principal del baile. Tras la boda, llegaría la luna
de miel (en la que Cíclope y Jean viajarían al futuro para convertirse en Flaco
y Rojja, los tutores del jovencísimo Cable), y el nombramiento de la Bestia
como jefe del Equipo Azul (aunque el sistema de equipos no funcionaba
demasiado, apareciendo indistintamente los personajes en una colección y
en otra). Descubriríamos que Revancha
estaba infectada por el Virus del Legado, y antes de su muerte, decidiría
resolver todos sus lazos pendientes, revelándose la intervención de Espiral en
aquella dualidad entre Mariposa Mental y Kwannon, enfatizando la actual
relación amorosa entre Betsy y Warren, y dejando claro que finalmente, Mariposa
Mental era Elizabeth Braddock en el cuerpo de Kwannon. Una historia de un
pasado compartido entre Gambito y
Dientes de Sable, y la incursión de Bestia, Gambito y Mariposa Mental en uno de
los centros de investigación de Mister Siniestro (que andaba en estos momentos
por Honolulu enfrentándose a Malicia) y donde encontraron a una muy cambiada
Responso junto a la que tuvieron que hacer frente a los clones que Siniestro
realizaba de sus Merodeadores, fueron los últimos capítulos de X-Men antes de sumergirse por completo
en la saga que estaba por venir.
Y cuya gestación se
llevaría sobre todo en Patrulla-X,
donde Pícara, Bishop y el Hombre de Hielo tendrían el primer encontronazo con
una especie de centinelas tecnorgánicos que parecían completamente humanos;
encuentro que se repetiría al enfrentarse Arcángel y Jean Grey a lo que parecía
ser un Cameron Hodge resucitado por el virus trans-mod, que se había traído
consigo a una criatura semejante imprintada con los recuerdos de Candy
Southern, en su afán por torturar a Warren. La biocentinela Candy se
suicidaría, destruyendo a Hodge en el proceso, pero revelando que había allí
mucho más de lo que se acertaba a ver de primeras. La boda de Scott y Jean
llegaría también a estas páginas, donde ser haría un recuerdo de su historia de
amor, y donde veríamos también el primer encuentro entre Xavier y Amelia Voght,
la teleportadora de los Acólitos de Magneto, pero donde además Lobdell dejó
entrever algo que tendría gran importancia mucho más adelante: la presencia de
Magneto en la psique del profesor Xavier. Cable y Cíclope tendrían que hacer
frente juntos al Ejecutor, y Bishop ocuparse de Dientes de Sable que había
conseguido escapar de sus celdas, antes de que, con la salida de Romita Jr de
la cole y la llegada del amerimanga Joe Madureira, los centinelas tecnorgánicos
que se hacían llamar Falange volvieran a hacer su aparición, enfrentándose en
plena Nueva York a Tormenta, Gambito y Yukio, revelando su capacidad de
absorber materia viva y su práctica invulnerabilidad. Los hombres-X
conseguirían sobrevivir a duras penas al ataque de Falange, pero estaba claro
que los centinelas tecnorgánicos de la entidad Falange volverían en breve.
Mientras los mutantes asumían la gravedad de sus problemas, Emma Frost
regresaba finalmente del coma en el que se había sumido tras ser atacada por
Fitzroy tras la muerte de los Infernales, y lo hacía dominando el cuerpo del
Hombre de Hielo, tras el corte de medidas defensivas provocado por el ataque
del Ejecutor y la escapada de Dientes de Sable. Xavier conseguiría devolver a
una casi enloquecida Emma a su cuerpo y devolver el control del suyo a Bobby,
pero con Emma Frost en danza, nos encontramos una nueva incógnita para una
pregunta anteriormente mencionada. ¿Quién se haría cargo de la próxima
generación?
Tras un número en el
que podríamos ver la vida de Coloso en Avalon, ejerciendo como abogado defensor
de Neófito, acusado de traición por Éxodo, tendríamos por fin la respuesta a
esa pregunta y a las relacionadas con la Falange. Porque precisamente, la saga
que llegaría sería La Alianza Falange.