Erwyn
y Oweyn se apresuraron para llegar desde Palosanto hasta Lanza del Sol,
llevando prisioneros consigo a Loras Tyrell. Aunque en su viaje tuvieron
problemas al ser atacados por un grupo de lagartos de las arenas, que pusieron
en aprietos a Erwyn, consiguieron finalmente llegar a la capital de Dorne. La
ciudad, hecha en su mayor parte de adobe y paja, destacaba por su triple
muralla, los Muros Ondulantes, en las que sólo en un lugar se podía entrar
directamente hacia el Antiguo Palacio, a través de una larga avenida. Las dos
torres de la residencia de los Martell, la Torre de la Lanza y la Torre del Sol
se erguían vigilantes sobre la ciudad.
El
escudo de Erwyn y la presencia del prisionero llamaron la atención de los
guardias, que se apresuraron a conducir a Erwyn, Oweyn y Loras ante Doran
Martell, que los recibió en la sala del trono de la Torre del Sol, con dos
tronos gemelos, uno con la Lanza de los Martell y otro con el Sol de Rhoyne. Su
hija, Arianne, acompañaba al Príncipe Doran Martell, obviamente afectado por
una dolorosa gota. Doran recibió cordialmente a Erwyn y Oweyn, pero se mostró
especialmente impactado cuando, a pesar de las advertencias de Erwyn de que no
lo hiciera, Loras Tyrell se identificó ante Doran Martell. Obviamente, el señor
de Dorne se mostró de lo más satisfecho por tener entre sus muros al hijo de su
mayor rival, Mace Tyrell, de modo que ordenó encerrar a Loras, y ofreció asilo
a Oweyn y Erwyn, que fueron conducidos a sus habitaciones por Arianne, bajo la
atenta observación de Tyenne Arena, una de las hijas de Oberyn Martell. Por
primera vez en mucho tiempo, Oweyn y Erwyn descansaron tranquilos, sabiendo
además que Ser Cortnay Penrose se encontraba allí y solía acudir con los
jóvenes escuderos al Barco de Arena al anochecer. Si Cortnay Penrose estaba
allí, también lo estaría Edric Tormenta, la llave para vencer al Otro. Al
anochecer, tras descansar, Oweyn y Erwyn acudieron al Barco de Arena, donde
efectivamente, Cortnay Penrose estaba entrenando a los jóvenes escuderos de
Lanza del Sol. De inmediato, Cortnay se puso a la defensiva, mostrándose
suspicaz ante los extraños que llegaron preguntando por Edric Tormenta. Penrose
negó que el bastardo de Robert Baratheon estuviera allí, y aunque Erwyn trató
de convencerle, fue imposible, aunque sí que los norteños se llevaron una
sorpresa al descubrir entre los muchachos el rostro de Arya Stark. Arya había
sido enviada a Lanza del Sol poco después de la coronación de Renly Baratheon,
y la muchacha prefería practicar con espadas antes que aprender a bordar… y a
los dornienses les era indiferente. Finalmente, aunque Edric se negó a admitir
que Edric Tormenta estuviera allí, el propio muchacho se identificó. Erwyn y
Oweyn le hablaron de las profecías que hablaban de él, pero el chico estaba
confundido, así que decidieron darle tiempo para pensar (a él y a Penrose),
mientras ellos decidían un curso de acción.
Mientras
esto ocurría en Dorne, en Rocadragón la flota de Daenerys partía hacia el sur.
Los barcoluengos de los Hombres del Hierro, los grandes dromones volantenes,
los barcos de Rocadragón y Dorne… Una peculiar fuerza, bajo el estandarte
conjunto de los Targaryen. Cerca del Aguasnegras, barcos del Rejo amenazaron a
las fuerzas de Daenerys, pero esta liberó a los dragones, que atemorizaron a
los Hombres del Rejo. Aunque Daenerys no quería atacar a los hombres del Rejo,
Rhaegon se mostró irascible, atacando uno de los barcos, devorando a su
tripulación y quemándolo, antes de volver a sus dromones. Rhoynar expreso a
Daenerys su preocupación por la conducta de Rhaegon, el Verde, preocupación
compartida por Daenerys. Melisandre de Asshai se reunió con Rhoynar, tratando
de averiguar lo posible sobre Dorne y los Martell, mostrando especial atención
a lo relacionado con la sangre real de los Martell. Rhoynar aprovechó para
tratar de averiguar algo de la relación que la sacerdotisa tenía con las sombras,
y por lo tanto, su vinculación con la muerte de Renly, el asedio a Bastión de
las Tormentas en el que desapareció Edric y la batalla de Puerto Gaviota en la
que Stannis tomó el gran puerto. Según la sacerdotisa, todo lo que ocurría era
la voluntad de R´hllor, el Señor de la Luz.
