Después de regresar del Colectivo Gris, donde habían liberado a los prisioneros de la Tecnocracia, incluyendo a Cindy Reynolds, la prisionera 16, Agotados por lo ocurrido, los personajes se retiraron a descansar, pero Detector tenía una sorpresa esperándole en su habitación. Jenny Smith estaba allí para hablar con él. El Eterita intentó comunicarse mentalmente con Eyes, pero le fue imposible, y tuvo que hacer frente en solitario a aquella conversación. Jenny Smith trató de convencer a Detector de que se uniera a ella y a sus "hermanas" al servicio del Maestro de la Armonía, en su visión de unir a las Tradiciones y la Tecnocracia para destruir a los Nefandos y los Merodeadores y llevar a los humanos a la Ascensión. Detector se mostró reticente, y Jenny le advirtió de que el tiempo de las decisiones se acababa, y pronto, si no estaban junto al Maestro, estarían frente a él. Finalmente, Jenny Smith desapareció, y Detector convocó a sus compañeros, para contarles la visita, y compartir también con ellos sus sueños, ya que según pensaba, el gigante con el que soñaba y el Maestro de la Ascensión podrían estar relacionados con Heylel Teomin, el Gran Traidor.
A la mañana siguiente, una nueva sorpresa les esperaba. En el salón del Campamento Casey, Myrddin y Sci-Fi se encontraron con Kallikos, que les planteó viajar con él a Horizonte, pues quería presentar ante el Consejo de las Nueve Tradiciones lo ocurrido en el Colectivo Gris. Tras su desconfianza inicial, los personajes finalmente decidieron acompañar a Kallikos, y fueron llevados por el Extático a Kansas, donde, en una granja, se encontraba el Portal de Lachesis, que conducía a Concordia. Pero antes de salir, Myrddin escuchó una conversación entre Kallikos y Rhiannon, Al parecer, la primus de la Cábala de las Manos de la Esperanza había reconocido a Kallikos, y dudaba de que fuera bien recibido en Horizonte. Las dudas de Myrddin fueron pronto compartidas por el resto, cuando a su llegada el mágico Reino de Horizonte, fueron recibidos por Marianna de Balador, del Culto del Éxtasis. Marianna abrazó y besó a Kallikos cuando este apareció, pero expresó las mismas dudas de Rhiannon sobre su presencia en Horizonte. Con dudas sobre lo que se les venia encima, pudieron disfrutar de unas horas de libertad en la ciudadela de las Tradiciones. Mientras Myrddin deambulaba por las callejas, comprando una espada que llevaría con él; Eyes visitó la Torre de la Vida; y Sci-Fi haría lo propio con las Torres de la Correspondencia y el Tiempo. En ellas, el Adepto podría asistir a una discusión entre los Adeptos Virtuales sobre la presencia de estos en las Tradiciones, y el malestar que estaba causando la subordinación de los Adeptos a los Herméticos; y en los neblinosos pasillos de la Torre del Tiempo, pudo tener visiones sobre su futuro: criaturas acechando en las sombras de las calles de una gran ciudad, una cúpula bajo la que un hombre se sentaba en un trono de piedra negra llevando una máscara de oro...
Mientras esto ocurría, Detector y Balam visitaron la Biblioteca de Horizonte, buscando información sobre Heylel Teomin y sobre la posible presencia de Bailarina Escarlata años atrás en Horizonte. Balam descubrió que efectivamente, su esposa había estado allí en 1952, pero también, después de un encuentro con el bibliotecario Nicodemus Mullhaus, que él mismo había estado allí poco después, buscando datos sobre portales a Malfeas, y descubriendo la presencia de uno de ellos en el que entonces se llamaba Circo de Cara. Detector se encontró con que la mayoría de la alusiones a Heylel, aludían directamente a un libro escrito por Akrites Salónikas sobre la historia de la Primera Cábala, La Senda Frágil, pero descubrió también que Heylel era la unión perfecta de dos magos Solificati, Mía de Nápoles y Giulio de Médici, y por lo tanto era posible que Heylel tuviera dos Avatares.
