No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

lunes, 30 de abril de 2012

FUNDACIÓN E IMPERIO


                Tras el largo interludio que supuso La Mejor Venganza, volví a la trilogía de la Fundación, y ya he terminado su segundo volumen, Fundación e Imperio. Ya hablé del primero de los libros de Asimov que formaban parte de esta trilogía, Fundación, y bueno, comenté que quizá había esperado algo más, pero que sólo era el principio. Con Fundación e Imperio, efectivamente, me ha llegado ese “algo más”.


                Fundación e Imperio nos narra los eventos ocurridos tras el final de Fundación y como ha evolucionado la creación del psicohistoriador Hari Seldon, hasta convertirse en la mayor potencia que existe en la Galaxia. Y son dos realmente las historias que Asimov incluye en Fundación e Imperio. La primera, y quizá más flojita, nos habla del último conflicto entre la Fundación y el antiguo Imperio Galáctico; pero es la segunda parte la que realmente más he disfrutado de este libro. Y es que en esta segunda parte, Asimov introduce un nuevo factor en esta historia, y es la aparición de la criatura conocida como “El Mulo”, un mutante con poderes extraños que parece capaz de desafiar y vencer los propios preceptos en los que se basa la existencia de la Fundación y la psicohistoria de Seldon. Aunque en toda la novela Asimov mantiene su estructura de conversaciones entre dos o tres personajes, rehuyendo de la narración de grandes escenas dramáticas para centrarse en la perspectiva de los hechos a través de los ojos y pensamientos de sus personajes, en El Mulo, sí que podemos ver cierta épica en los conflictos entre la Fundación, los Mundos Comerciantes y el Mulo. Además, Asimov decide mantener a los personajes durante un “periodo largo” de narración, de modo que consigue que sintamos como más “nuestros” a los protagonistas de esta segunda parte de Fundación e Imperio que sus personajes anteriores, que aparecían y desaparecían según las necesidades narrativas (y el paso de trescientos años entre el primer capítulo de Fundación y la aparición del Mulo).

                La historia de Fundación e Imperio no es demasiado complicada, pero sí es cierto que el trasfondo que hay detrás de esta narración esté lleno de interesantes conceptos filosóficos. De hecho, el gran conflicto que subyace tras Fundación e Imperio no es otro que el conflicto entre Predestinación (la tesis psicohistórica de Seldon) y Libre Albedrío (determinado por la aparición del Mulo, una criatura imposible de predecir mediante la psicohistoria, y por lo tanto, capaz de cambiar la evolución del propio “destino”). Y todo esto, Asimov lo logra con gran maestría, utilizando a sus personajes como expositores de diferentes puntos de vista. Quizá se eche de menos una mayor individualización de los personajes, y probablemente, al menos yo, más acción “cósmica”, pero sin duda, Fundación e Imperio es un buen trabajo, que sin duda hay que contextualizar en la época en que fue escrito. Un clásico de la Ciencia Ficción.

sábado, 28 de abril de 2012

LOS VENGADORES


                Bueno, como no podía ser de otra manera, este fin de semana toca un post “de emergencia”, como en casi todos los blogs frikis que haya por el bloggerverso, con casi total seguridad. Y es que ayer, como casi todos, fui a ver Vengadores. Edición digital, cines Yelmo Plenilunio, 12.15 de la noche. Y desde que me desperté, como un niño el día 5 de Enero, solo podía pensar en una cosa.


                Vengadores, Vengadores, Vengadores. ¿Qué me iba a encontrar? ¿A qué altura iba a estar la película? Me daba un poco de miedo, la verdad pero… joder, eran los Vengadores. Eso no puede salir mal. A las 9:00 me recogieron y fuimos a por las entradas. Éramos 11 personas, así que para estar todos juntos teníamos que coger la fila 5. Quizá un poco cerca, aunque la sala era enorme. Cenamos, KFC (que ya me recuerda a los comics, la verdad, que allí comí con Darthni y alguno más en Expocómic este año) y a las 12:00, hacia la puerta de entrada.

                Y empezó el festival. Señores… no tengo ni palabras. O sí, tengo muchas, pero la mitad serían spoiler, y no voy a meterme en esos berenjenales. Supongo que casa uno tiene en mente su película propia sobre los Vengadores, y evidentemente, por muy bueno que sea Wheddon no va a poder crear una versión en la que estemos de acuerdo todos. A mi, personalmente, me convenció. Como era de esperar, Wheddon tira mucho de la versión Ultimatizada de los Vengadores, aunque en lugar del Triskelion, la base sea un Helitransporte supermolón que me hizo dar un salto en el asiento. Vale, que conste que di varios. La Viuda Negra, Thor, el Capitán América, Iron Man, Nick Furia, María Hill (aunque a priori se hace raro verla sin Ted Mosby al lado), Ojo de Halcón, Hulk, Loki… todos comenzaron a desfilar ocupando sus papeles en pantalla.  Obviamente ninguno estará  nominado al Oscar, aunque destacan los trabajos de Tom Hiddleston como Loki y Robert Downey Jr. Bajo la armadura de Iron Man. No es una peli donde haya que profundizar en el interior de los personajes, aquí se trata de crear lazos y relaciones entre ellos. Pero sobre todo, se trata de convertirles en el equipo de héroes más poderosos de la Tierra. ¡Que son los Vengadores!


                Y Wheddon y su equipo lo consiguen, vaya que si lo consiguen. La película es divertida a más no poder, y completamente espectacular. Los textos de Tony Stark son brillantes, le dan una gran carga de humor a la película sin convertirla en una comedia o en algo ridículo, pero donde la película destaca es (como debía ser) en las escenas de acción. Sin spoilear mucho, diré que hay dos grandes escenas, y están genialmente llevadas y sobre todo coordinadas para mostrar por qué los Vengadores son los más grandes cuando están juntos, y como ese equipo es más que la suma de sus partes. Los efectos especiales son de escándalo. Joder, molan hasta los uniformes (salvo el del Capi, que queda un poco pijama, todo sea dicho). Y un gran trabajo con la Viuda Negra y Ojo de Halcón, que rodeados de cuatro grandes, consiguen su propia voz y su propio papel en la acción a narrar. No son relleno, son parte del equipo.

                El que no la haya visto, que vaya pronto. Grande, muy grande.

                Y ahora si, ahora entramos en ZONA SPOILER. El que no haya visto la peli, si sigue leyendo a partir de aquí, lo hace bajo su responsabilidad.

                Impresionante. El argumento me gustó mucho. Desde el principio, con la aparición de los Chitauri detrás de Loki (muy Ultimate la utilización de esta raza extraterrestre… ), las manipulaciones de este para conseguir que le lleven al Helitransporte y utilizar a Hulk, Ojo de Halcón dominado por el mal… Muchísima acción desde el principio, muchísima tensión, muchísima historia. Porque desde que Loki empieza a hablar con Furia sobre el deseo humano de anulación de libertad, de doblegación… Me saltó una alarma. Yo había escuchado esas palabras antes. Eran las teorías de Darkseid sobre la dominación, los principios de la Antividad. Al principio, me reí, pensando en que Marvel había cogido esos conceptos para respaldar a Loki… pero esa escena en la que Loki habla ante una cosa de seis dedos y boca sangrante sobre alguien, un “él” que respaldaba el poder de Loki, que respaldaba a los Chitauri y los ponía bajo su mando… Él… Lo vi. Lo vi venir. Sólo había alguien que pudiera ser ese “Él” y sustentara una filosofía parecida a la de Darkseid en Marvel.


                ¡¡¡Thanos!!! ¡¡¡Thanos!!! “Es como cortejar… a la Muerte”. ¡¡Thanos!! No digo más, no puedo decir más, estoy absolutamente encantado. ¡¡¡¡Como me gustó, señores, cómo me gustó!!!!

viernes, 27 de abril de 2012

LA MEJOR VENGANZA


                Hace un par de semanas ya que comenté el libro de Fundación, y como ya sabéis, normalmente cuando hablamos de trilogías, entre libro y libro de la saga trato de leer algo distinto. Esta vez, siguiendo los sabios consejos literarios del Fantasma de las Navidades Pasadas, decidí probar suerte con una de sus recomendaciones sobre literatura fantástica, La Mejor Venganza, de Joe Abercrombie. Lo que pasa que con el kindle no tengo referencia de páginas, y no me di cuenta de que esta “lectura ligera” es materialmente un libro de 824 páginas, así que terminarlo me ha llevado más tiempo del que había planeado (sumando a esto que ha sido época comiquera), pero ya está terminado, y ha llegado el momento de hablar de él.