Algunos
días después, y mientras Rhoynar cuidaba del herido Uther, cinco barcoluengos
se reunieron con la flota de Daenerys cerca de la costa de la Tierra de las
Tormentas, un grupo dirigido por Wulf Una-Oreja. El Hombre del Hierro presentó
a Daenerys los respetos de Asha Greyjoy, que aceptaba su alianza con Daenerys,
y mostraba la preocupación de su señora por su esposo de sal, Fusk Aesirk.
Stannis se extrañó por la relación entre Fusk y Asha, pues su matrimonio con
Rayra Bolton aún estaba vigente en Poniente. Daenerys también se sintió
molesta, pues no olvidaba que Fusk había intentado influir en su relación con
Jorah Mormont. Pero Fusk no era el único que no aprobaba la presencia de Jorah
como rey al lado de Daenerys, y pronto, los conflictos se extendieron, y
Barristan Selmy tuvo que detener una pelea entre uno de los dornienses y un
dothraki, provocada por ese motivo. Selmy ordenó a Cletus Yronwood que pusiera
orden, pero eran muchos los que no aceptaban la presencia de Jorah Mormont.
Fusk y Rhoynar, que estaban de acuerdo en que Jorah debía ser apartado de
Daenerys, comenzaron a conjurar el resto del camino para conseguir esto.
Mientras, por los recién llegados, supieron que los Lannister se habían hecho
con el control de Harrenhal, y que Loras Tyrell estaba cercando Wyl.
La
flota de Daenerys llegó finalmente a Lanza del Sol, siendo recibida por la
Princesa Arianne. Los dragones volaron sobre la ciudad, mientras toda la fuerza
de Daenerys tomaba tierra. La sorpresa para los dornienses llegó cuando Cletus
Yronwood y tres caballeros de Dorne descendieron de uno de sus barcos, con el
cuerpo muerto de Quentyn Martell cubierto con la bandera de Dorne. La princesa
Arianne palideció y tuvo que ser sostenida por uno de sus guerreros, Areo
Hotah, mientras Daenerys la informaba de la triste muerte de Quentyn. Arianne
dirigiría a Daenerys a la Torre del Sol, seguida por la Reina de Dragones y los
suyos. Rhoynar, Fusk y Uther se disponían a seguirles cuando Erwyn y Oweyn
aparecieron de entre el gentío. Sorprendidos, los miembros de la familia Aesirk
se dirigieron a una taberna para ponerse al día de todo lo ocurrido en el
tiempo en el que habían estado separados, mientras Rhoynar seguía a Daenerys,
sorprendiendo a Erwyn y Oweyn con la revelación de que era su hermana. Mientras
Erwyn, Oweyn, Uther y Fusk se ponían al día de todo lo ocurrido y reforzaban su
alegría recurriendo a unas meretrices dornienses, Rhoynar supo que Doran
Martell estaba reunido a solas con Daenerys mientras los hombres de Dorne
preparaban el funeral de Quentyn. Rhoynar se reunió con Melisandre de Asshai, y
sugirió, subrepticiamente, que la muerte de Jorah Mormont podría ser útil a los
seguidores del Señor de la Luz, ya que facilitaría la subida al trono de
Daenerys.
Uther,
Oweyn, Erwyn y Fusk llegaron a la Torre del Sol con el crepúsculo, a tiempo de
asistir a la ceremonia funeraria de Quentyn Martell, que fue quemado en una
pira ante la visión de los hombres de Dorne y de Daenerys. Y tras la ceremonia,
Arianne convocó a varios invitados a la sala del trono con los que Doran
Martell quería hablar. Rhoynar era uno de esos invitados, y Daenerys le entregó
ropas adecuadas para que acudiera como Rhoynar Targaryen, un tabardo marcado
con el dragón rojo de tres cabezas. Además, Daenerys le sugirió que llevara a
sus propios seguidores. Debido a inquinas previas entre Oweyn y Uther con
Melisandre de Asshai, Rhoynar eligió a Fusk y Erwyn como acompañantes, aunque
Erwyn aun no estaba seguro de querer apoyar el encumbramiento de los Targaryen
en el trono de Hierro. Su lealtad era para Robb Stark, el Rey en el Norte.
