martes, 31 de julio de 2012

X-MEN: LOS COSECHADORES Y GENOSHA; INVIRTIENDO EN EL FUTURO.


                La Patrulla-X había muerto para el mundo tras su enfrentamiento con el Adversario. Gracias a Neal Conan, todo el mundo pudo ver la muerte en directo de Tormenta, Lobezno, Coloso, Dazzler, Pícara, Longshot, Kaos, Mariposa Mental y Madelyne Pryor se sacrificaban para salvar la Tierra. Sus viejos compañeros podían ser testigos, incluyendo a Cíclope, que veía como su mujer, a la que había abandonado para volver al lado de Jean Grey, desaparecía; igual que lo eran Rondador y Gatasombra, que se recuperaban en Isla Muir de las heridas sufridas en manos de los Merodeadores, y que junto al Capitán Britania, Meggan y Rachel Summers (que ya utilizaba con normalidad el nombre de Fénix), formarían Excalibur, en una genial serie que tendría guiones de Chris Claremont y dibujos de Alan Davis. El mundo daba a los X-Men por muertos.



                Pero para ellos, dicha muerte sólo había sido la oportunidad de iniciar una nueva etapa en sus vidas, enmascarados de cualquier sistema electrónico gracias al poder de la Guardiana Omniversal Roma, y sin poner en peligro a sus seres queridos, ya que la Patrulla-X como tal había muerto. Tras una historia de transición en la que se nos deja ver el peso de esta cuestión, con Dazzler como protagonista y lápices de Rick Leonardi, que irá alternando en esta etapa su trabajo con el del dibujante titular, Marc Silvestri, pronto nos encontraremos con la primera aventura “en serio” de la nueva etapa de la Patrulla. Para ello, Claremont y Silvestri crearon un nuevo enemigo para la Patrulla, los Cosechadores, un grupo de cyborgs de conducta inhumana liderados por los retorcidos Niño Bonito, Rompehuesos y Abrecráneos. Los Cosechadores han dejado un rastro de robos y destrucción que la Patrulla-X sigue hasta encontrarles en su refugio, un complejo construido en pleno desierto australiano y al que acceden a través de un carismático (aunque silencioso) personaje, el aborigen australiano llamado Pórtico, capaz de abrir portales teleportadores con su bramadora. El enfrentamiento entre Cosechadores y Patrulla-X concluye pronto, con los Cosechadores cruzando el Portal al Lugar Peligroso, y la Patrulla ocupando el que había sido su refugio, consiguiendo uno de sus cuarteles más pintorescos. Tras devolver los objetos robados por los Cosechadores en una preciosa historia de corte navideño en la que el protagonismo recae sobre Longshot, y otra historia corta en la que Coloso se reencuentra con su hermana Illyana y podemos ver cual es la situación que se está creando en el Limbo (donde el demonio S´Ym, infectado con el virus tecnorgánico de la Tecnarquía de Warlock y Magus, trata de arrebatar el trono a Magik), la Patrulla-X tendrá que hacer frente a unos viejos enemigos.



                Y es que el Nido, ha llegado a la Tierra. A través de un portador, la terrible raza de depredadores cósmicos ha infectado ha varios mutantes desconocidos que emboscan a la Patrulla-X en Dallas, donde se enfrentarán unos y otros, con grandes dilemas morales para Kaos, cuyo poder no tiene tintas medias y sólo sirve para matar. Pero sin embargo, no es la lucha con el Nido lo más interesante de esta saga, sino una historia que transcurre en aparente segundo plano. Madelyne Pryor, convertida poco menos que en encargada de logística de la Patrulla, descubre a través de unas imágenes de televisión que el motivo por el que Scott la ha abandonado a ella y a su hijo ha sido para volver junto a su primer amor, Jean Grey. Esto provoca un ataque de ira  a Madelyne, que destroza una de las grandes pantallas del refugio, lo que hace que pierda el sentido y tenga unas visiones absolutamente reveladoras en las que se establece el principio de su relación con el rival de Illyana por el Limbo, S´Ym.
                Arthur Adams volvería a pasar por las páginas de X-Men en un especial relacionado con la saga “La Guerra de la Evolución”, una historia que se extendería por todos los Anuales del verano de 1988, y bajo cuyo título aparecerían muchas tramas diferentes que comparten como leit motiv la presencia del Alto Evolucionador (uno de esos personajes clásicos de Marvel a los que de vez en cuando alguien saca partido… esta no fue una de esas ocasiones), y que en X-Men nos traería el regreso de un viejo enemigo de los 4F y los Vengadores, Términus, además del regreso de la Tierra Salvaje, que había sido destruida anteriormente  por el gigantesco robot. La historia en sí no es nada del otro mundo, pero como de costumbre, Claremont nos deja un par de huevos de Pascua, semillas de historias que llegarán más adelante, con la ayudante del Alto Evolucionador, Zala (la antigua sacerdotisa de Garokk… ¿os acordáis de Garokk?), y los Mutados de la Tierra Salvaje.



                La siguiente gran saga de la Patrulla-X nos mostrará una de las que probablemente sean las mejores creaciones de Claremont: Genosha. Los X-Men chocan con las instituciones genoshanas casi por error, al verse implicada Madelyne Pryor en el secuestro de una exiliada genoshana, Jenny Ransome, mutante a quien sus compatriotas quieren recuperar. En un magistral trabajo sobre el apartheid y la situación que durante décadas se había vivido en Sudáfrica, Claremont nos presenta Genosha como un paraíso, una isla idílica situada en el Índico, entre Madagascar y Seychelles, autosuficiente y con una economía próspera. Pero Genosha esconde un turbio secreto, y es que toda su economía, toda su forma de vida se asienta sobre la violación más flagrante de todos los derechos de los mutantes genoshanos. Y es que a través de un proceso desarrollado por los ingenieros genéticos de la isla, los mutantes son esclavizados, lobotomizados y encerrados en trajes aislantes. Mientras la Patrulla trata de rescatar a Madelyne, esta parece deslizarse cada vez más hacia la oscuridad, haciéndose énfasis en su enigmática situación. Además, Lobezno y Pícara son atrapados en la isla, y ambos pierden los poderes en manos del Anulador, uno de los mutantes al servicio de Genosha, lo que permite que la personalidad de Carol Danvers, que Pícara había absorbido mucho tiempo atrás, de un paso al frente, tomando el control del cuerpo de la joven, y colaborando con Lobezno en una trama prácticamente de película de espías de la Guerra Fría. La Patrulla-X consigue “salvar” (no le hacía demasiada falta) a Madelyne y a Jenny Ransome, y consiguen un inesperado aliado en el hijo de uno de los dirigentes genoshanos, Philip Moreu, consiguiendo regresar a su refugio australiano…
                Y dejándolo todo preparado para Inferno. 

lunes, 30 de julio de 2012

UN POCO DE AUTOBOMBO

Que también toca de vez en cuando. Y es que me alegra contaros por aquí que desde la pasada semana, me cuento entre los colaboradores de una de las páginas de referencia en el mundo del cómic: www.nuestroscomics.com, lo que, como diría uno que yo me sé, me llena de orgullo y satisfacción. 

Así que nada, comiqueros y comiqueras (que alguna habrá, digo yo) que pasáis por aquí, no dejéis de pasaros por el enlace que os he dejado ahí arriba, que hay muuuuucho contenido y seguro que encontráis docenas de cosas que os resultarán interesantes.

¡¡A leer!!

viernes, 27 de julio de 2012

MIEDO ENCARNADO: EPÍLOGOS


                Tras Miedo Encarnado, el Universo Marvel había quedado un poco conmocionado. Evidentemente, no tanto como tras las otras grandes sagas de la era Marvel actual, que dieron lugar a grandes landscapes (tan buenos o mejores incluso que las propias sagas, especialmente el Reinado Oscuro que siguió a Invasión Secreta), mucho más grandes que el Héroes Rotos que nos llega tras Miedo Encarnado. Para aclarar un poco las cosas con los grandes protagonistas de la saga, los tres grandes de los Vengadores, Marvel publicó tres especiales, los Fear Itself 7.1, 7.2 y 7.3, protagonizados (más o menos) por el Capitán América, Thor y Iron Man respectivamente. Este mes, Panini los ha publicado dentro de las colecciones regulares de los personajes, así que… ¡ha llegado el momento de echarles un ojo!
                Aunque los especiales no tienen un orden de lectura obligado, vamos a acercarnos a ellos desde la propia numeración que Marvel hizo de ellos. ¡Ah, y sin spoilers! Por si alguno aún no se los ha leído…



                Obviamente, uno de los personajes más afectados por Miedo Encarnado es el Capitán América. Es más, diría que uno de los iconos, ya que a lo largo de la saga, la persona que lleva la máscara y el escudo deja de ser Bucky Barnes, volviendo a tomar Steve Rogers la bandera del Centinela de la Libertad, situación que parece ser Bru ya había planeado y a raíz de la película, Marvel ha impulsado. Si algo ha caracterizado Miedo Encarnado ha sido la velocidad de vértigo a la que pasaban muchas cosas, y tuvimos que ver, sin transición, como Steve tenía que hacer frente de nuevo a la pérdida de Bucky. Ese es el objetivo del 7.1, profundizar en la situación de Steve Rogers y como se enfrenta a dicha pérdida, además de aclararnos algunos detalles sobre lo ocurrido en Miedo Encarnado, y nos sirve además de prólogo para una futura serie cuyo título no voy a mencionar… de momento. Por supuesto, es Ed Brubaker, arquitecto de todo lo que ha rodeado al Capitán América en estos años, quien se encuentra tras el procesador de texto, con los lápices de Butch Guice, al que ya hemos visto en varios números de la serie del Capi, y que desarrolla aquí un estilo más sucio que el que suele utilizar, incluso recordando en algunos momentos a Alex Maalev o Michael Gaydos, a pesar de que Guice suele ser más semejante a Steve Epting. Un número bastante completo e interesante, aunque en el fondo, tiene algo de “parche”, endulzando mucho la situación tras Miedo Encarnado.



