No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

lunes, 31 de octubre de 2011

LA TORRE OSCURA IV: MAGO Y CRISTAL

                Muchas veces, hay caminos extraños para llegar a un punto. Decían que “Dios escribe recto con renglones torcidos”. Y eso lleva a cosas curiosas, como que, a la hora de hablar del cuarto libro de La Torre Oscura, Mago y Cristal, tenga que decir que llegué a la saga de la Torre Oscura a través de este libro precisamente, el cuarto. Lo mío ha sido un viaje desde el centro hacia delante y hacia atrás, ya que Mago y Cristal (o más bien, la historia que cuenta Mago y Cristal) es la historia que me reconcilió con Stephen King después de muchos años de negarme a leer nada suyo, desde que leí Insomnia.  


                La culpa de todo esto la tuvo, curiosamente, un cómic: La Torre Oscura, El Nacimiento del Pistolero. Esta obra maestra del cómic, supervisada por el propio Stephen King y la especialista en el mundo de la Torre Oscura, Robin Furth, con guiones del gran Peter David, dibujos del genial Jae Lee y color de ese pionero del color digital que es Richard Isanove, todo un póker de ases para una historia que, más que sorprenderme, me dejó sin aliento. Y es que en El Nacimiento del Pistolero, estos auténticos maestros del cómic llevaban a las viñetas la mayor parte del argumento y la historia que cuenta precisamente Mago y Cristal. Con la fascinación que ejerció ese cómic sobre mí, me acerqué de nuevo a Stephen King, y hacia la historia de la Torre Oscura, hacia el propio Roland Deschain, el Pistolero… y por eso estáis leyendo este post, y los anteriores sobre la Torre Oscura. Así que disculpadme si no soy demasiado objetivo con Mago y Cristal, pero es que no puedo. Para mí, como diría Roland, ha sido ka, destino.


                En Las Tierras Baldías, dejábamos a Roland y ka-tet (Jake, Susannah, Eddie y el bilibrambo Acho) a bordo de Blaine, el engorro, el tren que debía llevarles de Lud a Kansas en su camino siguiendo el Haz hacia la Torre Oscura. Y en Mago y Cristal vemos como continúa este camino, más allá de Blaine, y en un Kansas que es diferente de la nuestra. Pero finalmente, y tras varios libros, ha llegado la hora de que Roland nos cuente cuál es su historia, de dónde viene su obsesión por la Torre Oscura. Y eso es Mago y Cristal, la historia de Roland, el más joven de los muchachos de Gilead en ser nombrado nunca Pistolero, y de cómo fue enviado junto a su ka-tet, sus amigos Alain y Cuthbert a Hambry, a la Baronía de Mejis, para mantenerle lejos del peligroso Marten Broadcloak, el Hombre de Negro. Y de como allí, en Hambry, encontró su destino, su ka.  Y nos da una de las mejores historias jamás escrita por autor alguno, la historia de amor entre Roland y la joven Susan Delgado, la historia del místico Pomelo de Maerlyn y la odiosa Rhea de Cöos, la historia del enfrentamiento entre el ka-tet de Roland y los Cazadores del Gran Ataúd, el enfrentamiento entre el orden de Gilead y el caos que representa John Farson, el Hombre Bueno. La historia de cómo comienza a descomponerse un Mundo que se ha Movido.

                Hablar de Mago y Cristal es caer en el miedo al spoiler, en la imposibilidad de decir nada por temor a reventar alguna de las tramas al posible lector, pues cada página, magistralmente escrita, esconde algún giro, alguna joya, un detalle de una compleja trama argumental. Y es tan absolutamente genial que, habiendo leído ya el libro, habiendo leído los cómics que han surgido a raíz del libro, sabiendo perfectamente cómo acaba… es imposible no leer los capítulos finales de Mago y Cristal sin sentir un nudo en la garganta y una presión en el pecho. Cada uno de los personajes que aparece están perfectamente trazados, y todos encajan magistralmente en el puzzle que forma la novela. Roland Deschain, Cuthbert Allgood, Alain Johns, Rhea de Cöos, Susan Delgado, Cordelia Delgado, Eldred Jonas, Clay Reynolds, Roy Depape, Coral Thorin, Sheemie Ruiz, Kimba Rimer, el Alcalde Hart Thorin… Todos ellos, por obra del ka se despliegan ante nosotros y nos muestran un mundo que se ha movido, o que se está moviendo.  El mundo del Pistolero.


                Y al final, unas palabras que consiguen producir escalofríos.

                ¡¡Árbol charyou!! ¡¡Árbol charyou!! Muerte para ti, vida para mi cosecha.

                Ven. Siega.

viernes, 28 de octubre de 2011

MARVELTOPÍA: SPOILER

                Hoy, viernes, y con la actualización de Marveltopía de Octubre fresquita y ya terminada (que eficaces hemos estado este mes, yo tengo hasta vértigo), vamos a hablar de una de las series de DCTopía. Y la elegida, como ya habéis visto, es Spoiler. No, a ver, ya sé que esto tiende a confusión, no es que vaya a soltar un bombazo sobre nadie ni ninguna serie ni nada. Es que la serie está dedicada a Spoiler, el personaje de DC, Stephanie Brown, y que en DCTopía ha caído en manos de un fichaje relativamente reciente, David Guirado.


                Precisamente David hizo su entrada en DCTopía con esta serie, además de su original “Batman: la Leyenda” (un Elsewhere sobre Batman en el que este hace pública su existencia) del que probablemente hablaremos otro día, y ya lleva seis números publicados, manteniendo un excelente ritmo tanto en Spoiler como en Batman: la Leyenda, y habiendo iniciado recientemente la colección en DCTopía del hombre más rápido del Universo DC: Flash. Y bueno, hay próximos proyectos que irán viendo la luz en los próximos meses.

                Pero dejémonos de preámbulos, y vayamos a la chicha. En Spoiler, David se acerca a la figura de uno de los personajes… no sé si secundarios o terciarios de la franquicia del Murciélago, la joven Stephanie Brown, hija del villano Cluemaster y que decidió recuperar “el honor de la familia” (por decirlo de alguna manera) luchando contra el mal bajo la identidad de Spoiler, una luchadora enmascarada que se enmarca dentro de la Bat-Familia por su relación romántica con Robin. Y porque al fin y al cabo, cualquiera que se ponga una capa y salga a columpiarse por las calles de Gotham, va a terminar encontrándose con Batman de una manera o de otra.

                En la serie de DCTopía, David ha querido hacer una aproximación a este personaje de carácter secundario, profundizando no sólo en su vida heroica, sino en sus relaciones familiares y en su entorno personal, donde destaca el personaje de Crystal Brown, la abnegada madre de Spoiler, conocedora de su identidad superheroica, y que no está nada de acuerdo con que su hija vaya a patrullar por las noches por la ciudad más peligrosa del mundo vestida con unas mallas rosas. En el primer arco de Spoiler, que ha abarcado los seis primeros números de la colección, Stephanie ha recibido visitas de excepción, entre las que ha estado Deathstroke (que tendrá un papel muy importante en los futuros proyectos de David, no le quitéis ojo),  el Capitán Boomerang, y previsiblemente, Robin. Pero además, David ha creado un adversario y un nuevo capo del crimen en Gotham, Franchesco Monaguigui, convertido en némesis de Spoiler en estos primeros números, y del que probablemente tengamos noticias más adelante.

                David se ha acercado a Spoiler haciendo una mezcla muy curiosa de estilos, desde la acción más desenfrenada a un sentido del humor muy nuestro (con alusiones a varios temas typical spanish), mezclado con momentos de gran intensidad emocional…  y todo ello con cierto aire romanticón muy curioso, que no deja de ser sorprendente y original en este tipo de publicaciones.

                Así que chicos, no dudéis y que todo el mundo se acerque a dar un paseo por DCTopía (en www.marveltopia.com, por supuesto) para pasar un buen rato con Stephanie y sus amigos, de manos de David Guirado. ¿A qué estáis esperando?

jueves, 27 de octubre de 2011

LOS CUATRO FANTÁSTICOS: TRES

Hoy vamos a hablar del que debería ser el cómic más importante del mes: el último número de Tres, la saga “estrella” de Jonathan Hickman en su etapa en Cuatro Fantásticos, al menos de momento (veamos que nos trae el proyecto de la Fundación Futuro y lo que plantea de ahora en adelante). Por supuesto, y aviso desde ya, de aquí en adelante es todo superSPOILER para todo aquel que no se haya leído el último número de Cuatro Fantásticos publicado por Panini, el número 46, que contiene el 587 de la edición americana, que allí fue editado dentro de una sombría bolsa de plástico negro, ya que en él, como todas las promociones indicaban, moría uno de los Cuatro Fantásticos iniciales.