                Aunque la idea es que La Mejor Venganza es una novela de fantasía, aunque yo la definiría más como una novela histórica de otro mundo. Si en lugar del país de Styria, donde Abercrombie sitúa sus aventuras habláramos de Italia, y si en lugar de Talins habláramos de Roma, de Venecia en lugar de Visserine, y de Milán en lugar de Affoia, tendríamos una novela ambientada en el Renacimiento italiano, y no hubiera perdido un ápice de su interés. Pero Abercrombie ha decidido situar La Mejor Venganza en el mismo mundo de fantasía en el que se desenvuelven su saga La Primera Ley (pendiente de leer, que se me acumula el trabajo), y lo hace recreando un mundo tan parecido al nuestro que en muchas ocasiones da escalofríos, pues aquí no hay dragones ni elfos tras los que esconderse. La guerra, la traición, el asesinato, el sexo, la mentira, la pasión… Abercrombie presenta todas estas cuestiones de forma descarnada, y construye con ellas una trama que, por sencilla, no pierde interés. Y es que el planteamiento de La Mejor Venganza, con sus giros y contragiros argumentales es sencillo, aunque engancha.

                En este mundo de fantasía que vive los llamados Años de la Sangre, una guerra civil dentro de la nación de Styria entre sus muchos dirigentes, la mercenaria Monzcarro Murcatto lidera las Mil Espadas al servicio del Gran Duque Orso de Talins. Sus obras le han ganado una sombría reputación: la Serpiente de Talins, la Carnicera de Caprile… tanto que su propio patrón, en un momento determinado, y conchabado con seis de sus hombres, atacan a Murcatto, dándola por muerta… de forma prematura. En la novela, nos encontramos con Monza (la abreviatura de Monzcarro) buscando su venganza, y para ello, reúne a una tropa de lo más dispar: Escalofríos, un guerrero norteño que busca ser mejor persona; el envenenador Castor Morveer y su ayudante Day, una extraña pareja, tan pedantes como peligrosos; Amistoso, un ex presidiario obsesionado con los números; Nicomo Cosca, un mercenario borracho y acomodaticio; y Shylo Vitari, una torturadora de amplias habilidades. Junto a estos extraños acompañantes, vemos a Monza buscar su venganza, acabar con cada uno de los hombres que trataron de matarla, pero en el camino, ella misma se convertirá en el objetivo de otras venganzas, y tendrá que valorar si la búsqueda de la venganza justifica las terribles acciones que en muchas ocasiones tienen que llevar a cabo.

                Con este planteamiento, Abercrombie desarrolla una novela entretenida, con los suficientes giros argumentales como para dar más de una buena sorpresa, y además su forma de escribir es lo suficientemente ligera como para que la lectura resulte divertida y amena. Aunque quizá porque no he leído La Primera Ley, lo cierto es que hay cosas que se me quedan como cogidas con pinzas, y creo que el final tiene un poco de Deus ex Machina que no viene demasiado a cuento. Pero aun así, el libro merece la pena. Pero recordad todos: 824 páginas, no es una lectura ligera para una rato…

jueves, 26 de abril de 2012

HABLEMOS DE SERIES: ESPARTACO, DIOSES DE LA ARENA


                Hoy finalmente he terminado de ver Espartaco: Dioses de la Arena, la precuela que se grabó de Espartaco: Sangre y Arena  mientras Andy Whitfield trataba de recuperar la salud, con las tristes consecuencias son de todos ya conocidas. Para que la franquicia no perdiera empuje, se decidió, acertadamente, por rodar esta precuela, que nos habla de la historia de la casa de Batiato anterior a la llegada de Espartaco.


                Por lo tanto, en Espartaco: Dioses de la Arena, nos encontramos con los que probablemente sean los personajes más carismáticos de la primera temporada: John Hannah como Batiato y Lucy Lawless como la sin par Lucrecia. Junto a ellos, asistimos a los antecedentes de personajes ya conocidos, como Crixo, que aparece como un esclavo recién comprado; Naebia; el sirio Ashur, Salonio, Enomao, Barca… Y a ellos se unen nuevos personajes. Tito Batiato, el padre de Quinto; Gannicus, el campeón del ludus; el lanista Tulio y su ad latere Betio, rivales de Batiato; Melita, la esposa de Enomao; Gaya, una patricia romana amiga de Lucrecia… Y así, hasta completar un reparto de lo más digno para esta serie que roza la genialidad.


                Y es que, si Sangre y Arena fue una serie que mejoró con el tiempo y que iba mejorando capítulo a capítulo, Dioses de la Arena ha sabido aprovechar desde el principio las grandes bazas argumentales de la temporada anterior, y ya entramos en faena desde el primer episodio. La serie es todo un manual de traiciones, manipulación y juegos políticos, sin perder en ningún momento ese punto morboso que le dan la sangre y el sexo, que no pierden el lugar destacado que ya tuvieron durante la primera temporada, adquiriendo incluso mayor importancia argumental muchas de las escenas que anteriormente hubieran sido mero relleno para disfrute del ojo. Y es que en el cásting de Dioses de la Arena, una de las cosas que ha seguido primando es el hecho de que sus protagonistas se van a pasar la mayor parte de la serie con muy poco ropa encima… o ninguna.


                En fin, una serie que ha sabido jugar hábilmente con el tiempo y las mejores bazas de su primera temporada, limando detalles y mejorando en muchos puntos, hasta concentrar en seis episodios de cincuenta minutos una gran historia. La segunda temporada de la serie propiamente dicha ya está en antena, con un nuevo Espartaco y sin muchos de los personajes que han hecho grandes la primera temporada y su precuela, sólo espero que esté a la altura y no desmerezca.

miércoles, 25 de abril de 2012

DESIRELESS: VOYAGE VOYAGE

Hoy vamos a hacer una sesión remember en el Iconocronos, y nos vamos a ir a esos maravillosos ochenta (maravillosos para la música, que estéticamente son duros... muy duros). Y para ello, os traigo un tema que ha tenido todo tipo de versiones, desde los mejicanos Magneto (ese nombre es una deshonra) a una version en Gregorian: Masters of Chant, o la versión Dance de Kate Ryan. Yo os traigo la original, la versión en francés de Desireless.

¡¡Que la disfrutéis!!

martes, 24 de abril de 2012

FLASHPOINT


                Este mes de Abril  es un poco especial para todos los seguidores de DC en España, y es que con el final de Flashpoint, ha acabado el Universo DC tal y como lo conocíamos. A partir de Mayo llegarán las nuevas colecciones, bueno, realmente lo que ECC publique aquí en España de las Nuevas 52, que en el plan editorial no he visto por ningún sitio los comics sobre Mister Terrific…


                Y bien, ¿qué ha sido Flashpoint? Lo primero, y ante todo, debo decir que desde el principio, esta saga me ha parecido una versión de La Era de Apocalipsis venida a menos (cinco numeritos y algunos extras tampoco daban para más), y la historia, por mucho que sea Johns quien está al frente (y yo venero cada una de sus palabras), es poco original. O sea, de pronto el mundo cambia y sólo un héroe recuerda como era realmente y pone en movimiento al resto para cambiarlo. Lo hemos visto con Bishop en La Era de Apocalipsis, o con Lobezno en Dinastía de M, y ahora es Flash quien se pronto se da cuenta de que el mundo se ha cambiado, llegando a la conclusión de que el único que ha podido modificar el mundo así es su enemigo jurado, Eobard Thawne, el Flash Reverso.

                Barry Allen de pronto se encuentra metido en un mundo distópico en el que dos de sus más queridos amigos, Wonder Woman y Aquaman, se encuentran sumidos en una guerra que, literalmente, ha cambiado la faz del mundo. Y parece que va a hacerlo aún más, pues la guerra continúa y no parece que nadie pueda detenerla… salvo Cyborg, que está reuniendo a los héroes de ese mundo para tratar de hacer frente a Arthur y Diana. Ese es el mundo en el que de pronto se encuentra Flash, mientras sus recuerdos sobre su propio mundo se desvanecen, y en el que parece haber perdido los poderes. Y por supuesto, Barry hace lo que haría cualquiera en una situación como esta: buscar a Batman. Aunque el Hombre Murciélago de Gotham City es uno de los personajes que más ha cambiado en este mundo, y aunque ni siquiera es Bruce Wayne quien se encuentra bajo la capucha, el manto del murciélago lo porta alguien al menos tan carismático y radical como lo ha sido nuestro Batman en muchos momentos de su historia.


                Realmente el argumento de la línea principal de Flashpoint podría resumirse en esto, en la búsqueda de Flash y Batman de la recreación de la realidad correcta, tratando de corregir el cambio que Zoom realizara en el pasado para provocar todo aquello, mientras procuran evitar que Aquaman y Wonder Woman terminen de destrozar el mundo. Muchas historias sobre por qué esto es así ocurren fuera de las páginas de la serie central, y así, la historia de la guerra entre Atlantis y Themyscira está en las páginas del tomo JLA: Flashpoint, o la de la resistencia británica y Lois Lane, en Superman: Flashpoint. También hay un Green Lantern: Flashpoint, un tomo bastante pasable realmente donde encontramos a Abin Sur como Green Lantern de la Tierra, y a Hal Jordan como un piloto cuya misión es eliminar las protecciones de las Amazonas de Nueva Themyscira. Y por encima de todo, hay una auténtica joya, el Batman: Flashpoint, con un equipo creativo de lujo (guiones de Brian Azzarello y lápices de Eduardo Risso), en el que conocemos una terrorífica versión del Joker en este mundo, y que debería ser de imprescindible lectura para cualquiera siga o no Flashpoint. Muchos de los momentos importantes de la serie central tienen su origen, repercusiones o puntos en paralelo con hechos de la serie original, y realmente, aunque es fácil seguirla sin hacer demasiado caso de los crossover, es imposible entender algunas situaciones, como la “traición” de determinado personaje, sin leer algunos de los comics que rodean la saga, en este caso, Los Siete Secretos: Flashpoint.