                La última saga que Marvel nos ha traído nacía con vocación de crossover entre dos series. Una, obviamente, era Capitán América. La otra era Thor, y es sobre Thor sobre quien versa el 7.2. Bueno, o sobre quien era Thor, ya que el Dios del Trueno ha sido otra de las bajas de la lucha contra la Serpiente. En los últimos tiempos, Asgard ha visto muchas y muy importantes modificaciones. Yggdrasil se ha derrumbado, los habitantes de los Nueve Reinos se refugian en Asgard, que a su vez, ha pasado de Broxton, Oklahoma, a un lugar llamado “el Asgard-Espacio”, para luego regresar a Midgard…  Ahora, Thor ha muerto, Odín se ha apartado del mundo… y tenemos que ver cómo afecta esto a los asgardianos. Fraction y Adam Kubert nos traen aquí la despedida oficial de Thor, pero también la presentación de un nuevo personaje que, por motivos enigmáticos, va a ocupar el lugar de Thor, y no sólo como Dios del Trueno…  Este Tanarus nos va a dar mucho de lo que hablar. En este 7.2, y como ya he dicho, Fraction continúa a los guiones, desarrollando su concepto de la mitología nórdica, que rechina un poco (bastante) de vez en cuando con los mitos vikingos en sí, de modo que podemos hablar más bien de una inspiración o una “versión” que de un estudio o utilización directa. Aunque claro, esto es un cómic, no una tesis doctoral. Los lápices del especial están en manos de Adam Kubert, el más flojito de los dos hermanos (desde mi punto de vista), aunque hace un trabajo bastante bueno en un campo que no es el que más ha trabajado en su carrera, con imágenes espectaculares (me encanta Sif de luto, por ejemplo).  Otro número que conviene leer para estar al día.



                Se supone que Iron Man es el tercer gran protagonista de Miedo Encarnado, y por ello protagoniza el 7.3. La verdad es que, al igual que ocurría en la saga propiamente dicha, Iron Man está metido en estos especiales con calzador. Según dice Fraction, lo ocurrido en la saga va a ser muy importante en el futuro del personaje, en la saga que comienza ahora, Demonio, pero la verdad es que en la lucha contra la Serpiente, Tony Stark es el gran deus ex machina en la batalla contra el Miedo. Y de hecho, en el 7.3 (que realmente transcurriría un poco antes del 7.2 si los leyéramos cronológicamente), más que la situación del propio Iron Man, lo que vemos son las consecuencias que el ataque de la Gárgola Gris ha tenido sobre París, y cómo el ser un digno ha afectado al propio villano. Con guiones de Fraction y dibujos de Salvador Larroca, probablemente 7.3 sea el más flojito de lo tres epílogos, porque realmente, es el que tiene menos que contar o que aclarar… Aunque es cierto también que la historia que arranca justo tras el especial, la ya mencionada Demonio, promete… y bastante.

jueves, 26 de julio de 2012

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO V: DANZA DE DRAGONES, UNA RELECTURA.

Cuando hace varios meses hice el primer post sobre Danza de Dragones después de leer la versión internáutica del libro, dije que la SGAE no tenía nada que temer, que llegado el momento me compraría el libro correspondiente. Pues ya está, hecho, y leído. Así que toca re-comentar el libro, que además, leído en papel y con un mismo traductor para todo, gana bastantes enteros. 



En el post anterior (pincha aquí si no lo leíste), ya hablé de la estructura y los personajes que aparecen en esta quinta entrega de la épica saga de George Martin, así que no ahondaré de nuevo en ello, hoy hablaré de cómo nos cuentan la historia... y de nuevo, sin spoilers. Si en Festín de Cuervos habíamos profundizado en las manipulaciones y juegos de tronos que se desarrollan en Desembarco del Rey y los personajes relacionados con esta ciudad, en Danza de Dragones Martin se centra en terrenos más exóticos, lugares que crea y describe con la minuciosidad y originalidad que requiere cualquier creación de literatura fantástica. Si el escenario que más habíamos visitado del Norte había sido Invernalia, en Danza de Dragones recorremos el Muro una y otra vez, vemos lo que quedó de Invernalia tras el asalto de los hombres del Bastardo de Bolton, conocemos el más grande de los puertos norteños, el dominio de los Manderly, Puerto Blanco, así como las gélidas tierras del Bosque de los Lobos. Y como contrapunto, nos adentramos en las tradiciones y extraños lugares de Meereen y las ciudades de la Bahía de los Esclavos, en las costumbres de las Compañías Libres... Conocemos la Vieja Volantis, la primera de las ciudades que se liberó del Feudo Franco de Valyria, y recorremos el Rhoyne, el gran río que fue la cuna de la princesa Nymeria y los rhoynar que tomaron Dorne. Y esto son sólo algunos ejemplos de la magnitud que ha adquirido esta historia que es ya leyenda viva de la literatura. 

En Danza de Dragones, Martin sigue utilizando el mismo estilo que le ha caracterizado en sus novelas anteriores. A través de las perspectivas de los diferentes personajes asistimos a como evoluciona la historia, y aunque sus capítulos parecen evolucionar de forma lenta en algunos momentos, no hay un solo capítulo que no guarde una sorpresa en sus páginas. Martin libera sus pistas con gran habilidad, muchas de ellas escondidas como si fueran huevos de Pascua. Y lo hace de tal forma que probablemente, muchas de las cosas que yo he asumido como "pistas" lo sean solo en mi imaginación, y probablemente cualquier otro lector pueda haber visto otras diferentes y tener unas teorías completamente distintas. 

Al tratarse de una serie de libros, todos comparamos cada uno de ellos con los anteriores y los siguientes. La pregunta oficial es "¿Es mejor que Festín?". Y es que Festín de Cuervos probablemente cuente con la peor calificación de la saga... y de forma bastante injusta, ya que su gran handicap es que viene después de ese maremágnum de Tormenta de Espadas, en el que vamos de sobresalto en sobresalto. Seamos realistas. El ritmo de Tormenta de Espadas es imposible de mantener. Es muy posible que ni siquiera el séptimo libro, en el que  por fin se ponga fin a todo esto, se pueda replicar el ritmo de Tormenta de Espadas (bueno, siendo aún más sinceros, diría que Martin parece capaz de todo, así que no descarto que nos mate a todos a base de sobresaltos). Sin el lastre de ir detrás de Tormenta, Festín estaría mucho mejor considerado. Y Danza es más dinámico que Festín. Como he dicho antes, abundan las sorpresas, las revelaciones sorprendentes, y sobre todo, los huevos de Pascua, pistas que pueden serlo... o no. 

Así que nada. Recordad.

¡Nosotros no Sembramos!

miércoles, 25 de julio de 2012

SARAH BRIGHTMAN: FLEURS DU MAL

Hoy, en los Miércoles Musicales del Iconocronos, os traigo a una de las grandes de la lírica-rock contemporánea, la británica Sarah Brightman, famosa por sus interpretaciones de grandes temas de musicales, y que tiene joyas como esta que os dejo aquí, Fleurs du Mal. ¡Espero que lo disfrutéis!

martes, 24 de julio de 2012

X-MEN: DE LA MASACRE A LA CAÍDA DE LOS MUTANTES.

A mediados de los 80, los responsables de las diferentes cabeceras mutantes iniciaron un proyecto que, en su momento, resultaría de lo más novedoso y que marcaría la ruta editorial de los mutantes, y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Y es que por aquellos entonces, los crossover no estaban de moda... Como algo realmente innovador, Patrulla-X, Nuevos Mutantes y Factor-X se verían implicados en la misma historia, aunque desde diferentes puntos de vista, y realmente estos grupos no llegan a encontrarse en ningún momento, de modo que la lectura de las historias puede ser independiente, pero sólo obtienes la visión completa leyéndolo todo. El nombre que recibiría esta historia tendría el descriptivo título de La Masacre Mutante. 