                Realmente, más que hablar de la saga Tres, me voy a centrar en comentar toda la etapa de Hickman al frente de los Cuatro Fantásticos, la Primera Familia del Universo Marvel, en la que ha estado acompañado por los dignísimos lápices de Steve Epting, todo uno de los clásicos del mundo del cómic, reivindicado por su trabajo en Capitán América y que ha continuado despuntando en sus números de los 4F. Tras su paso por Image y Virgin Comics, Marvel confió en Hickman para varias de sus series, y ninguna de ellas era moco de pavo… Guerreros Secretos. SHIELD. Los Cuatro Fantásticos. Ultimate Comics: Thor. Y la verdad es que Hickman ha estado a la altura. Al menos en las dos primeras… no estoy muy de acuerdo con su trabajo en 4F, y de eso voy a hablar precisamente.

                Desde el inicio de la etapa de Hickman, hemos podido ver que este se dirigía hacia algún sitio en concreto. Eso nos quedaba muy claro a todos, que Hickman se dirigía hacia algo grande. Las vicisitudes de Neo-Mundo y el cadáver de Galactus, el Consejo de los Richards, la evolución de Valeria… Todo apuntaba a algo… grande. Y entonces, llegó la profecía de la guerra de las Cuatro Ciudades… y ahí todo se desmadró. Porque de pronto, y de forma muy poco sutil, aparecieron las Cuatro Ciudades. Y ya no es que las cosas encajaran poco a poco, es que las clavaban a martillazos. Desde luego que Hickman se dirigía a algún sitio, pero no iba a llegar de manera sutil. A partir de ahí, avanzaríamos hacia Tres a empellones. Las piezas no surgían y se colocaban. Caían del cielo y hacían temblar el suelo. Y así, llegamos a Tres, lo que se supone que es el principio del colofón de Hickman al frente de 4F y su transformación en FF… sea esto lo que sea. Con la misma sutilidad que Thor utiliza para luchar, Hickman separó a los Cuatro Fantásticos, les puso en posiciones delicadas, peligrosas, e incluso les hizo parecer débiles, desproveyendo por ejemplo a la Cosa de sus poderes. Así, Reed tiene que hacer frente a Galactus en Neomundo. Susan se encuentra en medio de un conflicto diplomático y armado entre diferentes grupos de Atlantes. Y  Ben y Johnny se encuentran solos con los niños de la Fundación Futuro, incluyendo a Franklin y Valeria en el Edificio Baxter frente a un ataque procedente de la Zona Negativa, una nueva… sí, una nueva Oleada de Aniquilación. Y uno de ellos morirá.


                Por supuesto, el elegido era Johnny. Obvio, porque desde hace mucho tiempo nadie parece saber cómo manejar a la Antorcha Humana, se había convertido en el pegote de los Cuatro Fantásticos. Reed es el listo, el personaje insustituible en el Universo Marvel (y que yo insisto, a mí me pone los pelos de punta). Ben el entrañable, la adorable Cosa de Ojos Azules. ¡Incluso ha ascendido a los Vengadores! Susan… en fin, alguien hace muchos años se dio cuenta de que la Mujer Invisible no era sólo una muñeca que fuera vapuleada e ignorada por su esposo, y se ha convertido con el tiempo en el personaje más llamativo de los Cuatro Fantásticos… y no hace mucho, Millar la mató en su “La Muerte de la Mujer Invisible”, sería redundante. Sólo quedaba el pobre Johnny. Atrapado en una especie de adolescencia continua junto a la niñez perpetua de Franklin, pero al que nadie se atrevía a llevar a las últimas consecuencias de elegir ese comportamiento para un personaje de la Primera Familia. Y el que no haya conocido a alguien que no sea como debería haber sido Johnny Storm… es que no ha vivido lo suficiente. Johnny se movía al filo de la navaja, entre el niñato con síndrome de Peter Pan que parecía ser y el joven entrañable al que ser miembro de la Primera Familia parecía condenarle. Johnny se convirtió con el paso de los años en la antorcha que no pudo arder con toda su intensidad.

                Y ahora se ha convertido en una de las más previsibles bajas de Marvel. Y en una saga que, desde mi punto de vista, no le ha hecho justicia. Hay quien dice que Johnny no ha muerto, que no hay cadáver, que sólo es una desaparición. Yo creo que la mirada de la Cosa es lo suficientemente elocuente, Johnny muere despedazado por la Oleada Aniquiladora… Y es una muerte injusta, porque creo que un personaje con cincuenta años de historia, se merecía algo mejor. Mejor llevado, mejor construido. Simplemente, mejor. Y… bueno, me parece una muestra más de que a la hora de las bajas, de las muertes, siguen quedándose en lo fácil.


                Así que… Johnny Storm… que allí donde estés, ardas de verdad, y que cuando vuelvas… porque lo harás, sea en manos de alguien que sepa convertirte en un personaje de peso.

                Y que puedas convencer a tu hermana de que se divorcie de una puñetera vez de Richards, leches.

miércoles, 26 de octubre de 2011

BLACKMORE´S NIGHT: GHOST OF A ROSE

Hoy, en los Miércoles Musicales del Iconocronos, volvemos con unos viejos conocidos de los que ya he dejado algún tema por aquí, el dúo formado por Richie Blackmore y Candice Night, conocidos en conjunto como Blackmore´s Night. Ghost of a Rose es el tema que da nombre a uno de los discos del grupo, y una canción que no hace mucho que he descubierto, y que me ha parecido llena de magia y encanto. De... glamour, entendiendo esto como el poder mágico de las hadas. Una historia de amor mágico y más allá de este mundo... porque hay otros mundos más allá de este.

Aquí os dejo con Ghost of a Rose. Que lo disfrutéis.

martes, 25 de octubre de 2011

EL DÍA DEL JUICIO MORTAL

                Estos días pasados los he dedicado a mi camarera telépata favorita, que no podía ser otra que Sookie Stackhouse, por supuesto. Su undécimo libro, El Día del Juicio Mortal ya está en las librerías, y en mis manos gracias a Álex, que es mi suministrador oficial de libros de True Blood, y por supuesto, aquí en el Iconocronos tengo que dejar constancia de ello.


                En El Día del Juicio Mortal, Charlaine Harris continúa llevándonos de la mano para acompañar a Sookie en su peculiar vida. Y es que ser una camarera telépata en Bon Temps, Luisiana, con sangre de hada y esposa vampírica de Eric Northman, el sheriff vampiro de la zona de Shreveport, hace que tu vida no sea nada fácil, como ya hemos ido descubriendo en los diez libros anteriores.

                Como en el resto de los libros de la saga True Blood, varias tramas se superponen en El Día del Juicio Mortal. Tras Muerto en Familia, el libro anterior, Sookie y su entorno tienen que hacer frente aún a las repercusiones de la guerra de las hadas y el cierre del mundo feérico por Niall, el bisabuelo de Sookie. En ese sentido, se incluye entre los personajes de la serie a Dermot, probablemente la aportación más interesante que Harris hace al reparto de True Blood, el tío-abuelo de Sookie (más o menos), un hada que está intentando acostumbrarse a la vida entre los mortales, a este lado de la tierra de las hadas. En otro orden de cosas, Eric (y por lo tanto Sookie) tiene que hacer frente a las pretensiones del regente de Luisiana, Víctor Madden, que parece aspirar a algo más que una simple regencia en Luisiana y que parece tener un interés especial en fastidiar a Eric (único superviviente del anterior régimen), y por lo tanto a Sookie. Además, y para redondear, Sandra Pelt, que ya ha intentado en alguna ocasión acabar con la vida de Sookie, ha salido de la cárcel… y claro, no es posible caerle bien a todo el mundo. Y desde luego, Sookie no le cae nada bien a Sandra. Y todo empieza cuando alguien, probablemente un cambiante, ataca el lugar de trabajo de Sookie, el Merlotte, propiedad de otro cambiante, Sam, tratando de incendiarlo.

