Hace
un par de semanas ya que comenté el libro de Fundación, y como ya sabéis, normalmente cuando hablamos de
trilogías, entre libro y libro de la saga trato de leer algo distinto. Esta
vez, siguiendo los sabios consejos literarios del Fantasma de las Navidades Pasadas, decidí probar suerte con una de
sus recomendaciones sobre literatura fantástica, La Mejor Venganza, de Joe Abercrombie. Lo que pasa que con el
kindle no tengo referencia de páginas, y no me di cuenta de que esta “lectura
ligera” es materialmente un libro de 824 páginas, así que terminarlo me ha
llevado más tiempo del que había planeado (sumando a esto que ha sido época
comiquera), pero ya está terminado, y ha llegado el momento de hablar de él.
Aunque
la idea es que La Mejor Venganza es
una novela de fantasía, aunque yo la definiría más como una novela histórica de
otro mundo. Si en lugar del país de Styria, donde Abercrombie sitúa sus
aventuras habláramos de Italia, y si en lugar de Talins habláramos de Roma, de
Venecia en lugar de Visserine, y de Milán en lugar de Affoia, tendríamos una
novela ambientada en el Renacimiento italiano, y no hubiera perdido un ápice de
su interés. Pero Abercrombie ha decidido situar La Mejor Venganza en el mismo mundo de fantasía en el que se
desenvuelven su saga La Primera Ley (pendiente
de leer, que se me acumula el trabajo), y lo hace recreando un mundo tan
parecido al nuestro que en muchas ocasiones da escalofríos, pues aquí no hay
dragones ni elfos tras los que esconderse. La guerra, la traición, el
asesinato, el sexo, la mentira, la pasión… Abercrombie presenta todas estas
cuestiones de forma descarnada, y construye con ellas una trama que, por
sencilla, no pierde interés. Y es que el planteamiento de La Mejor Venganza, con sus giros y contragiros argumentales es
sencillo, aunque engancha.
En
este mundo de fantasía que vive los llamados Años de la Sangre, una guerra
civil dentro de la nación de Styria entre sus muchos dirigentes, la mercenaria
Monzcarro Murcatto lidera las Mil Espadas al servicio del Gran Duque Orso de
Talins. Sus obras le han ganado una sombría reputación: la Serpiente de Talins,
la Carnicera de Caprile… tanto que su propio patrón, en un momento determinado,
y conchabado con seis de sus hombres, atacan a Murcatto, dándola por muerta… de
forma prematura. En la novela, nos encontramos con Monza (la abreviatura de
Monzcarro) buscando su venganza, y para ello, reúne a una tropa de lo más
dispar: Escalofríos, un guerrero norteño que busca ser mejor persona; el
envenenador Castor Morveer y su ayudante Day, una extraña pareja, tan pedantes
como peligrosos; Amistoso, un ex presidiario obsesionado con los números;
Nicomo Cosca, un mercenario borracho y acomodaticio; y Shylo Vitari, una
torturadora de amplias habilidades. Junto a estos extraños acompañantes, vemos
a Monza buscar su venganza, acabar con cada uno de los hombres que trataron de
matarla, pero en el camino, ella misma se convertirá en el objetivo de otras
venganzas, y tendrá que valorar si la búsqueda de la venganza justifica las
terribles acciones que en muchas ocasiones tienen que llevar a cabo.
Con
este planteamiento, Abercrombie desarrolla una novela entretenida, con los
suficientes giros argumentales como para dar más de una buena sorpresa, y
además su forma de escribir es lo suficientemente ligera como para que la
lectura resulte divertida y amena. Aunque quizá porque no he leído La Primera Ley, lo cierto es que hay
cosas que se me quedan como cogidas con pinzas, y creo que el final tiene un
poco de Deus ex Machina que no viene
demasiado a cuento. Pero aun así, el libro merece la pena. Pero recordad todos:
824 páginas, no es una lectura ligera para una rato…
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