Y es que no sería para menos, pues el argumento (sencillo, por cierto) de esta historia, sería el asesinato en masa de los Morlocks en sus refugios neoyorquinos en manos de un grupo de mutantes que se hacen llamar "Los Merodeadores", enviados por un enigmático personaje, un tal "Mister Siniestro", que luego adquirirá gran relevancia. La Patrulla se enfrentará en los túneles Morlock con Marea, Arco Voltaico, Disruptor, Vértigo, Arpón, Cazador de Cabelleras y Dientes de Sable, que hace aquí su primera aparición y tiene su primer enfrentamiento con Lobezno, de quien se convertirá en archinémesis, y lo harían sufriendo graves bajas (que no solo vivirá la Patrulla, en Factor-X, este es el momento en el que Ángel pierde sus alas), ya que Coloso, Rondador y Gatasombra caen heridos en la lucha con los Merodeadores, el primero atrapado en su forma metálica e inmóvil, el segundo en coma y la tercera atrapada en un estado de fase y disipándose continuamente. Como refuerzo, la Patrulla contará con la ayuda de Mariposa Mental, que llega desde las páginas de Nuevos Mutantes, y consigue abrirse un hueco en el equipo, que pronto se verá también ampliado con la llegada de Dazzler en el epílogo de la historia, cuando se tienen que enfrentar a la Merodeadora psíquica Malicia. Además, los propios X-Men tienen que enfrentarse a grandes cambios: Coloso mata a Marea (con la carga emocional que esto le supone, acordaos de lo mal que llevó el haber matado a Proteus), y Tormenta tiene que hacer frente a todas sus dudas y sus miedos sobre su liderazgo de la Patrulla y su ausencia de poderes. Finalmente, la Patrulla consigue sobrevivir a duras penas al ataque de los Merodeadores, aunque Coloso, Rondador y Kitty tienen que apartarse del grupo para ser tratados en Isla Muir. Mariposa Mental, Dazzler y Longshot (genial creación de Ann Nocenti, recién llegado de su propia serie limitada) les sustituirán en la Patrulla.

A pesar del final de la Masacre Mutante, los Merodeadores seguirán formando parte de los argumentos de la Patrulla, como una especie de reverso oscuro de estos, y volverán a aparecer mostrando un siniestro interés en Madelyne Pryor, la esposa de Cíclope, a la que este ha abandonado para volver con la revivida Jean Grey, secuestrando a su hijo y tratando de matarla. Mientras, Longshot, Dazzler, Mariposa y Pícara llevan a sus heridos amigos a la Isla Muir, y Lobezno y Tormenta investigan un ataque a la familia de Jean Grey, en el que Lobezno percibe el olor de Jean, comenzando a sospechar que está viva, aunque de momento, la situación le enloquece,dejando a Tormenta sola... y en manos de un trío de antiguos soldados americanos con poderes, Supersable, Muro de Piedra y Comando, que juegan cacerías con criminales, tomando a Ororo por una de ellas. La presencia de los X-Men en Escocia llevará a un enfrentamiento entre Pícara y los tres novatos contra Juggernaut, un bautismo de fuego en el que a duras penas consiguen vencer al viejo enemigo de la Patrulla.



En esta época, a nivel gráfico, nos encontramos con que tras la salida de John Romita Junior de la serie, esta queda en manos de varios "interinos" y colaboradores de gran calidad. Los dibujos casi expresionistas de Bret Blevins, el arte feista de Rick Leonardi, el detallista Barry Windsor-Smith y el absolutamente genial Alan Davis serán quienes se encargarán de lo lápices de la serie durante la Masacre Mutante y sus consecuencias, pero la batalla con Juggernaut supondrá la llegada a la serie del que será su próximo dibujante titular: Marc Silvestri (que pronto demostrará también que su ritmo de dibujo es más bien lento, necesitando ayuda de Blevins, por ejemplo). Silvestri demostró en su trabajo en la Patrulla-X su valía como dibujante, aunque con un estilo muy lejano de sus actuales trabajos, mucho menos detallista y espectacular, pero con una genialidad narrativa y un diseño de viñetas muy particular que marcaría la que es una de mis etapas favoritas de X-Men. 

Con Silvestri, Claremont continuaría desarrollando las tramas de los Merodeadores, incorporando a Kaos al grupo y convirtiendo a Polaris en el recipiente de Malicia (curiosamente eso ocurre con los lápices de Blevins), y haciendo que Patrulla y Merodeadores se encuentren de nuevo en San Francisco, rescatando los primeros a Madelyne Pryor de los asesinos que pretenden acabar con su vida (y siendo presentado finalmente el líder de los Merodeadores, Mister Siniestro, aunque no desvela los motivos de su interés por la esposa de Scott). Y mientras esto ocurre, Tormenta comienza a buscar a Forja para recuperar sus poderes, en un viaje casi iniciático que la llevará a colaborar estrechamente con el maestro chamán del cheyenne, Naze... aunque pronto veremos que el verdadero Naze murió tiempo atrás, y que el compañero de Tormenta no es otro que el propio Adversario, el enemigo al que Forja debe enfrentarse, decidido a acabar con Forja y Tormenta. La Patrulla se instala temporalmente en San Francisco, en la isla de Alcatraz, con Madelyne como parte del grupo tras derrotar a Polaris y los Merodeadores... y la Fuerza de la Libertad se ve de nuevo implicada en la evolución de la Patrulla. Destino tiene una serie de visiones que conducen a la muerte de la Patrulla, y Mística decide salvar a Pícara, lo que provoca un nuevo enfrentamiento entre X-Men y miembros de la Fuerza de la Libertad.

Este conflicto, junto a la búsqueda de Forja por Ororo fueron los precedentes de otro cruce entre las colecciones mutantes: La Caída de los Mutantes. Este evento global, curiosamente, se parecería bastante en su estructura a los landscape que nos ha traído Marvel en estos últimos años que a un crossover en sí mismo, pues afectaría de forma diferente a Nuevos Mutantes, Factor-X y X-Men. En el caso que nos ocupa, la Patrulla-X y la Fuerza de la Libertad terminarían confluyendo en Dallas, donde se encuentra el Nido del Águila (el de Forja, no el de los Arryn), punto central de las visiones de Destino, mientras Tormenta cae en los engaños del Adversario, y ella y Forja son atrapados en el mundo de este enigmático ser durante un tiempo relativo de un año, en el que Forja devuelve sus poderes a Tormenta y ambos inician una relación que duraría largos años de publicaciones. Con la Caída de los Mutantes, tenemos además el regreso de Coloso, al que el personaje cósmico de turno (Roma, Guardiana Celestial, enemiga del Adversario) maneja para que esté junto a la Patrulla, desnivelando la balanza a su favor, ya que el Adversario es (¡vaya, otra vez!) sensible al acero.Finalmente, la Patrulla tiene que sacrificar sus vidas para detener al Adversario, utilizando Forja sus esencias vitales para cerrar el portal que había abierto mucho tiempo atrás, y toda esta situación es retransmitida por televisión, de modo que la Patrulla consigue redimir su imagen... justo antes de morir. 



Aunque obviamente, no han muerto. 

Roma utiliza su poder para devolver la vida a la Patrulla, y estos, deciden aprovechar que el mundo cree que han muerto para actuar con libertad, sin preocupaciones por represalias contra sus familiares (movidos en parte por el miedo a los Merodeadores). Para ello, deciden que NADIE debe saber que viven. Y así, comienza una nueva etapa en la historia de la Patrulla...

Si en arcos anteriores había comentado que la Patrulla había alcanzado lo que considero sus números más "bajos" en la etapa Claremont, el ascenso es absolutamente vertiginoso, y alcanza cotas excepcionales con la incorporación de Marc Silvestri al elenco de la serie, con un plantel renovado, personajes muy interesantes y con grandes dificultades para encajar entre sí (especialmente Pícara y Dazzler, que habían tenido repetidos enfrentamientos). Y todo esto... lo veremos.

lunes, 23 de julio de 2012

BATMAN: THE DARK KNIGHT RISES


Este fin de semana ha estado marcado por el símbolo del murciélago que ha dominado todas las ciudades. Ha llegado Batman: Dark Knight Rises, y tras un fin de semana de estreno comiquero, obviamente toca hablar de ello en el Iconocronos. Y vamos a hacerlo, dejando atrás y con el mayor respeto a la desgracia que ha traído el estreno de esta película, con unos catorce muertos y cincuenta heridos de momento por culpa de un gilipollas en una sala de cine en Denver. Hay chalados por todas partes, y le ha tocado a Batman como podía haberle tocado a Madagascar…



Ahora, hablemos del Murciélago. Y a partir de aquí, alerta, ¡AVISO DE SPOILERS!