                Con ese detonante, Charlaine Harris nos devuelve a la vida de Sookie y su entorno, conduciéndonos en esa extraña mezcla de experiencias que es la vida de Sookie en las manos de su escritora, donde lo más sublime se mezcla con lo terrenal, y nuestra camarera telépata puede pasar en veinticuatro horas de una sesión de sexo sublime con su novio vampiro, a encontrarse con un hombre lobo en su cama al amanecer, y terminar esa noche huyendo de unos asesinos escondida desnuda en el interior del refugio de su anterior novio vampiro… porque así es la vida de Sookie.

                Lo cierto es que al igual que las anteriores novelas, El Día del Juicio Mortal no aporta realmente nada a la literatura universal, obviamente. La historia no tiene nada de particular, no hay nada especial… y sin embargo, es como una especie de droga (ey, es como tomar “V”, sangre de vampiro), y te engancha en el momento en el que te acercas a los libros. Sabiendo que no hay nada especial en ninguno de los libros, una vez que entras en la vida de Sookie Stackhouse… te quedas dentro, y no puedes desengancharte. Así que de pronto te encuentras con Sookie, Jason, Eric, Bill, Alcide, Claude, Pam y compañía formando parte de tu lista de amigos.

                Y te quedas como yo, esperando el próximo libro…

lunes, 24 de octubre de 2011

ROL: PRESENTACIÓN DE LA CASA AESIRK (II)

Hoy os traigo más datos sobre la Casa Aesirk, la casa que mis jugadores han creado para el juego de rol de Canción de Hielo y Fuego. La semana pasada os traje la historia general de la casa, y aquí os dejo un par de cosillas que se ha currado uno de ellos, Luis.

Lo primero, el escudo de los Aesirk.



El borde plateado representa el hielo, y el campo en rojo, la sangre, los dos colores de la familia. El arciano con el rostro del Árbol Corazón como emblema de la familia representa la vinculación de los Aesirk con la fe de los viejos dioses del Norte.

Y por otro, el árbol genealógico con la rama principal de los Aesirk, donde aparecen algunos de los jugadores y algunos de los que serán los PNJ.


Aquí tenéis a la descendencia de Aeric Aesirk. Actualmente, el señor de la casa es Ulryk Aesirk, acompañado de su esposa, Lady Sif Karstark. Su heredero, Ser Uther Aesirk, es el personaje de uno de los jugadores, Pelayo, como véis, está casado con una Mormont, Lady Isel, y tiene dos pequeños, Fayna y Aeric Aesirk. Su hermana menor, Tristenne, es un personaje no jugador, y el menor de los tres hijos de Ulryk y Sif es Fusk Aesirk, que será manejado por Luis, y que tiene una hija bastarda, Anisa Nieve. La segunda línea de la familia, iniciada por Arthur Aesirk y su esposa, Wanda Frey, tiene tres hijos. El mayor, Erwyn, será el personaje de Pedro, y tiene dos hermanas pequeñas, Elys y Elnna. La tercera rama de los Aesirk, realmente cae fuera de la familia, ya que desciende del matrimonio de Helwyn Aesirk con Lord Steffron Eld, un pequeño señor del Norte. De su matrimonio, nacieron tres PNJ (Stefan, Richel y Edmund) y el personaje de Vicente, Oweyn Eld, un joven que actúa como escudero de Uther Aesirk. Y este es el grueso de la familia... aunque aún quedarían dos jugadores... el personaje de Roberto, Percy Tormenta, un bastardo procedente de Bastión de las Tormentas que se ha convertido en el jefe de la guardia de Puertoescarcha, y el personaje de Darthni, un maestre recién llegado de la Ciudadela a Puertoescarcha, y que aún no tiene nombre...










viernes, 21 de octubre de 2011

LA SAGA DE GERALT DE RIVIA IV: TIEMPO DE ODIO

Tras un largo paréntesis provocado por mi entrada a toda mecha en el mundo de Canción de Hielo y Fuego de manos del amigo Darthni y las compras realizadas en la Feria del Libro, finalmente he vuelto al mundo de Geralt de Rivia, con la lectura del cuarto de los libros de la saga del brujo de pelo blanco, Tiempo de Odio. Había pasado mucho tiempo lejos de Geralt, Jaskier, Ciri y Yennefer y los conflictos devenidos del ataque de Nilfgaard sobre Cintra, amenazando los reinos más allá del río Yaruga; y de la profecía de la Vieja Sangre, que se refería a Cirilla de Cintra, protegida de Yennefer y Geralt. Y vendrá la Luz Blanca, y luego el Frío Blanco…


                Ahora, en Tiempo de Odio, nos sumergimos de nuevo en el mundo de Geralt. Mientras los reinos del norte tratan una alianza para hacer frente un posible ataque por parte de Nilfgaard, el dominio del Emperador Emhyr van Emreis (el Fuego Blanco), los hechiceros deciden reunirse en su gran fortaleza en la isla de Thanedd. Y los Scoia´tael, “las Ardillas”, los elfos rebeldes, siguen convirtiendo en cada vez más inseguros los caminos entre los reinos. Sin embargo, la reunión de los hechiceros es mucho más que lo que parece. La propia Hermandad está sometida a las tensiones de las alianzas políticas, y su unidad está próxima a romperse ante las lealtades  de sus miembros a diversos señores, un posible golpe de estado se está gestando en su interior, y en el centro de todo, se van a encontrar Geralt, Yennefer y Ciri, por supuesto. Y la guerra con Nilfgaard está cada vez más cerca en el horizonte.

                En Tiempo de Odio nos sumergimos en el que es, probablemente, el más político de los libros que hemos leído hasta ahora sobre Geralt, y las escenas del cónclave de hechiceros son auténticamente fascinantes. Además, descubrimos por fin el objetivo del Emperador de Nilfgaard y el motivo del ataque sobre Cintra y su interés por Ciri, al tiempo que el propio Geralt descubre la inutilidad de la neutralidad en determinados casos. Además, conocemos a nuevos personajes, como el propio césar de Nilfgaard o la regente de la escuela de hechicería de Aretusa y miembro del Consejo de Hechiceros, Tissaia de Vries, que añaden nuevas tramas a la historia, en la que además se introducen nuevos conceptos procedentes del pasado que se proyectan hacia el futuro de Ciri, como la historia de la rebelión de Falka o de la torre de Tor Lara, la Torre de la Gaviota…

                En fin, un nuevo paso en el camino que está suponiendo la saga de Geralt de Rivia, un paso que he estado encantado de dar.

jueves, 20 de octubre de 2011

ESPARTACO: SANGRE Y ARENA

La semana pasada, y con bastante retraso, todo sea, dicho, terminé de ver la primera temporada de Espartaco: Sangre y Arena. La verdad es que como la estaba viendo en el móvil en el autobús de vuelta del curro, he visto la serie en tramos de veinticinco minutos más o menos, así que se me ha alargado bastante, y tras el paréntesis veraniego, y de forma aciaga, volví a verla precisamente el día antes del fallecimiento lamentable de Andy Whitfield, a causa de un linfoma no-Hodgkin el pasado 11 de Septiembre.


                La serie, de trece episodios en su primera temporada, nos cuenta las aventuras de un tracio (actual Bulgaria) al que, una vez convertido en esclavo y gladiador por azares del destino, se llama Espartaco, y cualquiera con idea de la historia del cine, o de historia en general, sabe lo que va a contar, ya que Espartaco es un personaje histórico, un esclavo tracio que dirigió la revuelta más importante contra la República en tiempos de Roma dentro del suelo del propio Imperio, la llamada III Guerra Servil o Guerra de los Esclavos, entre el 73 y el 71 a.C; cuya historia fue llevada al cine por Kirk Douglas.

                Dejando a un lado la historia y el cine, y centrándonos en la serie, lo primero que notamos es que, en sus efectos especiales y fotografía (realmente impresionante) recuerda mucho a la película 300, y llama la atención por la falta de pudor con que afronta cada uno de los momentos. Ni violencia ni sexo se ocultan, y desde luego, hace honor a su subtítulo, Sangre y Arena. Desde el primer episodio acompañamos a Espartaco, convertido en esclavo de manos de un romano, el legado Claudio Glabro, se convierte en gladiador sirviendo bajo el ludus de Quinto Léntulo Batiato y su esposa, la intrigante Lucrecia. Allí, en el ludus, compartirá vida con otros gladiadores, el galo Crixo, el cartaginés Barca, el sirio Ashur, el romano Varro… y todo ello bajo la tutela de Enomao, al que todos llaman “Doctore”, el maestro de gladiadores. Las esclavas Naebia y Mira, la patricia romana Ilithía o Sura, la esposa de Espartaco, completan el reparto y los personajes que coinciden bajo el ludus de Batiato, donde se desarrollan intrigas dignas de…  bueno, casi de Juego de Tronos, vaya, para satisfacer las ambiciones políticas de Batiato y su esposa. Bajo el techo del ludus, asistimos a traiciones, enfrentamientos, amor, lujuria, violencia… en una historia apasionante, que va enganchando cada vez más, hasta llegar al clímax del decimotercer capítulo, absolutamente fascinante.