Finalmente, los personajes acudieron ante el Concilio, donde seis de los nueve miembros acudieron, presididos por el Hermético Getulio de San Christovao. Y allí también, los personajes vieron el mítico Décimo Asiento, el sillón de piedra negra que Sci-Fi había percibido en sus visiones. San Christovao se mostró bastante desdeñoso, pero todos se sorprendieron cuando Kallikos hizo acto de presencia, identificándose finalmente como el propio Akrites Salónikas, miembro de la Primera Cábala. El miedo de Ákrites era que, en su búsqueda del Guerrero de la Ascensión, la Tecnocracia hubiera resucitado una vieja amenaza, pero cuando el Vidente iba a identificar dicha amenaza, hizo su aparición Jenny Smith, que hablaba en nombre del Maestro de la Armonía, Conectando místicamente con su maestro, Jenny se convirtió en el foco de Heylel para dirigirse al Consejo, acusándoles de manipular a los Magos y a toda la humanidad, y de haber descuidado su labor de guiar a los humanos en el camino de la Ascensión. Heylel pretendía unir a las Tradiciones y a la Tecnocracia, y afirmaba que su traición a las Tradiciones en el pasado, había venido de su deseo de forjar a las Tradiciones para lo que se les venía encima, el ascenso de la Tecnocracia. Afirmaba haber previsto su propio Gilgul, y haber preparado su regreso antes de que los Herméticos pudieran someterle a su más temido ritual. Heylel exigía que los miembros del Consejo desaparecieran y dejaran el liderazgo de las Tradiciones en sus manos. San Christovao le hizo frente, a su manera, y la oscuridad sumió la sala. Cuando volvió la luz, Jenny había desaparecido, y el hermético estaba muerto, convertido en una estatua de oro. Mientras el caos se extendía por Horizonte, Akrites y los personajes pudieron organizar un viaje a Doissetep, donde ellos deberían comunicar al Primus de la Orden de Hermes, Porthos Fitz-Empress la muerte de San Christovao y el regreso de Heylel, que según las profecías de Akrites, volvería convertido en Moloch para destruir el mundo.
Los jugadores siguieron un portal abierto por Akrites para llegar a Doissetep, la fortaleza hermética en el Reino Fragmentario de Fuerzas. Allí, bajo una inmensa tormenta, encontraron la vieja torre de Doissetep, donde fueron llevados ante el consejo, presidido por el Primus Porthos Fitz-Empress. Las noticias de la muerte de San Christovao no entristecieron a Porthos, que mostró desprecio hacia el desaparecido Getulio y sus seguidores, que mostraron su contrariedad ante lo ocurrido y ante la actitud del propio Porthos. Este se llevó a los personajes a sus habitaciones, donde habló de su propia experiencia con Heylel, ya que él había sido quien había dirigido el ritual del Gilgul para el Rebis. Según Porthos, aunque no se podía negar la traición de Heylel, su maldad había sido aumentada por Akrites debido a los enfrentamientos personales de ambos porque los dos habían amado a la misma mujer: Eloine, la representante de los Verbena en la Primera Cábala. Y así, descubrieron que Eloine había tenido dos hijos de Heylel, dos gemelos, que habían desaparecido después de la traición de Heylel y de la lucha que había destruido a la Primera Cábala.
Pero las tensiones provocadas por la muerte de San Christovao se trasladaron a Doissetep, y los enfrentamientos entre los seguidores del fallecido, y los del actual Primus, estallaron de forma violenta, y pronto los aposentos de Porthos fueron atacados por sus detractores, guiados por Caeron Mustai. Llevando con ellos el ejemplar de La Senda Frágil, trataron de regresar al portal por el que habían entrado, aunque se encontraron con que la batalla de los herméticos había arruinado el frágil equilibrio que permitía la existencia de Doissetep, destruyendo el edificio, que se derrumbaba a su paso. Detector quedó separado del grupo, mientras Sci-Fi creaba un portal que les llevara a la salida de Doissetep hacia Horizonte. Con el castillo deshaciéndose a su alrededor, y sufriendo heridas por los golpes y los escombros que caían, finalmente consiguieron evitar caer al mantener Myrddin en el aire un fragmento de piedra en el que se apoyaron para conseguir llegar al portal. Finalmente, y tras varios problemas para recuperar a Detector y para que Eyes no cayera hacia el fondo del castillo (lo evitó finalmente creándose unas alas). Finalmente, consiguieron alcanzar la salida, y evitando los gigantescos rayos que cubrían el cielo del Reino Fragmentario, escapando casi in extremis de la destrucción de la gran capilla de la Orden de Hermes...
PD: En el sueño, el Gigante hablaba.
Sois Unidad, pero nosotros dividimos vuestra corona para ocultaros de las Nueve. El Oráculo nos indicó el camino. En vosotros, niños, el Sagrado Ángel Guardián de mi trabajo resistirá y escuchará sus himnos. Pero hemos partido vuestra corona, así que no seréis Moloch. Si sois dignos, hallaréis a vuestro hermano. Vuestra voluntad es la salamandra, el fuego esencial, y os hemos dado una forja que calentar".
Agita sus manos, y la nueva voz que brota, es de mujer.
La unión no es vuestra por derecho. La forma del mundo fue una ruptura. Tras el Jardín, la espada llameante Napea cortó a Adán Qadmon en los fragmentos del Gilgul. El Metatron sopló sobre Babel y fracturó sus lenguas para mantener a los usurpadores lejos del trono del Altísimo. Nosotros, hombres y mujeres, fuimos creados para tener apartados carne, mente y espíritu. Incluso si todos los fragmentos del Uno se reunieran, se nos negaría el Jardín y el Reino. No somos Dios, marido. Estamos sujetos al Juicio.
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