Esta nueva entrega de Batman comienza ocho años después de los acontecimientos que pudimos ver en El Caballero Oscuro, ocho años después de la muerte de Harvey Dent, y de que Batman y el Comisario Gordon acordaran culpar al primero de todo lo que había hecho Dent, convertido ya en Dos Caras, para salvar la imagen de este y promover la Ley Dent contra el crimen organizado. El nivel de criminalidad en las calles de Gotham ha descendido bajo mínimos, un millar de criminales peligrosos se encuentran encerrados en Blackgate bajo los auspicios de la Ley Dent, y Batman ha desaparecido. Y con él, el propio Bruce Wayne, convertido en un espectro dentro de su propia mansión. El momento del cambio llega cuando a través de la talentosa ladrona a la que llaman “la Gata” y de las investigaciones de James Gordon y de un joven y comprometido policía, John Blake, Batman descubre la presencia en Gotham de un mercenario temido a nivel internacional, llamado Bane. La presencia en Gotham de Bane hace que no sólo Batman vuelva, si no que también lo haga el propio Bruce Wayne, que conocerá a quien será su pareja en esta ocasión, una rica y exótica filántropa llamada Miranda Tate, que muestra un gran interés en formas de energía seguras y ecológicas, y en concreto, en un reactor de fusión generado por Industrias Wayne, pero dejado de lado debido al peligro de que alguien, con los conocimientos adecuados, pudiera  utilizar este generador como una bomba.
                Con las piezas dispuestas sobre el tablero, Nolan va moviendo las diferentes tramas, exponiendo el avance del reparto de lujo con el que cuenta tanto en la historia como en momentos en los que aprovecha para que conozcamos mejor a los personajes que nos presenta. Obviamente, los planes de Bane para la ciudad van más allá de los que tiene la persona que lo ha llevado a ella, un hombre de negocios arribista que planea tomar el control de Industrias Wayne, ansia que a pesar de sus esfuerzos y la presencia de Bane, se ve frustrada por Lucius Fox y Miranda Tate, pero como he dicho, esto era solo una excusa. Los planes de Bane van mucho más allá de las ambiciones empresariales de un hombre, pues pronto descubrimos que el mercenario es más que eso, y planea volver a Gotham contra los hombres corruptos que dirigen la sociedad. Tras apartar a Batman del juego (momentazo, claro, el enfrentamiento entre Bane y Batman, y como se quiebra el Murciélago), Bane se hace con el control del reactor de fusión, convirtiéndolo en un arma, aparta Gotham del resto de Estados Unidos, encierra a la policía en las alcantarillas, libera Blackgate y convierte Gotham en una ciudad revolucionaria… o más bien, en una distopía. Y mucho más allá de esto, Bane, expulsado de la Liga de las Sombras, es continuar con los planes que Ra´s al-Gul tenía para Gotham: la destrucción total de la que consideraba una ciudad absolutamente corrompida.




Y hasta aquí voy a contar del argumento, que una cosa es meter algún spoiler que otro, y otra muy distinta destripar la película.  ¿Qué encontramos cuando vemos Batman: La Leyenda Renace? A un hijo aventajado de sus dos padres, Batman Begins y El Caballero Oscuro, y que se parece más a la primera que a la segunda. A pesar de tomar elementos de El Caballero Oscuro, esta tercera entrega de Batman continúa las tramas de Batman Begins, y a pesar de que murió en la primera parte de la saga, todo lo que Bane hace y todo lo que ocurre en la cinta, ocurre para que el plan de Ra´s al-Gul de destruir Gotham se cumpla. La narrativa, los planteamientos, el desarrollo de las tramas que se plantean lo hacen según el estilo que Nolan ha llevado en las dos primeras partes, encadenando tramas y situaciones, mezclando escenas de acción desenfrenada con momentos más intimistas, o narraciones del pasado. Y todo ello, apoyado por una BSO, obra de Hans Zimmer, que vale su peso en oro.
A nivel reparto, todos los actores cumplen bastante bien con su papel. Quizá lo más extraño sea el doblaje que se ha hecho a Bane, Catwoman y Miranda Tate. El primero, tiene un acento de lo más extraño en muchas ocasiones casi cómico. Catwoman es un poco… lánguida, pero lo dicho, creo que es un poco problema de traducción. Y en fin, alguien decidió que Miranda Tate tenía que tener también un acento peculiar, supongo que porque la actriz que la interpreta es francesa…  Reparten personaje Christian Bale como Batman, Morgan Freeman en el papel de Lucius Fox, Gary Oldman interpretando al Comisario Gordon y Michael Caine como Alfred; y además hay “cameos” de Aaron Eckhardt poniendo la imagen del fallecido Harvey Dent, Liam Neeson (Ra´s al-Gul) y Cyllan Murphy (el Espantapájaros en las dos entregas anteriores, convertido aquí en el juez de Bane para los ricos y poderosos de la ciudad). A ellos se suman Anne Hathaway (probablemente la Catwoman más controvertida de la historia, y que sale de la película aprobando), Marion Cotiliard (Miranda Tate), Tom Hardy (un Bane más que digno, no tan inmensamente grande como el de los comics, pero de lo más intimidante), y Joseph Gordon-Levitt, que interpreta a John Blake, un policía asignado al mando de Gordon, y probablemente el personaje mejor desarrollado y que más dará que hablar de la película.



Sobre las influencias comiqueras… Pues la mayoría son bastante obvias. Es decir, con Bane de por medio, tenía que aludirse a las historias de La Caída del Murciélago, como referente principal. Además de ello, Nolan cuela muchas otras referencias o “inspiraciones”. Vemos a Bruce con un exoesqueleto (o parte de él) semejante al que lleva en Kingdom Come, la situación de la ciudad tras el ataque de Bane es la misma que Gotham tiene en la saga Tierra de Nadie, la persecución de Batman por parte de la policía de la ciudad y cómo Gordon la ve desde televisión recuerda poderosamente a muchas viñetas de Año Uno. Incluso aparece Holly (aunque no se la nombra en ningún momento), la compañera de Selina Kyle. Y muchas más cosas, seguro que se me olvida alguna ahora mismo, a pesar de que ya llevo dos visionados. Pero incluso más allá de los cómics, encontramos en Dark Knight Rises alusiones e inspiraciones de nuestro propio mundo, especialmente en los villanos. El discurso que Bane lleva al extremo es de la indignación contra las clases gobernantes, Catwoman nos habla de “la tormenta que se acerca, en la que unos pocos os daréis cuenta de cómo pensasteis que podríais tener tanto dejando tan poco para los demás”, vemos maniobras corporativas y diálogos sobre como la globalización de la información (móviles, internet, redes globales…) afecta a los individuos, todo ello temas candentes hasta el punto de que uno puede encontrarse estando de acuerdo con buena parte de los discursos del propio Bane… lo que da un poco de miedo, la verdad.
Pero eso es lo bueno de Batman y de como Nolan lo ha enfocado siempre… que está más cerca de lo que podríamos imaginarnos. 

viernes, 20 de julio de 2012

X-MEN: EL JUICIO DE MAGNETO, EL TODOPODEROSO Y EL REGRESO DE NIMROD

Desde mucho tiempo atrás, habíamos visto como Magneto había abandonado la posición de antagonista principal de la Patrulla-X. De hecho, el último enfrentamiento que tuvieran, había ocurrido allá por la época de Claremont y Cockrum, poco después de la muerte de Fénix. Con el Juicio de Magneto, que llega tras el final de las Guerras Asgardianas, Claremont y Romita Jr dan otro paso en la transición iniciada desde tanto tiempo atrás, convirtiendo a Magneto en el primero de los grandes villanos de Marvel que recorría el camino hacia el heroísmo. Obviamente son muchas las cosas de las que las Naciones Unidas podían acusar a Magneto, y las leyes de control mutantes y los proyectos impulsados por Valerie Cooper y sus seguidores, hacían que fuera el momento perfecto para llevar a Magneto ante un juicio por sus actos. Obviamente, a nivel internacional, el Juicio de Magneto se convierte en algo más que un simple juicio a una persona. Filias y fobias por los mutantes despiertan por todo el mundo, mientras un tribunal internacional juzga a Magneto en París... y la imagen de la Patrulla-X se ve empañada por lo que parecen ser actos terroristas en todo el mundo, realizados en su nombre.



