The Wicked + The Divine, Vol. 7: Mothering Invention by Kieron GillenMy rating: 5 of 5 stars
Ay Dios(es) míos, la que se está liando, y con todo lo que tenemos encima, Gillen y McKelvie han decidido que es el momento de ponernos históricos. A partir de aquí, riesgo de spoilers, no descarto nada.
Por un lado, continúa la trama de Fase Imperial, ya hemos descubierto que Woden es un farsante que se está aprovechando del auténtico dios, su hijo, el decapitado Mimir y que tiene encerradas a las Nornas en una jaula que las aparta de sus poderes, tenemos la frase más peligrosa de toda la colección en boca de Minerva con su "Soy Ananke", Sekhmet, Dionisos y Amaterasu están muertos, Baphomet y Morrigan tratando de poner fin a su relación tóxica, Lucifer, Inanna y Tara sorprendentemente vivos para ser solo cabezas, y Baal y Perséfone... Bueno, no se sabe muy bien cómo van a terminar Baal y Perséfone, pero ambos esconden demasiadas cosas como para que aquí algo pueda terminar bien. Y con todo esto sobre la mesa, en Intervención Maternal llegamos al momento de hablar de cómo empezó todo, de remontarnos seis mil años atrás y vivir en origen de Ananké y parte de la trama de la historia del Panteón, que, por obra y arte de McKelvie, se convierte en la mejor y en la peor parte del tomo. La mejor porque McKelvie consigue reflejarnos en varias decenas de viñetas los sucesivos enfrentamientos entre Ananké y Perséfone, todos en viñetas muy iguales y al mismo tiempo todas interesantes... y lo peor porque en una serie de viñetas (90) que me han recordado al Byrne de las páginas en blanco de Alpha Flight, nos reflejan 90 años de oscuridad en viñetas completamente negras. Y una página vale, pero noventa viñetas...
En fin, al margen de estos detalles pictóricos, la historia de The Wicked + The Divine sigue avanzando como una máquina imparable, y a mi ya solo me queda dejarme arrastrar hasta el final...
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