Cine, cine y más cine, y es que 2014 viene con una lista bastante larga de películas que parecen llamativas, y que han ido a parar a nuestra lista de visionados. Muchas de superhéroes (2014 tiene planificado ser un año extremadamente generoso en este género), pero también en muchos otros campos.
Noé.
El primer impulso que tuvimos al ver las noticias del rodaje de Noé, hace algún tiempo fue "¿Noé y Russell Crowe? ¡Ni de coña!" Pero luego llegaron los trailers y tenían buena pinta... Y caímos. Una lástima que no nos hubiéramos quedado con el impulso original.
Fuimos a ver Noé hace un par de sábados, y nos encontramos un cine masificado, y eso que ya habían pasado las promociones de los 3 euros. Probablemente en otras circunstancias, nos hubiéramos dado la vuelta y nos hubiéramos marchado, pero íbamos con mis padres, que hacía ya algún tiempo que no iban al cine, así que conseguimos asientos de pura chiripa, en segunda fila. Así que entramos a tiempo de ver a Tubalcaín ejecutando a Lamec... y todo lo que vendría después. He oído por ahí que Noé hay que verla con un espíritu abierto, no pensando que se llama Noé, y que podría llevar el nombre de cualquiera de lo héroes que sobrevivieron al Diluvio que aparece en múltiples culturas; que evidentemente no podemos esperar que ahora se haga una película como Los Diez Mandamientos o Rey de Reyes. De acuerdo en parte, aunque creo que elegir un título como Noé debería ser vinculante en algo. Si no, podría haberse llamado "Diluvio" o algo parecido. La película se carga parte del entorno del Noé bíblico, supongo que para darle más carga moral al contenido, y si bien en la Biblia se dice que junto a Noé se encontraban sus hijos y las esposas de estos, aquí deciden saltarse a las esposas, provocando ya un conflicto inicial entre los dos hijos mayores de Noé, Sem y Cam, que Noé no se esfuerza demasiado por paliar.
Creo que el momento en el que más se me abrió la boca fue cuando aparecieron los gigantes de piedra. Muy épicos, claro. Pero muy de Señor de los Anillos, también. Evidentemente, tienen su historia detrás, y es que resulta que los monstruos de piedra, son los ángeles caídos, aquellos castigados por Dios después de intentar ayudar a los seres humanos, atrapados en el material de este mundo. Se habla de gigantes en la Biblia, y se habla de ángeles que vinieron no a ayudar, si no más bien a beneficiarse de las humanas, creando una raza (los Nephilim) que tuvieron mucho que ver con que Dios quisiera limpiar el mundo, pero que en ningún sitio aparecen ayudando a Noé a hacer el Arca.
En fin, evidentemente para llevar una historia al cine, muchas veces hay que hacer modificaciones sobre la historia, sobre la trama. Hay que hacer las historias atractivas a la gran pantalla, al gran público, así que se aceptan modificaciones, subtramas que den ritmo a la película, momentos visuales, etc. Aceptamos todo eso en Noé. Y aún así, la película me pareció aburrida. Los argumentos están traídos por los pelos (ese Cam furioso con su padre por la muerte de una chica que... bueno, que ha conocido diez minutos antes y que le lleva incluso a plantearse traicionar a su padre), Noé tiene momentos de auténtico psychokiller, empeñado en destruir a la Humanidad; y la película tiene una absoluta falta de ritmo, antes y después del Diluvio.
En fin, para otra vez, escucharemos nuestros primeros impulsos.
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