PRISON BREAK: TEMPORADA 4

Bueno, pues con el tiempo ha llegado el momento, y finalmente he terminado de ver Prison Break. Como comenté en posts anteriores sobre la serie, el fin de la tercera temporada me había dejado un poco extraño, y la verdad es que el primero de la cuarta, me hizo querer dejar de verla. Evidentemente, llego con mucho retraso a ver Prison Break, así que todo el mundo me había avisado ya que de la serie estaba más estirada que Mister Fantástico en una mala noche, y sin embargo, las tres primeras temporadas (Sona incluida), me habían resultado muy interesantes.

La cuarta temporada, aunque luego mejora, tiene un arranque nefasto, echando por tierra todo el final de la tercera, y con un "paso de tiempo" que permite a los guionistas hacer lo que les da la gana con los personajes sin explicar muy bien por qué (la amistad entre Sucre y Bellick o la destrucción de Sona y la huida de T-Bag son de traca). 

Ahora, el equipo formado por los antiguos presos de Fox River se encuentra trabajando para una parte del gobierno de EE.UU, un agente del FBI llamado Donald Self cuenta con ellos para enfrentarse a la Compañía y localizar una especie de disco duro al que llaman Scyla, que contiene información suficiente como para hacer públicas las manipulaciones de La Compañía a nivel mundial. Por supuesto, mientras corren tras Scyla, la compañía corre tras ellos, y el grupo va sufriendo bajas, reveses, cambios de alineación, traiciones, enfermedades, sorpresas... 

La Cuarta Temporada de Prison Break supone (con sus dos películas/capítulos extra finales) el final definitivo de la historia de los hermanos Lincoln y Michael, un final que es bienvenido porque no hay una buena historia hasta que esta tiene su final, y sorprendente... y que incluso me arrancó más de una lagrimita. Con mayor o menor fortuna, Prison Break ha sido en todo momento en sus cuatro temporadas una serie de entretenimiento, nunca aburrida y que ha merecido la pena ver. 

¡A por más series!