Animal Man, Vol. 1 by Grant MorrisonMy rating: 5 of 5 stars
Leí por primera vez la etapa de Grant Morrison en Animal Man hace ya algunos años, de prestado, y de nuevo, la Biblioteca Grant Morrison me ha dado la oportunidad de tenerlo y releerlo, y volver a disfrutarlo aún más si cabe. Y es que una de las grandes habilidades de Morrison a la hora de escribir cuando cuenta con libertad (como en el caso de Animal Man) es que la lectura mejora con los años y la experiencia, algo de lo que estoy disfrutando mucho últimamente y no sólo en este tipo de cómics.
Hacia 1988, como cuenta el mismo guionista en la introducción, le dieron la oportunidad de trabajar con un personaje secundario a su elección, y decidió hacerlo con Animal Man, un personaje de segunda fila que llevaba años apartados del foco. Buddy Baker, el alter ego de Animal Man, había obtenido sus poderes tras recibir el estallido de una nave extraterrestre, lo que le había hecho capaz de adquirir las habilidades de los animales, pero lo "original" de Buddy es que era un personaje con familia: mujer y dos hijos, lo que lo alejaba del estándar clásico del superhéroe solitario (como Batman) o enlazado en una relación romántica de novia eterna (como Superman en aquellos momentos).
Total, que a Morrison le dieron carta blanca para jugar con Animal Man (como ya habían hecho con Sandman y Neil Gaiman con un notorio éxito), y Morrison transformó su etapa en el personaje en todo un ejercicio de reivindicación de los derechos animales y sobre todo, de metaliteratura. En este primer tomo, El Zoo Humano, la historia no se sale demasiado de una narrativa habitual, aunque uno de sus números, El Evangelio del Coyote, ya avisa de lo que está por venir. Después de decidir volver a ser un superhéroe tras un tiempo apartado y con la formación de la nueva Liga de la Justicia Internacional, piensa que es el momento de conseguir vivir de ser un héroe, y su primer caso consiste en investigar una extraña situación en unos laboratorios que hacen experimentos médicos con simios. El adversario de Buddy, en este caso, sería otro personaje marginal del Universo DC, Bwana Bestia, y si bien el tratamiento que se le da a la trama es bastante clásico, la historia es muy buena, y con mucha carga reivindicativa.
Y a partir de ahí, las cosas se empiezan a poner extrañas. Aparte de un par de números que se integrarían en el crossover anual de DC de aquel año, ¡Invasión!, pero a los que Morrison sabe dar su toque personal, está el ya mencionado anteriormente Evangelio del Coyote, un relato original en planteamiento y desarrollo que abre las puertas a lo que va terminar viniendo...
Y lo que viene es muy grande.
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