NUEVA PATRULLA X: EL VÓRTICE NEGRO Y VOLUMEN 7

 

Guardians of the Galaxy & X-Men: The Black Vortex by Brian Michael Bendis
My rating: 2 of 5 stars

Bueno, hoy voy a hacer lo contrario que en la última reseña, y voy a hablar aquí de El Vórtice Negro y del último arco de All-New X-Men, Los Utopianos, que ya me he leído las dos, pero Utopianos son solo dos números, así que meto aquí el grueso de la reseña.

Coreografiada principalmente por Sam Humphries pero con la colaboración de Bendis, El Vórtice Negro es una saga de pretensiones cósmicas, quizá en la línea de lo que habían sido Aniquilación y demás, pero que se queda bastante corta en ese sentido. En este participarían diversas colecciones y equipos creativos: La Nueva Patrulla-X, Guardianes de la Galaxia, las coles independientes de Peter Quill y Cíclope, Capitana Marvel y Nova. Y la verdad es que para ser un crossover, la historia comienza un poco in media res, ya que los antecedentes se han dado en la colección de Peter Quill, la guionizada por Humphries. La idea es que el rey J'son de Spartax ha sido derrocado y ahora se ha convertido en un señor criminal conocido como el Señor Cuchillo, y ha llegado a un acuerdo con Thane (el hijo de Thanos que aparecería en Infinito) y con el Nido y que implica un objeto cósmico conocido como El Vórtice Negro, una especie de espejo que aumenta los poderes de quienes se someten a él a niveles cósmicos. Y como ahora Kitty Pryde está con los Guardianes de la Galaxia por aquello de que Peter Quill es su novio, pues los X-Men se ven implicados en este jaleo. De hecho, lo hacen X-Men de varias filiaciones, pues además de la Nueva Patrulla-X, participarán Magik, la Bestia y Tormenta.

El caso es que tras hacerse con el Vórtice Negro, Gamora, el Ángel y la Bestia adulta ceden ante el Vórtice Negro, consiguiendo ampliar sus poderes y conocimientos, y aunque el espejo tienta al resto de los presentes, aquí comienza el toma y daca de la serie, con la aparición de Ronan el Acusador, que pretende utilizar el Vórtice para dar poder a los Kree, y un corre que te pillo en el que participan los Kree (con muy duras consecuencias en la que probablemente sea la mejor escena de toda la historia), los Spartoi, el rey J'son y sus Carniceros, el Nido y los héroes, la verdad es que sin demasiado orden o concierto y al final con una tendencia bastante tonta en la que el Vórtice Negro parece el tú la llevas y unos se lo van robando a los otros.

No sé si será una cuestión de distancia en el tiempo, pero la primera vez que la leí me gustó bastante, y en esta ocasión... la verdad es que me ha parecido bastante mala.

En cuanto a Los Utopianos, realmente supone la despedida de la serie de Bendis, que se marca dos números repletos de conversaciones donde la excusa de fondo es la presencia en la abandonada Utopía de un grupo de mutantes que despierta las suspicacias de SHIELD y María Hill, provocando la intervención de Magik y la Nueva Patrulla-X. Bendis es muy buen guionista de diálogos, así que es cierto que las conversaciones molan, aunque como siempre, se pasa los antecedentes de los personajes por el forro, el grupo de los Utopianos es como poco... desconcertante: Karma, Elixir, Madison Jeffries, Random, Bum-Bum, Máscara... Y vale que de Máscara uno se puede esperar cualquier cosa, pero de Karma o Elixir... no, como que no. Por otro lado, lo más destacable de esta saga es que supuso una de las mayores idas de olla de Bendis como guionista, y fue la salida del armario del joven Bobby Drake, el Hombre de Hielo, en lo que parece ser el resultado de la más terrible de las armas temidas por la derecha, lo que sería un especie de rayo gay. Porque la "transformación" del joven Bobby en gay no tuvo ningún sentido más allá de un complemento de cuotas (supongo que en un equipo de cuatro chicos y una chica como eran los X-Men originales, algún gay tenía que caer... o eso pensaron en Marvel) o de unas ganas absurdas de llamar la atención. Evidentemente, no seré yo quien proteste por la presencia de personajes gays entre los superhéroes, cuando soy completamente fan de Estrella del Norte o Wiccan y Hulkling, y uno de los momentos más brillantes que he visto en el cómic es el beso entre Rictor y Estrella Rota. Pero... ¿Bobby Drake? Es un personaje con cerca de sesenta años de historia, al que le hemos visto pasar por numerosas historias de amor con mujeres, y de hecho, no mucho antes, Marjorie Liu le había dedicado una saga en la que precisamente ahondaba en este tema. Y no se ha tratado solo de una historia de fingimientos o sobrecompensación, es que le hemos visto sufrir lo que no está escrito con Lorna Dane, por ejemplo.

En fin, supongo que el objetivo era bueno (vamos a ponernos en pensar bien), pero el cómo se hizo... no creo que fuera tan acertado.

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