Las aventuras y vivencias de los miembros de la tripulación de la Rocinante habían vivido un clímax en las páginas de la novela anterior, La Quema de Cíbola, en la que James Holden, Naomi Nagata, Amos Burton y Alex Kamal habían tenido que hacer frente ni más ni menos que a un planeta situado más allá del portal creado por la Protomolécula más allá de la órbita de Urano. Pero los acontecimientos de Ilo, o Nueva Terra no iban a ser ni mucho menos el final de las aventuras de la tripulación. Los Juegos de Némesis va a comenzar como comienzan muchas cosas, sin pretenderlo, en lo que parecía que iba a ser solo un descanso. Con la Rocinante aún sufriendo los daños por lo ocurrido en Ilo, la tripulación se separa por un tiempo mientras la nave se repara en la estación Tycho, y es que, por primera vez, vamos a encontrarnos con que los narradores de esta novela son los cuatro tripulantes de la Roci, ninguno de los cuales había tenido capítulos propios antes, y a los que habíamos visto normalmente desde los ojos de Holden.
Pero evidentemente, esto no podían ser solo unas vacaciones. Con Amos en la Tierra tras el fallecimiento de la mujer que le había cuidado en su complicada infancia, Alex en Marte para tener un reencuentro con su exmujer, Naomi acudiendo al encuentro de unos antiguos amigos de su pasado, y Holden ayudando a una conocida periodista a buscar el rastro de unas naves desaparecidas desde Tycho, y en historias que precisamente nos van a permitir conocer más del pasado de cada uno de los personajes (especialmente de Naomi y de Amos), nuestros héroes se van a encontrar de pronto con el surgimiento de una Armada cinturoniana que da un golpe al tablero en el que se estaba jugando la política hasta ese momento y todo lo que habíamos visto en los libros anteriores, y lo va a hacer desde lo más remoto del pasado de Naomi.
Por supuesto, los escritores que se encuentran tras el seudónimo de James A. Corey, van a presentar nuevos personajes, como el líder de la Armada Libre, Marco Inaros, su hijo Filip o sus seguidores; la jefa de seguridad de Tycho, Camina Drummer, o Erich, un viejo amigo de la infancia de Amos; pero sobre todo van a aprovechar para recuperar personajes de las historias anteriores, tres mujeres potentes que vuelven a la primera línea: Chrisjen Avasarala, Bobby Draper y Clarisa Mao, en tres escenarios diferentes, y aunque en esta ocasión no tienen voz narrativa, sienta muy bien ver que los autores no van a abandonar a estos personajes... y me encanta tener de vuelta a Avasarala, las cosas como son.
Al igual que en sus novelas anteriores, y es ya la quinta, los autores van a mostrarnos una novela completamente distinta a las anteriores, en este caso tenemos una historia de terrorismo y desastres, fuertemente inspirada en los atentados del 11S incluso en la secuencia de acontecimientos que todavía podemos recordar y que cambiaron la historia... y la historia del mundo de The Expanse se va a ver obligada a cambiar a partir de este punto... Y tengo muchas ganas de seguir viéndolo.