                Obviamente, tras Flashpoint el mundo vuelve a cambiar, deja de ser la distopía de este mundo, pero tampoco vuelve a ser la historia que Flash había vivido antes de este momento. Es un nuevo mundo el que se abre ante nosotros, ese nUDC en el que se desarrollarán las Nuevas 52. ¿Ha sido Flashpoint la saga apropiada para precederla? Pues creo que se queda algo corta, la verdad. En extensión y en contenido. Crisis Infinita o sobre todo, Crisis Final, hubieran sido perfectos para realizar un reboot de este calibre, historias mucho más densas y épicas que este Flashpoint.


                Sobre lo que no tengo nada que objetar es sobre el trabajo gráfico del dibujante bueno de los hermanos Kubert, es decir, Andy. Algunas de las planchas que realiza para Flashpoint son realmente impresionantes, y aunque muy lejos de otros dibujantes como Scott Kolins o Ángel Unzueta a la hora de plasmar lo que debe ser una historia de Flash con la velocidad que eso conlleva, Andy Kubert consigue realizar un buen trabajo, dinámico y espectacular, que sirve de gran refuerzo a la historia de Johns.

                En fin, señores, nos guste o no, este es el broche que en DC han decidido darle al mundo tal y como lo conocíamos, y como ya he dicho muuuchas veces, ahora nos queda esperar qué nos traerá el futuro y esas Nuevas 52. Y todo ha cambiado a la velocidad de un rayo, nunca mejor dicho.

lunes, 23 de abril de 2012

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: ALIADOS, ENEMIGOS (II)


                Con la aparición de los hombres del Dominio en el campo de batalla de las Marcas de Dorne, las cosas se torcieron para los ejércitos dornienses y Erwyn y Oweyn, que formaban parte de una de las unidades de caballería de los cuerpos frente a los que se encontraba al mando Lord Gerold Dayne, Estrella Oscura. La batalla fue dura, aunque la unidad de la que formaban parte Oweyn y Erwyn estuvo a punto de alcanzar a algunos de sus principales enemigos, enfrentándose a la Caballería Azul de Brienne de Tarth y también a la guardia personal de Selwyn Tarth, su unidad sería aplastada por los hombres de Brienne, aunque ambos sobrevivirían, y Erwyn conseguiría derrotar a Loras Tyrell, haciéndole prisionero y arrastrándole en la retirada del ejército dorniense hacia Palosanto, el dominio de los Yronwood, la gran fortaleza que custodiaba el Sendahueso.

                Erwyn y Oweyn consiguieron llegar sanos y salvos a Palosanto, donde se reunieron con Beric Dondarrion y el resto de los hombres que se habían retirado de la batalla por las Marcas de Dorne. De hecho, por lo que pudieron ver los dominios de los Yronwood, la mayoría de las unidades de caballería, infantería y de los señores del ejército dorniense habían sobrevivido, incluyendo sus generales, de las casas Dayne, Yronwood y Manwoody. De hecho, Beric Dondarrion sospechaba que la retirada de las Marcas de Dorne obedecía a un plan  establecido previamente por Doran Martell y sus generales. Para Erwyn y Oweyn aquello sólo significaba una cosa: Doran Martell quería que los ejércitos de Altojardín se encontraran en las Marcas. Para Beric y los norteños, eso explicaba la ausencia de Quentyn Martell, al que imaginaban al frente de un segundo cuerpo de ejército. Beric Dondarrion intentó conseguir que Erwyn y Oweyn permanecieran en Palosanto, donde se estaba volviendo a organizar el ejército para evitar que los Tyrell continuaran adentrándose en Dorne, pero tras investigar entre los hombres que formaban parte del ejército y sus escuderos, Oweyn consiguió averiguar que Courtney Penrose, el antiguo castellano de Bastión de Tormentas, estaba en Lanza del Sol, junto a un escudero cuya descripción se correspondía con la de Edric Tormenta. Tras rechazar la oferta de Dondarrion, Erwyn y Oweyn partieron hacia Lanza del Sol, llevando con ellos a su rehén, el Caballero de las Flores.

                Mientras, en Rocadragón, la conversación con Varys había dejado inquieto a Rhoynar, que buscó a Jorah Mormont. Se reunieron en el interior de Rocadragón, en una sala con grandes dragones tallados en la piedra, dragones que según las leyendas, despertarían con un sacrificio de sangre real. Rhoynar trató de convencer a Jorah de que su posición junto a Daenerys la perjudicaba, pero el norteño parecía decidido a continuar al lado de Daenerys, convencido de que su futura esposa le necesitaba a su lado para hacer frente a lo que se opusiera a ellos. Además, explorando el interior de Rocadragón, Rhoynar encontró vetas de obsidiana, y convenció a Daenerys de que preparara a sus hombres con armas de obsidiana para enfrentarse a los Caminantes Blancos. El motivo por el que Daenerys quería esperar en Rocadragón se hizo patente dos días después, cuando los Hombres del Hierro avisaron de la llegada de la Armada de Rocadragón procedente del Norte. Los barcos, que llegaban bajo la enseña del venado de los Baratheon dentro del corazón ardiente de R´hllor, se anclaron a cierta distancia de Rocadragón, mientras un pequeño grupo de barcas se acercaba a la playa. En ellas, tomaron tierra Lord Stannis, Melisandre de Asshai, Davos Seaworth, Lord Monford Velaryon, señor de Marcaderiva, y de la antigua sangre de Valyria, y su hijo Monterys, portaestandarte de Stannis. Y junto a ellos, Fusk Aesirk. Monford Velaryon actuó como intermediario entre ellos, y pronto, Stannis, se postraba ante Daenerys, reconociéndola como reina de Poniente, al tiempo que ella le reconocía como primero de los Baratheon, y por lo tanto, Señor de las Tormentas. Por supuesto, Fusk, había negociado esta alianza en nombre de Daenerys.

                Esa noche, como celebración por la alianza, los Hombres del Hierro, los hombres de Daenerys y los hombres de Stannis celebraron una cena, pero durante el festejo, Rhoynar sintió un extraño dolor de cabeza, mientras sangraba por la nariz. Rhoynar se temía un nuevo envenamiento, pero Melisandre de Asshai les dio pronto la respuesta, pues en las llamas de la chimenea pudo ver que la Sombra se encontraba en el castillo. Tanto Rhoynar como Fusk identificaron rápidamente en la descripción de la sacerdotisa de R´hllor a Gwyddion, el heraldo del Otro, y mientras Daenerys, Rhoynar y Stannis se fortificaban en el salón protegidos por los Inmaculados y los Hombres Bestia, Fusk se unió a las patrullas de búsqueda que comenzaron a recorrer Rocadragón. Y en una de las torres, atado a una de las gárgolas, degollado, encontraron a Quentyn Martell. En su pecho, se había grabado un ojo abierto, y bajo el, habían escrito “Os veo”. Fusk llevó el cuerpo al salón, donde para sorpresa de todos, el cuerpo se alzó, convertido en un espectro, que atacó a Rhoynar. El antiguo maestre pudo evitar el ataque, y el espectro fue destruido por Melisandre de Asshai, que conjuró el fuego. Los hombres de Dorne, dirigidos por Cletus Yronwood, informaron de que se marcharían enseguida, pero Stannis consiguió que se quedaran en Rocadragón hasta el amanecer. Daenerys se reunió con sus consejeros, era obvio que para los planes de conquista de Poniente, necesitaban a Dorne, pero la muerte de Quentyn Martell inhabilitaba la posibilidad de una unión dinástica, que por otro lado, Daenerys ya había rechazado al decidir mantener a Jorah Mormont a su lado. Stannis sugirió ofrecer a su hija Shireen en matrimonio con Trystane Martell, lo que uniría la Casa Baratheon con la Casa Martell, pero Stannis tenía más sugerencias: Daenerys no era la única Targaryen que había allí, y Doran Martell tenía una hija, Arianne. Rhoynar adujo su puesto como Maestre y su bastardía, pero Stannis dijo que cuando era necesario, cualquier bastardo podía cumplir su función. Rhoynar decidió posponer su decisión a la respuesta de Doran Martell a la oferta. Pero esa noche traería más sorpresas, pues poco después llegaría un barco, también desde el norte, con las velas negras de la Guardia de la Noche y el emblema de la casa Stark. Para sorpresa de todos, del barco descendió Uther Aesirk, procedente de Puerto Blanco, con varios hombres de los Manderly y de la Guardia de la Noche. Uther acudía en nombre de Robb Stark, el Joven Lobo, al que aclamaban como Rey en el Norte, para pedir la ayuda de Daenerys y Stannis. Robb había enviado mensajeros también a Roca Casterly y a Desembarco del Rey para buscar una alianza entre todos los “reyes” de Poniente y crear un ejército que luchara contra el Otro, que se alzaba en el Norte, más allá del antiguo Muro.