Evidentemente, los Hombres-X investigan esos atentados, mientras Xavier actúa como asesor de la defensa en el Juicio de Magneto, defensa realizada por Gabrielle Haller, a la que ya habíamos conocido anteriormente, antigua amante de Xavier, y madre del único hijo de este, David Haller, más conocido como Legión. Finalmente, los Hombres-X descubrirán que quien está tras los ataques que empañan la imagen de la Patrulla no son sino Fenris, a los que Ororo ya se había enfrentado en África, y que intentan vengar así la derrota de su padre, el Barón Strucker en manos de Magneto y Xavier muchos años atrás. Tras derrotar a Fenris, Magneto es exculpado de todos los crímenes cometidos anteriormente a su regresión a la infancia en manos de su propia creación, Alfa (allá por el año uno), y finalmente, no se le impondrá condena alguna. Pero tras la batalla, Xavier se colapsa tras arrastrar durante mucho tiempo una intensa enfermedad, que hace que los Saqueadores Estelares y Lilandra intervengan repentinamente para llevarse a Xavier, que deja ni más ni menos que al propio Magneto al frente de la Escuela. A partir de este momento, Magneto se convertía en un personaje habitual en los cómics de Nuevos Mutantes, y en un aliado en el que la Patrulla-X confiaba realmente poco. Tras el Juicio de Magneto nos encontramos con un importante cambio en la Patrulla. En un número que supone el primer acercamiento de Rick Leonardi a los X-Men (y si somos un poco retorcidos, la primera aparición de Cable), conocemos a Nathan Cristopher Summers, el recién nacido hijo de Madelyne Pryor y Cíclope, que sin embargo, parece decidido a abandonarlo todo para quedarse en la Patrulla-X y liderarla, evitando así que quedara bajo la influencia de Magneto. Sin embargo, Tormenta no está dispuesta a renunciar al liderazgo de la Patrulla (tras un interludio en el que ha estado liderada por Rondador), e incluso sin poderes, vence a Cíclope, que abandona la Patrulla-X junto a Madelyne... para desaparecer poco después, pues pronto empezaremos a ver en X-Men alusiones a los recién aparecidos Factor-X. Y es que al margen de la Patrulla-X, en Vengadores y Cuatro Fantásticos, se había desarrollado una increíble trama que nos devolvía a la vida a la más insigne fallecida de la franquicia mutante: Jean Grey. Descubríamos en esas páginas que Jean nunca había muerto, que el Fénix la había dejado en estado vegetativo bajo la bahía del Hudson. Jean Grey nunca había sido Fénix, y bajo la influencia de un viejo amigo del Ángel, Cameron Hodge, los miembros originales de la Patrulla-X (Cíclope, Jean, Ángel, Bestia y el Hombre de Hielo) se reunían como Factor-X, cazadores de mutantes, y desarrollaban la identidad de los X-Terminadores para sus intervenciones "secretas". Pero los caminos de ambos grupos aún tardarían mucho en cruzarse.



Y tras esto, como comenté en el anterior post, la Patrulla-X caía de lleno en la vorágine de las Secret Wars II, el larguísimo proyecto que se comió buena parte de los 80 en el que el Todopoderoso que había provocado las Secret Wars recorría la Tierra para tratar de descubrir qué era ser humano. La saga en general me pareció aburrida, cansina y reiterativa, y sus números en la Patrulla-X, siguen esa tónica, con Rachel Summers repentinamente obsesionada con la destrucción del Todopoderoso, y llegando incluso a robar la esencia de sus compañeros para enfrentarse a él. Los conflictos entre Rachel y sus compañeros, un nuevo enfrentamiento con la Fuerza de la Libertad, la presentación de Dama Mortal y su conflicto con Lobezno (que hace tándem con Katie Power) en un número dibujado de nuevo por Barry Windsor-Smith,y un nuevo enfrentamiento entre Rachel y Selene, en el que Lobezno termina hiriendo de muerte a su compañera para evitar que asesine a varios miembros del Club Fuego Infernal, son el camino que precede al que sería el último punto en este "camino hacia abajo" de los X-Men, y que comenzaría a realzarse con la nueva aparición de Nimrod, al que la Patrulla y el Club Fuego Infernal tendrían que enfrentarse juntos, en una batalla que supondría graves heridas para Rondador, y la muerte de uno de los lores del Club Fuego Infernal, Harry Leland.



Nimrod tardaría mucho en volver a pasar por las páginas de la Patrulla, y la historia del Todopoderoso realmente acabó en la propia serie Secret Wars II, siendo derrotado finalmente este por el Hombre Molécula y una gran alianza de superhéroes. El resultado de todo esto para los X-Men a nivel de personal, sería la desaparición de Rachel, que tras sufrir heridas a manos de Lobezno, como ya hemos dicho, se apartaría de sus compañeros para ir a caer en las manos de Espiral y su Tienda de Cuerpos, de donde volvería en las páginas de Excalibur... en fin, aquí acaba una etapa flojita, y nos despedimos también de John Romita Junior, dibujante que había mantenido una notable calidad y que pese a algunos números más flojitos en esta última etapa, marcó una era en la historia de la Patrulla-X, con una calidad alta en general.

jueves, 19 de julio de 2012

PUBLICIDAD: A TOMAR FANTA

Hacía mucho, muchísimo, que con la invasión de frikismo que ha vivido este blog, con más cómics que nunca, no hablábamos de publicidad. Así que hoy, toca. Y os traigo uno de los anuncios más curiosos que están poniendo ahora mismo en la pequeña pantalla, y que personalmente, me ha encantado. Yo incluiría a más personas en el listado de gente a la que mandar a tomar fanta, y probablemente, con haber abierto hoy el periódico o ver un ratito las noticias, a vosotros también se os ocurrirán docenas de personas.

¿A quién mandamos a tomar Fanta?


miércoles, 18 de julio de 2012

MOULIN ROUGE: NATURE BOY

Hoy, para este Miércoles Musical os traigo una pequeña joyita sacada de la BSO de esa gran obra maestra del cine contemporáneo que es Moulin Rouge. Para no caer en los clichés, os dejo aquí la música que sirve de introducción a la película, la versión para la película de un tema original de Nat King Cole, Nature Boy.

Una joya de dos minutos que encierra una gran sabiduría. ¡Disfrutadla!


martes, 17 de julio de 2012

X-MEN: NIMROD, EL VIAJE DE ORORO... Y LA VENGANZA DE LOKI



Como ya vimos en el post anterior, el gran enemigo de la Patrulla-X tras lo sucedido con Loki y Alpha Flight en Canadá sería Nimrod. Claremont tomaría el nombre del gran cazador de la Biblia, el rey que ordenó edificar la Torre de Babel para el modelo más futurista de los Centinelas cazadores de mutantes. Procedente del mismo futuro del que viene Rachel Summers, que acaparará gran parte del protagonismo en esta temporada de los X-Men, Nimrod se presenta ante el gran público en un enfrentamiento "casual" entre la Patrulla-X y Juggernaut en el que Nimrod, considerado casi un superhéroe, interviene enfrentándose a unos y otros. La primera aparición de Nimrod sería breve, siendo derrotado finalmente por Rondador Nocturno, pero esto se trata de sólo una presentación. A Nimrod aún le queda mucha guerra que dar, pero antes, tendremos un cruce en las páginas de la Patrulla-X entre estos y uno de los grupos más curiosos que ha existido en la historia de Marvel, probablemente el más icónico de lo que fueron los 80 en el mundo del cómic, un grupo irrepetible y que no sería viable en ningún otro momento más que en el que existió. Por supuesto, estoy hablando de Power Pack, los cuatro integrantes de la familia Power: Alex, Julie, Jack y Katie (que de vez en cuando contarían con la ayuda de Franklin Richards) que habían obtenido poderes a través de la raza equina extraterrestre de los kymelianos. Junto a Power Pack vuelven unos viejos conocidos de los X-Men, los Morlocks, en la persona de Annalee, una anciana Morlock cuyos hijos han sido asesinados por un atacante desconocido (pero que tendrá gran repercusión más adelante, una de esas tramas dilatadas de Claremont que tanto marcaron su larga etapa en la Patrulla-X). Decidida a recuperar a sus hijos, Annalee secuestra a los Power, y sólo la pequeña Katie, con la ayuda de la Patrulla, podrá poner fin a los tristes planes de la Morlock. A estas aventuras les seguirían otras con el mismo carácter ligero, casi autoconclusivo: la investigación de un atentado contra el Profesor Xavier, un nuevo encuentro de Coloso y Gatasombra con Arcade, y un enfrentamiento entre la Patrulla-X y los antiguos miembros de la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Mística, convertidos ahora por arte de la Ley de Registro Mutante y de Valerie Cooper en la Fuerza de la Libertad, con la ironía que supone ver a Mística, Destino, Mole, Pyros, Avalancha y una recién llegada Espiral (que aún tendría mucho que decir en relación a un personaje que pronto se incorporaría a la Patrulla-X, Longshot, la genial creación ochentera de Ann Nocenti y Arthur Adams) ejerciendo de agentes de la ley en el preludio del que será uno de los momentos más importantes de la historia de la Patrulla-X: el Juicio de Magneto. 



Del Juicio de Magneto hablaremos más adelante, porque antes de llegar a él, los X-Men vivirían dos aventuras muy especiales. La primera, protagonizada en solitario por Tormenta, llevaría el nombre de Muerte Viva, y como su homónima anterior, los lápices serían de Barry Windsor-Smith. En ella, Claremont desarrolla el viaje de Tormenta a África, y el enfrentamiento entre ella y unos personajes que tendrán mayor peso en el futuro, Andrea y Andreas von Strucker, conocidos conjuntamente como Fenris, y que más adelante se descubrirá que son los nietos del mítico líder de HYDRA, el barón Wolfgang von Strucker, uno de los archienemigos de Nick Furia y del Capitán América. En Muerte Viva, Claremont y el inspirado Barry Windsor-Smith nos traen una historia que va más allá de los superhéroes clásicos, y nos habla de problemas endémicos en África, en una historia que seria válida, tristemente, de nuevo a día de hoy. El hambre, los cazadores furtivos, los problemas medioambientales... Todo ello se encuentra en esta historia autoconclusiva que forma parte por sí misma de la historia del cómic.