                Lo lamentable de la serie es lo que ha ocurrido fuera de ella, la enfermedad del protagonista, el galés Andy Whitfield, al que se le diagnosticó un cáncer, lo que obligó a detener el rodaje de la serie, e incluso a grabar una especie de “precuela”, Espartaco: Dioses de la Arena, hasta que finalmente, y tras asegurarse que Andy no volvería a la serie, de decidiría que fuera sustituido por el también galés Liam McIntyre. También sería injusto menospreciar al resto de los actores para resaltar el papel del fallecido Whitfield, que realmente cumple de forma más que correcta con su papel, pero no consigue quedar por encima de las dos grandes revelaciones de la serie… bueno, realmente tres. La primera, Lucy Lawless, Xena, la Princesa Guerrera, que deja de ser guerrera para convertirse en Lucrecia, la manipuladora esposa de Batiato. La segunda, Viva Vianca, la romana Ilithía, consentida y caprichosa, y uno de los ejes motores de todo el argumento. Y el último, y destacado por encima de todos los demás, un inmenso John Hannah como Léntulo Batiato, el dueño del ludus donde se desarrolla toda la historia. De algunos de ellos disfrutaremos en la “precuela” antes mencionada, pero para otros, así como para ver en acción al nuevo Espartaco, tendremos que esperar a 2012, cuando parece que finalmente se comenzará a rodar la nueva temporada de esta magnífica serie.


                Una gran serie, llena de acción, sexo e intrigas. ¿Qué más se puede pedir?

miércoles, 19 de octubre de 2011

JENNIFER LÓPEZ: AIN´T IT FUNNY

El otro día, estando con Santi en el Hanoi Club, una terraza que hay cerca del centro de Alcalá, tenían puesto un vídeo de Jennifer López, y me recordó a este. Realmente, J-Lo no es una de mis cantantes favoritas, para qué vamos a negarlo, aunque para una noche de fiesta me parece estupenda, pero sí es cierto que hace ya añitos, cuando sacó este tema, me encantó. Me acordé de él... y como de costumbre ya, aquí lo dejo, para disfrute de aquel que quiera acercase.

martes, 18 de octubre de 2011

X-FACTOR: SUCEDIÓ EN LAS VEGAS.

                Si ayer hablábamos de DC, hoy toca centrarnos en uno de los tomos de la Casa de las Ideas; el primer tomo del nuevo volumen de X-Factor, que recoge los números 207 a 212 de la cole en su numeración yanqui (recordad que, como en otras colecciones, en X-Factor se sumaron todos los números de los diferentes volúmenes, de modo que no hace mucho “celebramos” el 200). El título del tomo es “Sucedió en las Vegas”, y todo el mundo conoce el dicho… lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Salvo que en este caso, lo que pasa en las Vegas, viene Peter David y nos lo cuenta.


                Y deberíamos darle las gracias por ello, porque la historia es acojonante, demostrando que Peter David sigue siendo un gran escritor, y su X-Factor, una colección de referencia. Tras haber conseguido a una alineación de lo más… no sé ni cómo definirlo, y haber reunido a Madrox, Fortachón, Syrin (Banshee), M, Layla Miller, Darwin, Longshot, Estrella Rota y Ríctor, Peter David parece decidido a seguir sorprendiéndonos con cada uno de sus números. Y lo hace. Vaya si lo hace. De forma magistral y mezclando dos líneas argumentales, al tiempo que prepara una tercera. ¿A grandes rasgos? Por un lado, tenemos a Hela, en plan femme fatale protagonista de cualquier film de cine negro (o de la propia línea de Marvel Noir, que bastante ha abusado de ese concepto), entrando en el despacho de Madrox para solicitar los servicios de Factor-X (vale, no dice que es ella… pero se nota)  para recuperar un talismán que le ha sido robado. ¿Os lo creéis? No, claro, que no, yo tampoco. Pero ahí están Madrox y compañía, y con ellos, sí cuela. Por otro lado, Loba Venenosa regresa al grupo. Tras su estancia en X-Force y su relación con el príncipe lobo asgardiano Hrimhari, Rahne está embarazada y vuelve junto a su antiguo novio (o interés romántico, que no lo tengo muy claro), Ríctor… para encontrarse con que Ríctor ha decidido cambiar de acera y ahora está “conociendo” a Estrella Rota. Y por otro, M tiene que atender a una mujer con extraños sueños… y bueno, esta historia continuará en los siguientes números.


                Si la historia de Hela es entretenida y bien llevada, David consigue la verdadera genialidad en la trama que envuelve a Rahne, Ríctor y Estrella Rota. Peter David maneja con gran habilidad a los tres personajes, desenvolviendo el triángulo amoroso más divertido de los últimos tiempos. Y es que claro, Rahne no lleva demasiado bien que su antigua pareja ahora esté descubriendo los placeres de tener a otro hombre como amante, lo que provoca una serie de escenas geniales y diálogos aún mejores. De hecho, una de las frases de Rahne cuando habla con Ríctor pasará a mi mundo de frases legendarias: “si hubieras estado más dentro del armario, hubieras estado en la maldita Narnia”. Me parto, vamos. Y es que David ha sabido manejar perfectamente el escándalo que provocó al sacar definitivamente a Estrella Rota del armario y vincularlo a Ríctor, normalizando una relación que Marvel llevaba oscureciendo durante un par de lustros.      


                En fin, una historia completa, absolutamente genial, y encima ilustrada por una gran dibujante, Emanuela Lupacchino, con una ayuda del ya habitual Valentine de Landro, con un estilo que da una importante continuidad a los estilos de los diferentes dibujantes que han pasado por la serie desde que Ryan Sook cogiera los lápices en los primeros números del actual volumen de X-Factor, en los días posteriores a la Dinastía de M. Imprescindible.

lunes, 17 de octubre de 2011

LA BÚSQUEDA DE BATMAN

                Cuando reviso los posts que preparo para el Iconocronos hablando de cómics, termino teniendo una sensación muy curiosa. Salvo excepciones, parece que me llevo comisión por la venta de cómics de DC, o sea, las críticas son más duras cuando hablamos de Marvel y más positivas al hablar de la Distinguida Competencia. Esta semana, toca excepción, no sé si será la que confirma la regla.


                Cuando el mes pasado llegué a la librería y vi el tomo La Búsqueda de Batman me dio un poco de mal rollo, la verdad. O sea, no sé, me pareció la típica historia de complemento que se saca a remolque de una buena historia (magnífica en este caso, gigantesca incluso podría decir, la obra de Morrrison en Batman), y me recordó poderosamente a otras historias de relleno, como la fatídica El Yelmo de Destino (mala, mala, mala la jodía). Y aun así, al final la terminé comprando, por aquello de que se presentaba al villano del siguiente gran evento de DC, y bueno, por darle una oportunidad a una historia protagonizada por Rip Hunter. ¡¡¡ERROR!!! Bueno, error en aquello de la oportunidad, no en el protagonismo de Rip Hunter. Y bueno, en lo de la presentación del villano del próximo evento DC (que no voy a decir quién es por si hay alguien que vive en otra dimensión y no se ha enterado todavía, pero sabiendo que se llama Flashpoint, no creo que haya muchas dudas al respecto) no aporta nada nuevo. Ni siquiera sorprende, vaya… por aquello de que han plantado una foto suya en la contracubierta.