                Pero la presencia de Uther Aesirk en Rocadragón ofendió a Stannis, que acusaba a Uther de la muerte de su hermano Renly. Stannis retó a Uther a un juicio por combate, y aunque Uther trató de rehuirlo, mencionando que el ataque había sido cosa de unas sombras. Stannis rechazó esa extraña idea, y comenzó la lucha con Uther, causándole graves heridas, pero Rhoynar consiguió interrumpir la lucha, planteando que en la vieja magia de Asshai era posible manipular las sombras. Melisandre, quizá temiendo que algo la relacionara directamente, aceptó que quizá el Otro estuviera utilizando las sombras para sus oscuros designios. Daenerys afirmó que aquello le permitía pensar en una duda razonable. Daenerys pospuso el juicio sobre la muerte de Renly para el momento en el que ella ocupara el Trono de Hierro, pero mientras tanto, restituía a Uther, si este lo deseaba, todos sus títulos y derechos. Este, sin embargo, decidió permanecer de momento en la Guardia de la Noche, postergando su decisión al momento en que fuera juzgado por Daenerys.          

                Melisandre vio en las llamas que los mensajeros enviados por Robb a Tywin Lannister y Eddard Stark habían sido rechazados y sus cabezas decoraban ahora las murallas de Roca Casterly y Desembarco del Rey. Según la sacerdotisa, hasta que un único rey no ocupara el Trono de Hierro, no podrían luchar contra el Otro, y sólo entonces, el heredero de Azor Ahai podría hacerlo, empuñando la espada que ardería al atravesar un corazón ardiente. Uther habló de lo que había averiguado en el Norte, de que posiblemente Edric Tormenta fuera la encarnación de Azor Ahai, y les contó todo lo que había ocurrido en su viaje al Norte. Eso parecía corresponder con las adivinaciones de Melisandre, que cuando había comenzado el conflicto, casi dos años atrás, había tratado de capturar a Edric Tormenta para llevarle a Rocadragón. Las averiguaciones de Melisandre apuntaban a Lanza del Sol como el lugar donde ahora se encontraba Edric Tormenta… el lugar hacia el que los dornienses partirían al día siguiente…

viernes, 20 de abril de 2012

PUBLICIDAD: PEPSI

La Eurocopa se acerca a pasos agigantados y yo me voy poniendo cada vez más futbolero, así que aquí os dejo el nuevo spot de Pepsi, en el que por cierto, se demuestra de nuevo quien es el mejor jugador del mundo y el que se lleva el premio... Mwah ha ha ha!!!

jueves, 19 de abril de 2012

SUPERMAN: EL REINADO DE JUICIO FINAL


                Y continuando con los ya mencionados cierres de las colecciones previas a la llegada de Flashpoint y el reboot, las cabezas pensantes de DC decidieron que para poner el último clavo en el ataúd de esta etapa de Superman, ¿qué mejor que hacerlo a través de un crossover que uniera diferentes colecciones vinculadas de una forma o de otra al Hombre de Acero y que le enfrentara de nuevo al más terrible de sus enemigos, Juicio Final?


                La verdad es que cualquier otra idea podría haber sido mejor, visto el resultado. Y es que El Reinado de Juicio Final es, desde mi punto de vista, un gran fiasco. Y una historia… rara, rara. Todo comienza con la llegada de Juicio Final a Metrópolis, donde se encuentra con Acero, iniciando una dinámica de caza y captura de los personajes relacionados con el viejo Reinado de los Superhombres. Acero, Superboy, el Superman Cyborg, el Erradicador y Supergirl se convierten en las víctimas de una colección de Juicios Finales adaptados cada uno a su enemigo, y la captura se desarrolla a través de las colecciones de Acero, los Outsiders, Superboy o JLA, número especialmente farragoso y que además ECC ha tenido que incluir en dos tomos, ya que cuando llega Juicio Final para llevarse a Supergirl (más o menos), la Liga está en pleno enfrentamiento con Eclipso en la Ciudad Esmeralda en la Luna. Y realmente, este es todo el argumento. Los diversos Juicio Final atrapan a los amigos/enemigos de Superman y se los llevan a una nave, donde luego, por supuesto, Superman tiene que salvarles.

                El argumento es repetitivo, el final, previsible, con sacrificio cantado desde el primer momento incluido, y realmente, lo único que salva este tomo es el dibujo de Jesús Merino en algunas de las más magistrales planchas que se han visto (y de las que algunos vimos los originales en Expocómic este año). En fin, un cierre un poco pobre para Superman antes de la llegada del reboot.

miércoles, 18 de abril de 2012

ANA BELÉN: EL HOMBRE DEL PIANO

Hoy de pronto me he acordado de esta canción, que no es nueva ni mucho menos, pero que es una de las grandes de la historia de la música de este país, y he pensado que tocaba compartirla. Auténticamente gloriosa.

martes, 17 de abril de 2012

RED ROBIN


                De entre los muchos movimientos que hubo tras Batman RIP, Crisis Final y La Batalla por la Capucha, junto a la transformación de Dick Grayson en Batman, pudimos ver como el puesto de Robin recaía en Damian Wayne, de modo que Tim Drake quedaba al parecer fuera de la ecuación. Pero Tim, probablemente el mejor Robin que haya ocupado ese puesto y el que más apoyo ha recibido siemprLae de los lectores, no tenía planeado retirarse, y con esta corriente de cambios, se transformó en Red Robin.


                Haciendo un poco de historia, nos encontramos con que esta no es la primera vez que Red Robin aparece en DC. En la majestuosa Kingdom Come, era Dick Grayson quien llevaba el uniforme de Red Robin. Durante Cuenta Atrás hacia Crisis Final, el controvertido Jason Todd se convirtió en Red Robin, trayendo por primera vez este concepto al “universo DC real” (aunque teniendo en cuenta que la mitad de Cuenta Atrás quedó sin validez en cuanto fue publicada, tampoco sé muy bien cómo quedó este tema…). En la propia colección de Robin previa a la Batalla por la Capucha, Tim se las veía con un oponente que utilizaba esta identidad, que realmente, le sentaría como un guante a Tim después de tantos años de ser, simplemente, Robin

                Chris Yost fue el encargado de poner en marcha esta colección, con Ramón Bachs a los lápices, aunque pronto llegaría el que sería el dibujante más continuado de esta colección, Marcus To. Con Batman y Robin en Gotham, Red Robin abandonaba la ciudad, en la que parecía estar de más, viajando a Europa. Pero además, pronto descubriríamos que, al contrario que el resto de sus compañeros, Tim (que es uno de los mejores detectives del mundo), no creía en la muerte de Bruce Wayne, de modo que volcó sus energías en averiguar qué había ocurrido con él. Durante sus aventuras, Tim se encontrará con aliados como Tam Fox, la hija de Lucius, pero también hará pactos con el diablo, al colaborar con el mismísimo Ra´s al-Gul, viéndose implicado en las conspiraciones propias de la Liga de Asesinos. Estas líneas seguirían cuando Yost dejara la colección en manos de uno de los guionistas más eficientes de la historia reciente del cómic, Fabian Nicieza, que ya había tenido bajo su tutela a Tim Drake en la colección Robin, en los tiempos anteriores a La Batalla por la Capucha.


                Nicieza, con su buen hacer, decidió mantener algo que funcionaba, y mantuvo a Tim en movimiento por todo el mundo, y enfrentándose a diferentes asesinos en lo que parecía una guerra mundial contra el crimen organizado, al tiempo que se convertía en la imagen principal de Industrias Wayne. En la época de Nicieza, Red Robin se las vería con Catman, volvería a reunirse con los Titanes, y se implicaría en la lucha contra una de las consecuencias que habían quedado sin explotar de la Crisis Final de Morrison, el concepto de Ünternet, la red de comunicación que utilizaban los villanos de Libra. Ya en los últimos números de la serie antes de reboot, le hemos visto participar junto a Batman y Catwoman en un pequeño crossover dentro de la franquicia del Murciélago, Juicio sobre Gotham, en el que los tres tienen que hacer frente a Azrael y a su poderoso y enloquecido seguidor, el Cruzado, antes de cerrar la serie con el enfrentamiento entre Tim y el Capitán Boomerang, resucitado tras La Noche Más Brillante, y con el que Tim tiene cuentas más que personales.

