New X-Men: Childhood's End, Volume 5: Quest for Magik by Craig KyleMy rating: 5 of 5 stars
La llegada de Craig Kyle y Cristopher Yost a New X-Men fue como un tsunami que lo arrasó todo en la colección y que consiguió que esta serie, que ocupaba un papel secundario en el universo mutante, saltara al primer plano. La que sería la saga más importante en años, Complejo de Mesías, se gestó casi por completo en las páginas de la andadura de estos dos guionistas por la colección, que fue la que mostró de forma más desgarrada las consecuencias del Día M.
Y es que es precisamente la desaparición de la práctica totalidad de la población mutante fue el leit motiv del primer año de la colección, una historia que es prácticamente una trilogía, formada por tres historias: el Fin de la Infancia, Cruzada y Nimrod, y que forman (desde mi punto de vista) una de las mejores historias que he leído nunca, y que aún a día de hoy ha vuelto a darme momentos en los que rondaban las lagrimitas. Quizá porque DeFilippis y Weir habían conseguido que empatizara especialmente con los personajes de esta colección y Kyle y Yost parecían decididos a no dejar títere con cabeza. Creo que es en esta colección donde mejor se ve la desesperación de los mutantes, convertidos ahora en una especie en extinción, en sus miembros más jóvenes, que pasan de ser los herederos del futuro a ser cazados y exterminados, literalmente.
En esta primera parte de su estancia y la colección, Kyle y Yost recurrieron a dos enemigos clásicos de los X-Men, el reverendo Stryker y el centinela futurista Nimrod, en una saga oscura y retorcida que sirvió para dejar atrás la escuela de los muchos grupos y convertir a los estudiantes en una nueva versión de la Patrulla-X, que luego protagonizaría otras dos sagas: la Caída de Azogue (o la Caída de Mercurio, pero prefiero Azogue para Cessily Kincaid, que así no se confunde con Pietro Maximoff, que en aquellos tiempos estaba de máxima actualidad después de su participación en Dinastía de M), y la Búsqueda de Magik. La primera de las dos quizá sea la más flojita de la etapa, aunque es una historia muy centrada en los nuevos personajes y especialmente en X-23, la aportación del dúo al elenco de la colección, para luego pasar a una historia oscura en guión y dibujo, con un Skottie Young que me ha dado la sensación de haber ganado con el paso del tiempo, y que sirvió para recuperar la relación de los X-Men con el mundo mágico, que parecía haberse olvidado en los últimos años, pero que venía de muy atrás, de los tiempos en los que, precisamente, la Patrulla-X había tenido que hacer frente a Belasco, e Illyana Rasputin se había convertido en Magik...
En fin, que es una de mis sagas favoritas. Me encanta.
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