LOS ASESINATOS DEL LUNES NEGRO 1 Y 2

 

Los asesinatos del lunes negro 2 by Jonathan Hickman
My rating: 5 of 5 stars

Bueno, pues nada. Ya normalmente me quito el sombrero con Jonathan Hickman con sus trabajos en superhéroes, y me declaro fan de sus etapas en SHIELD, Cuatro Fantásticos y Vengadores (y en proceso de sus X-Men), pero en Los asesinatos del lunes negro me he quedado flipando. Y eso que me ha costado entrar...

Los asesinatos del lunes negro es una historia sobre magia oscura urbana y contemporánea, y empieza con una premisa que ya es demoledora de arranque. ¿Por qué estamos tan seguro de que las personas que saltaron por las ventanas después del crack del 29 lo hicieron de forma voluntaria y no fueron obligados? Durante los dos tomos de Los asesinatos del lunes negro, vamos a acompañar a un grupo bancario, el grupo Caina-Kankrin, a través del cual vamos a descubrir el culto a Mammón, el dios del dinero, y como realmente el dinero representa el poder real... o sea, la magia. A través de los diferentes miembros de Caina-Kankrin vamos a conocer la relación entre el dinero, el poder y los sacrificios de sangre, y además, vamos a ser testigos de un asesinato y de la investigación de este. Y es que poco después de empezar, uno de los miembros de Caina-Kankrin, Daniel Rothschild, va a aparecer asesinado con bastante mala baba, de modo que el detective Dumas, que parece tener un cierto sexto sentido para descubrir determinadas tendencias, va a comenzar a investigar la muerte de Daniel, que al mismo tiempo, va a ser sustituido en la dirección del grupo bancario por su hermana gemela, Grigoria (Ria), expulsada de Caina-Kankrin hace unos años y que ahora vuelve... para disgusto de muchos.

Con estos planteamientos, Hickman nos trae una historia oscura, que, como he dicho antes, quizá no tiene un principio fácil, pero una vez que te engancha, te engancha hasta el final y te deja deseando que la historia continúe (no está acabada). Y si hay que ponerle alguna pega (nada es perfecto), encuentro algo agotadoras las páginas en blanco o con pequeños diagramas que Hickman utiliza y de las que en ocasiones creo que abusa, hay un número en este segundo tomo en el que se invierten como ocho páginas en unos correos que se van reenviando y que aportan dos o tres palabras nuevas en cada página.

Una gran lectura, espero encontrar más cosas así.

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