                La ola de Flashpoint afectará, como no, a Tim Drake, que se queda sin colección propia, pero se convertirá al parecer en uno de los principales referentes de los nuevos Nuevos Titanes. Como ya he dicho antes, a  ver qué nos trae el futuro.

lunes, 16 de abril de 2012

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: ALIADOS, ENEMIGOS (I)


                Tras lo ocurrido en Valyria, la Armada del Hierro y la flota Dorniense abandonaron la isla, tras perder a Victarion y dirigidos por Dagmer Barbarrota. En el viaje hacia Dorne, Fusk se reunió con Daenerys, planteando la situación en la que se encontraba, ya que la ayuda de los Hombres del Hierro a Daenerys venía supeditada a una independencia de estos, que dominarían las Islas del Hierro y el Dominio. Daenerys no estaba dispuesta a despedazar su reino, pero accedió a conceder a Asha Greyjoy el señorío de ambos lugares, siempre bajo su control final. Además, Fusk trató de conseguir prebendas para sí mismo (el dominio de Roca Casterly) y para Uther y Oweyn, a los que Daenerys accedió a perdonar por el asesinato de Renly Baratheon una vez que ocupara el Trono de Hierro. Fusk trató también de influir en la idea de Daenerys de casarse con Jorah Mormont, pero Daenerys se negó a escucharle hablar de esta cuestión. Tras la conversación, Fusk fue enviado por Daenerys a una misión privada…

                Pero el matrimonio de Daenerys con Jorah Mormont no preocupaba sólo a Fusk Aesirk. Quentyn Martell se reunió con Rhoynar para tratar precisamente este tema. Tras conversar educadamente con el antiguo maestre, el príncipe dorniense le dijo que la ayuda de Dorne a Daenerys quedaba sujeta a condiciones muy antiguas. Doran Martell y Aerys Targaryen habían pactado tiempo atrás los matrimonios de sus hijos. Elia de Dorne había contraído matrimonio con Rhaegar Targaryen, Arianne Martell debía haberse casado con Viserys Targaryen… y él había sido prometido a Daenerys. La presencia de Mormont era un inconveniente, y desde luego, muchos podrían ver como algo negativo también la existencia del pequeño Rhaego, al que Quentyn estaba dispuesto a aceptar en su corte (aunque no a hacerlo su heredero). Además, Quentyn informó a Rhoynar de algunas de las cosas que habían ocurrido en Poniente en su ausencia. Así, finalmente, Rhoynar supo de la caída del Muro y de la concentración de la Guardia de la Noche en Puertoescarcha, de la muerte de Roose Bolton y de como Robb Stark había recuperado Invernalia y había tomado Fuerte Terror, que había sido entregado a Rayra Bolton. Además, Sansa Baratheon ya había tenido a su hijo, el pequeño Rickard Baratheon, rey de Poniente, aunque Eddard Stark seguiría ocupando el cargo de Mano del Rey y Protector del Reino hasta la mayoría de edad del pequeño. Robb había desobedecido las órdenes de su padre de volver a atacar a los Frey y los Lannister en los Ríos, y había comenzado a fortificar el Norte, y de hecho, se rumoreaba que los Karstark, los Mormont, los Glover, los Umber y los Manderly habían coronado a Robb como Rey en el Norte.

                Rhoynar trató sutilmente el tema de sus planes en Poniente con Daenerys, pero esta parecía firmemente decidida a mantener a Mormont a su lado, aunque esta ya la había traicionado una vez, pues había espiado para Stark anteriormente. Sin embargo, Daenerys sí que sorprendió a Rhoynar y al resto de la flota al ordenar poner rumbo al norte cuando ya casi se divisaba Lanza del Sol. Pese a las quejas de Quentyn Martell, Daenerys estaba decidida. Los Targaryen habían llegado a Poniente desde Valyria a través de Rocadragón, y sería Rocadragón el primer lugar de Poniente donde Daenerys desembarcaría. Pese a  que esperaban encontrarse con una enconada resistencia, los Hombres del Hierro consiguieron tomar los puertos de Rocadragón en pocas horas, encontrándose después con que los hombres a los que se habían enfrentado tenían el blasón de Bastión de Tormentas, por lo que probablemente, eran hombres de Stark que estaban asediando la isla. El castellano de Rocadragón, Axell Florent, rindió el castillo a Daenerys y Rhoynar, que fueron clementes con sus habitantes, descubriendo además que Stannis se había llevado prácticamente a todos sus hombres y su corte a Puerto Gaviota, dejando prácticamente abandonada Rocadragón. Ser Axell Florent les contó a los recién llegados que habían sido avisados de su llegada algunos días antes por un visitante que prefería permanecer en el anonimato y que se reuniría con ellos en privado. Rhoynar temía que se tratara de Gwyddion, pero en realidad, el visitante no era otro que Varys, el Eunuco. Varys les explicó que representaba a una facción de Ponientis que permanecían fieles a los Targaryen, y querían ver a su representante legítima en el Trono de Hierro. Varys parecía extremadamente bien informado de todo lo relacionado con Daenerys y Rhoynar, pero en una reunión posterior con el antiguo maestre en las murallas de Rocadragón, afirmó que Jorah Mormont y Rhaego, pero sobre todo el primero, suponían un problema. Sin el matrimonio entre Daenerys y Quentyn Martell no tendrían al ejército de Dorne, y sin Dorne, no habría posibilidad de reconquistar Poniente. Varys debía volver a Desembarco del Rey, pero quedaba en manos de Rhoynar la posibilidad de que Jorah Mormont encontrase un fin anticipado que facilitara todo el camino que les quedaba por delante…

                Mientras, en Dorne, Oweyn y Erwyn acudían junto a Estrella Oscura a la reunión de los ejércitos dornienses en Sepulcro del Rey, el dominio de los Manwoody. Estrella Oscura les contó que tanto el nombre de la fortaleza como el escudo de los Manwoody (un cráneo blanco coronado de oro sobre fondo negro) venían de que el fundador de la casa había matado allí a un rey del Dominio, lo que auguraba próximas batallas entre el Dominio y Dorne. Cuando llegaron a Sepulcro del Rey, Erwyn y Oweyn abandonaron la compañía de los Dayne, a sabiendas de que tendrían que volver a reunirse con ellos, pues era Beric Dondarrion quien les lideraba, y se asentaron entre los hombres libres y caballeros errantes. Mientras Erwyn realizaba ciertas compras, Oweyn trataba (con nulo éxito) de conseguir miembros para la Guardia de la Noche. Entre los rumores del campamento, averiguaron que nadie sabía cuales eran los planes del Príncipe Doran Martell, pues este había enviado sus órdenes selladas a Lord Dagos Manwoody, que las abriría públicamente a la mañana siguiente. Además, había cierta incertidumbre por la ausencia en la convocatoria del Príncipe Quentyn, que debería haber representado a su padre, aunque el liderazgo de los ejércitos había recaído en su ausencia en Lord Anders Yronwood. La presencia de Beric Dondarrion en el campamento también provocaba cierta inquietud, pues muchos le creían muerto. Erwyn y Oweyn no averiguaron mucho más ese día, y se reunieron con Beric y los Dayne durante la cena. Al día siguiente, ambos norteños acudieron junto a Beric a las laderas de las Montañas Rojas, bajo el castillo de Sepulcro del Rey. Los estandartes de los Martell y los Manwoody ondeaban en la torre mayor, pero Oweyn y Erwyn pudieron ver otros estandartes, plegados, en los laterales de la torre. Cuando el sol salió, Lord Dagos y su hijo Mors, así como Lord Anders, y dos representantes elegidos al azar entre las grandes casas de Dorne (un Qorgyle y un Jordayne), aparecieron en uno de los balcones. Allí, finalmente Dagos Manwoody abrió las órdenes de Doran Martell…

                Y los dornienses supieron que estaban en guerra directamente con Eddard Stark, y lo hacían en nombre de los Targaryen, pues ese era el emblema que los hombres de Doran Martell desplegaron en la torre de Sepulcro del Rey, el dragón rojo de tres cabezas sobre fondo negro. Doran Martell reclamaba a los Tyrell, los Stark, los Arryn, los Baratheon y los Lannister el precio por la sangre de Elia Martell, de Aegon y Rhaenys Targaryen y de Arthur Dayne, y sus planes comenzaban por atacar Canto Nocturno, adentrándose así en la Tierra de las Tormentas, en un camino por tierra hacia Desembarco del Rey. Muchos fueron los sorprendidos, y Erwyn preguntó por la armada de Dorne y la posibilidad de atacar por mar a Eddard, pero nadie sabía donde estaba la armada de los Martell. Erwyn no estaba seguro de qué hacer, pues aquello no parecía su guerra, pero Beric Dondarrion les covenció. Él mismo había soñado con el alzamiento del Otro, y Thoros de Myr lo había visto en sus llamas. Los Siete Reinos debían unificarse pronto, o no quedaría nada.

