Con
la aparición de los hombres del Dominio en el campo de batalla de las Marcas de
Dorne, las cosas se torcieron para los ejércitos dornienses y Erwyn y Oweyn,
que formaban parte de una de las unidades de caballería de los cuerpos frente a
los que se encontraba al mando Lord Gerold Dayne, Estrella Oscura. La batalla
fue dura, aunque la unidad de la que formaban parte Oweyn y Erwyn estuvo a
punto de alcanzar a algunos de sus principales enemigos, enfrentándose a la
Caballería Azul de Brienne de Tarth y también a la guardia personal de Selwyn
Tarth, su unidad sería aplastada por los hombres de Brienne, aunque ambos
sobrevivirían, y Erwyn conseguiría derrotar a Loras Tyrell, haciéndole
prisionero y arrastrándole en la retirada del ejército dorniense hacia Palosanto,
el dominio de los Yronwood, la gran fortaleza que custodiaba el Sendahueso.
Erwyn
y Oweyn consiguieron llegar sanos y salvos a Palosanto, donde se reunieron con
Beric Dondarrion y el resto de los hombres que se habían retirado de la batalla
por las Marcas de Dorne. De hecho, por lo que pudieron ver los dominios de los
Yronwood, la mayoría de las unidades de caballería, infantería y de los señores
del ejército dorniense habían sobrevivido, incluyendo sus generales, de las
casas Dayne, Yronwood y Manwoody. De hecho, Beric Dondarrion sospechaba que la
retirada de las Marcas de Dorne obedecía a un plan establecido previamente por Doran Martell y sus
generales. Para Erwyn y Oweyn aquello sólo significaba una cosa: Doran Martell
quería que los ejércitos de Altojardín se encontraran en las Marcas. Para Beric
y los norteños, eso explicaba la ausencia de Quentyn Martell, al que imaginaban
al frente de un segundo cuerpo de ejército. Beric Dondarrion intentó conseguir
que Erwyn y Oweyn permanecieran en Palosanto, donde se estaba volviendo a
organizar el ejército para evitar que los Tyrell continuaran adentrándose en
Dorne, pero tras investigar entre los hombres que formaban parte del ejército y
sus escuderos, Oweyn consiguió averiguar que Courtney Penrose, el antiguo
castellano de Bastión de Tormentas, estaba en Lanza del Sol, junto a un
escudero cuya descripción se correspondía con la de Edric Tormenta. Tras
rechazar la oferta de Dondarrion, Erwyn y Oweyn partieron hacia Lanza del Sol,
llevando con ellos a su rehén, el Caballero de las Flores.
Mientras,
en Rocadragón, la conversación con Varys había dejado inquieto a Rhoynar, que
buscó a Jorah Mormont. Se reunieron en el interior de Rocadragón, en una sala
con grandes dragones tallados en la piedra, dragones que según las leyendas,
despertarían con un sacrificio de sangre real. Rhoynar trató de convencer a
Jorah de que su posición junto a Daenerys la perjudicaba, pero el norteño
parecía decidido a continuar al lado de Daenerys, convencido de que su futura
esposa le necesitaba a su lado para hacer frente a lo que se opusiera a ellos.
Además, explorando el interior de Rocadragón, Rhoynar encontró vetas de
obsidiana, y convenció a Daenerys de que preparara a sus hombres con armas de
obsidiana para enfrentarse a los Caminantes Blancos. El motivo por el que
Daenerys quería esperar en Rocadragón se hizo patente dos días después, cuando
los Hombres del Hierro avisaron de la llegada de la Armada de Rocadragón
procedente del Norte. Los barcos, que llegaban bajo la enseña del venado de los
Baratheon dentro del corazón ardiente de R´hllor, se anclaron a cierta
distancia de Rocadragón, mientras un pequeño grupo de barcas se acercaba a la
playa. En ellas, tomaron tierra Lord Stannis, Melisandre de Asshai, Davos
Seaworth, Lord Monford Velaryon, señor de Marcaderiva, y de la antigua sangre
de Valyria, y su hijo Monterys, portaestandarte de Stannis. Y junto a ellos,
Fusk Aesirk. Monford Velaryon actuó como intermediario entre ellos, y pronto,
Stannis, se postraba ante Daenerys, reconociéndola como reina de Poniente, al
tiempo que ella le reconocía como primero de los Baratheon, y por lo tanto,
Señor de las Tormentas. Por supuesto, Fusk, había negociado esta alianza en
nombre de Daenerys.
Esa
noche, como celebración por la alianza, los Hombres del Hierro, los hombres de
Daenerys y los hombres de Stannis celebraron una cena, pero durante el festejo,
Rhoynar sintió un extraño dolor de cabeza, mientras sangraba por la nariz.
