CONJURO DE LUZ

Conjuro de luz by V.E. Schwab
My rating: 3 of 5 stars

Bueno, pues terminada la trilogía de Sombras de Magia, pensaba que con este jaleo de la cuarentena me iba a cundir más, pero debe de ser que no tengo la cabeza, porque me ha costado un poco terminarlo. En fin, al turrón.

Conjuro de Luz es el tercer volumen de la saga Sombras de Magia, que nos cuenta las aventuras de Kell, un poderoso mago que pertenece a la familia real del Londres Rojo, y de Lila, una ladrona que vive en el Londres Gris. Y es que la gracia de Sombras de Magia es precisamente la existencia de diferentes mundos con diferentes niveles de magia, pero en todos los cuales hay un Londres, y Kell y otros magos llamados "antari", hacen de emisarios entre ellos. Así, el Londres Gris sería el de nuestro mundo durante 1820 más o menos, el Londres Rojo es en el que la magia está más activa, toda la magia del Londres Blanco desapareció, y el mundo del Londres Negro fue destruido por la magia. Con este concepto inicial comenzaba la historia, aunque a las alturas de Conjuro de Luz han cambiado muchas cosas.

La novela comienza en el momento exacto en el que concluía el libro anterior, después de la victoria de Alucard Emery en el torneo de los magos y la captura de Kell por parte de Holland en el Londres Blanco para convertirlo en el recipiente de un demonio. Y a partir de ahí, se desarrolla la trama de Conjuro de Luz, con el enfrentamiento entre el Londres Rojo (que es donde tiene lugar el enfrentamiento) y Osaron, una criatura de magia desbocada capaz de esclavizar a casi cualquiera que no sea un antari o esté protegido por su sangre. Y así vemos como Kell, Lila, Alucard Emery, el príncipe Rhy, la reina Emira y el rey Maxim Maresh parecen ser los únicos capaces de, tras una alianza imposible con Holland, hacer frente a Osaron y evitar que destruya el Londres Rojo y llegue también hasta el Londres Gris...

Como el resto de las novelas de la saga, creo que la gran cualidad de la historia de V.E Schwab es el ritmo que consigue imprimir a la narración. La historia no deja de ser extremadamente sencilla, no hay grandes giros argumentales ni complicaciones, y de hecho, el motivo por el que no le pongo más puntos es precisamente ese, que casi todo lo que ocurre con la trama principal es previsible, pero incluso desde el primer libro. Y digo en la trama principal porque sí que es cierto que ha habido un momento en el que me he quedado con la boca abierta, pero insisto, toda la historia de Kell y Lila es tan previsible que da un poco de pena, pero bueno, también debo de decir que creo que no soy "target" de esta historia, dirigida a un público bastante más joven. Aún así, me ha parecido una historia muy chula y muy entretenida.

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