Con la luz blanca del enfrentamiento entre el hechicero Daglan Daegon y el elfo al que tanto tiempo llevaba enfrentándose aún brillando en sus ojos, Bastian, Lady Sombra, Clavis, Balduin, Ronna y Ailyn se encontraron en una tierra completamente distinta, a la que esta vez no les habían arrastrado las Brumas, sino la luz. Estaban en una jungla tropical, y no tardaron en darse cuenta de que era un lugar peligroso. Una mujer apareció ante ellos llevando en brazos un fardo envuelto en ropas, y al instante se dieron cuenta de que huía de un hombre tigre, que la alcanzó de inmediato. Sin una pausa, fueron atacados por el hombre tigre y dos tigres, que hirieron gravemente a Bastian y Clavis que tuvieron que ser atendidos por Balduin mientras Ronna y Sombra, que habían trepado a la copa de los árboles para buscar un lugar al que poder dirigirse, bajaban a toda velocidad para hacerles frente. Finalmente, consiguieron acabar con el hombre tigre y sus seguidores, y buscar un refugio en la agobiante jungla, para al día siguiente, dirigirse a la extraña ciudad que habían atisbado desde los árboles, llevando con ellos el objeto que la mujer, que había muerto con el cuello roto por el ataque del hombre tigre, había llevado, una figura de cerámica en forma de tigre, de la que recibían fuertes emanaciones mágicas, y que el paladín enano descubrió que realmente era una estatua de plata cubierta de cerámica.
Al día siguiente llegaron a la ciudad, que más tarde descubrirían, se llamaba Parkat, y era la urbe más importante de la isla de Sri Raji. Allí, sin embargo, se encontraron con que la gente les rehuía, y al utilizar un hechizo para comprenderlos, Clavis descubrió que temían que las "Hermanas Oscuras" fueran a por ellos. Al parecer, ese grupo atacaba a todos los extranjeros que llegaban a Sri Raji, y también a los lugareños que se relacionaban con ellos. Finalmente, una mujer les citó a la puesta del sol en una fuente, y ellos se escondieron en un almacén abandonado, esperando nerviosos a que llegara el momento. Finalmente, acudieron a la cita y la mujer les llevó a la casa de un mercader, donde conocieron a una peculiar niña enmascarada. Cuando la niña se quitó la máscara, se dieron cuenta de que era rubia y sus ojos eran azules, lo que la señalaba también como extranjera. La niña se llamaba Minja y hablaba su idioma, venía, como ellos, del os Reinos Olvidados. Minja les contó que estaban en Sri Raji, el dominio del Lord Arijani. Arijani, sumo sacerdote de la Diosa de la Muerte, Kali, velaba por todos los habitantes del dominio, y lideraba a las Hermanas Oscuras. A pesar de aceptar el dominio de Arijani, Minja y su familia ayudaban a algunos de los extranjeros que llegaban a la isla a través de las nieblas, y les aconsejó dirigirse a la Gran Universidad, en la ciudad de Tvashti, donde tendrían respuestas a sus preguntas. A través del padre de Minja, consiguieron hacer varias compras en la ciudad (pociones curativas y un arma mágica para Ronna), y finalmente, acompañados por Minja para hacer de traductora, salieron de su refugio para dirigirse hacia Tvashti... pero no habían sido todo lo sigilosos que pensaban, y las Hermanas Oscuras les esperaban, tendiéndoles una emboscada en una de las plazas cercanas. Allí, tuvieron que enfrentarse a varias guerreras, una hechicera y una sacerdotisa a las que no parecía importarles demasiado la gente que quedaba atrapada en el fuego cruzado. Aunque sufrieron daño, Lady Sombra consiguió evitar que Minja fuera herida, y escapó del lugar para descubrir que las Hermanas Oscuras iban a recibir refuerzos en breve. Avisó a sus compañeros a tiempo de huir del lugar cubiertos por una niebla convocada por Clavis y dejando detrás de ellos varias Hermanas muertas. Un extraño hombre con tatuajes de tigre apareció en su ayuda para sacarles de allí y guiarles hasta un lugar seguro.
Allí se encontraron con lo que parecía ser una especie de concilio de Hombres Tigre, presididos por un formidable hombre pelirrojo que se hacía llamar Jahed. Sin muchas vueltas, Jahed les dijo que contaba con ellos para acabar con el tirano Lord Arijani, señor de los Rakshasa, al que sólo un extranjero podía matar con una ballesta mágica, La Condenación de Ravana... que ellos llevaban encima, convertida en la figura de un tigre de plata. A cambio, Jahed afirmó poder devolverles a su hogar. El hombre tigre les informó de que Arijani tenía su refugio en el Templo de Kali, en la ciudad abandonada de Bashur, en el templo de Mahakala. Además, informaron a los personajes de la existencia de un olvidado templo en el interior de la jungla, donde Rashad, el antiguo señor de Sri Raji había vivido, y que se decía que custodiaba un arma de gran poder. Decididos a acabar con oscuro Arijani y regresar a sus hogares, optaron por dirigirse en primer lugar al perdido palacio de Rashad..
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