X-MEN: SUPERNOVAS

X-Men: Supernovas by Mike Carey
My rating: 3 of 5 stars

De los proyectos que aparecieron después de Génesis Mortal relacionados con la Patrulla-X, quizá el más innovador y rupturista fuera el de Mike Carey. Desde la alineación del equipo a su actitud, todo era extraño. Con el Profesor-X en el espacio tratando de alcanzar a Vulcano, y tras la intervención de un grupo liderado por Pícara en un falso hospital donde viviseccionaban mutantes por órdenes de un tal "Pan", Cíclope y Pícara acuerdan que esta dirigirá un grupo de intervención rápida, sin deberes formativos en la escuela. Así que junto a Pícara, encontramos en estas páginas al Hombre de Hielo y Bala de Cañón... pero también a Cable,Mística, Lady Mente Maestra, la Centinela Karima Shapandar y Dientes de Sable.

Durante la trama de Supernovas, el grupo de Pícara conseguiría incluso un nuevo cuartel general, un barco volador llamado "El Conquistador", que toman de sus enemigos en este primer arco, los Hijos de la Cámara, un grupo de humanos evolucionados que persiguen a Dientes de Sable tratando de acabar con todos aquellos que habían oído hablar de ellos (la aparición de una raza ajena a humanos y mutantes no es nueva, en tiempos, Claremont ya trajo a los extintos "Neo"), y para ello, utilizan a Estrella del Norte y Aurora, volviendo a poner a ambos personajes en el tablero. El segundo arco, Infección Primaria, continuaba directamente con la trama del hospital del primer número de Carey, ya que el grupo de Pícara tiene que hacer frente a Pan (Pandemia), un doctor que experimente con los mutantes para absorber sus poderes. Y por último, con Pícara bastante tocada por su enfrentamiento con Pan, el equipo terminó en la Isla de Providence, un refugio organizado por Cable, donde con la dudosa ayuda de un Mummudrai (una entidad psíquica malvada), tienen que hacer frente a un antiguo arma de destrucción masiva de los Shi'ar...

El argumento no está mal, la verdad, la historia es bastante chula... pero la verdad es que tengo bastantes atragantados a los dos dibujantes que acompañaron a Carey en esta etapa: Chris Bachalo y Humberto Ramos (más el primero que el segundo). Así que realmente no disfruto demasiado de estas historias, seguramente porque se me caen en la parte visual.

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