El viaje de Tormenta por África terminaría, la encontraríamos en Los Nuevos Mutantes junto a estos, instalada en la Isla de Kirinos (el refugio egeo clásico de los X-Men, desde los tiempos en los que Jean Grey  convertía esta isla en un lugar de vacaciones oficial para los seguidores de Xavier). Y todos recordaréis que, como comentamos, la final de la saga El Regalo Loki prometía vengarse de los X-Men... Su venganza recaería sobre Nuevos Mutantes y Patrulla-X, con el mismo formado que había tenido la anterior saga, dos especiales, uno de Nuevos Mutantes y otro de Patrulla-X, que reciben el nombre conjunto de Las Guerras Asgardianas. Con Odín "muerto" tras la batalla con Surtur (en el Thor de Walt Simonson), Billy Rayos Beta de viaje espacial y Thor volcado en sus deberes con Midgard, Loki decide utilizar a Tormenta para conseguir el control sobre Asgard. Decidido a convertir a Ororo en una nueva diosa del Trueno, Loki se alía con la Encantadora, que asalta a los Nuevos Mutantes en Kirinos y se los lleva a Asgard, donde un hechizo de Illyana consigue que escapen de la Encantadora, pero dispersándoles por los Reinos Inmortales. Así, Magik quedaría en manos de la Encantadora, convertida en su cazadora y esclava mágica; Mancha Solar se vería envuelto en reyertas de taberna con los propios Aesir; Magma se convertirá en víctima de los trucos de los Elfos; Cifra se convertirá en un esclavo; Karma tendrá que enfrentarse al más duro desierto; Bala de Cañón aparecerá entre las forjas de los Enanos; Warlock se verá enfrentado a la muerte por inanición; Loba Venenosa conocerá al príncipe lobo Hrimhari (que tan importante vuelve a ser ahora en la vida de Rahne); y Espejismo comenzará su transformación en una de las valquirias, en uno de los giros más interesantes que ha dado el personaje de Dani Moonstar. La presencia de los Nuevos Mutantes llevará a Asgard a los miembros de la Patrulla-X, siendo la primera vez en esta saga que Rachel Summers asume ante sus compañeros la identidad de Fénix, aunque aún no le ha contado su verdadera historia a Cíclope, que se une a la Patrulla-X para este viaje a Asgard. Nuevos Mutantes y Patrulla-X trabajarán juntos para liberar a Tormenta de los planes de Loki, derrotando al Dios de las Mentiras en una trama que es una auténtica delicia... y no sólo por el guión de Chris Claremont, sino por los lápices de un absolutamente iluminado Arthur Adams, dibujante preciosista donde los haya, que le da el toque de magia perfecto a la historia asgardiana elucubrada por Claremont. 

En conjunto, como veis, desde mi punto de vista en esta época de X-Men destacan las historias "especiales" por encima de las que forman en sí parte de la colección, y es que la época de Nimrod y del salto al protagonismo de la colección de Rachel Summers, junto a la participación del resto de la Patrulla-X en la megatrama que se comería una buena parte de mediados de los Ochenta y de la que hablaremos en el próximo post, Secret Wars II, es la parte más aburrida de los X-Men de Claremont. Por supuesto, hay toques maestros, como el Juicio de Magneto, pero la línea global de la cole, incluso a nivel gráfico (con un John Romita cada vez más estancado y menos sorprendente), bajó su nivel notablemente, a mi parecer.

Pero de todo esto, hablaremos con más profundidad en el próximo post.


lunes, 16 de julio de 2012

FÁBULAS: HEREDAR EL VIENTO


                Revisando los posts sobre cómics que he escrito en este tiempo para el Iconocronos, ¡me he dado cuenta de que no había ninguno sobre Fábulas! Y bueno, como veis, y aprovechando que este mes ECC nos ha traído tomo de la serie principal (que ya tocaba), ha llegado el momento de ponerle remedio.
                Por si hay alguien por ahí que no lo sepa, y mira que lo dudo, Fábulas es a día de hoy una de las mejores series que se están publicando en el mundo del cómic fuera del mainstream superheróico. Fijaos si será buena que, realmente, es la única colección que yo sigo fuera del ese mundo… Fábulas parte del hecho de que los personajes de los cuentos clásicos existen, y aún más, viven en nuestro mundo, en Nueva York, en un barrio que recibe el nombre de “Villa Fábula”. Además, hay un anexo en el estado de Nueva York, la Granja, donde viven las Fábulas de aspecto no humano que no podrían mezclarse con los simples neoyorquinos. Blancanieves es la teniente de alcalde, el Lobo Feroz el sheriff, Cenicienta la dueña de una tienda de zapatos… Todos ellos llegaron a nuestro mundo tras huir de sus Tierras Natales cuando estas fueron tomadas por una fuerza oscura, el Emperador.



                Bueno, llevamos ya diecisiete tomos de Fábulas en España, recogiendo 113 números USA de la serie, de modo que, de aquel arranque que he comentado, ha evolucionado mucho, y muchas cosas han cambiado, de modo que el que no haya leído Fábulas y tenga la intención de hacerlo, puede (debe) no seguir adelante en este post. ¡¡Gracias!!
                A los demás… tras unos tomos en los que realmente no habíamos visto probablemente el mejor trabajo de Bill Willingham (Mark Buckingham está más allá del bien y del mal y funciona siempre al más alto nivel) parece haber recuperado su mejor hacer en este tomo, Heredar el Viento. Y es que quizá Willingham se desenvuelva mejor en estos entornos, más centrados en los personajes, que en aquellos más épicos, como fueron el enfrentamiento contra Gepetto o contra el Señor Oscuro. Tras la caída de este en el enfrentamiento contra el Viento del Norte, las Fábulas deben hacer frente a su regreso al mundo que habían evacuado, y la familia de Lobo Feroz y Blancanieves, debe tomar parte en la elección de un nuevo Viento del Norte, y debe hacerse lo más rápido posible para evitar la intromisión de los otros grandes vientos. Con todo esto, Willingham vuelve a trabajar superponiendo temas y desarrollando tramas en las que envuelve a sus personajes, dentro de los que no se puede decir quien es protagonista y quien es secundario. Así, a las dos tramas comentadas, se une en Heredar el Viento la historia del viaje revolucionario de Bufkin, el mono guardián de la biblioteca de Villa Fábula, que recorre las tierras de Oz tratando de reunir una oposición a un dictador que se ha proclamado como nuevo Emperador.



                Sin embargo, del contenido de Heredar el Viento, tengo que destacar uno de esos números “fuera de trama” que Willingham y Buckingham se marcan con cierta frecuencia, con el regreso de los exiliados de Villa Fábula a la Granja, dirigidos como siempre por Rosa Roja, que ahora debe conocer a las otras encarnaciones de la Esperanza. No voy a espoilear nada, pero admito que se me han saltado las lágrimas al ver que Willingham ha incorporado al mundo de las Fábulas al personaje protagonista del que probablemente sea el cuento más… cruel de todo el panorama de los cuentos infantiles, y el que siempre me ha apenado más: la Pequeña Cerillera.
                En fin, supongo que no hará falta que diga mucho más, porque los que, como yo, seáis seguidores de Fábulas, ya tendréis el tomo en vuestras manos. ¡Disfrutadlo!

viernes, 13 de julio de 2012

X-MEN: DE KULAN GATH A LOKI.


Tras haber perdido sus poderes por culpa de una de las creaciones de Forja, Tormenta se dispondría a abandonar la Patrulla-X para dirigirse a África, al tiempo que Lobezno y Kitty Pryde compartían protagonismo en una serie limitada  con muchos ninjas de por medio en la que Kitty obtendría al fin el nombre clave que le ha durado hasta el día de hoy: Gatasombra. Mientras tanto, Rachel y Magma, de los Nuevos Mutantes, se enfrentaban a Selene de nuevo, esta vez convertida en Reina Negra del Club Fuego Infernal, y aunque la Patrulla-X conseguiría derrotarla y evitar que Rachel o Magma acabaran con ella, convirtiéndose así en asesinas, la hechicera no estaría muy lejos de ellos mucho tiempo… y sorprendentemente, volvería como una extraña aliada.



