No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

jueves, 5 de mayo de 2011

IRON MAN NOIR

            Hace ya varios años que Marvel comenzó a publicar las adaptaciones de sus grandes personajes en la llamada “Línea Noir” en la que hemos podido ver a Spiderman, los X-Men, Lobezno, Daredevil y Punisher situados en las décadas de 1920 a 1940 aproximadamente, recreando así a estos personajes fuera de los ambientes habituales a los que nos tienen acostumbrados.
            El planteamiento a priori era original, y los autores dedicados a ello, al menos en apariencia competentes. Y sin embargo, creo que ninguno de ellos tuvo el toque de genialidad que se podía esperar de una ambientación tan interesante como es la de las novelas y películas noir, ese ambiente propio de El Halcón Maltés. De hecho, algunos de ellos, como Lobezno y Daredevil tienen unas tramas prácticamente idénticas entre sí, y como os decía antes, no me ha parecido que fuera una línea que  diera todo lo que podía dar… hasta el reciente Iron Man Noir.

            Iron Man Noir ha llegado a nosotros de la mano del novelista y guionista Scott Snyder y del salmantino Manuel García y consigue hacer lo que no había hecho antes ninguna adaptación de la línea Noir: conseguir que el personaje Noir sea, como poco, tan interesante como el original, y desarrollar una historia original y atractiva, con unos dibujos claros, concisos y profesionales. Snyder, a diferencia de sus antecesores, que se centraron en los años 20 o primeros 30, sitúa su historia en 1938, en los meses anteriores a la Segunda Guerra Mundial, huyendo del tópico de la historia detectivesca. En esta época, Tony Stark es un aventurero cuyas aventuras son descritas para el público por una revista pulp llamada “Marvels”, aventuras a las que acude con la compañía de su segundo, James Rhodes, el ingeniero mecánico Jarvis y la cronista Pepper Potts. Y eso es lo que nos encontramos en Iron Man Noir, una historia de aventuras que va del Himalaya a Atlantis y de allí a los castillos alemanes. Y no solo Stark (Tony, no el árbitro del Real Madrid-Barça del otro día) y sus amigos son adaptados a esta nueva historia. Namor (con una interpretación muy interesante que explica incluso las orejas de punta), Madame Máscara, el Barón Zemo (que trae sorpresa) y Wolfgang von Strucker… y bueno, no voy a contar más, que no quiero destripar la historia, que esta es de las que se deben leer.

            En fin, un cómic de lo más recomendable, y de lo más interesante que he leído en mucho tiempo… y desde luego, en mi opinión, lo mejor, con diferencia, que se ha escrito en la línea Noir.

2 comentarios:

David G. dijo...

Maldito seás, Tomás, no tuviste bastante en engancharme a la linea cósmica de Marvel, que ahora vas y me quieres hacer gastar más dinero, comprando este tomo :)

Ahora en serio, mucha gracias por esta reseña, ¡ este Iron Man: Noir cae fijo!

Tomás Sendarrubias dijo...

Mwah ha ha... soy un ángel tentador, no puedo evitarlo.