                Sintetizando un poco, La Búsqueda de Batman está protagonizada por Rip Hunter, Booster Gold, Hal Jordan y Rip Hunter, y realmente, de no haber estado Booster absorbido por los tejemanejes del Día Más Brillante, podríamos considerar este tomo como un cruce de la cole de Booster con Batman… un cruce muy relativo, claro. En este tomo, Dan Jurgens aprovecha el tiempo en vacío que hay en La Búsqueda de Bruce Wayne, donde vimos a este peculiar escuadrón de rescate siguiendo los pasos de Bruce a través del tiempo, preocupados por la carga Omega que ha estado acumulando, hacia el Punto de Fuga, el momento en el que acaba el tiempo. Y Jurgens aprovecha para lanzar una absurda (que punki soy, ¿no?) historia para la que crea un villano absurdo, un hechicero sin sentido que recuerda a Kulan Gath, y que realmente no tiene nada, absolutamente nada que ver con la historia de Batman, y que por supuesto, decide enfrentarse a los héroes para lanzarse a la conquista de… pues del tiempo, más o menos. Algo más interesante es la trama secundaria, que envuelve a los Ladrones del Tiempo (Black Beetle, Degaton, Despero y el Ultra-Humanita), relacionada con la misteriosa destrucción del Punto de Fuga, y en la que se ven envueltos Goldstar (la hermana de Booster) y Supernova, y cuyo trasfondo es el regreso de los Hombres Linéales y de Waverider… más o menos.


                Y poco más… No es mucho, ¿verdad? Pues es todo lo que hay. Creo que todos somos conscientes de que la época de Jurgens pasó. Aquel momento en que era uno de los grandes ha quedado atrás, y en fin, el paso de Booster Gold de las manos de Geoff Johns a las de Dan Jurgens (por mucho que fuera su creador) ha sido un cambio a peor. Y en este tomo, Jurgens se muestra especialmente malo. Simplón, creo que es la palabra, lo que contrasta enormemente con la complejidad de la historia organizada por Morrison con Batman y el regreso de Bruce Wayne en la que esta miniserie se apoya. Los bocetos también son de Jurgens, aunque el dibujante oficial es Norm Rapmund… y ni uno ni otro se luce, vaya.

                En fin, chicos, que si alguno tiene dudas… pues ya sabéis, este tomo está muy bien donde está… en las estanterías de la librería. Hay cosas mucho mejores que leer por ahí.

domingo, 16 de octubre de 2011

ROL: PRESENTACIÓN DE LA CASA AESIRK

Como ya sabéis casi todos los que os paséis por aquí de vez en cuando, mis amigos y yo terminamos hace un par de semanas la Crónica de Vampiro, y vamos a comenzar a jugar una nueva con el juego de rol de Canción de Hielo y Fuego. Y hemos empezado, lógicamente, por el principio: crear una Casa con la que jugar. Para darle un poco de vidilla a la historia que hemos decidido entre todos esta tarde, he decidido darle el formato de una carta dirigida por el antiguo maestre del dominio que mis chicos han creado (Puertoescarcha, en el Norte) a la Ciudadela para pedir el envío de un nuevo Maestre, debido a su delicado estado de salud (por supuesto, el nuevo Maestre será uno de los jugadores, el personaje de Darthni...). Por si a alguno le apetece acercarse a la historia de Canción de Hielo y Fuego desde otro punto de vista, aquí tenéis la introducción... la historia de la Casa Aesirk, señores de Puertoescarcha.


Del Maestre Edwin de Puertoescarcha
Al Gran Maestre de la Ciudadela, Antigua.

                Venerado Señor, mis días a este lado del reino de la Vida ha terminado, y cada vez siento al Desconocido más próximo, quiera la Madre aceptarme en sus brazos en el último momento. La enfermedad avanza, mi señor, y quizá para cuando esta carta llegue a vuestras manos, yo ya haya dejado este mundo. Noto la sangre fluir con cada respiración, y cada vez me cuesta más hacer llegar el aire a mis encharcados pulmones. Ni siquiera la leche de la amapola me calma el dolor, pero ese el destino de los verdaderamente ancianos, ¿no es así, mi señor? Y somos tan pocos los que llegamos a una alta edad aquí, en el lejano norte, tan cerca del Muro, donde el viento es gélido incluso en el largo Verano que estamos viviendo…
                Por supuesto, os transmito las palabras de respeto y saludo de mi señor, Lord Ulryk Aesirk, Señor de Puertoescarcha. Y como habréis imaginado ya, lo que Lord Ulryk solicita es un que la Ciudadela le envíe un nuevo Maestre que pueda sustituirme. Él dice que es para que yo me pueda retirar, descansar y recuperarme, pero sé que ni mi señor Lord Ulryk y ni mi señora, Lady Sif, creen que vaya a sobrevivir mucho tiempo. Es necesario que un nuevo Maestre llegue pronto a Puerto Escarcha, pero señor… no enviéis a un anciano. Esta tierra es dura. Esto no es Altojardín, Desembarco del Rey o Roca Casterly. Mi señor, esto ni siquiera es Invernalia. Esto es Puertoescarcha, en la Bahía del Hielo. Enviad a un hombre, a un hombre joven que sea capaz de hacerse con los fríos vientos, el mar gélido y la amenaza de los Hombres de Más Allá del Muro como un aliento tras nuestra nuca cada noche. Eso es lo peor de esta tierra, mi señor. El miedo a lo que cualquier noche puede llegar desde Más Allá del Muro. Allí en el Sur, en el Dominio, de donde yo soy oriundo, hablamos de los Otros como materia de leyendas. Aquí, se tiembla de miedo cada vez que se escucha su nombre. Incluso los dioses del norte son extraños. En Invernalia respetan a los Siete, aunque se sabe que los Stark aún rinde culto ante los Bosques de Dioses. En Puertoescarcha, ni siquiera hay un septo donde los hombres civilizados puedan rendir culto a los Siete. Sólo los rostros ensangrentados de los arcianos.
                Y aseguraos de que aquel que venga a sustituir al viejo Edwin Redwyne (permitidme que en estos últimos días de mi vida recuerde los primeros, aquellos en los que viví en el cálido Rejo, entre viñedos y uvas) conoce la historia de la familia Aesirk, mi señor. Transmitidle mis palabras, pues en el Norte, los hombres aún cuentan viejas historias sobre sus orígenes, y el pasado es parte de su presente.
                La Casa Aesirk tiene su origen en una época de la que no quedan ni siquiera registros, de la que sólo quedan leyendas. Descienden de los Primeros Hombres, y formaban parte de los guerreros del Norte que hicieron frente a la legendaria invasión por parte de los Otros, en los tiempos anteriores a que Bran el Constructor creara el Muro. Los Reyes del Norte elevaron a los Aesirk a Señores del dominio de Puertoescarcha, en la Bahia del Hielo. Allí, en una pequeña isla en la Bahía, construyeron su castillo, Corona de Hielo, aunque la mayoría de sus dominios se extiende por la región de la bahía, donde hay un puerto, el último de los puertos del Norte en la región occidental de Poniente. Un inmenso puente, digno de Bran el Constructor, une Corona de Hielo con las montañas que rodean Puertoescarcha, donde en estos días, Ulryk ha ordenado construir un torreón para proteger el acceso a la fortaleza. Su lema es “La sangre no se congela”, y en su escudo, aparece el rojo de la sangre y la plata del hielo.  Sin embargo, la Casa Aesirk pudo haber caído en desgracia muy poco después de su establecimiento. Cuando el decimotercer señor de la Guardia de la Noche decidió convertirse en señor de su propio dominio, tomando el nombre de El Rey de la Noche, Ayslan Aesirk, que entonces era Señor de Puertoescarcha, dio su apoyo al Rey de la Noche.
                Pero la historia la escriben los vencedores, y el Rey de la Noche fue sometido por la unión de los señores de Invernalia y Joramun, el Rey de Más Allá del Muro. El sueño del Rey de la Noche fue destruido, y el propio Joramun ejecutó a Ayslan Aesirk, pero los Señores del Norte decidieron perdonar la traición de los Aesirk, que desde entonces, se convirtieron en banderizos de la Casa Mormont, señores de la Isla del Oso, a cuyo servicio continúan hoy en día, bajo el mando de Lady Maege Mormont.
                Durante los siguientes siglos, los señores de Puertoescarcha asentaron su dominio sobre la Bahía del Hielo, y muchos de los suyos fueron a engrosar en las líneas de la Guardia de la Noche, llegando dos de los Aesirk a convertirse en Comandantes de la Guardia de la Noche. Extendieron sus dominios por la zona de la Bahía, las Montañas Heladas, e incorporaron a Puertoescarcha el lago conocido como Las Lágrimas Dulces y los bosques de la Reina Blanca. Lucharon junto a los Señores de Invernalia en muchas ocasiones, mientras los Ándalos y los Rhoynar llegaban a Poniente, pero sobre todo, se las tuvieron que ver con los Salvajes de Más Allá del Muro, ya que aquellos que conseguían burlar la vigilancia de la Guardia de la Noche en la Torre Sombría, se encontraban a sólo un par de jornadas de viaje de Puertoescarcha. Y al igual que sus señores del Norte, se rindieron a Aegon el Conquistador y sus dragones cuando Torrhen Stark se rindió ante los invasores Targaryen, llegados de destruida Valyria. Sin embargo, aquí en el norte, la llegada de los Targaryen apenas supuso cambios para los Aesirk. Desembarco del Rey estaba demasiado lejos. En nombre de los Siete… Invernalia está demasiado lejos.
                Pero el Norte tiene sus propios demonios, y uno de ellos, fue Arthas Aesirk, tío-abuelo del actual señor, lord Ulryk. Arthas, un loco sin duda, o uno de esos Cambiapieles de los que tanto se habla en el Norte, asesinó a varios de sus hermanos, y a su propio padre, el por entonces señor de Puertoescarcha, con el objetivo de hacerse con el dominio de Corona de Hielo. Incluso se alió con los salvajes de Más Allá del Muro, y sólo el aviso de Lord Ulryk a los Mormont evitó lo que podría haber sido una tragedia. Arthas Aesirk fue colgado del puente que une Corona de Hielo y Puertoescarcha. Y Lord Ulryk decidió expiar los pecados de su antecesor con su lealtad a la Casa Stark. Cuando Rhaegar Targaryen secuestró a Lyanna Stark, y Lord Rickard Stark y su hijo Brandon fueron asesinados por el rey Aerys el Loco, los Aesirk se unieron a los Mormont, y a los ejércitos llamados por Eddard Stark, Robert Baratheon y Jon Arryn para hacer frente a los Targaryen. Ulryk Aesirk y su hermano Arthur lucharon junto Eddard Stark en el Tridente, y de nuevo, lo hicieron después, cuando Robert era ya el rey en el Trono de Hierro, y Balon Greyjoy se proclamó Rey de las Islas del Hierro. Las naves de guerra de los Aesirk asaltaron Gran Wyk, y ayudaron a Eddard a aplastar la revuelta de los Hombres del Hierro, que concluiría con la entrega de Balon Greyjoy de su heredero, Theon, para que fuera criado en Invernalia como pupilo de los Stark.
                Poco esperarían después los Aesirk que ellos mismos tendrían que entregar un pupilo a otra de las casas del propio Norte. Y es que, mi señor, aunque el gobierno de los Stark sobre estas tierras es, desde luego, firme, su dominio es tan amplio como el resto de Poniente junto, y sus señores disponen de una gran independencia. Y en muchas ocasiones, cuando las noticias llegan a Invernalia, es demasiado tarde para intervenir. Ulryk Aesirk había ofendido a los Bolton de Fuerte Terror, al romper su compromiso con Rayra Bolton para casarse con Lady Sif Karstark, sobrina de los señores de Bastión Kar. Durante un torneo en Último Hogar, presidido por el propio Lord Jon Umber, lord Roose Bolton fue derribado por Ulryk Aesirk, y los Bolton argumentaron que Aesirk había hecho trampas. Aquella absurda discusión creció y se convirtió en una auténtica batalla campal en la que los Aesirk, mucho menos poderosos que los Bolton, hubieran sido aplastados de no haber sido por el apoyo de los Umber y los Karstark. Sin embargo, cuando los Bolton se retiraron hacia Fuerte Terror, lo hicieron dejando tras de sí el cuerpo muerto de Ser Arthur Aesirk, el hermano de Lord Aesirk, y se llevaron con ellos al joven Uther, hijo y heredero de Lord Ulryk. Eddard Stark se puso furioso cuando supo de lo ocurrido, y obligó al señor de Fuerte Terror a liberar a Uther… pero sólo a cambio de que los Aesirk entregaran al hijo del difunto Ser Arthur como pupilo a los Bolton. Recientemente, y tras la propia rebelión del Bastardo de Bolton contra su padre, el joven Aesirk fue liberado y devuelto a Puertoescarcha (a cambio de una buena cantidad de oro, por supuesto).
                Así que, mi señor, contad todo esto al hombre que elijáis para que me suceda en Puertoescarcha. Corona de Hielo es una residencia difícil, y a pesar de que Lord Stark intenta que sus banderizos estén en paz, hay mala sangre entre los Aesirk y los Bolton. Y el lema de Puertoescarcha es “La Sangre no se Congela”, lo que adquiere una nueva perspectiva con estos hechos como trasfondo.
                Debo despedirme, mi señor. Mis deberes me reclaman. La joven Trystenne tuvo una caída montando a caballo, nada serio, pero debo asegurarme de que sus huesos suelden bien. Si todo va bien, pronto contraerá matrimonio con uno de los hijos de Lady Mormont. No podemos permitir que una novia cojeé el día de su boda. Puede que este sea el último cuervo que envíe, Gran Maestre, así que recompensadle con una ración extra de maíz, hacedlo en mi memoria. Y proteged al hombre que tenga que cubrir mi ausencia. El camino entre la Ciudadela y Puertoescarcha no puede ser más largo, y los Hombres del Hierro aún son peligrosos en muchos lugares.
                Que los Siete protejan su camino.
                Maestre Edwin, antiguamente Edwin Redwyne del Rejo.


