Después del episodio del
Vigilante, que nos lleva como comentamos a lo más oscuro de las calles y de la
justicia urbana, el tomo de Alan Moore da un salto casi dimensional, pasando al
lado más cósmico de este autor. Y lo hace con dos historias sobre Vega aparecidas
en la casi olvidada Omega Men y dos
más sobre los Green Lantern Corps. Las dos primeras profundizan en los
diferentes mundos que orbitan alrededor de Vega, el lugar donde se desarrollaba
la serie Omega Men y de donde proceden personajes como Starfire, y las dos nos
muestran cierto sentido del humor negro por parte de Moore. En la primera, Planeta de Hombres, nos encontramos a
una antropóloga que trata de discernir como se produce la reproducción en un
planeta habitado sólo por machos; una crítica obvia a muchas corrientes de
pensamiento que tratan de analizar culturas completamente distintas a la
nuestra desde puntos de vista puramente occidentales. La segunda nos habla de
la relatividad del tiempo y de cómo cambia la perspectiva según la percepción
de este. Por otro lado, en las historias de los Green Lantern, ECC ha incluido
dos listas para la polémica. La primera lleva el nombre de La Noche Más Oscura, título que dio Geoff Johns a su “gran saga”
para DC en el universo de Green Lantern, y es una auténtica genialidad,
protagonizada por Katma Tui, sobre una raza que ciega que no comprende
cuestiones tales como los colores; y la otra, la mítica Tigres, que nos cuenta la llegada del antecesor de Hal Jordan, Abin
Sur al planeta Ysmault, antigua sede del Imperio de las Lágrimas, y su
encuentro con las Cinco Inversiones, que corrompen a Abin Sur infundiéndole el
miedo que le llevará a su muerte. Esta historia fue la base de prácticamente
toda la carrera de Johns en Green Lantern, lo que el propio Moore, en su línea,
aprovechó para criticar la saga, al autor y a todo el mundo del cómic en
general. ¿Personalmente? Creo que la historia esta bien, pero no es nada del
otro mundo, y Johns ha hecho un gran trabajo para, de ocho páginas, construir
una historia de años.
Además
de volver luego con los dos héroes principales de DC, Moore se atreve a tratar
con un personaje tan curioso como es el Fantasma Desconocido, quizá el
personaje más enigmático del Universo DC, y al que Alan Moore da un origen… un
curioso origen que a mi me ha recordado alguna historia de Neil Gaiman,
protagonizada por ángeles.
Pero
el plato fuerte de lo que queda del libro, viene de la mano de los
protagonistas de las mayores franquicias de DC. Por supuesto, hablo de Superman
y Batman. Sobre el primero, el tomo incluye otra pequeña saga, los dos números
de ¿Qué fue del Hombre del Mañana?,
una historia que yo tenía muchas ganas de leer y a la que por fin he podido
acercarme, y que sirvió en su día para cerrar de alguna manera la historia del
Superman Pre-Crisis. ¿Qué fue del Hombre
del Mañana? nos sitúa en un futuro hipotético, en el que un periodista
entrevista a Lois Elliot (antes conocida como Lois Lane) para que cuente como
fueron los últimos días del mayor de todos los héroes que ha conocido nuestro
planeta, Superman. Así, en una historia cargada de tintes nostálgicos, Moore se
embarca en una narración que incluye a la mayoría de los amigos y enemigos de
Superman para dar al Hombre de Acero un final digno. La Legión de Superhéroes,
Lana Lang, Lois Lane, Perry White y su esposa, Jimmy Olsen, Batman, Wonder
Woman, Brainiac, Lex Luthor, Metallo, Mister Myxptlyk (creo que lo he escrito
bien), la Legión de Supervillanos, Supergirl, Krypto… todos ellos tienen un
sitio en esta historia, quizá algo ñoña, pero muy entretenida.
El
estilo oscuro se lo guarda Moore para las dos historias sobre Batman que aún
contiene el tomo. Barro Mortal es una
genial historia protagonizada por Clayface II (o III, me pierdo con los
Clayface), el más psicótico de todos ellos, y que nos cuenta una tremenda
historia de obsesión, locura y celos orquestada por Moore en torno a Clayface y
un maniquí con el que este se obsesiona, lo que llevará a provocar muertes y a
que Batman finalmente tenga que intervenir.
Y
para cerrar el tomo, ECC ha incluido la que probablemente sea la gran joya de
Alan Moore en el Universo DC. Sí, se trata de La Broma Asesina, publicada miles de veces, exaltada hasta el
hartazgo… y que sigue siendo probablemente el mejor cómic que nunca se ha
publicado sobre Batman (con permiso de Miller y Año Uno). Contando con el apoyo
de los lápices de Brian Bolland, auténticamente inspirado en esta obra, Moore
bucea en el pasado de Batman, y sobre todo en el del Joker para ofrecernos su
propia visión del origen de este villano (Moore se inspira para ello en un
antiguo cómic en el que se relacionaba al Joker con el ladrón Capucha Roja), y
nos muestra la visión más enloquecida del Joker que podamos haber visto fuera
de las manos de Morrison o de Cristopher Nolan. Cada página de La Broma Asesina
es un tributo al cómic, y no voy a contar mucho sobre ella; primero porque creo
que todo el mundo la ha leído, y segundo porque el que no lo haya hecho,
debería hacerlo sin saber qué va a encontrarse.
¿En
resumen? Me remito a la valoración que hice en el post anterior sobre este
tomo. Se ha hecho un gran trabajo para mostrarnos al mejor Moore, reuniendo sus
mejores trabajos en un tomo auténticamente imprescindible. Es una lástima que
un hombre que demostró tanta valía para el género de los superhéroes se haya
empeñado una y otra vez en cerrar su lápida.
Y
una suerte que los superhéroes hayan decidido resistirse.
5 comentarios:
"La Broma Asesina" todo el mundo la ha leido... ¡Hasta yo! :-D
Y el Joker de Nolan... Creo que es casi más "El Joker de Ledger". XP
"La Broma Asesina" todo el mundo la ha leido... ¡Hasta yo! :-D
Y el Joker de Nolan... Creo que es casi más "El Joker de Ledger". XP
Entendido... las dos veces. :P
¿Y que te pareció la Broma Asesina? Del Joker de Ledger ya sé lo que opinas.
Pues fue el primer cómic que me pasaste, ¿recuerdas? (Ese y el de "Una muerte en la familia").
Y si, es una maravilla, la verdad. Lo vi en el Expocómic y estuve a punto de comprarlo, ¿o tampoco te acuerdas? :P
P.D: Esta vez lo comento una vez...
Me acuerdo, me acuerdo. A lo de "es una maravilla" quería llegar.
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