JÓVENES VENGADORES: LA CRUZADA DE LOS NIÑOS

 

Avengers: La cruzada de los niños by Allan Heinberg
My rating: 3 of 5 stars

Curioso, esta ha sido una de las lecturas que recuerdo que me resultó increiblemente decepcionante en su día y que en esta segunda lectura no me ha parecido taaaaaaaaaaaaaan mala, y de hecho me ha parecido entretenida y hasta la voy a dar un aprobado, algo con lo que realmente no contaba cuando empecé a leerla.

Jóvenes Vengadores ha sido uno de los proyectos más interesantes que sin duda han aparecido en lo que llevamos de siglo, con Allan Heinberg al frente del proyecto y los dibujos de Jimmy Cheung, en los días siguientes a Desunidos. Los Jóvenes Vengadores, que al principio parecían tenerlo todo en contra (¿una colección de sidekicks en Marvel? ¿En serio?) sorprendió a todo el mundo por su planteamiento, su calidad, sus personajes... Y quedó tan metida en la cabeza de los fans que la propia Marvel decidió que no iba a continuarla sin su equipo titular, así que después de la primera serie limitada del equipo, les vimos por separado en Jóvenes Vengadores Presentan, y hacer equipo con los Runaways durante World War Hulk e Invasión Secreta.

Pero finalmente llegó el momento y Allan Heinberg y Jimmy Cheung volvieron a cuadrar sus agendas y lanzar al mercado La Cruzada de los Niños... ahora, con sus particularidades, porque tardaron como dos años y pico en lanzar los diez números que componen la serie. Y desde luego en este caso Heinberg se lanzó a un proceso ambicioso, metiendo a los Jóvenes Vengadores en medio de una serie de tramas que llevaban años desarrollándose: todo lo relacionado con Desunidos, Dinastía de M y la desaparición de la Bruja Escarlata. Así, aprovechando las sospechas de Wiccan de que Bruja Escarlata pudiera (de alguna manera) ser su madre y la de Veloz, los Jóvenes Vengadores se sitúan en el centro de un conflicto a cuatro bandas entre los Vengadores, la Patrulla-X, el Doctor Muerte y la propia Wanda Maximoff. El dibujo de Cheung es tan espectacular como siempre, y aunque el planteamiento no puede ser más guay (¿La Bruja Escarlata y sus gemelos? Para mí es una debilidad), lo cierto es que Heinberg está muy lejos del "estado de gracia" en el que escribió la primera etapa de Jóvenes Vengadores, y aquí parece que las mismas situaciones se repiten una y otra vez, con los Vengadores, Magneto, Muerte o la Patrulla-X apareciendo por sorpresa una y otra vez.

Y lo que sigue siendo lo peor de todo es la manera absurda en la que Muerte se achaca a sí mismo la responsabilidad sobre la manipulación de Wanda y la destrucción de los Vengadores en sus manos, en una reiteración del argumento que ya hemos visto docenas de veces en el que cuando un héroe hace algo malo es porque estaba poseído. Lo vimos con Jean Grey y Fénix, lo vimos con Hal Jordan y Parallax, lo vimos con Sue Richards y Malicia... y lo vemos de nuevo aquí, pero sujeto con alfileres.

Y con todo esto, aún así, me ha parecido entretenido. Y sale la Bruja Escarlata. Y Wiccan. Y... pues suficiente, ¿no?


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