La puerta de Abadón by James S.A. CoreyMy rating: 5 of 5 stars
Pues sigo alternando El Imperio con The Expanse, y ahora me ha tocado viajar un poco por el espacio junto a los tripulantes de la Rocinante para seguir intentando averiguar los secretos que hay detrás de la Protomolécula.
Después de la guerra surgida a raíz de los acontecimientos en Ganímedes por los experimentos con la protomolécula de Jules Pierre Mao y en la que los miembros de la tripulación de la Rocinante se habían visto enredados, un extraño constructo había salido desde Venus y se había establecido más allá de Neptuno en la misteriosa estructura conocida como El Anillo. Y ahora, al principio de La puerta de Abadón, encontramos como un cinturionano, tratando de conseguir una apuesta, intenta cruzar el Anillo, activándolo y provocando que tanto la Tierra como Marte y la APE enviaran sus flotas hacia allí. Y aunque a priori los chicos de la Rocinante no tienen interés ninguno en enredarse de nuevo con los temas de la protomolécula, se van a ver de pronto obligados a viajar hacia allí, tratando de escapar de una orden judicial de Marte para que les devolvieran la Roci, llevando a un equipo de grabación al Anillo. Y mientras, Holden continúa viendo al espectro de Miller, que parece ser la forma de la propia protomolécula de comunicarse con él.
Además del habitual punto de vista de Holden, en La puerta de Abadón vamos a tener los de otras tres personas, lo que nos va a permitir ser testigos de las muchas manipulaciones y competiciones que ocurren en la flota que intenta averiguar qué es el Anillo y qué hay más allá de este.... pero además, pronto van a empezar a ocurrir cosas alrededor de estas, lo que parece ser una amenaza terrorista... que parece estar dirigida por el mismísimo James Holden. Las otras tres miradas que tendremos, serán la de Toro, jefe de seguridad de la Bégimo, la antigua Nauvoo de los mormones, convertida ahora en nave insignia de la APE y contacto cercano a Fred Johnson; Anna, la pastora Anushka Volovolov, que viaja en la nave insignia de La Tierra, la Thomas Prince, junto a un grupo de religiosos, artistas y políticos de alto nivel; y Melba, alias de la verdadera némesis de Holden en esta trama, y tras el que se esconde Clarissa Mao, hija del villano de los libros anteriores, Jules Pierre Mao, y decidida a vengar lo que considera las afrentes de Holden hacia su familia.
Bajo estos cuatro puntos de vista, y en la que quizá es la más agobiante y tensa de las tres novelas, nos encontramos una historia trepidante en la que las amenazas se van sucediendo para la flota, desde el interior y desde el exterior, una novela claustrofóbica y en algunos momentos desesperante en la que la amenaza de la protomolécula parece incluso quedar en un segundo lugar frente a la exasperante amenaza de la estupidez humana, independientemente de si el ser humano viene de La Tierra, Marte o el Cinturón.
En resumen, si las dos primeras me gustaron, esta me ha encantado.
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