Rhoynar se temía un nuevo envenamiento, pero Melisandre de Asshai les dio
pronto la respuesta, pues en las llamas de la chimenea pudo ver que la Sombra
se encontraba en el castillo. Tanto Rhoynar como Fusk identificaron rápidamente
en la descripción de la sacerdotisa de R´hllor a Gwyddion, el heraldo del Otro,
y mientras Daenerys, Rhoynar y Stannis se fortificaban en el salón protegidos
por los Inmaculados y los Hombres Bestia, Fusk se unió a las patrullas de
búsqueda que comenzaron a recorrer Rocadragón. Y en una de las torres, atado a
una de las gárgolas, degollado, encontraron a Quentyn Martell. En su pecho, se
había grabado un ojo abierto, y bajo el, habían escrito “Os veo”. Fusk llevó el
cuerpo al salón, donde para sorpresa de todos, el cuerpo se alzó, convertido en
un espectro, que atacó a Rhoynar. El antiguo maestre pudo evitar el ataque, y
el espectro fue destruido por Melisandre de Asshai, que conjuró el fuego. Los
hombres de Dorne, dirigidos por Cletus Yronwood, informaron de que se
marcharían enseguida, pero Stannis consiguió que se quedaran en Rocadragón
hasta el amanecer. Daenerys se reunió con sus consejeros, era obvio que para
los planes de conquista de Poniente, necesitaban a Dorne, pero la muerte de
Quentyn Martell inhabilitaba la posibilidad de una unión dinástica, que por
otro lado, Daenerys ya había rechazado al decidir mantener a Jorah Mormont a su
lado. Stannis sugirió ofrecer a su hija Shireen en matrimonio con Trystane
Martell, lo que uniría la Casa Baratheon con la Casa Martell, pero Stannis
tenía más sugerencias: Daenerys no era la única Targaryen que había allí, y
Doran Martell tenía una hija, Arianne. Rhoynar adujo su puesto como Maestre y
su bastardía, pero Stannis dijo que cuando era necesario, cualquier bastardo
podía cumplir su función. Rhoynar decidió posponer su decisión a la respuesta
de Doran Martell a la oferta. Pero esa noche traería más sorpresas, pues poco
después llegaría un barco, también desde el norte, con las velas negras de la
Guardia de la Noche y el emblema de la casa Stark. Para sorpresa de todos, del
barco descendió Uther Aesirk, procedente de Puerto Blanco, con varios hombres
de los Manderly y de la Guardia de la Noche. Uther acudía en nombre de Robb
Stark, el Joven Lobo, al que aclamaban como Rey en el Norte, para pedir la
ayuda de Daenerys y Stannis. Robb había enviado mensajeros también a Roca
Casterly y a Desembarco del Rey para buscar una alianza entre todos los “reyes”
de Poniente y crear un ejército que luchara contra el Otro, que se alzaba en el
Norte, más allá del antiguo Muro.
Pero
la presencia de Uther Aesirk en Rocadragón ofendió a Stannis, que acusaba a
Uther de la muerte de su hermano Renly. Stannis retó a Uther a un juicio por
combate, y aunque Uther trató de rehuirlo, mencionando que el ataque había sido
cosa de unas sombras. Stannis rechazó esa extraña idea, y comenzó la lucha con
Uther, causándole graves heridas, pero Rhoynar consiguió interrumpir la lucha,
planteando que en la vieja magia de Asshai era posible manipular las sombras.
Melisandre, quizá temiendo que algo la relacionara directamente, aceptó que
quizá el Otro estuviera utilizando las sombras para sus oscuros designios.
Daenerys afirmó que aquello le permitía pensar en una duda razonable. Daenerys
pospuso el juicio sobre la muerte de Renly para el momento en el que ella
ocupara el Trono de Hierro, pero mientras tanto, restituía a Uther, si este lo
deseaba, todos sus títulos y derechos. Este, sin embargo, decidió permanecer de
momento en la Guardia de la Noche, postergando su decisión al momento en que
fuera juzgado por Daenerys.
Melisandre
vio en las llamas que los mensajeros enviados por Robb a Tywin Lannister y
Eddard Stark habían sido rechazados y sus cabezas decoraban ahora las murallas
de Roca Casterly y Desembarco del Rey. Según la sacerdotisa, hasta que un único
rey no ocupara el Trono de Hierro, no podrían luchar contra el Otro, y sólo
entonces, el heredero de Azor Ahai podría hacerlo, empuñando la espada que
ardería al atravesar un corazón ardiente. Uther habló de lo que había
averiguado en el Norte, de que posiblemente Edric Tormenta fuera la encarnación
de Azor Ahai, y les contó todo lo que había ocurrido en su viaje al Norte. Eso
parecía corresponder con las adivinaciones de Melisandre, que cuando había
comenzado el conflicto, casi dos años atrás, había tratado de capturar a Edric
Tormenta para llevarle a Rocadragón. Las averiguaciones de Melisandre apuntaban
a Lanza del Sol como el lugar donde ahora se encontraba Edric Tormenta… el
lugar hacia el que los dornienses partirían al día siguiente…
1 comentario:
¡Gran partida!
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