Hoy quiero volver a los fines de semana “de cultura”, y lo haré a través de la biografía de una de esas mujeres que forman parte de la historia del mundo, la desdichada reina Catalina Howard, quinta esposa del rey Enrique VIII.
Catalina (Catherine) Howard nació en Inglaterra entre los años 1520 y 1525, no está aún muy claro, dentro de una de las familias más importantes del momento. Su padre, lord Edmund Howard, era el hermano menor del poderoso Thomas Howard, duque de Norfolk; y su tía, Elizabeth Howard, estaba casada con Thomas Boleyn, al que nosotros conocemos como Tomás Bolena, padre de las famosas Hermanas Bolena. Su madre, era Joyce Culpepper, la segunda esposa de Edmund. Sin embargo, al igual que en muchas otra grandes familias del momento, mientras los primogénitos heredaban títulos y posesiones, los demás hermanos tenían que buscarse la vida, y Edmund fue especialmente bueno en buscar deudas, hasta que su sobrina Ana Bolena le consiguió un puesto al servicio del Rey Enrique VIII en Calais. Catherine quedó al cuidado de su abuela materna, Agnes Tilney, que regentaba una casa de huéspedes de dudosa moralidad en la que crecería la joven Catherine.
Los rumores de aquella época decían que Catherine ya había perdido en aquella época su “virtud”, enredándose en amores con un músico, Henry Mannox, y posteriormente con un secretario real, Sir Francis Dereham. Finalmente, quizá a través de la influencia del duque de Norfolk (no pudo ser gracias a su prima, Ana, ya que para entonces ya había sido decapitada y Tomás Bolena había caído en desgracia tras la muerte de su hija y su hijo por alta traición), Catherine consiguió un lugar como dama de compañía de la nueva reina, la alemana Ana de Cleves, por lo que abandonó la casa de huéspedes de su abuela y se marchó a Whitehall, aunque las cosas no saldrían como era de esperar. Catherine tenía entre quince y diecinueve años, poco más que una adolescente, y Enrique rechazó a la protestante Ana de Cleves desde el mismo momento en que la vio. Sin embargo, ya casi cincuentón, el Rey se sintió inmediatamente atraído por la joven Catherine, a la que convirtió en su amante mientras se completaba el divorcio con la alemana.
El 28 de Julio de 1540, Enrique VIII y Catherine Howard contraían matrimonio en Surrey, convirtiéndose así la joven criada en una casa de huéspedes en la quinta Reina Consorte de Inglaterra. Y desde el primer momento, fue una reina controvertida. Su pasado con Mannox y Dereham era casi de dominio público, y aunque fue el desagrado que el Rey sintió por su matrimonio con Ana de Cleves lo que provocó la caída en desgracia de Thomas Cromwell, muchos acusaron de ello a Catherine, lo que le hizo ganarse un buen número de enemigos en la corte… pero también algunos amigos.
Y entre ellos estaba Thomas Culpepper, uno de los caballeros favoritos del rey, de quien Catherine quedó prendada; y Lady Jane Rochford, la viuda de su primo, Enrique Bolena, que había permanecido en la corte al servicio de Jane Seymour y Ana de Cleves, se encargaba de favorecer los encuentros entre los amantes. El rey permanecía felizmente ignorante de todo esto, pero el pasado de Catherine parecía volver para atormentarla. De forma torpe quizá, Catherine consiguió puestos en la corte para algunos de sus antiguos amantes, y toda su historia acabaría llegando a los oídos del Rey.
Como había ocurrido con su prima Ana Bolena, Catherine fue acusada de Alta Traición, al igual que Thomas Culpepper, Francis Dereham y Jane Rochford, y todos ellos fueron encerrados en la Torre de Londres, de donde saldrían para ser ejecutados. Catherine sería decapitada el día 10 de Febrero de 1542, y dicen que la noche anterior dedicó horas a practicar como poner la cabeza sobre el cadalso. Murió muy joven, y fue enterrada curiosamente junto a su prima, con la que había compartido destino, en la Capilla de San Pedro-ad-Vincula. Su cadáver apenas se había enfriado cuando Enrique VIII estaba ya buscando una nueva esposa.
Esto es lo que realmente sabemos de Catherine Howard, lo que no es realmente mucho. La Quinta Reina ha sido objeto de diversos estudios y versiones, desde la jovenzuela descarriada de Los Tudor a la niña mojigata que se refleja en la obra de Maddox Henry Maddox, “La Quinta Reina”. En algún punto entre ambas se encontraba la reina niña de Inglaterra, condenada por lujuria según unos, por amor según otros… y por las malas lenguas según algunos más. La verdad, hoy, descansa en una tumba.
Para terminar, os dejo aquí un video que encontré en Youtube, un montaje con imágenes de Catherine Howard y con la fabulosa “Catherine Howard´s Fate” de Blackmore´s Night como fondo musical. Y la letra, por supuesto.
Oh, to my dearest ruler and lord
Merciful husband
Nobelest of king...
Your heart of gold has long since tarnished
In my champer
What will the morning bring?
What it my heart that doth betray me
Cause I loved more than one man?
Is it true your wear a wounded spirit?
Pray let me mend it and make our love anew...
Allow me to be your humple servant
Once again, as before...
Are you like the others, so quick to judge
And for this the queen must fall
What is my heart that doth betray me
Cause I loved more than one man?
Truth within the writings of a letter
Signed and sealed poor Catherine Howards fate...
Truth within the writings of a letter
Signed and sealed poor Catherine Howards fate...
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