Que Ken Follett es uno
de los grandes escritores de nuestros días no creo que lo dude nadie. O quizá
en vez de “gran escritor” debería decir “superventas”, que al fin y al cabo, lo
de ser bueno o malo en literatura, más allá de una cuestión “objetiva” es
cuestión de gustos. Y que el tío los tiene cuadrados para lanzarse a escribir
una trilogía que sirva como novelización de todo el Siglo XX, tampoco creo que
nadie lo dude.
Ken Follett ha tenido
una trayectoria larga en el mundo de la literatura, y es uno de esos nombres
que podemos relacionar con la novela histórica o de misterio, siempre en el
entorno de los llamados “best-sellers”, que no dejan de ser libros de lectura más
o menos ligera y dirigidos a obtener el mayor número de ventas posibles. El Tercer Gemelo, La Clave está en Rebeca o Capricornio
Uno han sido algunas de sus obras,
con mayor o menor éxito, hasta que alcanzó la auténtica fama con Los Pilares de la Tierra. Creo que no
debe quedar nadie que no sepa de qué va Los
Pilares de la Tierra, que probablemente compartirá con las novelas de Noah
Gordon el dudoso honor de ser el libro favorito de todos aquellos que no es que
no tengan un libro favorito, es que probablemente sea el único que han leído o
del que han oído hablar… y oye, algo hay que poner en Facebook.
En fin, tras el éxito
de Los Pilares de la Tierra y su
continuación, Un Mundo Sin Fin,
Follett se decidió a lanzarse a su actual y monumental trabajo: la trilogía The Century (en España la han dejado tal
cual en lugar de traducirla como “El Siglo”), en la que el autor ha anunciado
que novelizará todo el Siglo XX. Así, sin tiritas. Evidentemente, no es la
primera vez que un escritor ambienta su obra en un lugar y con una continuidad
temporal, como es el caso de Los Reyes
Malditos de Maurice Druon, siete novelas de obligada lectura ambientadas en
el siglo XIV francés, entre la caída de los Templarios y el comienzo de la Guerra
de los Cien Años. Pero creo que nadie había acometido una misión como la que se
ha impuesto Follett a sí mismo. Y es que narrar todo el Siglo XX… es todo un
reto. Lo podemos enfocar como queramos: el Siglo XX ha sido el siglo más
intenso de la historia de la humanidad o es que tenemos más documentación y por
eso nos parece que han pasado más cosas. Al final, para un novelista, el
resultado es el mismo: un desafío de órdago. Cambios políticos, guerras
mundiales, nacimientos ideológicos, avances científicos… El 31 de Diciembre del
Año 2000, el mundo era muy diferente al 1 de Enero de 1901, tan diferente como
si en lugar de cien años hubieran pasado mil. Y ese reto es el que Follett
afronta.
El Invierno del Mundo es la segunda novela de las tres que formarán
The Century, continuación más o menos
directa de La Caída de los Gigantes,
en la que Follett, para arrancar su historia, se centró en los antecedentes y
el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, y en todo lo que ocurría alrededor
de esta en aquellos tiempos (movimientos sociales, sufragismo…). Y en El Invierno del Mundo, donde Follett,
tras un salto generacional, arranca en 1933 para continuar contándonos la
Guerra Civil Española, la II Guerra Mundial y sus consecuencias, utilizando
para ello la misma técnica narrativa que ya había seguido en la primera novela:
asistimos a los acontecimientos que se desarrollan en todo el mundo a través de
los miembros de cinco familias que se van interrelacionando entre sí y que se
convierten en testigos de todo lo que ocurre. Evidentemente, esto permite a
Follett darnos una amplia perspectiva a nivel internacional de los eventos que
cuenta (poniendo a uno de sus protagonistas en cada uno de los países
implicados, por ejemplo), aunque sin llegar a los límites de esa gran crónica
novelada que fueron los Episodios
Nacionales de Pérez Galdós, en los que las casualidades que se daban para
que los protagonistas estuvieran presentes en todos y cada uno de los
acontecimientos históricos que Galdós quería contar rozaban lo paranormal, sí
que en muchas ocasiones resulta algo forzado.
En El Invierno del Mundo, como he dicho
antes, hay un salto generacional, y aunque los protagonistas de La Caída de los Gigantes aún siguen ahí,
son sus hijo quienes pasan al primer plano en esta novela. Maud Fitzherbert,
Walter von Ulrich o Ethel Williams, que ya formaban parte del elenco de la
primera parte de The Century comparten
papel con Lloyd Williams, Boy Fitzherbert o Daisy Peshkov; mientras los
escenarios cambian y nos llevan de la finca tradicional de los Fitzherbert en
Gales, Ty Gwyn, a la batalla de Belchite o la Alemania en la que el partido
Nazi está ascendiendo a toda velocidad. Ellos serán los que vivan el que
probablemente haya sido El Invierno del
Mundo, su época más oscura, la II Guerra Mundial y los primeros años de la
Guerra Fría, y el momento en el que probablemente la historia del mundo se detuvo
para contemplar el horror: la herencia de las bombas atómicas de Hiroshima y
Nagasaki.
Como veis, la novela
suena bastante interesante, y lo cierto es que lo bueno de Ken Follett es que
es un autor de lectura ágil. A pesar del tamaño de los volúmenes que escribe,
que en algunos momentos tiran bastante para atrás, una vez iniciada la lectura,
Follett sabe enganchar al lector, siendo capaz de mezclar varias tramas para
tenernos continuamente enganchados y esperando a ver qué ocurre con unos
personajes y otros.
En fin, un libro
obligatorio para aquellos que se consideran aficionados a la historia, y
especialmente aconsejable para aquellos que se deciden por nuestro pasado más
cercano, tan cercano que muchas cosas parece que ocurrieron ayer… y al fin y al
cabo, son las cosas que han hecho que nuestro hoy sea como es.
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