viernes, 14 de octubre de 2011

JANOSZ HUNYADI

                Hoy vamos a hablar un poquito de Historia, y además, de Historia desconocida. No, no es que me vaya a poner en plan Íker Jiménez a hablar sobre los faraones perdidos de Egipto o algo así, sino que voy a hablar de un personaje de gran importancia histórica, pero del que se habla poco o nada, y al cual estoy seguro de que, más allá de determinados círculos, nadie conoce. Es más, recuerdo que en mis propias clases de la facultad sólo se habló de él de forma tangencial, a pesar de su gran relevancia para la historia del Este de Europa. Se trata, como todos habéis visto ya por el título del post, de Janosz Hunyadi, conocido también como Juan Hunyadi o Iancu de Hunedoara (me voy a quedar con el primero de los nombres para el resto del post), personaje coetáneo al infame Vlad Drácula, lo que probablemente haya apagado el propio conocimiento sobre nuestro protagonista de hoy. Es difícil competir con Tepes, el Empalador.


                Janosz nacía en la ciudad de Hunedoara en 1387, y su origen está aún sujeto a debate. Según algunos estudiosos, su origen es valaco. Según otros, sería de origen cumano (o sea, más o menos, turco), hijo de un tal Vajk, hijo a su vez de la noble Isabel Morsinai, y el nombre Vajk es de origen oriental (de hecho, Vajk era el nombre original del que sería San Esteban de Hungría, un magyar). Otro mito dice que Hunyadi dice que es el hijo ilegítimo de la propia Isabel Morsinai, amante de Segismundo de Luxemburgo, rey de Hungría, que sería quien arreglaría el matrimonio de su amante con el tal Vajk, uno de sus condes, para darle legitimidad a su vástago, dándole a Vajk la nobleza húngara. Sea como sea, el rey Segismundo siguió la trayectoria de Janosz muy de cerca, confiándole la educación del muchacho a su comandante más cercano, Filippo Scolari. De hecho, cuando Segismundo consiguió ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico (SIRG), tanto Isabel Morsinai como Janosz fueron llevados a Roma, donde asistieron a la coronación. Sin embargo, ninguna de las teorías sobre el origen de Hunyadi es definitiva, y aún está todo sujeto a debate.

                Los primeros años de vida de Hunyadi corresponden con la expansión del Imperio de los Turcos Otomanos a través del Este de Europa (aunque aún no estaba cerca la toma de Constantinopla), Bulgaria cayó enseguida y Hungría (que ocupaba la actual Hungría además de la práctica totalidad de las actuales Rumanía y Moldavia) era el país que más amenazado se sentía, lo que llevó a que los húngaros fueran los primeros interesados en la lucha contra ellos. Janosz, que había sido educado en las artes militares por Scolari, comenzó pronto su carrera militar, sirviendo a Pipi (con ese nombre normal que los turcos quisieran matarlo) de Ozora y el déspota serbio Esteban Lazarevitch, aprendiendo así las técnicas de combate de los turcos, para luego unirse a Ladislao Újlaki y luego, Demetrio Czupor, hasta que finalmente, 1430, entró directamente al servicio del Rey Segismundo, junto a quien luchó contra los husitas bohemios y bajo cuya tutela, fue enviado a Milán, donde sería huésped de los Visconti y aprendería la filosofía de los mercenarios italianos, los condottieri. Como miembro de la Cámara Real, se casó con Isabel Szilagy, y tuvo dos hijos: Ladislao y Matías. En 1438 moría su gran valedor, el Rey Segismundo, pero Janosz contaría también con el apoyo de su sucesor, el Rey Alberto, yerno del fallecido monarca, al que apoyaría hasta su muerte en 1439. Janosz, que ya se había convertido en voivoda de Transilvania, realizó un cambio de lealtades, pues Alberto sólo había dejado a un niño menor de edad como heredero, y considerando que la situación en Hungría  requería de un gobernante adulto, dio su apoyo a un pretendiente polaco al reino, Vladislav, que subiría al trono húngaro con el apoyo de Hunyadi como Vladislav I en 1440. La hija de Segismundo y su pequeño abandonarían Hungría… pero no sus pretensiones sobre el trono.