Doran Martell, varios señores de Dorne, Daenerys, Jorah Mormont y Barristan
Selmy; Arianne Martell, Wulf Una-Oreja y Dagmer Barbarrota, Stannis Baratheon,
Melisandre de Asshai y Davos Seaworth… Serían los hombres y mujeres que, bajo
la tutela de Doran Martell, decidirían el futuro de Poniente. Fueron muchos los
temas que se trataron, especialmente pactos entre familias, sellados en muchos
casos con posibles matrimonios, para construir el gran ejército de Daenerys
contra los Lannister, Altojardín y Eddard Stark. Stannis y Doran Martell
acordaron el matrimonio de Shireen Baratheon con Trystane Martell, se habló de
posibles vínculos entre el Joven Lobo y las Serpientes de Arena, de un
matrimonio entre Theon Greyjoy y Margaery Tyrell para que se convirtieran en
señores del Dominio bajo la tutela de las Islas del Hierro… Pero el pacto más
importante era la vinculación entre Dorne y los Targaryen, que pasaba por un
matrimonio entre Rhoynar y Arianne. Finalmente, Rhoynar aceptó, con lo que los
Martell dieron el visto bueno a la creación del ejército que les llevaría a tomar
Desembarco del Rey y a sentar a Daenerys en el Trono de Hierro… pero la reunión
fue interrumpida de forma dramática por Oweyn Eld. Él y Uther Aesirk habían
sido atacados por varios Hombres-Bestia dirigidos por un Gracia Amarilla que
hablaba de que “La Arpía no olvidaba”. Uther se encontraba malherido, y en ese
momento, todo se convirtió en una pesadilla. Los ojos de los presentes se
tornaron negros, quedando catatónicos todos, salvo Oweyn, Uther, Rhoynar (que
de nuevo sangraba por la nariz), Fusk, Daenerys y Melisandre. Todos rieron con
la risa de Gwyddion, la Sombra del Otro, que les agradeció el haberle llevado
hasta Edric Tormenta. Fusk, Oweyn y Erwyn corrieron en busca de Edric, mientras
Uther buscaba el origen de tan extraños sucesos, y Rhoynar abandonaba las salas
junto a Daenerys, ordenándola que fuera a proteger a su hijo.
Erwyn,
Oweyn y Fusk encontraron a Edric Tormenta, pero era tarde, pues Gwyddion ya
había matado a Cortnay Penrose, y se disponía a acabar con el joven… con la
forma de Loras Tyrell, la forma que había utilizado para entrar en Lanza del
Sol, riéndose una vez más de los personajes, que se habían convertido en sus
llaves de entrada. Fusk resultó herido, pero consiguió escapar de la habitación
junto a Edric, mientras Erwyn y Oweyn conseguían hacer frente a duras penas a
Gwyddion. Uther encontró el lugar y llevó consigo una antorcha, esperando que
el fuego acabara con la Sombra, mientras Rhoynar galopaba a toda velocidad
hacia el puerto, desde donde le llegaban los rugidos de los dragones. Todo
Lanza del Sol parecía estar paralizado por el poder de Gwyddion, a quien
Melisandre de Asshai contenía en la Torre del Sol para que no pudiera escapar
como había hecho en otras ocasiones. Fusk vio por el pasillo a Arya Stark, pero
no pudo impedir que la muchacha, dominada por Gwyddion, apuñalara a Edric Tormenta
con una hoja envenenada. Fusk consiguió apartar a Arya y huir con Edric,
escondiéndose en el interior del palacio mientras Erwyn, Oweyn y el malherido
Uther trataban de hacer frente a Gwyddion. En el puerto, Rhoynar liberó a
Vyserion, y finalmente, el dragón blanco pareció aceptar el poder de la sangre
valyria de Rhoynar sobre él, pues aceptó que el antiguo maestre le cabalgara, y
voló derecho hacia la Torre del Sol. Allí, Erwyn, Oweyn y Fusk hubieran
perecido ante los ataques de la Sombra de no haber sido por la aparición
repentina de Vyserion, que reventó la pared de la habitación. Erwyn y Oweyn
consiguieron abandonar la habitación, arrastrando a Uther tras ellos, justo
antes de que Vyserion inundara la habitación de llamas, acabando así con la
vida de Gwyddion, la Sombra…
Fusk
consiguió encontrar al maestre Collemotte, y este estabilizó a Edric, aun
preocupantemente herido, pero la sorpresa llegó al averiguar que una de las
víctimas del ataque de Gwyddion había sido Jorah Mormont. La mirada de
Melisandre de Asshai a Rhoynar dejó claro algo: Jorah Mormont había muerto en
sus manos… tal y como él había solicitado.