                Y es que mientras íbamos viendo estos enfrentamientos, Claremont y Romita habían ido deslizando escenas en las que el empleado de una industria pescadera de Manhattan encuentra un extraño collar, que le es robado por un hombre en el Metro, provocando así el ascenso del hechicero Kulan Gath. Este personaje ya se había enfrentado a Spiderman, un viejo hechicero inmortal servidor de la demoniaca raza de los N´Garai, que extendió un hechizo que transformó Manhattan en un reino de Dragones y Mazmorra. La propia Tormenta se vería atrapada en el cambio antes de partir hacia África, y en esta historia, veríamos una improbable alianza, pues Selene era también enemiga de Kulan Gath, y ayudaría a los personajes a enfrentarse al hechicero. Tormenta, Calisto, Rondador, Coloso, el Capitán América, Magik, Warlock, Magma y Selene se convertirían en unos originales Vengadores que conseguirían derrotar a Kulan Gath, utilizando luego el Doctor Extraño los poderes de Magik para volver atrás en el tiempo y evitar así el alzamiento de Kulan Gath.
                La saga de Kulan Gath aparece en la Patrulla-X como algo innovador, un esquema que luego se ha repetido en varias ocasiones, alcanzando incluso la importancia de la Era de Apocalipsis o Dinastía de M, incluso Flashpoint,  generando el modelo a seguir en estas ocasiones: alteración global del mundo, un personaje que recuerda la verdad (Tormenta y Calisto en este caso), y reunión de un equipo “de emergencia” para solventar la situación. En un par de números, Claremont sentó las bases de una docena de futuras historias. Con la vuelta a la normalidad, Lobezno y Gatasombra volverían de Japón a tiempo de ayudar a sus compañeros, bajo el liderazgo de Rondador, a enfrentarse a Magus, el padre de Warlock de los Nuevos Mutantes, miembros ambos de la Tecnarquía, en la que unas antiguas tradiciones obligan al enfrentamiento del padre con el hijo en un ciclo infinito en el que Magus y Warlock deben enfrentarse una y otra vez. La aparición de Magus sería casi eventual, y pronto la Patrulla tendría problemas más acuciantes, cuando Xavier es atacado por un grupo de estudiantes que le dejan medio muerto en un ataque racista, siendo rescatado por los Morlocks; y pronto, se las tendrían que ver con los Infernales, los cachorros de Emma Frost, diseñados como enemigos de los Nuevos Mutantes, pero que decidieron dar el paso a la primera división guiados por James Proudstar, el hermano del difunto John Proudstar, miembro de los Infernales, que secuestra a Banshee para provocar un conflicto con los X-Men que le permita su venganza contra la Patrulla por la muerte de su hermano. Sin embargo, los planes de Proudstar se verían alterados por la presencia de Émpata, el Infernal con más mala leche de la historia de Marvel, que provocaría un enfrentamiento entre los X-Men y el ejército de Estados Unidos, lo que aumentaría aún más la marginalidad de los mutantes. Proudstar demostraría ser mejor de lo que él mismo esperaba, y él y la joven Estrella de Fuego comenzarían así a apartarse de los Infernales, iniciando el camino que años después les llevaría a convertirse en héroes.


                Y en este tiempo, aparecería la que sería la primera serie limitada con protagonismo compartido entre Alpha Flight y X-Men. Hacía mucho tiempo que los caminos de ambos grupos no se cruzaban, y Claremont decidió solventar esta situación, acudiendo de nuevo a los lápices de Paul Smith, en el que probablemente sea su mejor trabajo en la franquicia mutante. El cruce entre la Patrulla-X y los Alpha Flight seguiría la estructura de los típicos encuentros entre héroes. Confusión al principio, enfrentamiento entre los dos grupos, alianza al final para hacer frente a una amenaza mayor. Y en este caso, la amenaza es ni más ni menos que Loki, que comienza a inmiscuirse aquí en los asuntos de los mutantes, un Loki considerado por muchos como un héroe tras su ayuda en la derrota de Surtur (vista en el Thor de Walt Simonson) y que ha decidido obtener mucho más poder. Para ello, Loki utiliza una fuerza mágica que convierte a los humanos normales en héroes casi de fantasía y que aparece en Ungava, en Canadá. Entre los afectados están Cíclope y Madelyne Pryor, que viajaban por la zona junto a varios pasajeros, convertidos en nuevos hombres por la magia de Loki. De hecho, la propia Madelyne Pryor obtuvo poderes en esta historia, convirtiéndose en Anodina (curioso nombre, el destino de Madelyne no sería anodino, precisamente), y Cíclope conseguía el control de sus rayos ópticos. Pícara podía tocar a la gente, Puck dejaba de ser enano, Aurora dejaba de estar loca… Era un regalo (como el nombre de la saga, El Regalo), pero un regalo envenado. El precio era la magia, y no solo la magia como tal que hizo que Shaman y Ave Nevada enfermasen al principio de la historia, sino la magia que hay en cada persona, su capacidad creativa. Por supuesto, esto llevaría a los héroes a dividirse y enfrentarse, pero finalmente, decidirían enfrentarse juntos a Loki y rechazar el don del  dios… lo que no se tomaría nada bien.


                Si la saga de Kulan Gath es entretenida, El Regalo es una auténtica joya de la historia en los cómics ochenteros, un auténtico placer para la lectura y la vista, una saga en la que Paul Smith realiza algunas de las viñetas con Pícara o Estrella del Norte que han quedado para siempre en mi memoria friki, y que convierten a este dibujante en uno de mis preferidos de los que han formado parte de la historia de la Patrulla.
                Tras estas historias, llenas de magia de una manera u otra, se veía venir en el horizonte una amenaza de carácter completamente distinto. Su nombre:
                Nimrod.

jueves, 12 de julio de 2012

nuDC: WONDER WOMAN


                Cada una de las compañías de comics tiene a sus propios grandes, de los que saca el mayor partido, sus filones propios. Así, Marvel cuenta con Lobezno o Spiderman, que además de sus poderes particulares, tienen el don de la ubicuidad y se prodigan en numerosas colecciones, propias y ajenas, especiales, series limitadas, etc. En DC, siembre se ha hablado de los Tres Grandes, Superman, Batman y Wonder Woman. Realmente, de los tres, Batman es el que cuenta con más publicaciones en su haber, no sólo de la compañía, sino probablemente  de la historia de los cómics. En los años previos al lanzamiento del nuDC, mientras Superman y Batman contaban con grandes equipos creativos y buenas historias que contar (el primero metido de lleno en las sagas relacionadas con la reaparición de los kryptonianos, y el segundo, en manos de Morrison… pues eso, en manos de Morrison y todo lo que ya hemos hablado en el Iconocronos en multitud de posts); Wonder Woman parecía no encontrar su lugar. Como ya hablamos anteriormente , la Amazona fue el personaje más sufrido a nivel editorial entre los tres grandes… y quizá en todo el plantel de DC.



                Evidentemente, con la llegada del nuDC y la restructuración de los personajes que DC ha hecho a nivel global tras Flashpoint, llegaba el momento de volver a poner en la palestra a Wonder Woman. Curiosamente, ya antes del evento protagonizado por el Velocista Escarlata, Straczynski había hecho su propio reboot del personaje, trabajo que se vio interrumpido por la inminencia de Flashpoint, así que tenemos en poco tiempo a una Nueva Diana que pasa a ser la Vieja Diana y que de nuevo es la Nueva Nueva Diana, la del nuDC. Y desde luego, las mentes pensantes de DC, a la hora de repartir entre los guionistas y dibujantes las nuevas series, decidieron remover del todo a la princesa de Themyscira.
                Los encargados de traernos a esta novísima Wonder Woman han sido el guionista Brian Azzarello (conocido en todo el mundo del cómic por su Cien Balas) y el dibujante Cliff Chiang (al que hemos visto en Blanco Humano o Green Arrow/Black Canary). A priori, y como comentan en el propio número uno de la colección editada en España por ECC, Azzarello es un guionista que se ha encasillado (o mejor dicho, especializado) en géneros que no son del todo superheróicos, sintiéndose cómodo en ambientes más oscuros que aquellos por los que los héroes suelen transitar. Y bueno, personalmente, a Chiang tampoco le veo demasiado superheróico, con un estilo que pega más con las publicaciones de Vértigo que con las más clásicas de DC. Creo que todos los seguidores del cómic esperábamos con curiosidad los primeros números de Wonder Woman, y bueno, la verdad es que la espera ha merecido la pena.



                Azzarello y Chiang utilizan la historia clásica de Wonder Woman para arrancar su serie (recuperando incluso a una Hipólita rubia, como en los primeros tiempos de la Amazona, aquellos anteriores a la Crisis en Tierras Infinitas), pero enseguida hacen lo que realmente creo que todos pensábamos que iba  a hacer Azzarello: cambiarlo todo. Y cuando digo todo, digo todo. Ni los dioses escapan de los cambios que el guionista introduce en la serie. Hermes, Apolo, Hera, Ares, Eris… se convierten en criaturas más oscuras que aquellas que estamos acostumbrados a ver, de nuevo muy en la línea que Gaiman trazó en Sandman a la hora de plantear a las divinidades. Y aunque las Amazonas sí parecen las de toda la vida, enseguida dejarán de serlo. La historia arranca cuando dos centauros tratan de acabar con la vida de Zola, una joven que no cree tener nada importante, pero que pronto descubrirá que ha enfadado mucho a una diosa, a la mismísima Hera, al hacer lo que muchas mujeres hicieron antes que ella: dejarse seducir por su esposo, Zeus. Así, Azarello recurre a la tradición más clásica, incluyendo a Zola en una lista con ya numerosas integrantes, desde Danae a Maya, y que regó la mitología griega con un nutrido número de héroes, dioses y semidioses. Diana trata de salvar la vida de Zola, y así, se convierte en objetivo de la ira de Hera, que además, tiene viejos ajustes de cuentas que llevar a cabo con Hipólita.