                Así, Erwyn y Oweyn se unieron a las fuerzas de los Dayne, bajo el liderazgo de Estrella Oscura, y Oweyn se despojo de sus ropas negras, pues los Hermanos de la Guardia de la Noche tenían prohibido luchar en las guerras de los reyes. A pocos días de empezar la marcha, Oweyn fue enviado por Gerold Dayne a una misión de exploración, con tal acierto que el joven se encontró con que Eddard Stark había movilizado un ejército que se encontraría en breve con ellos, dirigido por Lord Selwyn Tarth y la Guardia Arco Iris, entre ellos, su propia hija, Brienne. Brienne descubrió a Oweyn, y varios hombres trataron de alcanzarle, pero este consiguió huir y avisar a los dornienses, que evitaron así la emboscada y consiguieron prepararse para la batalla. Erwyn y Oweyn, junto a las fuerzas de Dondarrion y los Dayne, tomaron las colinas que rodeaban lo que parecían ser unas antiguas ruinas y ocho túmulos, que Gerold Dayne identificó. Aquello eran los restos de la Torre de la Alegría, donde Rhaegar Targaryen había retenido a Lyanna Stark, y donde Eddard se había enfrentad a Arthur Dayne. Allí, los Dayne plantaron cara a parte del ejército de Eddard… pero cuando la batalla acababa de comenzar, las cosas giraron para mal, y los hombres del Dominio hicieron su aparición…

viernes, 13 de abril de 2012

1602


                El azar y las decisiones editoriales se cruzaron el otro día en mi camino, cuando fui a comprar las novedades del mes. Bueno, de hecho, las novedades del mes no habían salido, así que cogí los tomos de Marzo… y me encontré con que comenzaba un coleccionable nuevo sobre Ultimate Spiderman, y hacían con él la típica promoción de número 1. Con el número 1 de Ultimate Spiderman, regalaban la genial 1602, y por lo que se ve, me bailaron los precios, porque yo juraría que vi 1.99€, y todo parece indicar que fueron diez euros los dos tomos, pero en fin… Aunque no soy un gran fan de la línea Ultimate, si lo soy de 1602, y como he hecho una relectura junto a las novedades del mes, pues hoy toca sesión remember en el Iconocronos.


                Cuando en 2002 se dijo que Neil Gaiman tenía un proyecto con Marvel, recuerdo que me quedé atónito. Gaiman. Mi Gaiman. El autor de mi Sandman. En Marvel. Y según fueron llegando noticias de como iba a ser su trabajo en la Casa de las Ideas, más interesante iba pareciendo. Cuando por fin pude leer 1602, mis esperanzas no se vieron defraudadas. Me pareció la puta ostia. Y a día de hoy, tras una segunda lectura, tantos años después… que puedo decir. Que a grandes rasgos, me lo sigue pareciendo.

                1602 se basa en una premisa que quizá brota de algo que en DC ya habían hecho con frecuencia antes, que es situar a sus héroes más característicos fuera de sus propias épocas o historias, los llamados Elseworlds, que siempre han ido un paso más allá que los What If…? de Marvel; y es que lo que Gaiman hace es situar a diversos héroes de Marvel en un contexto completamente atípico: la Inglaterra isabelina. Así, nos encontramos a Nick Furia convertido en jefe de espías de la reina Isabel, Stephen Extraño es su médico personal, Otto von Muerte es el señor de Latveria, las canciones hablan de la desaparición de “Los Cuatro del Fantastick”… El ayudante personal de Furia recibe el nombre de Peter Parquagh, y tiende a quedarse ensimismado mirando a las arañas, mientras que uno de sus más enigmáticos agentes es un bardo irlandés y ciego que atiende al nombre de Matt Murdock… y que es un hombre sin miedo. Aparecen los llamados “Nacidobrujos”, jóvenes que nacen con poderes formidables, y a los que Carlos Javier da refugio en una escuela cercana a Londres, mientras en España, el Alto Inquisidor, que tiene poderes sobre el magnetismo, y sus jóvenes seguidores, Wanda y el veloz Petros, parecen decididos a llevar a la hoguera a todos los Nacidobrujos. Cada página de 1602 es una sorpresa hasta que los personajes principales son presentados, precisamente por verles fuera del contexto en el que habitualmente les hemos visto. Y porque Gaiman hace un trabajo de documentación realmente admirable, donde prácticamente todos y cada uno de los datos que aporta, son históricamente veraces (hay un fallo, pero creo que es un error de traducción, ya que se alude a María Estuardo como “María Sangrienta”, y la reina inglesa que tuvo ese sobrenombre fue María Tudor). Y los que no lo son, como la pervivencia de la colonia de Roanoke, no son errores, sino cuestiones perfectamente hiladas en la trama y que nos dan las pistas de las diferencias entre el mundo Marvel habitual (históricamente, el nuestro) y aquel en el que Gaiman maneja a sus creaciones.


                A lo largo de 1602 nos encontramos con tramas religiosas, políticas, épicas… una mezcla explosiva que quizá cuenta como único fallo con un final demasiado apresurado y demasiado simplificado. En el apartado gráfico se confió el regreso de Gaiman a los cómics en una pareja que estaba de plena actualidad por su labor en Lobezno: Origen, Andy Kubert y Richard Isanove, que habían realizado un “experimento” en aquel momento, la aplicación del color digital directamente sobre los lápices del dibujante. No soy un gran defensor del trabajo de los Kubert (aunque si tengo que quedarme con uno, me quedo desde luego con Andy, a Adam Kubert no puedo ni verlo), pero 1602 es una auténtica joya también en lo visual (ese momento de Rojhaz lanzando una bandeja es memorable), y no deja de ser curioso ver las primeras aplicaciones de algo que a día de hoy se ha vuelto más habitual, la aplicación del color directamente sobre el lápiz.


                En fin, este tomo constituye una buena oportunidad de hacerse con un clásico moderno, una obra de obligado disfrute, y que ahora tiene un precio de lo más asequible… aunque sea con un Ultimate Spiderman de lastre…

                Que es broma…

                Je, je, je…

jueves, 12 de abril de 2012

X-FORCE: NACIÓN DEATHLOK


                Todo aquel que se mueva por el mundo del cómic, sabe que Imposibles X-Force, la obra de Rick Remender, se ha convertido en una de las series de referencia en el panorama comiquero de hoy en día. Su primer arco, La Solución Apocalipsis, ya dejó una profunda huella en todos los lectores por su sorprendente final y el trasfondo por el que Remender se mueve, apelando a la parte más controvertida de las motivaciones y éticas de los componentes del equipo, que son, ya de base, discutibles.


                Ahora, Panini nos ha traído el segundo volumen de Imposibles X-Force, Nación Deathlok, y Remender parece decidido a continuar sorprendiéndonos a todos con sus giros argumentales, pero sobre todo, con su forma de profundizar en los conflictos internos de los personajes, poniéndoles en situaciones moralmente incómodas. Y es que, aunque cuando vi la alineación de X-Force (Lobezno, Arcángel, Mariposa Mental, Fantomex y Masacre) me imaginaba una serie de acción desenfrenada, lo cierto es que sin que esta falte, Remender parece decidido a poner el peso de sus guiones más en el interior que en el exterior de sus personajes.

                En Nación Deathlok, Remender juega hábilmente con varios factores, conjugando diferentes argumentos que en principio parecen no tener nada que ver entre ellos para crear una compleja historia, bastante entretenida de leer. Remender retoma El Mundo, aquella creación de Grant Morrison en las páginas de New X-Men en la que de desarrollaban los experimentos del Proyecto Arma-X, y lo mezcla con uno de esos personajes que aparece y desaparece de vez en cuando entre los secundarios de la Casa de las Ideas, Deathlok, y el propio ascenso de Apocalipsis como señor del futuro. Además, el tomo incluye otros tres números de X-Force, con el enfrentamiento entre el equipo de Lobezno y los Cosechadores dirigidos por Dama Mortal, y el siniestro retorno del Rey Sombra, que ha tenido sus más y sus menos en el pasado con Mariposa Mental, aunque esta vez, su atención parece estar puesta en el que es sin duda el personaje que más peso va a tener en el futuro cercano de la serie: Arcángel. Y yo me alegro, la verdad, ya que Warren Worthington es, en sus diversas encarnaciones, uno de mis personajes favoritos de Marvel. Así que me parece genial que el protagonismo no recaiga exclusivamente en Lobezno, que es lo que ocurre normalmente y lo fácil.


                En lo relativo al dibujo, Imposibles X-Force: Nación Deathlok cuenta con tres dibujantes, cada uno de ellos diferente del resto, pero que consiguen darle cierto tono de unificación al tomo, y continuidad con el arte de Jerome Opeña en La Solución Apocalipsis. El peso principal del tomo recae en Esad Ribic, un dibujante que se suele prodigar poco más allá de algunas portadas, o libros realmente especiales como su Loki. Y no sé por qué, pero no termina de convencerme en sus números de X-Force, como tampoco lo hace ninguno de los otros dos dibujantes que comparten con él cartel: un desastroso Rafael Albuquerque y un Billy Tan sorprendentemente oscuro, apagado, y que no parece el mismo dibujante que realizó varios arcos de la anterior encarnación del equipo, alternándose con Clayton Crain. Quizá sea el color, pero lo cierto es que el apartado estético es el que menos me gusta del tomo.

