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martes, 20 de diciembre de 2011

LA TORRE OSCURA VI: CANCIÓN DE SUSANNAH


Después de la batalla con los Lobos en el Calla Bryn Sturgis, el Ka-Tet formado por Roland, Eddie, Jake , Acho y Susannah, y al que se ha unido el padre Donald Callahan, aquel personaje de El Misterio de Salem´s Lot que terminó recabando en la saga de La Torre Oscura, tiene mucho en qué pensar, mucho que hacer. Y es que una de sus integrantes, Susannah, ha sido dominada por lo que en principio parece una nueva personalidad, Mía, que en la Alta Lengua de Gilead quiere decir “madre”. Y Susannah/Mía, tras robar la Trece Negra del Arco Iris de Maerlyn, ha cruzado la Puerta Ignota, en dirección hacia algún dónde… hacia algún cuando.

                Y por supuesto, su Ka-Tet debe seguirla, salvarla… porque Susannah debe formar parte del grupo que llegue a la Torre Oscura, y además, deben salvar la Rosa que se encuentra en Nueva York, acechada por la siniestra Corporación Sombra, una empresa subsidiaria de North-Central Positronics. Con ayuda de los manni (unos hombres semejantes a nuestros amish, expertos en el exotránsito y en el viaje entre los mundos), Roland y los suyos deben volver a abrir la Puerta Ignota, no una, sino dos veces, pues son dos las misiones que tienen que cumplir. Pero el Ka tiene planes diferentes de los de Roland, y como ya sabéis, Todo Sirve al Ka.


                Así, en Canción de Susannah, nos encontramos a los protagonistas separados, amenazados, y con el Ka-Tet a punto de romperse. Susannah ha viajado a Nueva York en el año 1999, y con ella (y en ella) ha ido Mía, hija de nadie, madre de uno, y su siniestro embarazo, el sombrío hijo que se gesta en el cuerpo de Susannah. Tras ella, llegan Jake, el Padre Callahan, y por supuesto Acho, que tienen la imposible misión de rescatar a Susannah y recuperar la Trece Negra. Y mientras tanto, Roland y Eddie son enviados por los vientos del Ka a Maine, donde deben conseguir convencer a Calvin Torre, el actual guardián del solar donde se encuentra la Rosa de que deje en sus manos el lugar más sagrado de la existencia, de todos los mundos. Y allí, en Maine en 1977, un encuentro inesperado espera a Eddie y a Roland, el que probablemente sea el encuentro más importante de sus vidas.

                En Canción de Susannah, Stephen King conecta el acelerador de la historia de La Torre Oscura, y tras el remanso (relativo, muy relativo) que supusieron Mago y Cristal y Lobos del Calla, en este volumen los hechos se precipitan, y vemos que la batalla por la Torre Oscura, y por lo tanto de la existencia, se acerca, tan deprisa que puede pillarnos por sorpresa. El tomo se hace corto, siendo uno de los que más rápido se leen de los que conforman esta colección de libros. La división del Ka-Tet permite que King desarrolle varias tramas simultáneamente, aunque eso le obliga a “aparcar” un poco a Callahan, Jake y Acho, pues la mayor parte del libro se centra en la dualidad entre Susannah y Mía, y en Eddie y Roland, donde King da una nueva vuelta de tuerca a su trama al romper las barreras entre el escritor  y los escrito, convirtiéndose a sí mismo en uno de los personajes de la novela, y dándose un papel en el desarrollo de la búsqueda de Roland, de la búsqueda de la Torre Oscura, a la que debe llegar antes de que los Haces se rompan (Oh, Discordia). Gran parte del peso activo y narrativo recae en el genial personaje de Susannah, que crece en este tomo hasta convertirse en el que probablemente sea el mejor de los personajes creados por King para esta epopeya, y el futuro de la Torre Oscura, de Roland, del Ka-Tet y de la propia creación, recae sobre el hijo nonato de Susannah, de Mía.


                En esta ocasión, como en las anteriores, Canción de Susannah incluye una interesante serie de ilustraciones dibujadas por Darrel Hart, donde hay un retrato del propio King.

                En resumen, uno de los mejores libros de La Torre Oscura… y eso es decir mucho. Oh, Discordia.

¡Commala-ven-kass!

¡El Niño a nacer va!

Entona tu canto, cántalo bien,

El niño al caer está.

Commala-ven-kass,

Lo peor al caer está.

La Torre se tambalea;

El Niño a nacer va.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejé la serie en el segundo libro, y todo el mundo me dice que a partir del tercero la cosa mejora muchísimo, pero me da una pereza tremenda continuar.... supongo que terminaré por darle otra oportunidad.

Tomás Sendarrubias dijo...

Yo estaba peleadísimo con Stephen King, y a raíz de la publicación de los comics, me leí los primeros libros... y ahí sigo, enganchado perdido. A mi me están gustando mucho, Natán.

Txema SG dijo...

mira que lo he intentado colega, y que me encanta Stephen King pero no soy capaz de acabar el primer libro. Igual el año que viene...

Tomás Sendarrubias dijo...

¡¡Ja, aj ,ja!! Apuntaoslo de propósito de año nuevo... el mío es Fundación, de Isaac Asimov...