                A estas alturas, Janosz ya se había convertido en el principal líder de la defensa húngara contra los turcos, a los que derrotó una y otra vez. La batalla de Szeben y las campañas en los Balcanes junto a Vladislav I se sucedieron con grandes victorias por parte de Hunyadi, pero en 1444, se enfrentarían a los turcos en la desastrosa batalla de Varna. Allí, Vladislav I moría en plena lucha, y el propio Janosz fue capturado… pero no por los turcos, sino por el voivoda de Valaquia, Vlad Dracul (el padre del futuro Drácula), que sólo lo liberaría ante las presiones húngaras. Con el trono húngaro sin rey, y siendo el hijo de Alberto aún un niño, los nobles húngaros entregaron a Janosz Hunyadi la regencia de Hungría. En 1447, los Hunyadi ocupaban ya el castillo de Buda, junto al Danubio. Tras nuevas escaramuzas contra los turcos y una nueva prisión en manos cristianas (esta vez las del serbio Jorge Brankovitch) logró centralizar el poder militar en Hungría… sólo para tener que ceder ante la nobleza húngara y aceptar el nombramiento del hijo de Alberto, que ya con doce años, y que subiría al trono como Ladislao V, que agradecería a Janosz su hábil trabajo concediéndole de forma vitalicia y hereditaria el condado de Beszterce, el primer título hereditario de Hungría.

                Los éxitos militares de Janosz no acabarían ahí, pero finalmente, los turcos tomaron Constantinopla en 1453, dando un golpe hasta entonces inimaginable al propio corazón de la Cristiandad. Como respuesta, Janosz y Juan de Capistrano comenzaron a preparar una Cruzada contra los turcos, obteniendo una gloriosa victoria en Belgrado, pero poco después, y con unos más que venerables sesenta y nueve años (una edad más que respetable para el siglo XV), moría de enfermedad (no aclarada a día de hoy). Pero no moriría su legado, ya que a la muerte de Ladislao V en 1458, sólo dos años después de la muerte de Janosz, los nobles húngaros, reacios a un nuevo trono vacante, entregaron la corona al hijo de Janosz, Matías Corvino (de Cuervo, ya que el escudo de los Hunyadi era un cuervo con un anillo en el pico); y aún a día de hoy, se le considera el más grande y sabio de los reyes húngaros.

                Y hasta aquí nuestra lección de historia de hoy. ¡Europa del Este también tiene historia!

jueves, 13 de octubre de 2011

GREEN LANTERN CORPS: GUERREROS ESMERALDA

                En los grandes eventos que proliferan en el mundo del cómic en los últimos tiempos, nos encontramos con series y series limitadas que aparecen y desaparecen, con mejor o peor calidad, con mejores y peores equipos tras ellas, y con unos objetivos más o menos claros. Y dentro de El Día Más Brillante (¿Cuántas veces he hablado ya de este evento? He perdido la cuenta…), estamos teniendo bastante suerte en crossovers, tie-in, y en la propia serie “madre”.


                Como ya todos sabéis, el genial Geoff Johns, a través de la colección Green Lantern y los eventos programados Rebirth, La Guerra de los Sinestro Corps o La Noche Más Oscura, ha situado a Green Lantern y todo lo que le rodea, todo el Green Lantern Corps en el centro de todo lo que ocurre en el Universo DC. Con Hal Jordan como protagonista indiscutible de Green Lantern y Kyle Rayner y John Stewart (junto a Soranik Natu y otros) al frente de Green Lantern Corps, había algunos Lanterns como Guy Gardner, Kilowog o Arisia que quedaban desplazados. La solución fue crear una tercera colección dentro de la factoría más verde, Green Lantern: Emerald Warriors, con guiones del más que efectivo Peter Tomasi y dibujos de ese gran talento asturiano que es Fernando Pasarin, un tándem efectivo y de primera línea cuyo primer arco argumental podemos ver en el tomo Green Lantern Corps 10: Guerreros Esmeralda (curioso que el título aluda, además de la obvia referencia a la franquicia Green Lantern, donde ya ha habido un Amanecer Esmeralda, un Crepúsculo Esmeralda…. a la antigua identidad de Gardner, cuando decidieron quitarle el anillo y darle poderes medio extraterrestres, tiempo en que se hacía llamar “Guerrero”, y nombre que puso también a su bar en Oa, el “Guerreros”).


                En Guerreros Esmeralda , vemos el resultado de la “impía” alianza entre Guy Gardner, Ganthet y Atrocitus, el líder de los Red Lantern de Ysmault. Desde que tuviera en su mano un anillo rojo de los Red Lantern, Guy ha tenido extrañas visiones sobre acontecimientos provocados por algo que parece acechar fuera, en los Sectores Desconocidos, aquellos que se encuentran más allá de los 3600 sectores patrullados por el Green Lantern Corps y los Guardianes. Consiguiendo el permiso de los Guardianes para “cartografiar” los Sectores Desconocidos, Guy Gardner, Kilowog, Arisia y la Red Lantern Bleez parten en busca de esa amenaza desconocida, para encontrarse con una historia de su pasado reciente: Sodam Yat, el Lantern daxamita que se sacrificó para volver amarillo el sol de Daxam, dándoles a los habitantes de su planeta natal poderes suficientes como para derrotar a Mongul y sus Sinestro Corps. Esto coincide con el descubrimiento de que algo está drenando la fuerza de los anillos de los Lantern, y una amenaza procedente del pasado del Universo DC (que no voy a revelar aquí, ya que es parte importante de los eventos no sólo de Green Lantern: Emerald Warriors sino de Green Lantern y la propia El Día Más Brillante), así como un nuevo enemigo, de aspecto bastante siniestro, un oscuro telépata llamado Zardor de Kralok.


                A lo largo de las páginas de Guerreros Esmeralda, estos diferentes temas se van solapando y mezclando de forma habilidosa, demostrando la maestría de Tomasi, y el genial dibujo de Fernando Pasarín sirve de apoyo no sólo válido, sino casi glorioso a toda esta historia.

                Así que nada, señores, un tomo de lo más recomendable, que debería formar parte de cualquier biblioteca, especialmente de las más verdes.

miércoles, 12 de octubre de 2011

THE BRIGHT: YOUR PRIVATE GARDEN

Hoy, en los Miércoles Musicales del Iconocronos, nos ponemos un poco "indie" (poco, que nos conocemos), y os traigo un tema de un dúo español, The Bright, formado por Myriam Gutiérrez y Aníbal Sánchez. Mi amigo Santi descubrió a este grupo, y bueno, para cuando leáis esto, habremos ido ya a un concierto de este grupo en la sala El Sol, en Madrid. Y aquí os dejo uno de sus temas, Your Private Garden, para que podáis disfrutarlo... que no todo van a ser Rihanna y Evanescence...

martes, 11 de octubre de 2011

LA GUERRA DEL CAOS


                Hace ya algún tiempo, como un mes y algo, que Panini puso a la venta el tomo que reúne la miniserie de Marvel titulada La Guerra del Caos. Aunque había leído algunos números en inglés, realmente la publicación en Estados Unidos de The Chaos War coincidió con el momento en el que decidí dejar de leer comics por Internet  y esperar a que salieran aquí las cosas, así que reduje ritmo y me he terminado adaptando al de España. Y bueno, hoy toca comentar esta miniserie, obra de Greg Pak y Khoi Pham.