                En fin, un gran trabajo a nivel de guion (incluso mejor en los números posteriores a Nación Deathlok que en el mismo arco en sí) que augura grandes cosas por venir. Y de hecho, este mismo mes, tenemos el especial sobre Miedo Encarnado de X-Force, y es sin duda uno de los mejores tie-in que veremos sobre la saga de la Serpiente. Un gran presente, que traerá, espero, un gran futuro.

miércoles, 11 de abril de 2012

MELENDI: CANCIÓN DE AMOR CADUCADA

Hace mucho que no pongo por aquí nada de Melendi, así que, para este Miércoles, os dejo por aquí uno de los singles del que hasta el momento es su último trabajo: Canción de Amor Caducada.

martes, 10 de abril de 2012

WONDER WOMAN: ODISEA


                Y seguimos viendo como en DC van cerrando tramas y colecciones de cara a la limpieza y reforma general que llegará después de Flashpoint (y ya queda realmente poco, que el último número de esta serie llegará ahora en Abril), y ha llegado de el momento de comentar otra de esas series que ha estado dando bandazos hacia un lado y hacia otro desde Crisis Infinita hasta el mismo día de su cierre. Hoy, toca hablar de la más representativa heroína de DC, Diana de Themyscira, a la que todos conocemos mejor como Wonder Woman.


                Desde que Greg Rucka convirtiera a Wonder Woman en una asesina (así de crudo) en la que probablemente sea la escena más controvertida de todo lo relacionado con Crisis Infinita, y tras Un Año Después, parecía que nadie sabía muy bien qué hacer con la Amazona. Fue Allan Heinberg el encargado de hacerse con la serie de Wonder Woman, y el inconstante autor, más enredado con sus proyectos televisivos que con los escritos, quien se llevó el gato al agua, aunque lo hizo tirando balones fuera y convirtiendo a Donna Troy en Wonder Woman, de modo que no tenía que enfocar las consecuencias de las acciones de Diana. Su inconstancia haría que el paso de Heinberg fuera efímero, siendo sustituido por Gail Simone, que volvió a convertir a Diana en la protagonista de Wonder Woman, en una etapa bastante interesante pero que fue poco valorada por el público en general, y eso que los argumentos estaban bastante currados, y contó con un buen apartado gráfico. Además, los secundarios molaban. Pero como he dicho, las ventas no acompañaron, y entonces, llegó Straczynski y anunció que iba a relanzar el propio concepto de Wonder Woman.

                La verdad es que la presencia de Straczynski en DC no deja de ser curiosa. Los comentarios del propio autor y todas las noticias que circularon cuando abandonó la Casa de las Ideas, indicaban que se iba porque Quesada se inmiscuía demasiado en sus argumentos, siendo Asedio el último martillazo que recibía el ataúd del vínculo entre Marvel y el guionista. DC … bueno, no se ha caracterizado exactamente por permitir a sus autores una gran libertad, y de hecho, ya he comentado por aquí alguna vez que tengo la impresión de que muchas etapas o colecciones no han podido terminar de despegar al verse atrapadas en un crossover tras otro. Pero en fin, Strac aterrizaba en la Distinguida Competencia y lo hacía en dos series emblemáticas: Superman y Wonder Woman. Y en este segundo título… pues pasó lo que tenía que pasar. Strac, que últimamente va dejando las cosas a medias, dejó su etapa a medias, recalando la responsabilidad de concluirla en Phil Hester… y la verdad es que aun basándose en los argumentos de J.M, Hester ha tenido todo un papelón.


                Probablemente ignorante del gigantesco reboot que se acercaba por el horizonte, Straczynski planteó su propio relanzamiento desde cero de Wonder Woman, aprovechando para ello lo ocurrido durante El Día Más Brillante, en el que Maxwell Lord borra existencia de la memoria del mundo. Algo parecido parece haber ocurrido con Diana al principio de la etapa de Straczynski. Bueno, con Diana y con todo lo que la rodea. Nadie recuerda a Wonder Woman, y tanto ella como su entorno se han vuelto bruscamente más urbanos, más contemporáneos. El toque clásico de las Amazonas está ahí, pero diluido. Hay recuerdos de Themyscira, historias de su caída y de como las Amazonas se escondieron entre los humanos, y además, pronto queda claro que esto no es ninguna realidad paralela, sino nuestro mundo DC, aquel en el que Superman está con los pies en el suelo y Batman preparando su Batman Inc. Y lo cierto es que a mi, personalmente, consiguió despertarme el gusanillo de la curiosidad. ¿Qué demonios había pasado? Han sido dos tomos en España los dedicados a contarlo, uno de Planeta y otro de ECC, reuniendo los números 600 a 614, y al final… Pues al final puedo decir que la historia ha estado bastante bien. Strac se arriesgó bastante al cambiar todo lo relacionado con Wonder Woman radicalmente, y lo que creó alrededor de Diana fue un mundo muy llamativo al que los lápices de Don Kramer han sabido dar los trazos adecuados de realismo y épica. A lo largo del a historia, descubrimos que hay recuerdos de la antigua existencia de Diana repartidos por el mundo, y que una antigua triple deidad celta venida a menos, la Morrigan, parece ser el enemigo al que Diana se enfrenta (y lo veo bien, la verdad, que estaba esperando la aparición de Circe en cualquier momento y me estaba llevando ya las manos a la cabeza). Como he dicho antes, es Phil Hester quien ha tenido que poner fin a esta Odisea, y lo hace de un modo bastante apañado, recurriendo además a algo que en DC parecen estar decididos a potenciar: la imagen icónica de la trinidad, Superman, Batman y Superman.


                Pero en fin, todo esto ha quedado reducido a una historia más, barrida por el tsunami que vendrá, el reboot en el que Wonder Woman pasará a estar en manos del controvertido Brian Azzarello y el dibujante Cliff Chiang, que nos ofrecerán una Diana completamente nueva, diferente de la de Rucka, Heinberg, Simone, Strac o Hester… O eso dicen. Habrá que ver qué nos traen.

lunes, 9 de abril de 2012

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: ESTRELLAS FUGACES (II)


Tras recuperarse de las heridas sufridas en el azaroso encuentro con Beric Dondarrion y sus hombres, Oweyn y Erwyn partieron hacia el norte, siguiendo el Torrente en dirección a Altaermita, donde esperaban averiguar si Gerolt Dayne, al que llamaban Estrella Oscura, sabía algo que desconocieran sobre Ashara Dayne y Albor. En el camino, les sorprendió una fuerte tormenta de arena provocada por los vientos que llegaban del norte. Ambos se perdieron en las violentas ráfagas de arena, y tardaron varias horas en encontrar un refugio, lo que hizo que no llegaran a Altaermita hasta entrada la noche. Erwyn convenció a los hombres de la guardia del pequeño castillo de que abrieran las puertas, aceptando Estrella Oscura reunirse con ellos a pesar de lo tardío de la hora. Estrella Oscura les esperaba en una sala poco iluminada, un Dayne de curioso aspecto, con los ojos púrpuras y el cabello blanco salvo por un mechón completamente negro. Les pidió brevedad, pues estaba preparando a sus hombres para marchar hacia Sepulcro del Rey, donde el Príncipe Doran Martell estaba reuniendo a sus hombres. De inmediato, comenzaron a interrogar a Estrella Oscura sobre Ashara y Albor, pero Estrella Oscura no parecía estar nada satisfecho con las preguntas. Su familia llevaba demasiado tiempo escuchando preguntas sobre Ashara Dayne y la desaparecida espada de Arthur Dayne. Ashara estaba muerta, y Albor había desaparecido con ella. Tras aceptar las negativas de Estrella Oscura, y aceptando ya que no conseguirían nada allí, Oweyn y Erwyn comenzaron a planear su viaje hacia Sepulcro del Rey, una de las cocineras falseó un choque con Oweyn tras una breve cena, diciéndole que si querían saber algo sobre Ashara Dayne acudieran a medianoche a las caballerizas.

                Temiendo una posible emboscada, pero llevados por la curiosidad, Erwyn y Oweyn acudieron a las caballerizas a medianoche, donde la anciana les dijo que había soñado con ellos mucho tiempo atrás, incluso antes de que Lady Ashara se quitara la vida. Estrella Oscura no les había contado toda la verdad, Ashara Dayne había acudido a Altaermita en el mismo día en que había saltado de la Torre de la Espada de Campoestrella, y había dejado algo bajo la custodia de Estrella Oscura. Sin embargo, la mujer no pudo seguir explicando nada, y hubiera muerto atravesada por una flecha si Erwyn no hubiera conseguido apartarla del camino letal de esta. Estrella Oscura estaba allí, con tres de sus hombres, y dejó claro que Erwyn y Oweyn sabían demasiado, por lo que debían morir allí. Estrella Oscura y sus hombres se enfrentaron a los norteños, y aunque Oweyn resultó herido, Erwyn consiguió acabar con la vida de uno de los caballeros y herir a Estrella Oscura. La lucha fue interrumpida por la repentina llegada de una mujer, que les ordenó que se detuvieran. Se trataba, ni más ni menos, que de Lady Ashara Dayne.