                Como veis, las premisas son interesantes de partida. Y bueno, aunque el dibujo de Chiang a mi sigue sin terminarme de convencer, la verdad es que de momento la cosa tiene buena pinta. ¡A ver si dura!

miércoles, 11 de julio de 2012

ESTOPA: SHOWTIME 2.0

En el Iconocronos, a estas alturas, seguimos imbuidos de espíritu rojo, así que hoy, en los Miércoles Musicales, os traigo la canción que los hermanos Muñoz dedicaron a nuestra selección, y en la que algunos de los miembros de la Roja son partícipes.

¡¡Espero que os guste!!


martes, 10 de julio de 2012

X-MEN: LOS PRIMEROS TIEMPOS DE JOHN ROMITA JUNIOR


                La boda de Scott y Madelyne, además de un momento histórico para la Patrulla-X, como ya comentamos anteriormente, supuso la despedida de la colección regular de Paul Smith, y la llegada del que sería el dibujante más señero de X-Men durante los años 80. John Romita Junior (el legendario JR Jr), un artista que hoy es uno de los más conocidos de Marvel, pero que por aquellos tiempos estaba empezando su carrera, a la sombra de su padre, el John Romita Senior que tantos buenos momentos de Spiderman había dibujado. Y para empezar, Romita se acerca a los personajes a través de uno de esos números tan particulares de Claremont, esos interludios entre sagas que el guionista aprovechaba para profundizar en sus personajes, en este caso aprovechando como trasfondo el inicio de la Luna de Miel de Scott y Madelyne. Pero la paz durará poco, y la Patrulla-X tendría que hacer frente a una vieja amenaza: Mística y la Hermandad de Mutantes Diabólicos, dispuestos a recuperar a Pícara a toda costa. Claremont aprovecha así para poner frente a frente a Pícara y Mística y ahondar en lo que era todavía una herida abierta para ambas, al tiempo que lanza nuevos “disparos” sobre la relación entre Mística y Rondador, sin aclarar aún nada al respecto. Con la nueva ley de Registro Mutante en marcha, impulsada por personajes nuevos (la Doctora Valerie Cooper) y no tan nuevos (Henry Peter Gyrich) y con Mística en su identidad de Raven Darkholme sembrando cizaña entre unos y otros, la Patrulla tiene que enfrentarse a la Hermandad, quedando Coloso malherido y al borde de la muerte, y desapareciendo Kitty en la aventura, lo que llevará a los personajes a los túneles de los Morlocks, pues allí lleva el rastro de la joven mutante desaparecida. Y es que Kitty aún tenía cuentas pendientes con los Morlocks, especialmente con Calibán, con quien había prometido quedarse cuando el rastreador de mutantes ayudó a la Patrulla-X en su primer encuentro entre estos y los seguidores de Calisto. Finalmente, la presencia de Tormenta y la renuncia de Calibán permitieron a Kitty regresar al exterior, y además, Curandero de los Morlocks consiguió curar las heridas de Coloso. Kitty Pryde había hecho el mayor sacrificio por la persona a la que amaba, había estado a punto de apartarse de todo y de todos a los que quería para entregarse a los Morlocks. Coloso pronto demostraría no estar a la altura de las circunstancias.




                Y es que a esta altura de la Patrulla-X, las tramas de la colección comenzaban a mezclarse con las que se desarrollaban en su serie hermana, Los Nuevos Mutantes. Doug Ramsey, amigo de Kitty y relacionado con esa serie, recibiría una oferta de la Academia de Massachussetts, y Kitty se decidiría a acompañarle, encontrándose con que la Reina Blanca volvía a estar en activo. Pero la Patrulla no podría ayudarla, pues comenzaría el mayor evento que Marvel había planificado nunca: Secret Wars. El gran capricho editorial de Jim Shooter implicó, como no podía ser de otra manera, a los personajes de la Patrulla-X, que se verían arrastrados junto a otros muchos héroes al mundo creado por el Todopoderoso para enfrentar a héroes y villanos. No voy a profundizar mucho aquí en las Secret Wars, pero a nivel de los mutantes, podemos destacar varias cosas: los conflictos de liderazgo entre Xavier y Tormenta, el acercamiento entre Magneto y los X-Men, y la trágica historia de amor entre Coloso y Szaji, una alienígena del mundo del Todopoderoso que moriría poco antes de que finalmente los héroes pudieran regresar a la Tierra. Mientras Cíclope volvía junto a Madelyne, el resto de los Hombres-X aparecían en Japón, donde tenían que hacer frente a una dragona enamorada de Lockheed, y sin solución de continuidad, nos encontraríamos con Claremont buceando en los problemas psicológicos que para Pícara iba a traer su viejo ataque a Carol Danvers, al mezclarse ambas personalidades y recuerdos, lo que llevó a Pícara a atacar un Helitransporte para salvar a un viejo amigo de Carol, el agente Tom Rossi, haciendo que empeorase aún más la imagen de los X-Men, en plena génesis del Acta de Registro.




                Con todo esto, Claremont también tendría tiempo que dedicar a la relación entre Coloso y Kitty, a como enfoca cada uno de ellos la relación del primero con Szaji, y a como Rondador y Lobezno tratan de hacerle entender el daño que ha hecho a la joven, acabando la lección en una curiosa pelea de bar entre el mutante acorazado y Juggernaut, en uno de los comics con un trabajo de dibujo más espectacular de aquel Romita Jr. En estos tiempos, además, Claremont y Romita retomarían en la colección a dos personajes de armas tomar y que tendrían mucha importancia en la evolución de la Patrulla-X en particular y el universo mutante en general. La primera sería Rachel Summers, la joven pelirroja a la que Claremont y Byrne habían creado en la mítica Días del Futuro Pasado y que había lanzado al pasado la mente de la adulta Kate Rasputin para evitar la muerte del Senador Kelly, y que ha llegado al presente sin saber muy bien como y con unos recuerdos un tanto confusos sobre el mundo en el que se encuentra.  Y la otra, sería la bruja Selene, que ya había sido presentada en la colección Nuevos Mutantes, durante la saga de Nueva Roma, que llega a los X-Men persiguiendo a Rachel. La intervención de la Patrulla-X evitó que Selene pudiera dominar a Rachel, que se convertiría en la nuevo integrante del equipo, aunque tardaría en obtener protagonismo, pues pronto la colección se centraría en Pícara y Tormenta. Conoceríamos entonces a Forja, nativo americano, mutante y creador que trabaja para el gobierno de Estados Unidos y que ha creado un arma capaz de anular los poderes de cualquier mutante, inspirándose para ello en las armas del Caballero Galáctico Rom, ya que en aquellos momentos, todo el universo Marvel se encontraba en guerra con los Fantasmas, los enemigos de Rom. Valerie Cooper, sin embargo, traicionaría la confianza de Forja, entregando el arma al ejército, que marcaría a Pícara como su objetivo, pero en el conflicto, sería Tormenta quien perdiera los poderes.



                Esto daría paso a Muerte Viva, con lápices del detallista y fantástico Barry Windsor-Smith, más acostumbrado a las historias de Conan que a los comics de superhéroes, historia en la que Claremont explora la personalidad de Tormenta y su relación con Forja, que trata de compensar el hecho de haber creado el arma que ha cambiado a Tormenta, al parecer para siempre. Y es que para Ororo, sus poderes sobre el clima eran más que simples poderes, eran parte de ella. Aunque Muerte Viva se centra sobre todo en Tormenta, la historia continúa imbricándose en la lucha entre los humanos y los Fantasmas, y pronto la Patrulla-X, incluyendo a Tormenta sin poderes, tendrán que hacer frente al ataque de estas criaturas de magia alienígena, abandonando Ororo a Forja en una historia que obviamente, aún tiene mucho que decir.
                En resumen, tenemos una etapa entre manos en la que Claremont se alejó de las grandes epopeyas (dando golpes de genio para relacionar su obra con el resto del Universo Marvel) y se centró en la evolución de los personajes, en especial de las mujeres de carácter que tanto disfrutaba escribiendo. Pícara, y sobre todo Tormenta, fueron las agasajadas con la atención del guionista, que contó para contar sus historias con un John Romita Junior que estaba empezando a labrarse un estilo, en aquellos entonces bastante más sucio de lo que ahora estamos acostumbrados a ver, pero que tenía ya algunos de los rasgos que hoy definen su dibujo y que es bastante divertido ver, aunque desde mi punto de vista, le faltaba mucho todavía para ser el genio en el que luego se convertiría.