                Bueno, a ver. No sé qué pensaréis el resto de los aficionados al mundo del cómic que hay por ahí, pero a mí Greg Pak me parece el guionista más irregular de la historia de Marvel. O sea, es capaz de lo mejor… y de lo peor. Pero así, seguidito. Tan pronto escribe historias absolutamente geniales (La Canción Final de Fénix, World War Hulk, Magneto: Testamento o la colección Hércules) con absolutas aberraciones (La Canción de Guerra de Fénix, Iron Man: Dinastía de M, o Máquina de Guerra). Y entre ello, algunas cosas que no destacan ni por lo bueno, ni por lo malo, como la reciente World War Hulks.


                Y La Guerra del Caos entra en la parte de las aberraciones. Por desgracia para nosotros, claro. Y es que por mucho que desde Marvel y la propia Panini nos traten de convencer de que este tomo es la prolongación natural de la historia que comenzó en Hércules (realmente, incluso en el Ares de Michael Avon-Oeming) y continuó en la miniserie protagonizada por el genial Amadeus Cho, Príncipe del Poder, es a todas luces obvio que se trata de un microevento impuesto por la editorial, y todos sabemos el objetivo. Vender, vender y vender. La historia de La Guerra del Caos es muy sencilla: el dios japonés Amatsu-Mikaboshi (Augusta Estrella del Cielo, en japonés), el dios del mal y las estrellas, asesino del propio Zeus y que durante la Invasión Secreta formara parte del Escuadrón de Dioses que se enfrentaría a las deidades skrulls, revela que es una criatura anterior a los propios dioses, la encarnación del vacío y el caos reinantes antes de la propia creación, y que luego sería “capturado” por el panteón japonés, se libera y revela su verdadera identidad, comenzando un maléfico plan para devolver el Universo a su estado anterior, es decir… a la nada. Y para hacer frente a Mikaboshi, está Hércules, devuelto a nuestro mundo por Amadeus Cho en la saga Príncipe del Poder, ahora con los poderes de un Padre Celestial. Y así, Hércules debe dirigir la resistencia de los héroes contra Mikaboshi…

                Bueno, a priori, la historia no suena mal del todo, así vista. Pero es que el desarrollo es una catástrofe. No voy a contar mucho, porque el tomo está fresquito, y porque aún tienen que salir otros tomitos que cuentan parte de la historia, y quizá al final, con todo leído, no sea tan mala… pero mucho me temo que no sea así, aunque habrá que esperar a Guerra del Caos: Escuadrón de Dioses y Guerra del Caos: Los Héroes Muertos (o algo así, que no me acuerdo muy bien) para tener el panorama completo. El ataque de Mikaboshi provoca que los muertos vuelvan a caminar bajo el dominio del Señor del Caos (¿Necrosha? ¿Quién ha dicho Necrosha? ¿La Noche Más Oscura? Naah, es un concepto original…), la Tierra pasa por un momento dramático… bla, bla, bla. Vamos, que la historia no llega a enganchar. Nada. Además, el final es completamente previsible desde… bueno, desde antes de empezar a leer, con haberle echado un vistazo a los tomos de Hércules y Príncipe del Poder terminas sabiendo cómo va a acabar todo.


                Y encima, para terminar de rematar, los dibujos corren a cargo del infame Khoi Pham. Y está por ver que de los lápices de este dibujante salga algo decente, a pesar de que su trabajo en La Guerra del Caos es infinitamente mejor de lo que había hecho en, por ejemplo, los Poderosos Vengadores de Slott, que aunque no fueron una colección que vaya a pasar a la historia por su calidad, estoy seguro de que la percepción de todos hubiera sido diferente si hubiera tenido otro dibujante.

                En resumen… que es un tomo perfectamente prescindible… y del que yo sólo he sacado una conclusión. ¿De verdad era necesario utilizar a Galactus para todo esto?

lunes, 10 de octubre de 2011

SANTO SERÁS

                La semana pasada dediqué unos días a un libro que llevaba bastante tiempo queriendo leer, desde que vi al autor comentándolo en algún programa de la tele, no recuerdo en cual. Se trata de Santo Serás, de Vicente Clavero, periodista y colaborador del diario El Público.


                Desde siempre, la Iglesia me ha parecido una institución muy interesante, llena de momentos apasionantes, de grandes personajes y decisiva a la hora de definir cómo es el mundo en el que nos movemos. Y como cabeza de la Iglesia, la historia de los Papas siempre me ha parecido lo más interesante de todo, los manejos de unos y otros para tratar de conseguir el Papado, o de influir en esa posición. Vamos, que me das una novela llena de cardenales y soy muy feliz. Y aunque el gran momento de la Iglesia y del Papado fue en la Edad Media y en la primera parte de la Edad Moderna, desde luego incluso a día de hoy, el Papado es una institución de lo más interesante. Yo soy del 78, así que realmente, hasta la muerte de Juan Pablo II había conocido sólo un Papa, Wojtila… bueno, dos, que creo que pille parte del brevísimo papado de Juan Pablo I, pero hasta la muerte de Juan Pablo II, no había tenido la experiencia de vivir un Cónclave. Y me resultó de lo más interesante, la verdad.

                Victor Clavero recoge en Santo Serás precisamente esos días, los previos al Cónclave, en los que la Iglesia quedó en manos del Decano del Colegio Cardinalicio, el por entonces “Gran Inquisidor”, Joseph Ratzinger; el Secretario de Estado Angelo Sodano y el camarlengo Eduardo Martínez Somalo, en un período de transición que vendría a continuar la política de Juan Pablo II antes de la elección de un nuevo Pontífice. Y lo que Clavero narra a través de una novela de carácter completamente realista es, precisamente, el interior de estas elecciones, las manipulaciones y argucias a las que unos y otros recurrieron para conseguir que el Papa elegido finalmente fuera un continuista, un partidario del sector conservador de la Iglesia, precisamente ese Gran Inquisidor, Joseph Ratzinger, que ocupa a día de hoy el Solio Pontificio como Benedicto XVI. Y lo hace a través de los ojos de una periodista española de EFE, Jara Berrocal, que se desplaza a Roma como refuerzo para cubrir todo lo relacionado con los movimientos del Vaticano en los días previos y posteriores al fallecimiento de Juan Pablo II; y que pronto descubre un informador, un “monseñor” que le pasa datos oficiales y confidenciales.

                A través de Jara Berrocal, Clavero nos conduce a los entresijos de los movimientos de la Curia, y lo hace convirtiendo en personajes de novela a personajes reales. Rouco Varela, el propio Ratzinger, Eduardo Martínez Somalo, Carlos María Martini, el director de la Sala Stampa Joaquín Navarro Valls, Óscar Andrés Fernández Madariaga, incluso George Bush…  Grupos como el Opus Dei, los Focusales, los Legionarios de Cristo… se van desvelando como impulsores de sus propios intereses, la división de la propia curia entre los conservadores (encabezados por Ratzinger) y los reformistas (empujados por Madariaga pero representados por Martini) se hace vivida y real.

                Siendo realistas y concretos, aunque el tema es muy interesante, la novela es algo corta, y aunque Clavero consigue cuadrar a muchos de los personajes con actitudes, o con formas de hablar, en bastantes casos se abusa del Deus ex Machina, y el final del libro (más allá de la elección de Ratzinger, que obviamente al ser historia no es sorpresa) es predecible desde aproximadamente la página veinte. Pero sí es cierto que la propuesta de Clavero es, sobre todo, arriesgada; y da un vistazo, rápido pero interesante, de cómo debieron ser los movimientos de las diversas facciones dentro del Vaticano en aquellos días en los que la Plaza de San Pedro se llenó de gente que llevaba cartulinas en las que rezaba “Santo Súbito”, y de las que Clavero toma el título, Santo Serás, aludiendo a la vinculación de las presiones para beatificar/canonizar a Juan Pablo II de forma rápida con la continuidad de su política (conservadora pese a todo lo que podamos pensar muchas veces, no dejó de ser el Papa que llenó los estadios y vació las iglesias, reacio a hablar de dogma o del avance de la Iglesia en temas como la homosexualidad, los anticonceptivos o el sacerdocio femenino) en manos de la Curia Romana y sus miembros… representada, precisamente, en el antiguo Arzobispo de Munich, el bávaro que hoy rige la Iglesia y al que hace poco hemos tenido en Madrid… reuniendo a los jóvenes y que ha continuado esa política de llenar estadios… pero vaciar iglesias, ya que la Iglesia sigue teniendo ahora los mismos problemas que cuando Ratzinger cogió el timón de la Barca de San Pedro.

                Pero en fin… eso es otra historia, y aquí venimos a hablar de la novela…