                Ashara se reunió con los norteños y Estrella Oscura, que se mostraba adusto y poco cooperativo. Les contó que había fingido su suicidio en connivencia con Estrella Oscura, que la había ocultado desde aquel aciago día para la casa Dayne, y lo había hecho todo para proteger Albor. Según Ashara, Eddard Stark había acudido a Campoestrella llevando con él al hijo de su hermana Lyanna y Rhaegar Targaryen, y a Albor, la cual había arrancado de las manos de su hermano Arthur, muerto por mano del propio Ned. Eddard pretendía quedarse con Albor, pero Ashara se sintió furiosa al saber que el hombre al que había amado había matado a su hermano y además se había casado con Catelyn Tully. Aprovechando un descuido de Eddard, ella tomó Albor, y aunque sabía que él podría habérsela arrebatado, parecía que Ned aún era lo suficientemente caballero como para no arrancársela por la fuerza. Eddard había abandonado Campoestrella llevándose consigo al hijo de su hermana, al que había reconocido como su propio bastardo… y en el momento en que Ned salió de Campoestrella, Albor le habló a Ashara. La Oscuridad iba a volver, lo haría en las manos del propio Eddard, y la espada debía esperar al Portador de la Luz. Por ello, Ashara escondió a Albor en Altaermita, y fingió su muerte, para que todo el mundo pensara que la espada de Arthur Dayne había desaparecido en el mar. Lady Ashara les mostró el relicario, escondido en las profundidades de Altaermita, en el que ella y Estrella Oscura habían escondido durante largos años a Albor, y Oweyn y Erwyn pudieron ver la espada, cuya hoja parecía resplandecer, blanca como la leche. Sabiendo ya dónde estaba el arma, Oweyn y Erwyn decidieron partir hacia Sepulcro del Rey junto a Estrella Oscura. Aún debían encontrar a la persona que la empuñaría.

                Mientras todo esto ocurría en Dorne, en Meereen Rhoynar y Fusk se refugiaban en la cima de Gran Pirámide de la multitud que se había alzado tras el ajusticiamiento de la Gracia Verde aliada con los Hijos de la Arpía. Los hombres de Daenerys luchaban por devolver la ciudad a su mando, pero la locura de Gwyddion parecía haberse expandido con celeridad, y el fuego comenzaba a devorar algunas zonas de la ciudad. Jorah Mormont apareció en la cima de la pirámide, herido, y tras él, varios sirvientes llevaban a Rakharo, uno de los Jinetes de Sangre de Daenerys, mortalmente herido por los cascos de una docena de caballos. Rhoynar intentó sanarlo, pero las heridas del dothraki, además de las propias limitaciones del dorniense, que aún se estaba recuperando de su intento de envenenamiento por parte de los Hijos de la Arpía, hicieron que fuera inútil, muriendo Rakharo poco después. Daenerys se mostraba confusa, y Rhoynar, y sobre todo Fusk, convencieron a Daenerys de que era el momento de abandonar y Meereen y dirigirse a Poniente, llevándose con ella a sus fieles, que tendrían cabida en los barcos que los Hombres del Hierro habían tomado de los volantene. Mientras Victarion partía para preparar un corredor que permitiera a los hombres de Daenerys llegar al puerto, Daenerys y Jorah descendían a las profundidades de la Gran Pirámide para liberar a los dragones.

                Sin embargo, las puertas de la Gran Pirámide no resistieron los embates de los atacantes, y Rhoynar, Fusk, Missandei (llevando a Rhaego) y algunos de los Inmaculados, tuvieron que huir de los asaltantes, refugiándose en el interior de la Pirámide, para encontrarse pronto atrapados en una terraza. Fusk consiguió acabar con uno de los asaltantes, pero llegaban más cuando Rhaegon hizo su aparición en la terraza, abrasando a los atacantes con su aliento de fuego. Daenerys apareció, subida en Drogon, y descendió del dragón para tomar a Rhaego. Montada en el dragón negro, Daenerys voló hacia el puerto junto a su hijo, mientras que Vyserion, el blanco, permitía que Rhoynar, Fusk y Missandei lo montaran, iniciando un viaje de vértigo hacia el puerto de Meereen.

                Victarion había conseguido establecer allí un perímetro de seguridad, que fue reforzado por la llegada de los dragones, lo que permitió que los seguidores de Daenerys se embarcaran, alejándose de la costa Ghiscari. Atónitos, Fusk y Rhoynar tuvieron la impresión de que el humo de los incendios formaba sobre la ciudad la siniestra silueta de la Arpía, pero el viento pronto la dispersó. Mientras que Fusk, Victarion, Jorah y Barristan Selmy insistían en dirigirse directamente a Poniente (aunque no se ponían de acuerdo en el destino), Rhoynar defendía que primero debían dirigirse a Valyria, para recoger todo aquel fuego valyrio que él había descubierto en la isla antes de ser capturado por los piratas volantenes. A Daenerys le pareció apropiado comenzar la conquista de Poniente desde el lugar donde sus antepasados habían formado parte del Feudo Franco de Valyria, así que la Flota del Hierro se dirigió hacia la Vieja Valyria. La isla estaba bajo una gran tormenta cuando llegaron, y mientras Victarion, Selmy y Fusk se encargaban de distribuir a los hombres, Rhoynar llevó a Daenerys y Jorah al lugar donde se encontraba el fuego valyrio. Mientras la reina estaba ausente, Fusk escuchó un grito procedente del exterior. Llevado por la curiosidad, salió a la tormenta, y encontró tras unos minutos el cuerpo muerto de Neezak no-Hanor, el líder de los Hombres-Bestia fieles a Daenerys. Le habían marcado con la Arpía en el pecho, y Fusk encontró un dardo en su cuello.

                A la llegada de Daenerys, encontraron un gran revuelo organizado por la muerte de Neezak y la presencia entre los presentes de los Hijos de la Arpía. Además, Fusk y Rhoynar no olvidaban que Eddard Stark había enviado a un Hombre Sin Rostro a acabar con la vida de Daenerys. Rhoynar descubrió lágrimas de Lys en el dardo, el mismo veneno con el que habían intentado matarle en Meereen, y por orden de Daenerys, todos los presentes fueron interrogados, pero fue inútil. No había indicios de que ninguno de los presentes pudiera servir a los Hijos de la Arpía.

                En esos días, la tormenta pasó, y los líderes del ejército de Daenerys comenzaron a discutir cual sería el camino a seguir una vez abandonada Valyria. Fusk quería dirigir el ejército a Dorne, Victarion a las Islas del Hierro, Selmy a Bastión de Tormentas y Mormont al Norte. Victarion exigió hablar en solitario con la reina, pero recordando al hombre sin rostro, Rhoynar se opuso. Fusk respondió por Victarion, aunque este permitió que Fusk, como su familiar (debido a su “matrimonio de sal” con su sobrina Asha) y Rhoynar, como hermano de la reina, se quedaran. Cuando todos salieron, Victarion cerró la puerta y musitó “valar morghulis”. Rhoynar se interpuso en el camino del asesino que había tomado el rostro de Victarion Greyjoy, evitando que este alcanzara a Daenerys, mientras Fusk se apresuraba a abrir las puertas de la sala. Rhoynar y Fusk consiguieron sacar a Daenerys de la sala, mientras Jorah Mormont y Barristan Selmy se enfrentaban al asesino, al cual terminó matando el esposo de Daenerys, revelando el verdadero rostro del asesino, un hombre de ojos azules con el cabello blanco y rojo. Rhoynar examinó el cuerpo del fallecido, cuya armadura guardó Fusk para llevarla a Pyke en recuerdo del que había sido el Gran Capitán de la Flota del Hierro, y encontró una moneda de hierro que se apresuró a guardarse.

                La muerte del asesino enviado por Eddard Stark coincidió prácticamente con noticias de la llegada de un barco con bandera dorniense a Valyria. Fusk se puso al frente de una comitiva de Hombres del Hierro e Inmaculados para recibir a los dornienses, mientras Rhoynar tenía un enfrentamiento con su hermana, ya que esta arriesgaba demasiado su propia seguridad. Finalmente, Rhoynar se reunió con Fusk, y se presentaron ante los recién llegados, un grupo de dornienses al mando de un joven que se presentó como el Príncipe Quentyn Martell, hijo de Doran Martell, señor de Dorne. Los dornienses se dirigían hacia Meereen para llevar un mensaje del Príncipe Doran Martell a la reina Daenerys, por lo cual fue una sorpresa para ellos saber que Daenerys estaba en Valyria. Fusk y Rhoynar auspiciaron el encuentro entre Quentyn y Daenerys, y finalmente, el príncipe dorniense le entregó a Rhoynar la carta que traía para Daenerys. En ella, Lord Doran Martell le decía a la reina de dragones que acudiera a Dorne, que allí había un ejército para ella. Aquello parecía poner fin a las dudas sobre donde debían dirigirse.

                Dorne era ahora su objetivo.